LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

jueves, 29 de diciembre de 2011

EL TREN QUE PERDEMOS

En la vida todos hemos perdido algún tren, hemos dejado pasar alguna oportunidad importante para nosotros; bien sea económica, bien sea laboral, bien sea un amor que se paseo ante nosotros sin percibirlo...

Sin embargo hay un tren que, a mi modo de ver, estamos dejando pasar para quizá tardar mucho tiempo en tener la oportunidad de volver a verlo, siquiera cerca. Me refiero a ese tren cargado de derechos y libertades que el sacrificio de muchos puso a nuestro alcance.

Es triste ver como en los últimos años las decisiones de las élites financieras han ido recortando todos los ideales que hicieron prosperar a la sociedad. La lucha por los Derechos Civiles, la persecución de derechos elementales como la vivienda, el trabajo, etc. se están marchando por el desagüe de una sociedad, la actual, que ha dejado de luchar porque se ha acomodado en la poltrona víctima de su propia laxitud.

Las generaciones que me preceden vivieron épocas convulsas, en las que el mero hecho de opinar era castigado incluso penalmente. Desde esa época, que está demasiado reciente en el tiempo a pesar de la poca memoria interesada de mucho, hasta nuestros días, la pérdida de derechos y sobre todo de ideales, ha sido de tal calado que miro hacia el exterior y sólo hay marasmo.

La juventud vive imbuida de una pátina absurda de comodidad ficticia; plácidamente viviendo en el hogar familiar a costa de los padres; unos padres que los mantienen así porque ellos si vivieron momentos crudos que pretenden ahorrar a sus hijos. Y es un error, los padres deberían empujar a sus hijos a una lucha real por su propia vida. Entendida esta como una búsqueda de su propio lugar en el mundo, y que no puede ser a dos metros de sus progenitores.

Pero somos nosotros, los herederos de aquellos que verdaderamente lucharon porque nosotros vivamos como lo hacemos, los que estamos haciendo un flaco favor a su memoria. Nosotros tenemos mucha de la responsabilidad de permitir que un puñado de chorizos sin escrúpulos sitúen a quien ellos quieran en nuestros gobiernos.
La democracia real que tanto propugnan algunas plataformas en estos días de hastío, no es más que una rémora de lo no hecho. Después de mucho tiempo disfrutando del Estado de Bienestar; nos damos cuenta ahora, que nos lo tocan, de que no se mantiene sólo, que sin el esfuerzo de todos nada es posible.

Para mí sería muy triste dejarle como herencia a mi hija una sociedad en la que todo viviese una regresión de cincuenta años enmascarada, eso sí, con una pincelada de modernidad. Nada mejor para controlar las mentes dormidas de los jóvenes que la manipulación fácil de las voluntades a través de ordenadores, tablets, smarfones, etc.

Los medios de comunicación han sido siempre el cuarto poder del Estado, desde las diferentes plataformas se llegan a modificar conductas políticas de estómagos agradecidos que son incapaces de vislumbrar el futuro más allá de sus cuentas corrientes.

El tren de la democracia real, de ese utópico se está alejando de nuestra sociedad a la velocidad de la tan manida Alta Velocidad. No hay mucho margen para poder asirse y luchar por ella. Confío en que seamos capaces de mantenernos sujetos y que tengamos la capacidad de arrastrar a otros del inmobilismo en el que se encuentran.

Observar estos días los magnos funerales que se celebran en Corea del Norte, y salvando las afortunadas distancias, nos indican hasta que punto se pueden manipular voluntades. Unas con miedo, otras con el simple desconocimiento de otra realidad.
Quizá los norcoreanos no conozcan, ni puedan conocer, otra forma de vida, pero aquí, que sí podemos hacerlo, pareciera que nos pudiesen manipular de una forma similar...
Son muchos los jóvenes de nuestras sociedades cuyo mundo no se aleja mucho más allá del jardín de casa...

lunes, 26 de diciembre de 2011

El camino que lleva al interior...ese viaje desconocido.

Quién no ha soñado alguna vez con un viaje, quién no ha deseado emprender un camino que le llevase a otro lado diferente del que está con el fin de disfrutar de momentos mejores. Por suerte para mí, he realizado algún que otro viaje y lo he podido disfrutar.

