LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

jueves, 25 de diciembre de 2014

EL HOMBRE DE LA FOTOGRAFIA

Al final no era yo el que estaba en aquel marco a los pies de la cama... Podría haber preguntando pero, quién es uno como para cambiar la decoración de una casa que no es la propia. Así que aprendes a convivir entre la incertidumbre de los sentimientos ambiguos y la mirada impertérrita del de la foto. El tiempo, y solo el tiempo, acaba por situar a cada uno en el lugar exacto que le corresponde. A mí ya me ha situado, justo en la parte de fuera de la puerta. Así es cómo suceden las cosas cuando uno no las controla. Y, sin embargo, todavía se puede albergar la esperanza de volver a cruzar el umbral. El ser humano o bien es extraordinario, o bien, es tonto del culo.

lunes, 22 de diciembre de 2014

LA TRANSICIÓN QUE VA DEL YO AL NOSOTROS

A lo largo de la vida uno va aprendiendo como se produce la transición que nos lleva desde el yo hasta el nosotros. Y esta transición se produce en todos los órdenes de la vida. Desde el mundo laboral o deportivo hasta llegar al plano personal. Somos seres sociales, necesitamos a los demás para poder crecer como individuos; también precisamos de los demás para realizarnos a nosotros mismos. Uno puede crecer creyéndose la única flor en medio del jardín, pero siempre será mucho más hermosa si es capaz de destacar rodeada de las demás. La armonía es, sin duda, el pilar sobre el que debe asentarse cualquier colectivo. ¿Cuándo deja uno de pensar en sí mismo y comienza a pensar en plural? posiblemente en el momento que toma conciencia de sus propias limitaciones. Una empresa no funcionará bien si sólo depende del jefe. Funcionará cuando sea capaz de delegar en sus trabajadores hasta el límite máximo de su propio control. Delegar, ese mundo desconocido para muchos, no sólo ahora tiempo y dinero, sino que abre un mundo de posibilidades. La creatividad siempre se desarrollará mucho mejor en un ambiente de confianza. En el plano personal, en el de los sentimientos, la transición del yo al nosotros llega cuando piensas en un futuro al lado de quien estás. Uno debe de pasar de pensar en qué hará en los siguientes días a pensar en lo que harán. La vida en común nos permite también pequeños actos de individualismo, o de realización individual. Nada mejor que un entorno común para que puedan valorar aquello que haces y sentirte realizado. Aunque el verdadero cenit del nosotros llega cuando disfrutas observando las individualidades de tu pareja y las valoras en consecuencia. Desde mi punto de vista siempre prevalecerá el nosotros....

domingo, 7 de diciembre de 2014

TIEMPOS NUEVOS

Tiempos nuevos, tiempos salvajes.... rezaba la canción de Los Ilegales. Eran tiempos en los que la música ejercía un poder sobre la juventud de este país. Tiempos en los que muchos se acercaron al abismo montados en un caballo perdedor. Eran tiempos en los que no hacía mucho se había deja do atrás una etapa oscura en nuestro país y se abría un nuevo mundo en el que empezar a construir todo desde casi 0. Y, con errores, lo cierto es que se vertebró un país; se implantaron derechos que ahora creemos que estuvieron ahí siempre, etc. Nadie debe poner en duda el esfuerzo de aquellos que estaban en hacerlo lo mejor posible para que estas generaciones presentes pudiesen disfrutar de un mundo mejor. Ahora vivimos, salvando las distancias, un tiempo nuevo. Tal vez la velocidad a la que suceden las cosas no permite a muchos percibir los enormes cambios producidos mas están ahí. Y no siempre lo están para bien. Hoy la juventud ocupa las plazas, tal y cómo se hacía hace 25 años, aunque ahora no lo hacen para manifestarse contra nada ni contra nadie, sino para beber sin más objetivo que mamarse antes de las dos de la mañana. Afortunadamente no se acercan al abismo motados a caballo pero bordean otros precipicios mientras descubren universos paralelos en pequeñas pastillas. Las comunicaciones, otrora lentas y casi nunca inmediatas, se han tornado casi realidad virtual. En ocasiones las realidades lo son antes virtuales. La inmediatez ha soterrado la ilusión de pensar durante un tiempo en "cómo será". En este tiempo en el que todo está en la nube convendría poner los pies en la tierra y asegurarse de que el futuro que nos estamos labrando será capaz de sostenernos. Es un tiempo nuevo en el tenemos la posibilidad de cambiar el modo en cómo nos gobiernan. Nunca, como ahora, hemos tenido tan a mano la oportunidad de cambiar las cosas y eliminar esta suerte de "Estamento" que nos ha mangoneado a su antojo y en su sólo beneficio. Se están quedando obsoletos términos como: nación, bandera, gobierno.... Los estamos sustituyendo por siglas (CEE, OTAN...) y, con ello estamos perdiendo las identidades que nos señalaron como grupo durante un tiempo y estamos adoptando una nueva identidad de ciudadanos del mundo (aunque eso sea una entelequia en toda regla) Porque ser ciudadanos del mundo es algo irrreal. Todo lo más sería ser ciudadanos de éste mundo, del occidental. El otro, el más numeroso y extenso nos queda demasiado alejado. Así pues estos tiempos nuevos deberían de ser un acicate para que la sociedad se mueva y lo haga con intensidad.

SER GALEGO

Non recordo a Xeración Nos enarbolando bandeiras contra o resto do país. Si os recordo facendo todo o posibel por lograr que a nosa cultura e as nosas costumes permañeceran visibles nun tempo non que non era tan doado facelo. Manter o idioma que nos diferencia do resto das comunidades debería de ser unha labor constante por parte dos páis e dos dirixentes. Porque con elo manteñense vivas costumes e labores que van da man dun xeito de comunicarse. Xeracións de galegos, entre os que me encontro, xamais falaron galego no seu fogar. Os nosos pais, os dos que non falamos galego como lingua habitual, pensaban que falar galego non sería bo para nos, e por iso nos illaban nunha burbuxa catelán parlante que nada tiña que ver coa comunicación habitual deles. Ser galego, agora tan de moda en internet grazas a campaña publicitaria dunha cadea de supermercados, e moito máis que unha bandeira. Ser galego implica ter e manter uns hábitos que son desta terra; que no se poden dar noutro lugar. Ser galego e sair a pescar todolos días ese peixe que nos diferenza do resto do Estado e poñelo nos mercados doutras comunidades para que podan disfrutar don que sentimos aquí cando o comemos. Ser galego e vender Galiza para que o resto do mundo aprenda a saborear o que é noso. Pechar fronteiras conduce a fomentar nichos de pobración nos que a endogamia remata coa propia raza. A mestizaxe alimenta a cultura dende os tempos en que os Celtas atoparon acomodo nunha terra que antes ocuparan outros. A exclusión só leva a nosa propia limitación como comunidade. Síntome galego porque o meu modo de vivir e o que viven o resto dos que me rodean. Non son menos galego por non manifestarme cunha bandeira ou cuns cánticos determinados. A galeguidades hai que amosala dende a cultura, a educación e o modo de vivila. O resto do mundo respetaranos moito máis si comproba que vivimos como galegos, e que non somos un estogan. Esta terra merece unha defensa a ultranza dos seus valores; merece calquer loita dende a cordura da defensa do que e noso. Dende o meu punto de vista para defender unha idea non preciso atacala dos demáis. O respeto o semellante permítenos ver en qué nos diferenciamos. Ser galego, para rematar, no e quedar en Rosalía, en Cunqueiro ou en Castelao. Ser galego debería ser recordar os que estiveron antes e apoiar a aqueles que, neste tempo de agora, defenden a nosa identidade como pobo. Trátase de apoiar os que cantan en galego, os que tratan de amosar a nosa cultura polo mundo dende os fogons; de poñer en valor real os profesionais de toda índole que, dende esta nosa terra, fan país sin alaracas. As veces penso que o lamentable nivel dos políticos galegos e unha carga demasiado pesada, mais somos galegos....e estamos acostumados a nacer as veces que faga falla. (desculpas polo meu pobre galego)

viernes, 21 de noviembre de 2014

ENTRE LA EVANGELIZACIÓN Y LA IGNORANCIA

España es un país con una idiosincrasia singular. Somos capaces de batirnos en duelo con cualquiera por la más nimia estupidez y, al mismo tiempo, capaces de olvidar los verdaderos agravios que nos afectan. Hoy se ha muerto la heredera directa el hijo bastardo del rey Jacobo II de Inglaterra, dicho así parece que se ha muerto alguien desconocido, aunque se trate de la Duquesa de Alba en realidad. Todo el mundo habla de ella pero casi nadie sabe de dónde viene... No creo que sea importante hablar de la Casa de Alba y de su capacidad para estar del lado de los poderosos y dar por saco a todo lo que huela a pobre o a trabajador. La aristocracia siempre ha estado al margen de la realidad cotidiana del común mortal; tal vez porque su realidad no tenga nada que ver con la nuestra y todo esto no sea más que un ejercicio de envidia insidiosa. Aunque no lo creo así. Me duele ver a un país, el mío, en el que nos preocupa mucho más el estado de salud de Isabel Pantoja cuando entre en la cárcel, o del estado anímico del "viudo del Alba" que de los verdaderos problemas que nos atañen. Perón decía que al pueblo había que darle zapatos y no libros, porque un pueblo formado puede ser peligroso para los que viven de su explotación. España es el admerreir de Europa en todos los sentidos, cuando no hace mucho tiempo era un ejemplo para otros en cuanto a Derechos y libertades. Somos un país de pandereta donde los toros se están sustituyendo por ciudadanos cornudos. Y no lo somos porque nuestras señoras o señores nos los pongan; sino que somos cornudos porque el poder que hemos elegido con nuestros inútiles votos está tan corrupto y sucio que mires donde mires...da pena y asco. La clase política patria vive una escora que parece difícil de salvar. La suciedad se está acumulando de tal manera que terminaremos por echarlos a todos; meterlos en una cárcel no es una opción viable, ya que no caben en los centros penitenciarios que tenemos. Hace tres años que llegó al poder el "salvador de la patria", ese que nos iba a reflotar desde las profundidades donde, según él, nos había dejado el de la ceja. Mas de mil días después estamos mucho más desnudos que los habitantes del Paraíso. Hemos salvado a todos los que se deberían de haber hundido; amamantamos a toda la prole de hijos de puta que viven a nuestra consta entre la clase política y empresarial más deleznable de Europa. Si fuésemos eslavos seríamos una mafia conocida, pero no para eso nos da. Y, sin embargo, el país vive adormecido mientras los medios de comunicación desvían una y otra vez la atención desde los verdaderos problemas hacia los entierros de unos y los encierros de otros (más famosos pero menos peligrosos). Uno ve a la "viuda de España" entrando en la cárcel y casi le da pena, porque la mujer va a entrar en la cárcel por cuatro duros (comparado con los de Bankia...por ejemplo) y nos dejará a ese hijo suyo suelto... terrible sin duda! Soplan vientos de cambio en la clase política, aunque en este país eso no garantiza nada. En estos momentos casi todo lo público está en manos privadas, lo que pone en tela de juicio nuestra aparente libertad. Si uno mira atrás...20 años, puede darse cuenta de que todo lo público lo mal vendió el amigo de Busch; ese que ponía los pies sobre la mesa.... y de aquellos barros estos lodos. Uno mira a la "admirada" Alemania de nuestra Presidenta y se da cuenta de lo gilipollas que somos aquí. Pues allí lo privado está (cuando se habla de medios y espacio público) como mucho al mismo nivel que lo público, cuando no 49/51. Aquí entregamos todo a...quien sabe. Pero bueno, nosotros (los españolitos) seguimos con atención el proceso de evangelización de la Casa de Alba, el inmediato ascenso de señorito Cayetano y lloramos a los famosos de medio pelo que entran en la cárcel; mientras... en la verdadera realidad, los ladrones se parten el pecho mirándonos.

domingo, 2 de noviembre de 2014

RAZONES

La razón es algo que casi todos tenemos a lo largo de nuestras vidas, está tan presente en cada uno de nosotros que pareciere que no hubiese posibilidad de que otros también la tuviesen. Sin embargo no es así, pues cada persona cree tenerla. Existen, no obstante, innumerables tipos de razones y son éstas las que nos llevan a inclinar la balanza de nuestras decisiones hacia un lado u otro; y con ello marcan el camino de nuestras vidas. Las razones que nos llevan a elegir una profesión las buscamos, con frecuencia, en las ideas que uno va aglutinando desde la más tierna infancia. El tiempo, después, va guiándonos por los senderos de la vida hasta que, finalmente, tenemos una profesión. Nuestras amistades se forjan ancladas en valores comunes, de otro modo no serían más que conocidos; y esos anclajes se asientan en razonamientos diversos que convergen en una amistad intrínsecamente humana. El complejo universo de las emociones y de los sentimientos también atiende a razones, aunque suele ser éste un terreno donde la sinrazón puede llevarnos a bordear el abismo. Cuando uno ama sitúa la razón en una dimensión paralela, pero que solapamos cuando dicha razón amenaza nuestro corazón. Y es aquí donde nunca he sido amigo de la razón y sí de la impronta de los sentimientos. La razón nos permite distinguir lo que es una cosa y lo que no puede ser esa misma cosa; utilizamos razonamientos deductivos e inductivos; utilizamos el contraste de lo deductivo y lo inductivo para llegar a una conclusión razonada....eso nos diferencia de otras especies, nuestra capacidad de un razonamiento abstracto. Algo que, por desgracia, muchos no utilizan. El mundo actual acude con menos frecuencia de lo preciso al razonamiento y se deja llevar por la incoherencia del rebaño. Cargados de razones abordamos la sombría perspectiva que avistamos desde nuestras casas en estos tiempos de crisis de todo tipo. Es de esperar que esas mismas razones nos acerquen a una renovación eficaz de los desvalores que ahora mismo imperan. Es esta una época en la que estamos tirando por al borda no pocos años de filosófica razón. Y con ello alejamos de nuestras habilidades la capacidad de discernir lo real de lo ficticio. Algo importantísimo en un universo tan virtual como el actual.

miércoles, 15 de octubre de 2014

RECORRIENDO...

