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miércoles, 15 de octubre de 2014

EL MIEDO A LO DESCONOCIDO

Esta crisis del Ebola trae de cabeza a buena parte de Occidente. Otrora libre de estas enfermedades que afectaban al "culo del mundo" (Africa). A nadie le habían importado, hasta ahora, enfermedades tan mortales como la Malaria, el Ébola, etc. Nuestro universo particular tan sólo temía una caída de la bolsa, a lo sumo una crisis con al gripe aviar... pero nada tan real como la muerte. "Ahora" descubrimos que la gente se puede morir por una enfermedad que, de haber afectado hace años al mundo occidental, seguramente ya habría tenido vacuna. En los medios de comunicación salen "especialistas" de todo tipo hablando con el pecho henchido como si supiesen de lo que hablan (y no me refiero a los médicos). los más variopintos periodistas hablan con la misma facilidad de lo que ocurre en la casa de Belén Esteban que de una crisis sanitaria sin precedentes en el África Negra. Porque es allí donde realmente está el problema. Desde la aparición de casos en occidentales, se ha soslayado la realidad macabra de países como Guinea Bissau, Sierra Leona, Congo... donde las muertes se cuentan por millares y a nadie aquí parece importarle. Hubo un tiempo, no hace mucho, que este tipo de brotes en el continente negro se erradicaban por las bravas. Se cerraban los poblados, se les dejaba morir y, en muchos casos incluso se les incineraba (quien sabe si muertos o vivos). De eso la OMS, seguramente no hablará nunca, porque les dejaría quedar en mal lugar. El miedo a lo desconocido nos lleva a una crítica absurda sobre el comportamiento de unos y otros. Nos acerca al lado oscuro del ser humano; muestra, en realidad, las miserias de ser occidental. Jamás nos ha importado llevar enfermedades a lugares donde no las conocían, hemos sido culpables de la muerte y desaparición de no pocas etnias. Hemos sido transporte de virus y bacterias inocuas ya para nosotros, pero que acabaron con la población local...y ahora, víctimas de nuestra propia globalización, nos toca recibir parte de lo sembrado. De ahora en adelante debemos incorporar a nuestro día a día enfermedades como la Malaria, el Ebola y otras todavía por describir en occidente. Hemos esquilmado de tal forma a los países de origen de dichas dolencias, que sus ciudadanos buscan en occidente la mentira que les vendemos a través de las películas, la publicidad y demás. Y con su emigración traerán nuevas dolencias para las que ellos estarán listos y nosotros no...

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