Me gustaría emprender ahora un viaje diferente, mucho más intenso, quizá más desconocido de lo que yo puedo llegar a creer; me gustaría emprender un viaje al interior de mi mismo. Un viaje desconocido porque se aventura en un territorio lleno de piedras que hará del tránsito un ejercicio laborioso e intenso.

Uno cree conocerse, saber cómo es...hasta que un día, por las circunstancias de la vida, se asoma a su propio interior y descubre que aquello que creía gris, es en realidad de otro color.

La regresión nunca está libre de peligros, pues supone interpretarse a uno mismo, para terminar juzgando los hechos pasados sin posibilidad de cambiarlos. Implica un nuevo conocimiento de nosotros mismos, un acercamiento, tal vez, a partes de nuestra personalidad que están ahí...y que nosotros no sabíamos.

Cuando uno está próximo a alcanzar la mitad de lo que se espera que viva, conviene mirar hacia delante con inteligencia; para ello un repaso moderado y sostenible de nuestro interior nos puede ayudar a afrontar el presente y el futuro de manera más adecuada.

Los fantasmas, todos los tenemos, van a salirme al camino; se van a cruzar en esta nueva exploración para hacerla penosa en algunos momentos. De cómo sea capaz de afrontar aquellos episodios que un día cambiaron mi caminara, va a depender mucho que este sea un viaje provechoso o, por el contrario, un adentrarse en precipicios innecesarios.

La madurez, entendida como el momento de nuestra vida en el que somos capaces de discernir entre el sueño bucólico, el sueño imposible, y el sueño realizable, no sería posible sin un conocimiento intenso de uno mismo. Las adormideras que ponderadamente han sometido nuestras aflicciones mientras avanzaban los años, apenas son necesarias ahora; el camino ya está expedito para que ellas puedan salir libremente y que nosotros podamos evaluarlas en su justa medida, con la perspectiva del tiempo.

No se trata de realizar un ejercicio de reconstrucción interna, para eso hace falta mucho más de lo que yo puedo hacer, sino que se trata de una búsqueda del por qué de las respuestas que dimos en un momento determinado, del análisis de las facultades que tenemos, de las que creemos tener y de las que tenemos y todavía no habíamos descubierto.

Dice el Tao que todo camino comienza con un primer paso, supongo que el viaje interior comienza de la misma manera. Por lo que llegados a este instante, aquí estoy, avanzando hacia lo desconocido...

NUEVOS PROPÓSITOS

A la vuelta de la esquina un nuevo año, tal vez el último según los Mayas, y con la llegada del día uno comenzará también el momento de los propósitos, de los deseos, de los intentos de... de las ganas de...

Todo lo que nos queda estos días es hacer balance del año que ya ha transcurrido desde los anteriores deseos, ver qué hemos conseguido y, en el mejor de los casos, volver a desear lo mismo un año más. No sea que no lo consigamos por no haberlo deseado suficientemente (algunas corrientes filosóficas hablas de visualizar las cosas que uno quiere conseguir).

Pragmáticamente hablando convendría afinar nuestras capacidades para lograr los objetivos que pretendemos. El libre albedrío y la suerte son factores que difícilmente acuden a nuestra ayuda cuando lo necesitamos. Por lo que es preferible conocer nuestras capacidades para saber qué deberíamos desear y qué dejar en el cajón de los imposibles.

Sin embargo es un ejercicio interesante el sentarse con uno mismo y, acudiendo a la memoria, recordar qué era lo que queríamos conseguir cuando éramos más jóvenes y en qué situación hemos quedado después del inexorable paso del tiempo.
Para muchos la rememoración de aquellos tiempos puede ser terrible, pues la vida les acabó derrotando, o llevando por otros caminos que se le antojaban distantes; otros harán del balance de los años un panegírico de su propia vida, en la que han logrado casi todo lo que pretendieron...

Como soñador que soy, también yo soy de los que desea y quiere, así pues me sitúo entre los que evalúan sus capacidades y los que las obvian a sabiendas de la poca posibilidad de tal o cual deseo.

lunes, 19 de diciembre de 2011

DEL SUEÑO ROTO A LA UTOPÍA DE UN SUEÑO MEJOR

En estas fechas uno siempre sueña con un futuro mejor, interpretamos nuestra realidad de forma positiva observando el futuro que aparece al doblar la esquina del día 31 con una sonrisa; queremos, y necesitamos, creer que aquello que nos espera va a ser mucho mejor que lo pasado, o al menos no peor. Y así pasamos los días.