Me gustaría pasar los días recorriendo tu piel; entreteniendo mis dedos y mis labios en cada pliegue. Deseo afrontar ese maravilloso camino hacia el abismo del deseo. Pretendo encontrarme cara a cara con ese lugar en el que pierdas la compostura y te dejes llevar por las sensaciones... quiero recorrerte...sin prisas...sin pausas. Ya puestos y una vez entrados en materia no estaría de más recorrer también el laberinto de tu mente; estoy dispuesto a sumergirme en las profundidades de tus pensamientos para encontrarme con tu verdad. No quiero quedarme en una superficie al alcance de cualquiera. Pretendo abrir puerta tras puerta hasta alcanzar esa poderosa sala de lectura que alberga el pensamiento de cada persona. Sé que se trata de un camino largo mas ya hemos empezado a caminar. Quisiera también, para no dejar nada en el alero, recorrer ese camino lleno de pasajes que conduce al corazón más profundo y puro. Ese lugar que rara vez somos capaces de encontrar. Querer, amar, sentir...todo ello se encuentra ahí. Permíteme recorrer tu corazón asiéndome cada vez con más fuerza en su interior. ¿Qué te ofrezco a cambio? recorrer un camino de la mano en el que todo esté por descubrir. No se trata de rehacer el camino ya hecho, sino de comenzar uno nuevo...

EL MIEDO A LO DESCONOCIDO

Esta crisis del Ebola trae de cabeza a buena parte de Occidente. Otrora libre de estas enfermedades que afectaban al "culo del mundo" (Africa). A nadie le habían importado, hasta ahora, enfermedades tan mortales como la Malaria, el Ébola, etc. Nuestro universo particular tan sólo temía una caída de la bolsa, a lo sumo una crisis con al gripe aviar... pero nada tan real como la muerte. "Ahora" descubrimos que la gente se puede morir por una enfermedad que, de haber afectado hace años al mundo occidental, seguramente ya habría tenido vacuna. En los medios de comunicación salen "especialistas" de todo tipo hablando con el pecho henchido como si supiesen de lo que hablan (y no me refiero a los médicos). los más variopintos periodistas hablan con la misma facilidad de lo que ocurre en la casa de Belén Esteban que de una crisis sanitaria sin precedentes en el África Negra. Porque es allí donde realmente está el problema. Desde la aparición de casos en occidentales, se ha soslayado la realidad macabra de países como Guinea Bissau, Sierra Leona, Congo... donde las muertes se cuentan por millares y a nadie aquí parece importarle. Hubo un tiempo, no hace mucho, que este tipo de brotes en el continente negro se erradicaban por las bravas. Se cerraban los poblados, se les dejaba morir y, en muchos casos incluso se les incineraba (quien sabe si muertos o vivos). De eso la OMS, seguramente no hablará nunca, porque les dejaría quedar en mal lugar. El miedo a lo desconocido nos lleva a una crítica absurda sobre el comportamiento de unos y otros. Nos acerca al lado oscuro del ser humano; muestra, en realidad, las miserias de ser occidental. Jamás nos ha importado llevar enfermedades a lugares donde no las conocían, hemos sido culpables de la muerte y desaparición de no pocas etnias. Hemos sido transporte de virus y bacterias inocuas ya para nosotros, pero que acabaron con la población local...y ahora, víctimas de nuestra propia globalización, nos toca recibir parte de lo sembrado. De ahora en adelante debemos incorporar a nuestro día a día enfermedades como la Malaria, el Ebola y otras todavía por describir en occidente. Hemos esquilmado de tal forma a los países de origen de dichas dolencias, que sus ciudadanos buscan en occidente la mentira que les vendemos a través de las películas, la publicidad y demás. Y con su emigración traerán nuevas dolencias para las que ellos estarán listos y nosotros no...

miércoles, 1 de octubre de 2014

VEN

Ven y siéntate a mi lado, miremos juntos este presente y pensemos en el futuro. Nada está escrito de antemano, tenemos una hoja en blanco en la que comenzar a narrar una nueva aventura de vida. Ven y déjame acarciar tu piel y mesar tus cabellos; quisiera recorrer la orografía de tu cuerpo como lo hacen los granos de arena sobre las dunas, sin fuerza, sin cesar. Ven y permíteme que te acompañe allá donde desees ir en compañía, y me sentaré a esperarte cuando prefieras caminar en soledad. Pues esa espera siempre merece la pena. Ven y acéptame como soy, o no merecerá la pena que vengas. Yo no querré cambiarte pues no tiene sentido querer cambiar el aroma de un perfume cuando nos gusta. Ven y me asomaré al balcón de tu vida, pues mi deseo es estar dentro de ella y ser parte de lo que da forma a tu existencia. Ven...no dejes de venir...

martes, 30 de septiembre de 2014

DESDE LAS PROFUNDIDADES

Desde las cumbres uno puede otear los maravillosos paisajes que le rodean, o incluso sacar la cabeza de la nube tóxica en la que ha vivido. Sin embargo, cuado uno toca fondo, cuando observa el mundo desde las profundidades, es cuando aprende lo que es la vida. Depresión, esta es una palabra maldita que nadie quiere para sí. Una palabra demasiado manida en la que no pocos se apoyan para atrincherarse ante situaciones que, en modo alguno, se acercan a ese estado mental y físico que te destroza desde dentro. Las profundidades de nuestra mente son tan ricas en recuerdos y sensaciones como intrincadas y difíciles de descifrar. He pensado, desde hace muchos años, que nuestra memoria está no sólo para recordarnos las cosas del pasado o lo más reciente; sino qué, en ocasiones, abre sus puertas para enseñarnos un angosto laberinto del que casi siempre es muy difícil salir. En las profundidades hay poca luz, caminas a tientas, encontrando asideros fuertes en la misma medida que falsos agarres que hacen que uno se desplome. No basca con querer abrir las ventanas para que entre la claridad, pues hay que toparse con ellas, descubrir los senderos que nos hagan ascender y poder emerger. De cuando en cuando uno acierta a dar bocanadas de aire; puede permitirse el lujo de aparentar estar en la superficie aun cuando lo cierto es que apenas puedes mantenerte a flote. Y qué pasa con los demás; qué sucede con quienes no dejan de gritarte que sonrías y salgas, que respires y vivas... No pasa nada, tan sólo se trata de personas ciegas a la realidad que tu vives. Incluso para aquellos que han salido de las profundidades no resulta sencillo indicar a los demás cómo hacerlo. Cada vida tiene su estilo, cada persona su propia historia, cada historia sus protagonistas. Incluso siendo los mismos en apariencia, es el orden en cómo aparecen lo que les hace totalmente diferentes. He conocido a personas cuyo perfil determinaba de antemano una terrible agonía interna; su expresividad no dejaba lugar a dudas, los llantos, las quejas, la apatía... con sólo mirarlas uno se daba cuenta de que esa persona vivía en las profundidades. También he descubierto el otro lado, el de quienes viven en las profundidades aparentando estar en el Everest. Y esos lo tienen más difícil pues nadie percibe en ellos estigma alguno. Entonces, cómo sabe uno que vive allí. La búsqueda constante, la necesidad imperiosa de no estar ocioso; el deseo de hacer; las "ganas" de vivir.... cualquier cosa con tal de no tener tiempo como para pensar en ellos mismos. Y, ante la angustia de un encuentro consigo mismo, aparece la angustia por encontrar algo en qué pensar, qué hacer... Desde las profundidades también se pueden sacar lecturas positivas; pues si uno logra salir de ellas se convierte en alguien más fuerte, incluso tal vez más frío. La objetivización de todo lo que sucede partiendo de ese supuesto hace que perciban la vida desde una óptica diferente (que no mejor). Lo más hondo del ser humano suele estar lleno de buenas o malas cosas. Pues en el fondo uno o es bueno, o es malo, a pesar de que esta sea una forma maniquea de ver las cosas...Desde las profundidades...

viernes, 19 de septiembre de 2014

ACOMPAÑAME UN RATO

No te pido que te quedes toda la vida, ni siquiera te planteo el que hagas tu vida al lado de la mía y me toleres mucho tiempo. Tan sólo pido un rato de tu tiempo, que hagas un breve paréntesis en tu vida y dejes pasar el tiempo a mi lado. ¿Qué te propongo? tan sólo una conversación amena, un recorrido por el universo del pensamiento y de los sentimientos. Tal vez un breve paso por el mundo de las sensaciones; en todo caso una inmersión en el "nosotros" dejando a un lado los "yo". Es probable que el tiempo no acompañe o que las puestas de sol propuestas queden ocultas detrás de las tormentas de otoño que tanto se repiten en esta estación. Sin embargo merecerá la pena adentrarse en el conocimiento mutuo, en el descubrimiento del otro. Pero no un descubrimiento normal al albur de las ideas preconcebidas que uno puede tener, sino un descubrimiento partiendo de una hoja en blanco, de un acercamiento sin vanidad, de una apertura de mente y corazón sobre la que poder plantearse hipótesis de futuro, un planteamiento que nos adentre posteriormente en el invierno. La vida, casi siempre corta para nuestras expectativas, tiende a llenarse de atrezzos. Lo mollar de nuestra existencia cabría en unos pocos años, lo demás casi siempre es relleno. Por ello, a medida que uno avanza en su calendario, conviene dejar a un lado muchos miedos, tribulaciones y cualquier otra cosa que no sea el disfrutar de la vida en compañía de quien nos llena. De un tiempo a esta parte observo mi vida como si de una vivienda se tratase. Hubo un tiempo en el que apenas veía un estudio, poco más allá de lo que abarcaba mi nariz. Después se convirtió en un piso lleno de habitaciones que rellenar, momento en el que acumulas experiencias, recuerdos, fracaso y éxitos, en una búsqueda incesante de...quien sabe qué. Ahora es el tiempo de ver todo como un lof, un espacio diáfano en el que de una simple mirada puedas encontrarte conmigo. Acompáñame pues en este momento de cómoda transición entre lo que quisimos ser, lo que en realidad somos y lo que quizás podamos llegar a ser. No sé si será divertido todo el tiempo, pero de una cosa estoy seguro; a estas alturas del libro uno ya no se atenaza por cualquier cosa. Tan sólo la sobra de la decadencia física puede ensombrecer un camino lleno de maravillosos colores caoba de este otoño incipiente.

¿QUE QUEDA DE LOS VALORES QUE UN TIEMPO EXISTIERON?

