LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

lunes, 22 de febrero de 2016

UTOPIA

Es posible, quizás no probable, que un día tengamos políticos que hagan verdadera política de Estado. La política de Estado, por cierto, no es aquella que nos postra a los pies de los caballos teutones, sino la que debe de estar encaminada a lograr una sociedad más equitativa e igualitaria. Con las políticas sociales pasa como con las Humanidades, las van arrinconando en detrimento de políticas económicas. Nos llenan de datos, estadísticas y ratios que casi nadie comprende y que sirven, generalmente, para empobrecer al país. Con las Humanidades pasa lo mismo, los políticos que legislan sobre educación no pretenden crear una sociedad con pensamiento crítico(peligroso para sus intereses), buscan el aborregamiento social encapsulado la educación en una suerte de pastillas focalizadoras de una atención determinada. Lo peor de todo este maremágnum de políticos corruptos y profundamente incompetentes, es que son elegidos una y otra vez por una ciudadanía que es incapaz de dar un paso adelante y echarlos de los lugares de mando. A veces uno tiene la sensación de vivir en un país de mierda, pero no es así; hemos sido capaces de sobrevivir a nosotros mismos... No es poco. Pero necesitamos savia nueva y darle tiempo para que germinen las nuevas ideas.

jueves, 4 de febrero de 2016

LO REAL, LO POSIBLE, LO IRREAL Y LO IMPOSIBLE

Lo real suele ser lo tangible, aquello que podemos percibir o sentir con nuestros sentidos… o no. Es posible que desde un punto de vista metafísico lo real pueda diluirse entre la penumbra del pensamiento. Sin embargo desde un punto de vista menos procaz, estoy seguro de que la realidad es aquella que percibimos y sentimos. Lo posible es aquello que, no teniéndolo, podremos alcanzarlo de un modo previsible. Es posible llegar a Marte, como en su día llegamos a la Luna. La posibilidad siempre es optimista pues va más allá de la realidad. Lo irreal es una entelequia, una futil posibilidad de convertir un sueño en realidad. Lo irreal nubla nuestro sentido; es capaz de transformar a los hombres en artificios. Lo imposible puede ser real o no, pero jamás será posible. Claro que esa imposibilidad podemos acotarla en un tiempo determinado y con unas pautas precisas. “Es imposible llegar a Saturno”, ahora mismo es una aseveración cierta a la luz de los medios disponibles pero… lo será en el futuro? Quien sabe… Como seres capaces de sentir y de desarrollar, a partir de los sentimientos, habilidades increíbles; nos encontraríamos en un punto en que podríamos convertir lo irreal en posible. Y, a la vez, conseguir que lo real sea imposible. ¿Cómo? Soñando. Mientras soñamos mantenemos una pelea constante entre lo que sentimos, observamos y creemos, contra lo que pensamos, no vemos y sabemos que es mentira. Este complejo equilibrio se logra cuanta mayor sea la capacidad de análisis por parte nuestra. Todo es posible menos lo que no lo es. De pequeño una profesora me hizo memorizar aquello de: “lo que no puede ser, no es y, además, es imposible… toda una declaración de intenciones. Soñar, contrariamente a lo que ella pensaba, nos acerca a la consecución de un sueño aunque sea durante los 100 minutos de una película.

martes, 2 de febrero de 2016

10.000 MANERAS DE MORIRSE DE VERGÜENZA

Hay noticias que por su calado deberían hacernos reflexionar pero qué, por su frecuencia casi pasan desapercibidas. Sin embargo algunas son tan dramáticas y nauseabundas que deberían invitarnos a un ejercicio profundo de madurez humana e intelectual. Hace dos días salta la noticia de qué, en el actual éxodo que se está produciendo desde Siria e Irak, han desaparecido 10.000 menores!!! Y a nadie parece importarle nada. Una mirada somera sobre el asunto ya debería de alarmarnos mucho más que cualquier cambio de gobierno que tan sólo dilucirá quien nos va a robar en los próximos años. En los años 90 del pasado siglo asistimos impasibles al Genocidio de Ruanda en el que murieron 800.000 personas. Y sólo fuimos en su ayuda cuando el olor a putrefacción era tan intenso que llegó a Europa, era 1994. Un año después, en Srebrenica (esto ya nos pilló más cerca) murieron 8000 personas por el simple hecho de haber nacido en una determinada comunidad. Podemos dar una vuelta por el globo y descubrir con horror los múltiples éxodos que los diferentes pueblos perseguidos llevan a cabo. Y si miramos en profundidad, comprenderemos que muchos aquí, sacan partido de ello. Que las desapariciones de 10.000 niños son una barbaridad que la Comunidad Internacional soslaya por un solo hecho cierto: “no son de los nuestros”, que diría el belga. Como ciudadanos no podemos ir a los países de procedencia y ayudarles; pero si podemos obligar a nuestros gobiernos a que ayuden. ¿Cómo? No es fácil, pero hay un hecho cierto: Aquellos países que han sido invadidos por occidente, o que han sufrido golpes de Estado promovidos por nosotros...están mucho peor, humanitariamente hablando, que antes. Es un dato objetivo. Los menores siempre han sido un objetivo fácil y un colectivo muy difícil de defender. Razones hay muchas. Por un lado difícilmente tendrán la oportunidad de levantar la voz ante “los mayores”; por otro lado siempre han sido invisibles para los ojos occidentales, incapaces de aceptar que el maltrato y explotación infantil son realidades. Tal vez habría que buscar tras la moralina de las diferentes religiones el encubrimiento de ciertas barbaridades. Concluiría con una reflexión: De este movimiento de personas por el mundo sin más control que el de cerrar fronteras, surgirá un problema inmenso y donde habrá un caldo de cultivo tremendo para futuros problemas de terrorismo… los guetos.