La realidad suele golpearte la cara con dosis de veracidad en cuanto descubres, ya el día primero, que tu futuro tan sólo depende de ti, de tus propias decisiones, de tu capacidad para mejorar lo que es peor en ti y de no ser torpe con tus virtudes.

Los sueños rara vez se convierten en realidad, aunque cuando sucede debe de ser una experiencia absolutamente maravillosa. La utopía nos permite adentrarnos en terrenos desconocidos a poco que nos lo planteemos. En un mundo donde la utopía pudiese inundarlo todo, pintaríamos el cuadro de nuestra existencia de forma tal, que pareciese natural la felicidad.

La persecución de una vida mejor debería ser lo que nos moviese cada mañana al levantarnos. Aunque para muchos su meta suele ser no llegar al ocaso en peor estado. Mires donde mires las desgracias que te rodean siempre pueden ser superiores a cualquiera que tu vivas. No es que esto deba servirte de acicate para sobreponerte a la situación que vivas, pero si para demostrarte que nada es mejor o peor, sino que responde a un momento, a una tiempo, que nos ha tocado vivir y que podemos mejorar, pero no sólo dependerá de nosotros.

Yo sueño, me gusta hacerlo, no podría vivir sin dejarme llevar por los momentos oníricos en los que nada es como parece, en los que la realidad se confunde con el ideal que quisiera para mí. Sin embargo soy consciente de que mi propio mundo utópico no es más que eso...utópico.

Pero ¿acaso no es la utopía la culminación de cualquier anhelo futuro? Yo así lo creo, aspirar a lo mejor es una forma de alcanzar tanto como puedas. Que te conformes luego con lo que tengas ya sólo depende de tu espíritu de lucha, de tu forma de pensar y de las capacidades que tengas.

El sueño roto debe servirte como estímulo para el siguiente y no como losa para caminar con dificultad o permanecer inmóvil. Del sueño roto uno aprende que lo inalcanzable, muchas veces, lo es; aprende que el dolor puede ser intenso y que el alivio no siempre consiste en soplar o mirar hacia otro lado, pues quizá deje cicatrices. Unas cicatrices que deben de ser un estímulo para la superación.

El optimismo debería fomentarse desde la más tierna infancia; la vida permanentemente pone obstáculos en el camino para que el pesimista se acerque a tu vera y aporte buenas dosis de negativismo. Apostar por la vida es hacerlo por el sueño. Y del sueño a la utopía de una vida mejor, sólo hay un paso....

COSPEDAL, UNA MIRADA A OTRA REALIDAD...

Todos conocemos ya a la presidenta de Castilla la Mancha, alma mater de la candidatura del próximo presidente del Gobierno y por tanto alguien de vital importancia en las decisiones futuras de quien nos guiará como país en los próximos años.

Pues esta mujer tiene una curiosa visión de la realidad, una mirada diferente sobre cómo afrontar la crisis que tienen encima y que desde las filas de su partido primero contribuyeron a crear y luego no aportaron soluciones. Ha decidido suprimir fondos a colectivos minoritarios donde las protestas serán menos audibles que en colectivos donde las proclamas pudiesen hacerle daño.

Ha decidido suprimir las ayudas a las mujeres víctimas de maltrato, retirar los fondos que el Estado aportaba a través de las Comunidades Autónomas para la emancipación de aquellas mujeres que, ya víctimas de la violencia, no podían establecerse por su cuenta. Uno, ante una medida como esta, no puede menos que sentirse decepcionado porque una medida como esta sea tomada por una mujer que preside una Comunidad Autónoma. Quizá su interpretación de los derechos sociales sea diferente a la mía, tal vez los valores que ella querría para el resto de las féminas se sitúe también en las antípodas, pero lo que no puedo aceptar es que el recorte de dinero comience por un recorte de derechos, del derecho a la libertad, por un recorte al derecho a la vida.

Uno puede entender que muchas mujeres en su comunidad soporten a partir de ahora muchas más vejaciones ante las nula posibilidad de abandonar una vida conyugal terrible, al no poder acudir a la administración que debe de velar por su seguridad y pedirle una ayuda, sin la cual, no podrá irse.... terrible.