En una rápida observación de la sociedad en la que vivimos uno puede percibir el cambio en los valores que un día estuvieron vigentes y que hoy día son sólo una entelequia. ¿Quiere esto decir que las actuales generaciones viven de un modo poco "ordenado"?. Para responder a una pregunta de este calado tal vez habría que buscar el origen de los valores que estuvieron presentes hasta ahora. En una sociedad como la nuestra, la española, los valores han estado marcados siempre por la moral cristiana, esa suerte de moralina que durante muchos años estuvo confabulada con la política y, por tanto, modulando la conducta de todos los que hemos vivido aquí. El avance de los tiempos y la incorporación de nuestro país a órganos supranacionales nos ha acercado (junto con otros países) a un laicismo desconocido para nosotros. Europa es un conglomerado de naciones que se agarran tradicionalmente a diversas morales o moralinas; la libre circulación de ciudadanos ha traído consigo le mezcla de culturas y, curiosamente, un acercamiento profundo al laicismo en las generaciones más jóvenes alejándolos de los atavismos del pasado de sus respectivas naciones. ¿Es eso un problema para los valores de antaño? Seguramente, pero eso no implica que las generaciones futuras dejen de tener valores, tan sólo nos aseguran que éstos serán diferentes a los actuales. Afortunadamente en un universo global el conocimiento está al alcance de todo el mundo y, por ello, uno tiene la posibilidad de saber. Y el conocimiento de lo real y de lo metafísico nos acerca a unos valores y nos aleja de otros. Para muchos de nuestros predecesores el camino que estamos tomando es el de la perdición; ellos, generalmente agoreros del futuro, no se han reciclado (como gusta decir a los modernos de hoy día), aunque merece la pena hacerse una pregunta ¿necesitan hacerlo? yo creo que no, tan sólo han de aprender a respetar que hoy los valores sean otros diferentes de los suyos. ¿y nosotros? también deberíamos valorar que alguien que tiene un hábito no debe de cambiarlo tan sólo porque yo lo tenga diferente. ¿Qué queda pues de los valores que un tiempo atrás estuvieron presentes? Desde mi punto de vista quedan generaciones que los siguen manteniendo porque siguen vigentes en su modo de ver el mundo; otros los perpetuarán en el tiempo. Y tendrán que cohabitar con los nuevos valores que la sociedad del siglo XXI y posteriores vayan asentando en este nuevo mundo que nos ha tocado vivir. De un modo diferente, vivimos en la época de los descubrimientos. No el descubrimiento de América o de la Penicilina, sino el descubrimiento "del todo" a través de los medios modernos de comunicación y distribución de imagen y sonido. Un español de la primera mitad del siglo XX se sorprendería, si viviese hoy, de la cantidad de descubrimientos diarios que uno puede ver con acercarse a una herramienta tan manida actualmente como la Wikipedia. Son pues otros tiempos, nuevos valores y valores antiguos...

sábado, 6 de septiembre de 2014

DONDE RESIDE LA BELLEZA

La belleza es un concepto totalmente subjetivo, para cada uno de nosotros radica en un lugar determinado. A lo largo de la historia los diferentes cánones de belleza que se han ido sucediendo han ido marcando el modo de pensar de las diferentes generaciones. Dichos cánones convirtieron a muchas personas en esclavas de un estilo de vida, sin tener en cuenta que donde reside la belleza es en el interior de las personas. La búsqueda de la belleza física siempre nos lleva a un lugar próximo al abismo metafísico. Las facciones que para unos son determinantes para otros son imperceptibles. Buscamos en el reflejo del espejo una realidad que se asemeje a lo más ficticio, el canon de belleza establecido. Dicen que todo es efímero en la vida, aunque yo no estoy del todo de acuerdo. Cierto que lo físico se deteriora, cambia, evoluciona y desaparece. Sin embargo, lo interno, cuando existe no sólo se cobija de un modo perenne en el pecho de quienes lo detentan sino que es posible que les sobreviva. Cuando hemos descubierto el lugar donde reside la belleza de las personas, solemos ser mucho más pacientes. Intentamos percibir con otros sentidos diferentes del de la vista y eso, poco a poco, nos invita a profundizar mucho más allá de una bonita cara, un hermoso trasero o cualquier otro atributo físico. La belleza reside pues en el corazón, ese lugar que funciona en un universo paralelo a la propia mente y que tropieza incluso con ella muchas veces. la belleza está en nuestros actos diarios, incluso en aquello que dejamos de hacer en un momento dado. Conozco a... decir esto de alguien implica mucho más allá que haber compartido un café y cinco horas de conversación. Implica haber profundizado en la personalidad del otro y haber averiguado donde reside la belleza de esa persona. Lo contrario es quedarse en el conocido, en la relación superficial...

JUGANDO A SER MAYOR

ugar a ser mayor es algo muy habitual entre los niños; nos observan, nos miran, nos imitan y así van creciendo tomando como referencia espejos que tienen próximos, aún cuando esos reflejos no sean los que más les convengan. Sucede que, en más ocasiones de las deseables, son los que presumimos adultos los que juegan a ser mayores. Y digo juegan, porque su comportamiento, a fuer de ser pueril les retrata como adolescentes dentro de cuerpos de adultos. A una persona adulta se le presume personalidad, se le atribuye la capacidad de discernir entre el sueño y la realidad; se le da el beneficio de la duda en todas aquellas cosas que entendemos, tienen que ver con la vida de los mayores. Quienes juegan a ser mayores suelen ser aquellos que no encuentran su sitio entre ellos y buscan refugio entre los más jóvenes. Pretenden ser los colegas mayores, los guías de la manada. En la mayoría de las ocasiones les delata su aspecto físico, pues tienden a vestir como si tuviesen diez años menos...y no los tienen. En los casos más grotescos sumamos un comportamiento como personas que les deja en mal lugar, pues a quien pretenden adoctrinar, no ve más que alguien que está fuera de su sitio natural. Y no hablamos de relaciones sentimentales, donde el amor no sólo no tiene edad, sino que esta siempre será relativa. Salir de fiesta con gente mucho más joven que tú está muy bien si lo haces de modo ocasional; pues siempre provoca momentos divertidos en los que se mezclan comportamientos distintos en una misma situación dada. Cuando, de pronto, miras a tu alrededor y eres de otra generación tal vez no sea el lugar adecuado en el que estar jugando a ser mayor. La personalidad es lo que nos lleva a comportarnos de un modo determinado; cuando convertimos nuestra personalidad en un acertijo para los demás corremos el riesgo de perder perspectiva. No digo que uno deba de estar siempre con los suyos, como gregarios que somos. Está bien hacer incursiones en generaciones posteriores y anteriores, mas conviene no dejar de asirnos a la realidad que nos toca vivir....

lunes, 18 de agosto de 2014

MI SHANGRI-LA

Todos imaginamos un lugar en el que somos enteramente felices; un lugar en el que las reglas las ponemos nosotros y las saltamos cuando nos viene en gana. A ese lugar acudimos cuando los sueños pesados dejan paso a la ligereza de una imaginación, casi siempre desbordante. Cada uno albergamos en nuestro interior un Shangri-la particular; para muchos no es más que un lugar donde comer tres veces al día, para otros incluso con uno ya sería posible alcanzar ese utópico lugar en el Himalaya. En mi caso, como amante de la naturaleza que soy, siempre me he imaginado viviendo en un paraje natural, alejado de la civilización lo justo como para tener también lo necesario cerca. Qué me guste la naturaleza no me aleja de las necesidades, tal vez ficticias, que uno tiene cada día. Un lugar idílico sería vivir en los Valles Pasiegos, esa sucesión de hondonadas verdes con casas típicas que parecen, en la distancia, cuadros pintados por el mejor de los realistas. El viento golpeando mi cara, moviendo la hierva con esa forma ondulante, hasta sensual que la naturaleza tiene para representar la belleza. Tal vez encontraría también el paraíso recorriendo la Pampa argentina, esa interminable sucesión de paisajes casi deshabitados en los que la ganadería campa a sus anchas. Quizás mi paraíso se hallase en los Cárpatos, esas abruptas montañas rumanas tan llenas de leyenda y pasión... Algún día encontraré mi Shangri-la; es posible que no sea siquiera un lugar físico donde ir. Casi con total seguridad me tope con él en la nebulosa de los sueños, allí dónde uno decide cómo y por qué...

lunes, 28 de julio de 2014

ACOSO SEXUAL, UN CANCER EN NUESTRA SOCIEDAD

Hoy ha salido publicado que una Capitana del ejército, con una hoja de servicios intachable, ha pedido la baja voluntaria en el ejército por no soportar el acoso laboral al que se ha visto sometida tras haber ganado una demanda por acoso sexual contra un superior. El corporativismo de las Fuerzas es Institutos Armados en este país es de sobra conocido, al igual que el otros estamentos y por diferentes motivos. El acoso sexual es uno de los cánceres más agresivos de nuestra sociedad, campa a sus anchas entre la juventud (donde muchas adolescentes son sometidas a persecuciones de todo tipo, comenzando por el manido wathsapp), se extiende en todos los estamentos jerarquizados, en los que ascender en muchos casos depende de cuánto y cómo te dejes tocar. Ya en las edades más avanzadas uno no habla de acoso sexual sino directamente de violencia doméstica. Uno se pregunta cómo terminar con esta deriva de valores que nos está llevando a una aproximación, nada metafísica, al albur de la civilización; cuando con palos se iniciaban los romances. Es fácil determinar los por qué de esta situación; vivimos en un país con uno de los peores sistemas educativos de la Unión Europea. Un sistema que penaliza tonterías y permite un nivel tal que nos tenemos que avergonzar cada vez que sale el informe PISA, o simplemente cuando nos vamos de vacaciones y, tras diez años de inglés en nuestro sistema educativo, apenas nos comunicamos como indios de película. Un sistema educativo que descarta las humanidades en beneficio de carreras técnicas que, a lo que se ve, tampoco son nada del otro mundo; no hace más que eliminar de la formación de nuestros jóvenes valores que han estado presentes desde siempre en las sociedades que valoran el respeto al otro. No hace falta ser un lumbreras para conocer que a más formación en humanidades más capacidad de síntesis en las relaciones personales y, con ello, más capacidad para discernir lo que está bien de lo que está mal. El acoso sexual es tan antiguo como la religión; y digo la religión porque crece parejo a la aparición de las religiones monoteístas, aquellas que trajeron consigo la persecución de la mujer. Una persecución primero espiritual y más tarde social. Basta recordar las matanzas llevadas a cabo en la Edad Media por la Inquisición en el centro de Europa contra “brujas”, que no eran otra cosa que mujeres sabias que conocía la alquimia natural. Hoy día, una sociedad que presume de moderna debería serlo ejemplarizando los castigos para quienes acosan a otro sexualmente (hoy día también existe el acoso de mujeres a hombres). Someter sexualmente a otro condiciona en éste todo su carácter posterior. El ultraje a que se ve sometido quien sufre acoso o vejaciones sexuales no es comparable con ningún otro. Habría que obligar a los falaces políticos a elaborar leyes que condenasen de manera efectiva estos comportamientos y, de paso, eliminasen de la judicatura a jueces que viven anclados en el pasado. Jueces que crecieron a la sombra de una sociedad en la que la moralina católica lo invadía todo. Esa clase de moralina que permitía a los hombres irse a un lupanar a aliviar su tensión tras haber “acariciado” a sus señoras con el puño de hierro. En mi cabeza, como padre de una niña de diez años, está el que en la ausencia de valores sociales y la carencia de una formación adecuada reside buena parte de este asqueroso problema. La solución es fácil, tan sólo debemos ayudar a nuestros hijos a utilizar la cabeza para algo más que cortarse el pelo.

miércoles, 16 de julio de 2014

LA SENSACIÓN DE TENERTE

En ocasiones cierro los ojos y me dejo llevar por la imaginación. En ella te encuentro, solícita a mis deseos cómo yo a los tuyos. Lo bueno de los sueños es que en ellos uno puede dar rienda suelta a sus deseos más profundos y apasionados. Así es cómo te descubro, así es cómo enebro los hilos de mi deseo en tu piel. Las yemas de mis dedos se pierden en los surcos de tu piel; descendiendo por los desfiladeros de tu anatomía unas veces, ascendiendo los suaves macizos otras. La búsqueda termina, con cierta frecuencia, en el hallazgo de nuevos lugares en los que no había reparado. Uno, cuando recorre su paisaje favorito, siempre se topa con inesperados senderos que conducen de otro modo a los mismos lugares. La sensación de tenerte casi siempre concluye cuando abro los ojos y veo la lámpara que, inmóvil, pende sobre mi cabeza. Sin embargo, también a menudo, me despierto embriagado por el aroma y el sabor de una piel, la tuya, que he imaginado y sentido aun no teniéndola. La sensación de tenerte...

domingo, 29 de junio de 2014

FOLLAR

Pocas palabras son tan utilizadas en las lengua de Cervantes como esta. Muchos la utilizan de un modo vulgar, señalando con ello la práctica del coito. Sin embargo follar es muchas más cosas: follar es algo tan humano como expeler una flatulencia sin hacer ruido, vamos, un pedo silencioso y mochilero de toda la vida. Sin embargo nadie dice: acabo de follar, refiriéndose a ello. Follar también es talar o destruir una mansa forestal, dejar el bosque como un marasmo. Ahí si que está bien aplicado aquello de: “se están follando al bosque”, aunque la mayoría pensaría que lo están jorobando y no talando literalmente. El castellano tiene estas cosas. Follar, para concluir, es también ir dejando huella con nuestros pies. Algo que tendré en cuenta de ahora en adelante, pues no es cuestión de ir follando por todas las superficies. Es cierto que lo vulgar ha hecho de esta palabra una de las más utilizadas en todos los ámbitos humanos. En un tiempo no se utilizaba porque la religión había constreñido de tal modo la sociedad que buena parte de la misma vivía alienada. Eran tiempos en los que los lupanares apenas tenían más luces que algún neón clandestino. Eso ellos, pues ellas aliviaban sus calores en las feligresías de barrio y en algún que otro reparto del butano. Con la llegada de la democracia pasamos al desarrollo del neón en nuestro país como si este fuera las Vegas, pero en lugar de alumbrar casinos aquí inundaron las nacionales para indicar el camino hacia el “puti-club” de turno. Hubo incluso rutas famosas en las que los “libertinos” ejercían su afición particular en horas sórdidas y en habitaciones desangeladas. Ahora, que la democracia está instaurada y que incluso esos negocios van a legalizarse (no por la necesidad real de un oficio antiguo como la humanidad, sino por intereses económicos y estratégicos de país...para caer de culo); ahora, digo, es el tiempo en el que todo el mundo se dedica a follar. Sobre la piel de toro de este país se folla de cualquier modo, a todas horas, incluso sin la participación de alguno de los dos. Si, como lo lee, aquí hemos pasado del “yo no he sido” al “yo me he follado a...” incluso aunque no sea cierto. He escuchado, he oído conversaciones en las que alguien se jactaba de las veces que se había dedicado a follar aun cuando todos los presentes sabíamos que había estado viendo la tele. Es, seguro, el deporte nacional. Y ahí es donde entra la riqueza de nuestro idioma, del castellano. Y empezamos a dar nuevas utilidades a la palabra. Ahora “nos follan” cuando nos echan del trabajo; “te follan” cuando el Guardia Civil te da el alto; “los follan a todos” cuando alguien se manifiesta...y así hasta.... Follar siempre me ha parecido un término demasiado vulgar, aún cuando la sordidez del acto en sí mismo me ha servido en un momento dado...

TAL COMO ERES

En este tiempo vivido he conocido a muchas personas, a unas en profundidad (las menos) a otras de un modo relativamente profundo y a las más, de un modo totalmente superficial. Conocer en ningún modo significa saber cómo es una persona. Para ello es imprescindible que se den dos cosas: que tengas interés en ella y que esta sea proclive a dejarse conocer. Dejar que alguien acceda al interior de tu persona implica un ejercicio de apertura tal, que corres el riesgo de ser arrasada por el vendaval. Lleva aparejado un ejercicio de valentía que no todos somos capaces de llevar a cabo. Las personas que he conocido de un modo superficial no son ni buenas ni malas, ni mejores ni peores. Mi opinión sobre ellas sólo puede referirse a lo que me han mostrado y lo que yo he querido o podido ver. Son, sin duda, opiniones arriesgadas que uno debe de poner siempre en solfa. Decir que yo sé como es fulanito o menganita cuando apenas he intercambiado 200 palabras... es, cuando menos, una temeridad. Hay, sin embargo, otras personas que cuando te presentan o aparecen en tu vida, despiertan un interés cierto para con ellas. Pero uno no se aventura mucho en el conocimiento porque para ser real, debe de llevar aparejado una muestra de nuestro propio interior. Nadie te dará su versión real si tú no le enseñas la suya. Pero hay un juego que se establece cuando tienes interés en alguien que radica en sacar la mayor información posible de esa persona sin terminar de mostrarte tal y cómo eres realmente. A este punto, creo, llegamos todos cuando intuimos que alguien nos interesa de verdad. El paso siguiente es mostrarnos. Mostrarse implica dejar que el otro descubra nuestros secretos, nuestra personalidad, nuestros afectos, sentimientos, sensaciones...no es un proceso igual en todos los casos, ni tiene la misma profundidad. Hay amistades de toda una vida que se forjan en un conocimiento absoluto del otro; y hay otras amistades, igualmente fuertes, que se sostienen en la confianza. Y, cuando uno confía, tampoco necesita saberlo todo. Decir a alguien. “me gustas tal como eres” tiene, por tanto dos vertientes. La parte física o entusiasta; aquella que se refiere a la belleza externa y a las “gracias” que uno advierte en la personalidad del otro. Y la parte profunda del “tal como eres”, que recoge en sí misma una aceptación del otro con todas las virtudes y defectos que posea. Ese es el proceso complejo y difícil. Muchos, hombres y mujeres, adoptan una pose con la que intervienen en la vida diaria. Es una suerte de pantalla con la que protegerse de las propias inseguridades. Tan sólo aquellos que estén dispuestos a rascar sobre esa pose, alcanzarán el conocimiento profundo y podrán decir: me gustas Tal cómo eres...

martes, 3 de junio de 2014

LA DIFICULTAD DEL PERDÓN

Pedir perdón puede no resultar fácil, depende del orgullo de cada uno. Lo complicado es perdonar, tener la valentía de hacerlo. Cuando uno perdona, debe sobreponerse a los reproches de la memoria; y cuando a uno lo perdonan debe de valorar la valentía del hecho en sí mismo. Muchos viven permanentemente parapetados tras el odio, el enfado o la riña; un trabajo demasiado arduo y lleno de conjeturas. No merece la pena cerrar caminos de forma definitiva porque nada lo es. Dice el refrán aquello de: “arrieros somos...y en el camino nos encontraremos”. Y lo mismo ocurre con el enfado o el odio; condiciona nuestra vida y quien sabe si termina por arrollarnos en según que circunstancias. A veces uno perdona sin saber que tiene esa capacidad en su interior. No es lo mismo el perdón del verdugo que debe ejecutarte, que el que tú perdones a quienes ordenaron tu ejecución. Ambos son perdones, pero no en la misma medida. Cuando el perdón nos acogota suele ser porque al hacerlo lleva implícito el reconocimiento de un enfado desmedido. Algo que sucede, con frecuencia, en colectivos de amigos, deportivos, etc. “¡No le perdono en la vida!” esta es una de esas sentencias que solemos escuchar más a menudo de lo que se debería. En sí mismo es una afirmación arriesgada. Uno no sabe si los caminos confluirán en el futuro, ni siquiera conoce en que términos se puede producir un encuentro. En mi opinión, pasado un tiempo prudencial de reflexión, no más allá de un mes, sería conveniente que hablasen el ofendido y el ofensor. De una conversación tranquila se deberían dar tres situación: una revisión de los hechos que los volviese a dejar a bien entre ambos; una revisión que les dejase en paz pero sin más o una revisión en la que imperase posteriormente la más estricta cortesía. Lo demás es....lírica....

POR PODER...PODEMOS

Dice el dicho que: “querer es poder”.... obviamente la sociedad española ha querido y por ello Podemos ha tenido los resultados espectaculares de este pasado proceso electoral. Es la respuesta de una sociedad a una realidad que ya es demasiado difícil de soportar. Nuestra clase política, llamada “casta” por Pablo Iglesias, se ha situado más veces al margen de la Ley que dentro de ella. Los continuos desmanes, corruptelas, exabruptos y demás lindezas han conseguido que la desafección política sea cada vez mayor. Desde mi punto de vista esa desafección es terrible, toda vez que no somos una democracia en la que la implicación política de la ciudadanía esté entre las más relevantes de Europa. El abotargamiento social al que nos han llevado las políticas subvencionistas de la UE, ha logrado que prácticamente una generación decidiese quedarse en su casa viendo pasar los días en lugar de luchar y defender sus derechos. Tal vez porque muchos de nosotros hemos nacido en las postrimerías de la dictadura o ya en democracia. Y son muchos lo que no son capaces de especular en una realidad sin derechos fundamentales. Como casi siempre, el cambio en el mapa político patrio viene dado desde la izquierda. En la derecha a lo máximo que llegan es a no votar a su partido. La izquierda, esa mayoría social histórica (atendiendo a cualquier estudio electoral con independencia del resultado práctico) tiene en su debe el no haber sido capaz de aunar esfuerzos en la persecución de un objetivo común. Lo que, al final, nos trajo a donde estamos; pues la derecha cuando gobierna...lo hace para sí. La deriva de los grandes partidos ha sido hacia un lugar común; uno no ve diferencias grandes entre ambos. El asentamiento político de una formación, la no regeneración de sus bases y el mantenimiento per se de los líderes, hace que se comporten como pequeños monarcas dictatoriales. En nuestra política aparecen siempre los mismos...debe de ser aquello que Felipe González llamaba “la erótica del poder”. Y en estas llegó Pablo Iglesias, que con un discurso claro y ordenado, ha logrado que muchos de los que nos sentimos privados de políticos que luchen por una nueva vía, nos acerquemos a sus postulados y vivamos con ilusión un nuevo horizonte. Confío en que ahora no se apoltrone, confío en que busque de verdad un cambio; un cambio que sin duda será posible si se mantiene fiel a lo que ha publicitado. Muchos le hemos creído, tal vez incluso más por el deseo de cambio que por su propio programa. Corre un riesgo mucho mayor que cualquier otra fuerza política. El riesgo de decepcionar a un numeroso porcentaje electoral y lo que es peor, dar la razón a quienes desde el acantilado del miedo intentan minusvalorar su irrupción. Querer es poder; la sociedad quiere cambios sustanciales. Sabemos que nada se hace de un día para otro. Es mucho más fácil llegar a los ciudadanos en cuatro meses de vida política a través de redes sociales y comunicación, que lograr que su presencia sea verdaderamente visible. Les invito a participar en las siguientes elecciones Municipales y Generales. Ahora serán más o menos visibles en un parlamento de más de setecientos diputados; es preciso que sean visibles y partícipes de nuestra política nacional...

viernes, 16 de mayo de 2014

DEJARSE LLEVAR

Qué fácil es dejarse llevar por los impulsos del corazón cuando uno deja a un lado de su camino las cadenas de la precaución. Dejarse llevar nos acerca a ese instante mágico en el que te sientes especial; en el que todo los ves de un color tan especial que parece inundar toda tu vida. No es fácil, sin embargo, hacerlo. Sobre todo cuando las muescas de la vida se hacen patentes en la piel del alma. Dejarse llevar lleva implícito abrir una puerta al suicidio voluntario del corazón. El amor todo lo puede, es capaz de elevarte a las cumbres más maravillosas donde disfrutar de cada fotografía como si de un espectáculo único se tratase. Mas dejarse llevar por este sentimiento profundo puedo hacerte perder la conciencia de ti mismo y convertirte en un títere que alguien maneje a su antojo. Resulta, relativamente, fácil dejarse llevar por ese otro gran sentimiento. Contrapunto del amor, el odio, la ira. El paso de ser Jenkyll a Hyde es corto. Un día nos acostamos henchidos de amor y dicha y al siguiente aborrecemos lo más nimio del otro. La ira lleva aparejada, además, una carga de miserias personales que sólo afloran en ese instante. Y que logran que quien nos amaba también descubra el otro yo que todos tenemos. Dejarse llevar es un acto de valentía y temeridad a partes iguales. Inherente al ser humano es la capacidad de sobrevivir a ambos casos. Ser valiente para dejarse llevar por los sentimientos nos ayuda a crecer interiormente. La temeridad nos acerca a nuestros propios límites personales y siempre es bueno conocerlos. No se que un día caminemos por el borde y desconozcamos al personaje. Hay quien se deja llevar unos días e intenta frenar, del modo que sea, antes de despeñarse definitivamente. La vida, desgraciadamente, no ofrece muchas alternativas válidas a dejarse llevar por los sentimientos. No hacerlo genera ansiedad, desasosiego y, sobre todo, infelicidad. Lo que nos acerca peligrosamente a la ira y el odio. Siempre he intentado dejarme llevar por lo que he sentido. Y estoy seguro de haberme equivocado muchas veces; sin embargo soy reincidente en ello porque considero que la vida consiste en vivir. Y emocionarse o sufrir es, sin ningún género de dudas...vivir.