Cospedal es un peso pesado en su partido, alguien que no toma una decisión de esta magnitud sin haberlo sopesado con el núcleo de poder del futuro Gobierno. Uno siempre hace experimentos en pequeñas localidades antes de aplicarlas a la totalidad...¿anticipo de futuras decisiones de Rajoy? Querría creer que no pero mucho me temo que los recortes irán por ahí, por los que ya están acostumbrados a sufrir...

Desde luego es una lección de sociología que no me gusta recibir, una clase de civismo alejada del siglo XXI y una aberración intelectual...nada sorprendente por otro lado viniendo de quien viene.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

OTEANDO AL HORIZONTE

De pronto uno frena en su caminar por la vida y piensa: ¿qué quiero hacer de mi vida?¿dónde quiero estar en el futuro?. Las respuestas se agolpan en la mente, pues las ideas son tantas y diferentes que no sería inteligente ni productivo intentar alcanzarlas todas.

Así que comienzas a descartar aquellos imposibles que lejos de ser plausibles se pierden en los pozos de la imaginación, allí donde de cuando en cuando recurriremos para salir de la sofocante monotonía.

En otra estantería de la mente sitúas las metas que, aún quedando lejos de las posibilidades actuales, quizá un día puedas aspirar a ellas. Casi todo lo que cabe aquí se circunscribe a lo material. A las pequeñas o grandes cosas que podríamos alcanzar si mejorase nuestra situación. Y uno, claro, debe de vivir esperando mejorar.

Finalmente, en la estantería más cercana a la realidad podemos observar los tangibles de los que disponemos; las someras realidades que disfrutamos y que, por ende, formarán parte de nuestro futuro inmediato. Aquí, donde se agolpan las realidades intentando convertirse en ilusiones, es donde debemos hacer un ejercicio de discriminación positiva. En el sentido de quedarnos con aquello que es verdaderamente importante y dejando de lado lo que al final supondrá un lastre.

Pensar en qué amistad es real y cual imaginaria. Cual se fundamenta en la aportación de dos y cual forma parte del dar y no recibir. Hay que eliminar aquellos sentimientos nocivos que uno cree a ratos maravillosos pero que, en el fondo, son una falacia del sentir.

Las decisiones que uno toma serán consecuencias en un futuro inmediato. El futuro todavía lo podemos escribir. No se trata tanto de una ensoñación como de ir situando en los lados del camino asideros a los que agarrarse cuando vienen mal dadas.

Oteando el futuro uno puede darse cuenta de cómo es su presente, de cómo vive una realidad que, en ocasiones, nos es esquiva en cuanto a su percepción y otras nos paraliza con su impacto. La vida es para vivirla, pero también para sentirla, para olerla, saborearla...

Ahora mismo, sentado en una piedra en mi camino me observo a mi mismo y a mi vida y descubro que no lo he hecho tan mal, que quizá hubiese sido mejor de otra manera, pero...ya está hecho, hasta aquí me ha traído mi cabeza y mi corazón. Eso no lo puedo ni quiero cambiar. El horizonte quiero verlo lleno de luz, color, sabor... y en ello estoy.

lunes, 12 de diciembre de 2011

ES MUY INTELIGENTE PERO...

Muchos habremos escuchado en alguna ocasión esta frase referida a alguien, generalmente a niños y adolescentes a los que les cuesta estudiar; a adultos que fracasaron en el intento y ahora queman su vida en cualquier esquina, etc...
La realidad subyacente de esto bien podría ser que el sistema educativo ha fracasado, que ha sido desarrollado pensando en un modo determinado de fomentar el desarrollo mental, sin detenerse en las diferentes capacidades de cada persona.
No podemos intentar enseñar a varias personas de la misma forma, pues lo que para uno sirve, es un fracaso para el de al lado. La inteligencia es un don en si mismo, pero se puede mejorar con un poco de esfuerzo, tan solo hay que ser conscientes de las cosas.
Cada uno de nosotros tenemos unas habilidades diferenciadoras con respecto a otras que creíamos tener. Muchas personas son incapaces de articular un lenguaje medianamente educado y cabal, sin embargo pueden tener unas capacidades absolutamente brutales para hacer deporte, por ejemplo.
Y uno puede caer en la tentación vacía de manifestar que claro, para hacer deporte no hace falta esforzar la mente. Craso error, pues de todos es conocido que uno precisa tener una gran capacidad mental para desarrollar cualquier deporte a un cierto nivel de exigencia.
Como padres deberíamos ser capaces de fomentar en nuestros hijos aquellas habilidades para las que están especialmente motivados, sin menoscabo de una formación fuerte en otras áreas del saber.
Como sociedad tendríamos que fomentar el desarrollo de sistemas que garanticen la correcta evaluación de las personas en cuanto a méritos y capacidades. No podemos intentar que alguien se convierta en Picasso sólo porque le gusta pintar. La observación nos ayudará a descubrir qué y cómo.
Sólo las personas con discapacidades intelectuales, como los oligofrénicos, carecen de las capacidades necesarias para desarrollar plenamente su inteligencia. Así las cosas, cualquiera que esté bien es susceptible de desarrollarse plenamente. Más muchos son los que optan por el camino fácil de mínimo esfuerzo y el atoramiento de un futuro más que incierto.