MISERABLES

El mundo está lleno de miserables, de canallas, de asesinos, de verdugos, de personas que miran para otro lado cuando tienen la oportunidad de revertir una situación cruel e injusta. El gran Mario Benedetti dice que: “la condición de miserable es un tumor del alma, casi siempre incurable, porque el alma no admite cirugías”. Y es del todo cierto. Los miserables no son aquellos que viven la miseria de la vida de cerca; los verdaderos miserables son los que fomentan las desigualdades, son los que se vanaglorian de haber medrado a cuenta de los demás. Miserables son los que se alegran de que a los demás le vaya mal porque la bonanza del otro, entienden, amenaza la suya propia. Los miserables del alma son aquellos que se quieren apoderar de ella aprehendiendo para sí el derecho a juzgar sobre las almas de los demás. Muchos son los miserables que en sus homilías dominicales o diarias fomentan el distanciamiento social porque se creen capaces de distinguir entre “buenos y malos” en función de su moralina. Miserable es el que coarta tu libertad, el que busca someter a los demás a la dictadura de su pensamiento; miserable es quien con una sonrisa te ofrece una vacuna contra una enfermedad que el mismo ayudó a desarrollar. Miserables son los que hacen zancadillas a quien camina a su lado para que no pueda llegar antes. Termino con otra cita de Benedetti que reza así: “Dicen que Dios creó a los miserables para proporcionar trabajo a los ángeles justicieros. Pero los miserables son capaces de cortarle las alas”. En mi opinión si el Dios que me enseñaron cuando niño sigue vigente, no ser trata más que de otro miserable más, pues en la miseria humana busca su vivero de fieles...

DE LA ESPAÑA DE LOS SOBRES A LA REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

Cada vez que entramos en campaña electoral afloran las promesas de un mundo mejor, de imposibles que jamás se realizarán, etc. En la escena patria los políticos que se presentan no pueden escapar de esa pátina falsa que les caracteriza. Uno los puede identificar por ser personas que viven, generalmente, lejos de la realidad cotidiana; personajes más o menos públicos que aspiran no a gobernar bien para la ciudadanía, sino a vanagloriarse de si mismos...cuando no a enriquecerse ilícitamente. El país que se encuentra al oriente del río Uruguay, llamada comúnmente Uruguay hace tiempo que dejó de frotarse los ojos ante lo que parecía imposible de encontrar (más aún ti hablamos de América Latina), un político honesto de la cabeza a los pies. Alguien que gobierna pensando en los demás y huye de los boatos que tanto gustan a los nuestros. José Mújica es un personaje singular, alguien a quien muchos vilipendian por el mero hecho de dejar al resto de la clase política en mal lugar. Pero en mal lugar porque pensar en el interés general muchos lo confunden con tener interés en lo general. Con esta, tan manida, crisis pensé que existiría la posibilidad de que apareciese en nuestro espectro político alguien capaz de aglutinar los deseos de los ciudadanos. Un político que se preocupase realmente de hacer de nuestra sociedad un lugar mejor para vivir. Estoy seguro de que entre toda la calaña de ladrones y corruptos que pululan por nuestro país, se encuentra alguien con vocación de Servicio Público. Espero que no sea necesaria la violencia social para que florezca. Uruguay es un país donde la mayor parte de sus ciudadanía es gente humilde, ciudadanos que sufrieron una dictadura terrible, políticos corruptos que llevaron a ese pequeño país a casi la banca rota...Un país que no está lejos de lo que tenemos aquí, de lo que hemos vivido aquí. Ellos ya tienen a su POLÍTICO, busquemos nosotros el nuestro...

El SILENCIO

Vivimos tiempos en los que apenas escuchamos, en los que los ruidos son tantos y tan elevados que tendemos a hablar de lo nuestro sin tener en cuenta lo que percibimos. No nos gusta el silencio, tal vez porque jamás nos hemos detenido a escucharlo, a sentirlo. El silencio, principio del todo, puede resultar abrumador cuando nuestro oído, acostumbrado a la algarabía de cada día, se sorprende del sonido sordo de éste. Invito a todo el mundo a darse un largo paseo por medio de un paraje natural, alejado de pueblos, de cualquier vestigio de sociedad. Una vez alcanzado ese lugar mi consejo es simplemente mantenerse en silencio y escuchar. Percibiríamos así multitud de sensaciones que, de común, no notamos. El canto de las aves, el crujido de la hierba a nuestro paso, el ulular del viento... la vida. El silencio es también el universo en el que se mueven la mayoría de los solitarios, de quienes recurren a él cuando necesitan encontrarse a sí mismos. La soledad es prima del silencio. Poder leer en silencio te garantiza escuchar los sonidos de las historias que lees. Nuestra imaginación, una vez inmersos en la literatura, nos lleva a mantener en primera persona los diálogos y vivencias que tal vez leemos en tercera. Los silencios son testigos mudos de las atrocidades que el ser humano ha cometido a lo largo de la historia; lo son también de las vivencias de las gentes del mar, de los que incapaces de soportarlos terminan con su vida (el silencio siempre será el último compañero del suicida). Pese a todo, y por encima de todo en mi caso disfruto del silencio. No soy de alzar la voz, ni de lugares multitudinarios. Valoro el silencio en la misma medida que una buena conversación. Y ésta siempre será inmensamente mejor en lugares silenciosos. El silencio es, en mi humilde opinión, el mejor juez de los amantes y los amigos. Compartir un silencio y disfrutarlo une mucho más que la mayor de las algaradas....

martes, 22 de abril de 2014

DEBATIENDO SOBRE LA VIOLENCIA

Recientemente, en el transcurso de una comida, alguien aseveraba que sólo la violencia forzará el cambio social y político necesario que nuestra sociedad necesita y que el Estado demanda. Es cierto que los grandes cambios sociales y civiles que ha habido a lo largo de la Historia han tenido como punto de partida revueltas más o menos violentas que han acongojado a la clase dominante y la ha hecho caer del púlpito. La cuestión, paradigmática sin duda, es que una vez hecha la revuelta y pasado un cierto tiempo, aquellos que buscaban un ideal y que se revelaron de forma agresiva termina por aferrarse al mismo poder que antes detestaban. Entiendo que la sociedad debe de entenderse desde un punto de vista pragmático aun cuando el ideal de un futuro mejor no lo alejemos de nuestras perspectivas. Habría pues, que preguntarse, si tenemos las herramientas suficientes como para derribar a los corruptos de donde se encuentran y canalizar nuestras necesidades de cambio hacia una regeneración profunda de la sociedad. Mi humilde opinión es que dicho cambio hay que hacerlo desde la formación y el convencimiento. Los cambios que ser fuerzan a través de la violencia no llevan a que los derrotados crean en las novedades, sino al sometimiento. Tenemos un claro déficit educativo, una absoluta falta de valores éticos y un profundo desconocimientos de los verdaderos debates que sí deberían vertebrar el pensamiento social. El alejamiento de las Humanidades en el curriculum educativo nos hace mucho menos reflexivos. La capacidad de pensamiento crítico de las nuevas generaciones dista mucho de tener una mínima base. Los que gobiernan nos tratan de convencer de que es en áreas técnicas en las que nos tenemos que formar, buscan una suerte de robots que trabajen sin pensar en otra cosa que en la mejora del producto, sin pararse a pensar si dicho producto tiene razón de ser. La violencia sólo genera violencia; es cierto que abruptamente puede terminar con lo establecido pero...a qué coste. Las revueltas violentas sacuden de un modo terrible las conciencias de la gente pero tiene como contrapartida el resentimiento de quienes se ven “derrocados”. La formación, la educación, la filosofía, el conocimiento, el descubrimiento del por qué de las cosas...eso es lo que nos haría capaces de lograr un cambio verdadero. Lo radical no está en incendiar el Congreso; el verdadero radicalismo se lograría al acercar el pensamiento crítico a la juventud que vive amordazada entre las carencias económicas y una formación carente de valores reales. Si uno echa un vistazo a la historia descubre dos cosas: por un lado, y esto alienta a quien cree en la violencia como un modo de alcanzar un fin, a lo largo de los siglos ha habido innumerables sucesos violentos que han logrado terminar con lo establecido y lo han cambiado. La cuestión es que dichos cambios han sido por espacios cortos, históricamente hablando. En el otro lado está el pensamiento, y ese si ha logrado cambios de largo recorrido. Así pues una mirada menos pasional nos llevaría a descubrir que formando se logra más....

viernes, 18 de abril de 2014

EN LOS LIMITES DE LA REALIDAD

Siempre tratamos de mantener nuestros pensamientos dentro de la cordura; buscamos asideros sobre los que sujetarnos cuando la endeblez de nuestro carácter nos juega malas pasadas. Queremos tener los pies sobre la tierra y empezar la casa por los cimientos y no por el tejado; en definitiva tendemos a vivir dentro de la realidad. Una pregunta, sin embargo, me ha hecho tener dudas sobre la veracidad de afirmaciones que hablan de ahora y aquí. ¿dónde están los límites de la realidad? Y ¿qué clase de realidad existe?¿Es la misma para todos? Y sí así fuese ¿qué ocurre si creo que la mía es diferente?. La realidad es ese intangible en el que todos creemos vivir de un modo cierto. La realidad es también la quimera de muchos y el ocaso de otros. La realidad es...qué se yo que puede ser. Tan sólo especulo sobre los límites con el fin de decidir si mi modo de vida está dentro o fuera y, en todo caso, si quiero vivir en el centro o en exterior. Los sueños nos ayudan a contemplar el presente que nos rodea de un modo mas relajado cuando éste amenaza comernos. Los juegos mentales mezclan experiencias y utopías; mantienen una apasionada partida de mus en la que no siempre gana la desaforada vida real. Una observación sobre los diferentes medios de comunicación nos puede llevar hacia unas creencias u otras. Podemos creernos a “pies juntillas” que en Ucrania está a punto de haber una guerra civil, o por el contrario podemos atisbar otros intereses más próximos a los económicos que a los militares. Y entonces uno puede preguntarse ¿qué hay de real allí? Barry Levinson en “Wag the Dog”, nos advertía de lo fácil que es modificar la realidad, de modo tal que podemos hacer ver a nuestros ojos (y por tanto entender a nuestro cerebro) aquello que queramos. En las apariciones Marianas alguien siempre cree haber visto a la Virgen y, por tanto, su realidad incluye a un ente como éste. Cuestionarnos la veracidad de sus afirmaciones nos lleva a entrar en el complejo mundo de las creencias. Los límites de la realidad se extienden pues, en mi humilde forma de ver la vida, hasta donde nosotros seamos capaces de llegar. Y es en esos límites donde yo aventuro que está lo mollar de la vida. Lo intrínseco del hombre es quedarse en el mismo redil donde los demás están. De cuando en cuando un paseo por el exterior de la realidad aparente nos puede acercar a una realidad que siempre será subjetiva, pero que será la nuestra. Creo que sería útil que en las escuelas se incentivase la exploración más allá de lo establecido, desde muy temprana edad. El universo de los sueños infantiles es un campo, sin duda, proclive a ello...

miércoles, 2 de abril de 2014

ERES

Eres ese sueño inalcanzable que flota en mi mente Eres la brisa suave que calma la tempestad de mi alma Eres aquello que añora desde siempre mi corazón latente Eres mi pensamiento, mi sosiego, mi calma. Eres el farol que alumbra mis pasos cada madrugada Eres el calor que mitiga mi frío en las noches de invierno Eres un consejo sabio para mi mente atribulada Eres la mirada limpia del niño más tierno. Eres un deseo, un misterio, una utopía Eres cuanto necesito para el resto de mi camino Eres el asidero perfecto al que anclar mi destino Eres tú quien trajo luz donde ya no la había. Eres

LA MENTIRA DEL ESPEJO

Casi la totalidad del “mundo civilizado” se ha visto reflejado alguna vez en un espejo. Este artilugio que ya usaban los egipcios ha tenido una historia que ha viajado en el tiempo paralela al desarrollo de las “civilizaciones más avanzadas”. El hedonismo ha hecho de él, un lugar sagrado en el que poder satisfacer nuestras más profundas aspiraciones de estar más hermosos, más bellos. La realidad, distorsionada en más de una ocasión, dista mucho de ser aquella que nuestros ojos ven reflejada. La mente nos juega, no pocas veces, malas pasadas. Y delante del espejo no sería diferente. Ni somos tan guapos, ni tan feos; ni tenemos tan poco pelo, ni tanto... A lo largo de este tiempo en el que el espejo ha viajado con nosotros, hemos aprendido que ha sido la mente, junto con las corrientes de pensamiento vigentes en cada momento, la que nos ha hecho vernos reflejados de uno u otro modo. En una época en la que estar orondo era un síntoma de buena salud, verse delgado en el espejo era mala señal; cuando ocurría justamente lo contrario, pues eran los afectos a la gota los que perecían y no los enjutos propietarios de cuerpos lacerados por el hambre. Jacques Lacan en su teoría del Estadío del Espejo situaba entre los seis y los dieciocho meses la aparición del “yo” psicoanalítico, toda vez que el niño de esa edad ve su reflejo en el espejo sin ser consciente de que no es el mismo. Y quiere ser como él, ya que cuando se mira a si mismo no se ve como un ser completo. Así pues, el espejo nos ha engañado desde bien pronto. Nos ha convertido en esclavos de una belleza fingida; nos ha atribulado con estándares que no se ajustan las más de las veces a la realidad social que vivimos. Buscamos en el espejo una belleza que muchas veces nos es esquiva; tal vez la proporción áurea esté demasiado distante de la angulosa forma de nuestra cara, o tal vez sea la redondez de nuestra mandíbula la que se escape de ese canon de belleza. El espejo miente cuando nos muestra perfectos, guapos, esbeltos, simétricos...y miente básicamente porque cuando nos miramos, no lo hacemos de un modo aséptico, sino que nuestros ojos nos transmiten aquella realidad para la que han sido entrenados. Afortunadamente cada uno de nosotros es un entrenador potencial. Tal vez un día alguien diseñe un espejo que sea capaz de reflejar el interior de cada uno de nosotros; un gran espejo en el que se muestren las miserias y virtudes que balancean nuestro destino. Mientras esto no ocurra, estaría bien dejar un poco a un lado nuestro hedonismo particular, e intentar reflejar en nuestro espejo, el verdadero interior que nos hace ser cómo somos en realidad....

viernes, 28 de marzo de 2014

EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE

Siempre hemos escuchado que el perro es el mejor amigo del hombre, y no tengo ninguna duda de que es un animal fiel y cariñoso que nos da mucho a cambio de poco. Sin embargo tenemos un amigo mucho mejor y más importante..uno mismo. A veces nos despertamos peleados con nosotros mismos, cansados de estos dolores o de aquellos problemas. Nos miramos al espejo y apenas reconocemos al ser que vemos reflejado (algo que se agudiza con los años). Sin embargo somos nosotros nuestros mejores amigos porque sólo en nuestro interior encontraremos las respuestas a casi todas las preguntas que seamos capaces de hacer. Tendemos a mirar alrededor cuando tenemos problemas para ver si alguien puede escucharnos, para descubrir que importamos a los demás y que nos ayuden a solucionar un problema determinado. En el fondo no se trata de otra cosa que, cierto temor a la responsabilidad. Aquellos que aprenden a mirar en su interior, los que analizan con frialdad lo que les ocurre; quienes son capaces de conocerse lo suficiente como para ver reflejado en el espejo una solución y no un problema..tienden a tener una vida mucho más amable para con ellos mismos. Desde mi punto de vista el poder ser tu propio mejor amigo te da una autonomía brutal frente a los que no tenemos esa facilidad. Al igual que pasa con el amor, donde primero uno debe aprender a quererse para poder querer después a los demás, conviene en el caso de la amistad aprender a conocerse a un mismo, a confiar en lo que somos. Así podremos salir fuera y afrontar una amistad desde una óptica diferente....

lunes, 17 de marzo de 2014

ME GUSTA....¡ME GUSTAS TU!

Me gusta cerrar los ojos e imaginarte a mi lado, acompañándome en cada despertar como el alba acompaña a la mañana para poder avanzar. Me gusta el aroma que desprende tu cuerpo en la cercanía con el mío; ese perfume que un día me atrapó y todavía me tiene prisionero. Me gusta la capacidad de sacrificio que tienes para con los demás en un momento en el que prima el “yo” por encima del “nosotros”. Me gusta el corazón que ocultas tras una coraza que amenaza con romperse por la inmensa presión de los sentimientos. Me gusta el modo en cómo caminas, aun cuando muchas veces ni siquiera necesitas moverte para desplazarte por mi mente. Me gusta el estoicismo con el que afrontas los malos momentos cuando otro, quizás yo mismo, hubiesen tirado la toalla. Me gusta la sonrisa que se dibuja en tu cara cuando me miras sin apenas darte cuenta de que yo también te miro. Me gusta que existas porque terminarás haciendo posible aquella utopía de vida que un día cree en mis sueños. Me gustas tú, porque simplemente...estás...

AQUELLA VIDA

Casi nunca estamos contentos con lo que tenemos, nos quejamos a menudo del modo de vida que tenemos y deseamos aquella vida que otros tienen. Suele ser más fácil ver de color de rosa la vida de los otros en comparación con la nuestra. ¿Por qué? No debe de haber una respuesta sencilla cuando esta pregunta nos la hacemos desde que el hombre es hombre. Una vez somos dueños conscientes del desempeño de nuestra existencia, comenzamos a construir un modo de vida. Situamos en el eje central una casa, un trabajo, un sueño...e iniciamos la construcción de nuestro castillo particular. Mientras construimos no dejamos de mirar alrededor para ver cómo son las demás construcciones, casi siempre ante la inseguridad de estar haciéndolo mal con respecto a los demás. Sin tener en cuenta que cada uno usamos nuestros particulares materiales de construcción. Son muchos los castillos en el aire que terminan desmoronándose. En ocasiones no por una mala planificación de base, sino porque en el tiempo hemos ido eligiendo defectuosos materiales a los que apenas prestamos atención. La vida pasa por ser un complejo entramado de circunstancias que nos llevan por unos derroteros u otros. Nuestra capacidad para elegir camino nos va a llevar a toparnos con quienes sumen y quienes resten. Y a todos nos sucede lo mismo. Solemos mirar aquella vida que otros tienen o nosotros deseamos cuando no estamos contentos del todo con esta vida, la que nosotros tenemos. Y sucede que sólo somos dueños de la nuestra y no siempre. Así que no estaría de más disfrutar y vivir para no tener que un día añorarla...

EL DEPORTE, LOS JUGADORES Y SUS PADRES

Estoy casi seguro de que, si le preguntan a cualquier entrenador les diría tres cosas, entre otras muchas: Qué el deporte en el que desempeñan su labor de técnicos ha sido parte importante de su vida, qué los jugadores hay que entenderlos dentro de su propia idiosincrasia y que los padres, generalmente, son la parte que desentona en la ecuación. Que el deporte es sano no es algo que vaya a descubrir ahora; demostrados están sus beneficios en la salud física y metal de quién lo practica, siempre que hablemos del deporte como una práctica no profesional. A ese nivel habría mucho que discutir sobre los excesos del deporte. Intentar que nuestros hijos introduzcan el deporte dentro de su rutina diaria irá en beneficio de ellos a lo largo de su desarrollo; en un tiempo en el que los niños tienden a pasarse la vida frente a una pantalla, descubrir un deporte les reportará un gran beneficio personal. Una vez que se descubre un deporte y éste se comienza a practicar de un modo más o menos organizado uno suele encontrarse con jugadores de todo tipo: están los que aúnan cualidades físicas y capacidad de sacrificio para aprender; los que teniendo un físico privilegiado nunca alcanzan nivel porque su actitud no es la correcta; aquellos que esforzándose al máximo ven acotados sus objetivos por un físico que no le permite más; y aquellos que se acercan al deporte porque alguien le ha dicho que fuesen pero que, en su foro interno, disfrutarían mucho más en cualquier otro lado. Y aquí es dónde los padres juegan un papel esencial. De entrada, y sobre todo a una edad temprana, existen pocos argumentos físicos que sean óbice o cortapisa para la práctica deportiva. Todo el mundo puede practicar un deporte siempre que atienda de una forma veraz a sus capacidades. Muchos padres acercan a sus hijos a clubes deportivos con la esperanza de que sus hijos practiquen un deporte y se alejen de otras prácticas habituales menos saludables: como las videoconsolas. Tengo muy claro que los jugadores que tienen claro que deporte quieren hacer (en cada momento de su vida) apenas necesitan que sus padres les lleven a ningún club, ya son ellos los que se buscan la vida. Para un entrenador formar un grupo partiendo de un montón de jugadores más o menos heterogéneo es una labor que lleva un tiempo pero qué, normalmente se consigue. El problema llega cuando los padres ejercen de “managers” de sus hijos. No es la primera vez, ni será la última, que un padre se acerca a un entrenador para reprocharle que su hijo no juega lo suficiente o que (y esto ya raya muchas veces el paroxismo) para aclararle al adiestrador cómo debe de jugar su hijo dentro de la dinámica del grupo... y se quedan tan anchos. Honestamente creo que los padres deberían ocuparse de acercar a sus hijos a las instalaciones donde practiquen deporte y elegir entre dos actitudes: marcharse a la cafetería y charlar con los demás padres o permanecer en la grada en silencio viendo a sus vástagos. Desgraciadamente para los jugadores noveles muchos padres se comportan en las gradas como verdaderos imbéciles, lo que repercute en el jugador de dos formas muy claras: o se siente humillado por la actitud de su padre y termina sintiéndose incómodo; o se convierte en la continuación de su progenitor trasladando al terreno de juego un lenguaje soez, y una actitud que termina por desquiciar a sus compañeros. Afortunadamente son más los padres que deciden acercar a sus hijos a la práctica de un deporte para que se diviertan; ejercicio éste último, el de divertirse, que debe de ser parte esencial en los inicios de cualquier práctica deportiva. Pretender que nuestros hijos sean unas figuras cuando todavía desconocen los fundamentos teórico técnicos del deporte que comienzan a practicar sólo los llevará al fracaso personal. El deporte, sobre todo en sus inicios, debe de ser una parte de la vida de nuestros hijos y no el eje central sobre el que vertebrar su desarrollo. Son muy pocos quienes llegan a vivir de la práctica de un deporte y muchos menos los que pueden permitirse el llegar sin un tremendo sacrificio. Es preciso que los padres entiendan que la formación de sus hijos debe ir pareja en todos los campos. Vivir de un deporte es, hoy día, mucho más difícil que hacerlo de una formación no deportiva. Vivir practicando un deporte se puede hacer toda la vida siempre y cuando su práctica reporte beneficios físicos y mentales. Invitaría, por tanto, a los padres a dejar que el deporte que elijan sus hijos (importante que sean ellos quienes decidan) les ayude a desarrollarse como personas. Los valores que aprenderán con la práctica deportiva harán de ellos mejores personas. Si, además, tienen la fortuna de que destaquen bien estará que sean la referencia a la que siempre puedan regresar y no la lanzadera que les despeñe por la vida...

miércoles, 5 de marzo de 2014

ESTA VIDA Y NO OTRA

Muchas veces reflexiono sobre la vida, sobre las cosas que suceden a mi alrededor y sobre aquellas en las que participo de forma activa. La certeza de la muerte hace que me plantee mi existencia como una experiencia continua. Podría pasar mi tiempo viviendo una vida más tranquila, sin lanzarme a aventuras físicas y mentales que rara vez terminan sin molestias; sin embargo hace un tiempo que me planteé seriamente que lo interesante es vivir esta vida y no otra. No creo que haya vida después de la muerte, lo que quizá me haga estar en desventaja sobre aquellos que sí lo creen, pues su mente puede aligerarse fácilmente bajo la premisa de que hay “cierto margen” para hacer las cosas, aunque quizá las termine en “otra vida”. En mi caso esa otra vida no es plausible por lo que, tiendo a mirar el futuro como una frontera límite ante la que debo agotar todas las experiencias que pueda. No se trata de lanzarme a aventuras que no pueda controlar, pues no soy un adicto a la adrenalina (tal vez porque no he sido tan valiente como otros). Pero sí que soy de mente inquieta, alguien a quien le gusta descubrir nuevos lugares y personalidades. Con frecuencia me han dicho aquello de: “Ya tienes edad para hacer las cosas con mas tranquilidad”. A uno se le ocurren cien respuestas sobre el particular mas es una pregunta lo que cabría hacerse: ¿por qué? Ante la certeza de que no hay nada más allá de la muerte (nadie me ha demostrado lo contrario) nada mejor que vivir esta vida lo más intensamente posible. Creo que uno debe de elegir los compañeros de viaje que en cada instante le acompañen. Puede que sea mucho tiempo la misma persona, puede que no sea así, incluso uno puede vivir en soledad. El día que todo concluya, seguramente echaré de menos el haberme quedado sin realizar muchas cosas que un día soñé hacer; pero miraré el interior de mi bolsa de viaje y sonreiré al ver que la he ido llenando de experiencias, de ilusiones, de sentimientos...

domingo, 2 de marzo de 2014

EN UN RICÓN

Las cosas interesantes de la vida casi siempre ocurren en un rincón. Buscamos el resguardo hipnótico de las esquinas para sentirnos fuertes o protegidos de las más diversas cosas. Las conversaciones trascendentales difícilmente tienen lugar en medio de un patio de butacas lleno de gente y prensa. Las declaraciones de amor ocurren con mucha más frecuencia en un rincón que en medio de la calle. En un rincón del alma guardaba el cantante los recuerdos del adiós de su amor... Los rincones son, a menudo, sitios lóbregos donde uno podría pensar que ocurrirían las cosas más desagradables y, sin embargo, acontecen las situaciones más gratificantes que más tarde se agolpan en las estanterías de nuestra memoria. Los primeros besos; aquellos escarceos amorosos llenos de torpeza; las primeras caladas a los cigarros adolescentes; las miradas furtivas a los enamorados; las escenas más tórridas... todo ocurre en ese pequeño espacio físico...el rincón. Nuestra mente; ese gigantesco espacio en el que guardamos todo está llena de pequeños rincones en los que, celosos, guardamos aquellos episodios conscientes que queremos para nosotros. También se guardan, y no siempre para nuestro agrado, los episodios inconscientes. Algunos de ellos garantes de nuestras capacidades y otros auténticas minas capaces de derribarnos. Nuestro corazón, diáfano en un principio, se va poblando de pequeños rincones en los que guardamos las experiencias emocionales de nuestra vida. En ocasiones estos rincones duelen, otras...nos provocan una sonrisa eterna. En un rincón he descubierto que la vida siempre te da revancha....

LOS DIAS DIFÍCILES

Tenemos por costumbre arrogarnos los mayores problemas del mundo, incluso los de los demás cuando ni somos parte ni nos afectan. Atribulada nuestra mente en estas y otras diatribas pasamos por la vida sin apenas prestar atención a los días difíciles que se viven no muy lejos de nosotros; pero sí lo suficiente como para que, la mayoría, pasemos de puntillas. Las revueltas sociales de Venezuela y de Ucrania llenan cada día los telediarios y las páginas de opinión de los diferentes medios escritos y digitales. Ambos países viven el desasosiego de una sociedad partida en dos por muchos más intereses externos que internos. Cuando un Estado comienza a mostrar signos de flaqueza y vulnerabilidad en sus dirigentes, todos aquellos que están interesados en su caída o en su continuidad tienden a intentar manipular la opinión pública en su beneficio. Los muertos no hablan; las viudas, los huérfanos o los padres que entierran a sus hijos son lo que, verdaderamente, viven días difíciles. El consuelo, de los más avezados, de que su muerte no sea en vano no deja de ser un canto de cisne de el sueño de una vida que ya se fue. Es cierto que los cambios sociales nunca se han producido sin violencia; mas no es menos cierto que en ciertos lugares y en ciertas comunidades la violencia ha sido siempre una parte más del todo. Y por ello difícilmente cambiará nada. Son días difíciles, sí, pero en muchos lugares del planeta. Algunos situados en puntos tan lejanos que difícilmente los situaríamos en un mapa; otros tan cercanos que buscamos olvidarlos viendo en los telediarios lo que sucede en otros lugares. Cerca, muy cerca, al otro lado de la calle tal vez, vecinos nuestros viven momentos y días difíciles. Días en los que el paro sacude con fuerza los cimientos de hogares construidos sobre el lodo político que todo lo corroe. Son días oscuros de incertidumbre, de búsqueda de recursos para subsistir; días de dolor y depresión, días difíciles. Mientras, los que afortunadamente no los vivimos, tendemos a mirar en dirección contraria. Desde siempre ha sido mucho más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Los días difíciles que estén por llegar tendremos que afrontarlos con optimismo. Es la única receta para afrontar las fatigas de la vida. Una excesiva dosis de realidad tal vez nos acerque todavía más al precipicio. Los días difíciles...

jueves, 20 de febrero de 2014

PELOTAS DE GOMA FRENTE AL HORMIGUERO AFRICANO

En estos días se ha vivido en los territorios que nuestro país tiene en África un episodio más de sangrienta hipocresía, de los muchos que acontecen en el mundo día a día. Parece ser que nuestras fuerzas de orden público han disparado pelotas de goma contra la marabunta de inmigrantes que se lanzan como hormigas contra las vallas fronterizas, atreviéndose incluso con el mar, un medio donde (tradicionalmente) el hombre africano no se encuentra cómodo. Los medios de comunicación se mostraron “horrorizados” con el hecho, en uno de esos ejercicios de hipocresía desmedida que muestra la prensa sin ningún tipo de pudor. Si uno se para un instante en ver las nacionalidades de la mayoría de quienes intentan abordar las temidas cuchillas, descubrirá que sus procedencias (mayoritariamente) son de: Camerún, R.D. Congo, R. Congo, Costa de Marfil, Níger, Chad... lo que implica distancias abismales entre sus países de origen y las costas de nuestro país. ¿Por qué España? Que nadie se engañe aquí, no vienen con la intención de quedarse en nuestra piel de toro; buscan el lugar más fácil para acceder a Francia. La mayoría de los países de procedencia fueron colonias francesas hasta la década de los 60 del siglo XX. Alarma ver como vierten sus esperanzas de futuro en traspasar una valla que les llevará, en el mejor de los casos, a un centro de internamiento (más parecido a una cárcel que a un lugar de acogida) en el que perderán no sólo sus señas de identidad sino que adquirirán vicios que desconocían. Algunos pasarán hasta tres años sin más esperanza que ver el sol cada día. Para la opinión pública son personas, cuando lo son, que vienen a ocupar puestos de trabajo destinados a nosotros. Cómo si nosotros tolerásemos trabajar 20 horas al día por la comida y sin derecho a nada... Los políticos de la UE ven la actuación de las fuerzas de orden público echándose las manos a la cabeza. Alarmados por las 15 (desgraciadas) muertes. Yo iría un poco más allá. ¿Por qué esos mismos políticos no miran al interior de sus fronteras? ¿por qué no investigan a sus empresarios que invierten ingentes cantidades de dinero en sobornar a gobiernos corruptos en África con el único fin de aumentar la rentabilidad de sus empresas, aunque sea costa de represiones brutales para con la población autóctona? Si Europa se ocupase de ayudar a un continente que siempre ha expoliado vilmente, tal vez no necesitarían los africanos salir corriendo de sus naciones para ser parias en otros países. Vivimos en un sociedad hipócrita, una sociedad enferma de bienestar que adolece de los más mínimos valores de humanidad. Vivimos en una sociedad que, mayoritariamente, mira al otro lado del Estrecho de Gibraltar, como oteando una película clásica en blanco y negro....más negro que nunca...

LAS FUERZAS DE ORDEN PÚBLICO

La actuación de las Fuerzas de Orden Público están en entredicho por la desafortunada intervención que han tenido recientemente en Ceuta y Melilla. La sociedad española se ha alarmado por las 15 muertes de inmigrantes; Europa se lleva las manos a la cabeza... Hacía años que uno no presenciaba un ejercicio de demagogia de este calibre. Para sostener esta opinión me voy a remitir al origen de las Fuerzas de Orden Público, que no tienen otro que el de sostener en el poder a quienes viven acomodados y que ven amenazado su statu quo por aquello que, hartos de estar bajo el zapato de unos pocos, reclaman un poco de bienestar. La policía jamás ha estado para imponer el orden, su objetivo no es que impere la Ley. Las verdaderas atribuciones vienen de Leyes que protegen, sobre todo, al que está en la cima de la pirámide. Al igual que la justicia nunca será igual para todos, el trato discriminatorio de las fuerzas de orden público es evidente. Es cierto que cada día hay más personas cualificadas dentro de estos cuerpos, pero una gran mayoría tienden a observar a las personas que les rodean en base a presupuestos que les enseñan en sus diferentes centros de formación. Las clases acomodadas, en su momento, se inventaron la caridad para obtener bulas papales y así poder hacer lo que les diese la gana tanto moralmente cómo físicamente. Una vez la sociedad estamental desapareció con el auge de la sociedad industrial necesitaron otro medio de control que les permitiese mantenerse en la cima. Tal vez ya no provistos de ejércitos particulares pero si de una suerte de ejército conjunto que, básicamente les defendería a ellos. Pasaron los años, incluso los siglos y estas fuerzas de orden público se comportan exactamente igual que antes con aquellos que carecen de derechos. No parece probable que la Guardia Civil irrumpa en un campo de fútbol en cualquier ciudad española, para lanzar a los espectadores pelotas de goma de modo indiscriminado. Si algo ha caracterizado al cuerpo creado con el Conde Duque de Ahumada, no ha sido precisamente el hacer su labor con luz y taquígrafos. Siempre han preferido, como buen cuerpo paramilitar: la premeditación, la alevosía y la nocturnidad. ¿Hacen una buena labor social? Sin duda que si, pero ello no quita que se comporten de forma mezquina en otros instantes y que, ese comportamiento, no sólo sea condenable, sino que habría que terminar con él.

lunes, 10 de febrero de 2014

ILUSIÓN

Oteando el océano agitado por los fuertes vientos he sido consciente de lo fuerte que es el movimiento interior de los sentimientos. El amor no es más que un huracán desatado que desarbola cualquier fuerte que uno haya construido. Los temores que nos atenazan, cuando las experiencias pasadas nos marcan, pueden retener por un tiempo las envestidas del amor cuando azotan nuestro corazón. Sin embargo nada puede con él. Más tarde o mas temprano derriba nuestros muros y se hace hueco en nuestro corazón. La ilusión tiene la fuerza suficiente como para enviar a las mazmorras de nuestra conciencia el recuerdo de los actos fallidos de nuestra vida. Las decisiones erradas que un día tomamos no deberían ser óbice ni cortapisa a la hora de afrontar nuevas oportunidades. Mas no es fácil dejar en el suelo estas mochilas. Son como lapas que se sitúan en nuestra conciencia para hacer sonar el timbre cada vez que la imaginación vuela. Estoy ilusionado...así que es posible que dentro de poco el camino que deje a mi paso esté jalonado de mochilas que iré dejando...

EL PLACER DE LAS PEQUEÑAS COSAS

En este tiempo que me ha tocado vivir, me he preguntado muchas veces por qué razón parece que nuestro único objetivo es tener cosas. Muchas de ellas completamente inútiles al cabo de un tipo o, lo que es peor, para un uso residual en el día a día. Educamos a nuestros hijos en unos valores cuestionables a la par que llenamos su espacio de juegos de consolas, televisiones de plasma, ordenadores....que les alejan todavía más del placer de las pequeñas cosas. Mi generación ha vivido la transformación de una sociedad en la que lo poco era mucho, a una sociedad actual en la que el todo es poco más que nada. Recuerdo, cuando era un crío de la edad de mi hija, que jugar era un ejercicio casi siempre colectivo. Se trataba de quedar con los amigos y salir a jugar. No se trataba tanto de a qué se jugaba o con qué, sino de hacerlo y pasarlo bien. Con cuatro canicas, dos chapas o unas piedras hacíamos juegos más que suficientes como para pasar una buena tarde. No pasaba nada si alguna de aquellas carreras de circuitos de chapas terminaban en alguna disputa física. Llegar a casa con algún arañazo no implicaba que nuestra madre fuese a poner una denuncia en comisaría por violencia. Todo lo más te daban un bofetón por haber roto el pantalón en la riña. No quiero decir que aquella sociedad fuese mejor que la actual, lo que sí tengo claro es que satisfacer a un niño entonces era, literalmente, más sencillo que hoy. Mi hija ha tenido más juguetes de los que ha podido usar. Las novedades dejan de serlo al cabo de dos días. En mi niñez muchos juguetes, por no decir la gran mayoría, eran heredados. Formaban parte del universo común de una casa durante años. Los pequeños anhelaban ser grandes para poder usar aquello que sus hermanos tenían. Esto no es planteable ya en una sociedad como la nuestra (es cierto que hay muchas familias con carencias, si bien muchas de las carencias de hoy eran moneda común antes). En occidente el papel de las personas mayores está quedando en un segundo plano, (excepto en tiempos de crisis como el actual donde son “de pronto” muy apreciados de nuevo), y es una pena, porque de muchos de esos mayores mi generación aprendió juegos que nos sirvieron para, con las modificaciones oportunas, disfrutar de muchas tardes al sol. La postal de cualquier terraza de verano sería más o menos esta: cuatro amigos sentados en una mesa, con refrescos y hablando sin mirarse. Cada uno pendiente de su teléfono. Alguna vez he visto como alguno abandonaba la mesa sin que los otros tres se percatasen de ello. Quedarse absorto ante la pantalla de nuestro teléfono es una muestra evidente de la pérdida de autonomía personal. No somos nadie sin nuestro “nuevo” órgano. Contemplar un atardecer con los amigos sentados en una piedra mientras la conversación fluye ha dejado de ser parte de la realidad cotidiana. Soy un usuario de las nuevas tecnologías, las cuales me parecen esenciales en un mundo como el actual. Sin embargo también soy un firme defensor de las tertulias en las que el debate cara a cara es una constante. Tal vez porque me gusta mirar a los ojos y ver a través de ellos. Para muchos jóvenes de hoy este es un ejercicio casi imposible. Sostener la mirada más allá de la pantalla no les resulta sencillo. Están acostumbrados a decir lo que quieren parapetados tras una pantalla o un teclado. En el cara a cara, donde uno debe enarbolar la bandera de la coherencia, les resulta más complicado. Acaso deberían probar a dejar sus teléfonos en casa una semana y marcharse juntos a disfrutar de la amistad. Tal vez así descubrirían el placer de las pequeñas cosas...

SALUD, DINERO Y AMOR

Camino por la vida albergando la esperanza de toparme con una felicidad que, hasta ahora, se me resiste. Si acaso por mi habilidad natural de coger la senda equivocada. No tengo todavía claro qué es la felicidad o en qué consiste. Pero sí conozco la desazón y el dolor. Así que entiendo que sentir lo contrario debería significar situarse lo más próximo posible a la felicidad. Los sueños que se crean cada día en mi imaginación dibujan una realidad donde lo bucólico se convierte en una realidad tangible; la percepción de lo que sueño puede llegar a ser tan real que me he planteado la existencia de un universo paralelo. Si la vida es sueño y los sueños son, de común, tan gratificantes...¿por qué la bofetada del despertar es tan fuerte? Quiero creer que se trata de un modo, nada edificante, de educación para la vida. Solemos aprender, desde pequeños, que lo importante en la vida son la salud, el dinero y el amor. La salud la valoramos cuando no la tenemos, descubrimos en ese instante los errores que pudimos haber cometido al no cuidarnos. El dinero difícilmente será el eje que me mueva. Todo lo más el no tenerlo, que infiere en nosotros las habilidades necesarias para su mínima obtención. En cuanto al amor...el amor es lo que mueve el mundo. Y cómo parte del mundo me mueve a mi. Descubrí hace años que para disfrutar el amor hacen falta tres cosas: dejarse llevar por los sentimientos propios, aceptar los de quien nos quiere tal como son y vivir ese amor de la manera más intensa posible. Si se termina, porque se termina, lo difícil es hacerlo sin secuelas. En todo caso si debo de elegir entre: salud, dinero y amor. No tengo duda alguna, elijo el amor. Con esta elección es posible que se me termine el dinero y acabe con mi salud, más prefiero eso a vivir sobre colchones de dinero y pleno de salud..pero sólo y sin amor. Tengo el presentimiento de que en lo que me queda de vida no será mucho el dinero que me sobre; tengo la certeza de que mi salud influirá en el devenir de los años que se avecinan. En cuanto al amor...no tengo certezas pero quiero aventurarme en esa senda...

miércoles, 29 de enero de 2014

LA VOLUNTAD DE SER

¿Qué quieres ser de mayor? Esta es una de las preguntas más clásicas que a todos nos han hecho cuando éramos niños y que más o menos todos hemos hecho a los niños que conocemos. La pregunta no es baladí, pretendemos que un niño nos diga qué quiere ser cuando al cabo de trece o catorce años cuando para nosotros es complicado saber dónde estaremos al día siguiente. Cabría la posibilidad de que tratásemos de responder a esta pregunta cada día. ¿qué queremos ser de mayores?, porque son los menos quienes consiguen en la vida alcanzar aquello que un día soñaron de niños. En mi caso me basta con la voluntad de ser. Creo que lo importante es tener inquietudes, querer avanzar. Uno puede, después, alcanzar o no el objetivo pretendido. Mas si lo ha intentado ya habrá merecido la pena. Querer a otro y ser correspondido es uno de los deseos más antiguos del ser humano. En nosotros está el tener la voluntad de querer ser partícipe de uno de los juegos más arriesgados del ser humano: mostrarse vulnerable ante el otro. Muchos viven sin acercarse al borde de lo que un día soñaron o desearon. Para ellos queda ese lugar oscuro donde reside la desilusión y la desesperanza. Suelen ser personas grises que aspiran a poco más que a la crítica de quien intenta ser. Pocos son los que alcanzan su sueño, los que sitúan el culmen de su vida en el lugar exacto que habían soñado. Ellos son todo lo que uno describe como persona de éxito. La voluntad de ser es lo que nos mueve para tratar de alcanzar metas que, a priori, no parecen posibles. Aplaudo a quien lo intenta....

SENTIMIENTO DE PERTENENCIA

Que somos seres sociales es algo tan fácil de demostrar como que a cada noche sigue un día. El sentimiento de permanencia nos hace proclives a la búsqueda incesante de un grupo en el que situarnos para sentirnos protegidos. Cuando vemos a un niño podemos observar que, normalmente, su carácter se hace más fuerte en presencia de sus amigos, bajo el paraguas protector del grupo al que pertenece. De ahí el origen de las bandas en las diferentes latitudes mundiales. Salvando las distancias de adultos nada cambia. Cuando nos aislamos (queriendo o sin querer) empezamos una peligroso camino que puede desembocar en una depresión, o en una personalidad alejada de la que en realidad tenemos. La sociabilidad es innata, alejarnos de ella nos lleva a una suerte de autodestrucción de lo que fuimos. Es cierto que hay personas que buscan el aislamiento como forma de vida, interiorizando otro tipo de vida social, tal vez en comunidad con su propia fe. Pero son los menos. Buscamos la soledad cuando nos interesa, mas volvemos al rebaño en cuanto esta se torna angustiosa. Vivir rodeado de los demás nos permite percibir cada instante estímulos que, en situaciones normales, nos ayudan a aprender y avanzar. Siempre he sido una persona que ha vivido de un modo grupal. He buscado la soledad y el silencio en numerosas ocasiones, pero para tomarme un respiro en la vorágine diaria y no como un paso al lado en el camino que un día inicié. He participado siempre en deportes de grupo y ello, creo yo, me ha hecho mucho más fuerte. Porque el sentimiento de permanencia me ha servido para alentar a los demás cuando lo han necesitado y sentir el empuje de los demás cuando me he sentido abatido. La soledad puede llegar a abrumar al más fuerte. E incluso éste terminará buscando a los demás, aunque sólo sea para regodearse de su propia soledad...

EL ARLEQUIN DE LA VIDA

Pasamos buena parte de nuestra existencia siento meros arlequines de una vida que nos necesita como servidores humildes de ella. Para la vida no somos más que criados bufones que pululan en ella. En modo alguno somos dueños de ella. Vivimos del modo que lo hacemos porque ella nos hace vivir así y lo mejor de todo ello es que nos encanta ser guiados. Hay muchos modos de vivir, diferentes modos de enfrentar los problemas que la vida nos plantea a lo largo de nuestra existencia. Sin embargo hay una constante que raras veces cambia: vivimos la vida no tanto en función de nuestros actos conscientes como de los actos inconscientes. Las decisiones que vamos tomando obedecen no sólo a la conciencia de las mismas, sino a todos los atavismos que lleva implícita la existencia del ser humano. Tenemos miedos a cosas que no conocemos ni hemos vivido jamás y que están fuera de nuestro alcance o pensamiento. Deseamos o anhelamos muchas otras que siquiera un día nos planteamos hasta que nos encontramos de pronto con ellas. Somos el resultado de la evolución hasta nuestros días. Poco más que un arlequín que la vida necesita para demostrar su control total. ¿Por qué nos enamoramos de personas que, a priori, se sitúan en las antípodas de lo que teníamos fijado como ideal? ¿por qué terminamos comiendo lo que no nos gustaba sin que lo hubiésemos probado?...básicamente porque nuestras experiencias conscientes no siempre coinciden con las inconscientes. Somos química, física y sobre todo tenemos un cerebro que alberga un universo que nunca terminaremos de conocer. En él se encierran los verdaderos secretos de la vida que vamos a vivir...pero que no conoceremos hasta sentirla...

miércoles, 15 de enero de 2014

PODRÍA....

Seguramente podría ser de un modo diferente a cómo soy, pero si algo me caracteriza es precisamente el ser así. Con los años he aprendido a decir lo que pienso, aun cuando lo que pase por mi cabeza no sea lo que a mi alrededor quieran escuchar. Cuando era más joven me costaba decir las cosas porque tenía miedo a crear un problema con los que me rodeaban. No es que huyera de la discusión (algo que no he hecho nunca) pero sí evitaba llegar a ese extremo. No busco la discrepancia ahora, pero sí que es cierto que soy más vehemente con lo que creo cuando entro en una conversación. Uno debe de defender su punto de vista y no ser pusilánime. Está claro que me equivoco, pensar lo contrario sería la primera muestra de que lo estaría haciendo. ¿He aprendido de mis errores? Debería decir que sí pero soy humano y, por tanto, tropiezo más de una vez con la misma piedra. A veces he creído estar en el momento justo y a la hora adecuada, hasta darme cuenta de que mi reloj se había detenido en una hora diferente. Expresar lo que uno siente, en todos los sentidos, tiene dos vertientes que son importantes: por un lado uno se libera de la tensión interior que se genera a medida que los sentimientos afloran. Ser capaz de decir y mostrar lo que uno lleva dentro alivia esa presión y nos hace partícipes reales de nuestra propia vida. Por otro lado nos hace vulnerables frente a las arpías que estarán siempre pendientes de nuestra aparente debilidad. Porque algunas de estas personas creen, a mi modo de ver equivocadamente, que mostrar los sentimientos es síntoma de debilidad. Cuando lo que realmente te mata es lo que se pudre dentro por no decirlo. Estoy seguro de que podría ser de otro modo, pero debería de ser en otra vida. En esta mi carácter ya está definido. Para lo bueno y para lo malo, como si de un matrimonio tradicional se tratase, mi carácter y mi modo de vivir van de la mano. Se que soy relativamente permeable a las diferentes sensibilidades que pueden rodearme; que puedo empaparme de la personalidad arrolladora de quien despierte mi admiración; mas sé que en el fondo siempre subyacerá mi propia personalidad. Y es posible que mi manera de ser, de actuar, de vivir...no guste a muchas personas. Y seguro que algunos de ellos la criticarán. No me importa, no me importa en absoluto. Cada uno de nosotros observamos el mundo a través del prisma que más nos interesa. Tan sólo consiste en respetar que el nuestro puede no ser el más acertado, aún cuando nos guste mirar por él...

A CUENTA DE TODOS NOSOTROS

En estos días los medios de comunicación más afines al poder establecido hablan de leve crecimiento económico y de un aumento de la competitividad en nuestro país. El Gobierno cambió la ley laboral y aplicó recorte tras recorte con las excusa de que seríamos más competitivos frente a otros mercados. Lo único cierto es que esto ha sido posible hasta ahora por las reducciones salariales. Cada vez el trabajo es más precario y lo que es peor, la posibilidad de encontrar uno nuevo es, cuando menos, lejana. Hay razones objetivas para afirmar que la competitividad del país se parará de nuevo en breve; cuales? El precio de la luz amenaza con comerse todo lo alcanzado a costa de los trabajadores. Tenemos una electricidad más cara que el 80% de los países de nuestro entorno. Si a elle se le suma que el gas natural cuesta aquí tres veces más que en el resto de Europa y Norteamérica; y qué la electricidad cuesta la mitad en USA que en nuestro país, parece poco probable que seamos competencia para ellos. A los trabajadores no se les podrá estrujar mucho más. Las revueltas sociales están a la vuelta de la esquina porque la hucha de los abuelos se está terminando. La dependencia económica de los mayores está consiguiendo que nuestros abuelos abandonen las residencias para convertirse en el sostén económico de las mismas familias que unos años antes los abandonaban del modo más miserable. Y todos nosotros seremos testigos de los desmanes que se seguirán cometiendo. Nuestro dinero se va a salvar los bancos donde los ricos habían invertido sus dineros; porque es a ellos a quien ponemos en sitio seco a costa de nuestra propia inmersión en las cloacas de la economía. A lo largo de este año recién comenzado los ERE serán más numerosos, porque a los empleados ya no se le podrá quitar más salario de forma amistosa. Ahora ser harán visibles las cartas blancas que la reforma laboral ha tenido para con la sociedad. Y seguramente no me equivocaré mucho si digo que este año 2014 será muy malo para el empleo. No ya por el número de parados, que espero se detenga, sino por la precariedad de unos trabajos que sólo tendrán el cuenta el número de demandantes para bajar los emolumentos. No sé si es tarde para un vuelco político porque desde la oposición quien asoma es tan culpable como el que gobierna. Pero algo sucederá y me temo, dada la idiosincrasia del pueblo español, que será muy parecido a lo acontecido estos días en Burgos. Por otro lado las revoluciones que han logrado cambiar las cosas siempre han tenido una misma característica...han sido violentas. El poder nunca ha entendido el diálogo como camino al acuerdo, es más proclive a los cambios cuando la sangre se derrama en algún punto de su mapa geográfico...