EL REGRESO DE LA “PERFIDA ALBION”

Que Gran Bretaña es un país diferente lo sabemos todos en Europa; ya decía su ilustre Winston churchill que “Europa era un Continente y ellos una isla”. Así que nada nuevo bajo el sol.
Resulta que han puesto a la Unión Europea en un trance tal que pareciera que la exclusión fuese la única salida a la encrucijada en la que nos ha querido situar su premier Cameron.
No estaría de más que esta vez fuesen los demás a una y dejasen fuera de la Unión a quien no desea permanecer en ella.
Seguramente dentro de Gran Bretaña muchos son los que están en contra de la decisión de sus gobernantes, pero el resto, los que si nos ceñimos a las decisiones franco – alemanas deberíamos pensar en este embrollo en clave europeísta.
Por qué en esa clave? La respuesta es sencilla, hoy día aquellos países que quieran estar al margen de las decisiones de Bruselas se sitúa al instante siguiente fuera de todo mercado. Lejos de la realidad que les rodea, aislado en medio de la nada.
Si un país, como es este caso y antes otros como la República Checa, tiene dirigentes que creen que estar fuera es mejor que permanecer al abrigo de todos, lo mejor que deben hacer el resto es darle vía libre, ahorrarnos los fondos que se les dan y a otra cosa.
Muchos creen que Gran Bretaña ha sido un país importante dentro de la formación y estabilización de la Unión Europea, y no es así. No entró hasta 1973 a formar parte y lo hizo cuando su situación económica les obligó a aceptar como socios a países de los que siempre ha desconfiado.
La prensa mundial se ha hecho eco de este impás, en el que unos se atormentan ante la ausencia de los británicos y otros hacen “palmas con las orejas” ante su salida y presunta debilidad del resto.
La historia debería enseñarnos que todo obedece a estrategias interiores de los dirigentes políticos; mecidos como están por las corrientes que sus encuestas internas les hacen padecer. Los conservadores británicos son mayormente euroescépticos; término éste nada moderno, pues nunca se han sentido verdaderamente parte, sino miembros.
Como español poco me importa lo que hagan en la isla, pues mi futuro lo marcarán en Berlín y París; a Londres iremos, como hasta ahora, para hacer turismo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿ESCUCHAMOS LOS GRITOS DEL OTRO LADO DEL MURO?

Muchas veces me he preguntado por la sordera de esta sociedad en la que vivo; una sociedad que vive de espaldas a otras realidades existentes, que no repara en los sonidos que llegan desde el otro lado de ese muro que hemos levantado durante tanto tiempo y con el que hemos trazado una línea divisoria entre este mundo y los demás “mundos”.

En los últimos tiempos no conocemos más desgracias que las que nos dictan los mercados; nuestros días transcurren entre “la subida de tipos” y la “bajada” de nuestra economía; mientras, muy cerca, otros gritan simplemente por la libertad.

Las antenas parabólicas llevan más allá de nuestros muros una forma de vida que parece envidiable a ojos de aquellos que penan en países donde la libertad de expresión es una mera utopía. Ávidos de encontrar donde ellos viven cualquier pequeño resquicio que les haga soñar que podría ser posible este mundo allí, se lanzan a una lucha contra sus dirigentes, perdiendo la vida en el intento, o lo que es incluso peor, la dignidad.

En este lado del mundo ignoramos cuanto sucede al otro lado porque tememos que ellos puedan alcanzar un estatus parecido al nuestro; los que de verdad gobiernan el mundo, aquellos que con sus intereses económicos matan sin ningún complejo, son los mismos que nos benefician a nosotros a para tenernos donde quieren: silenciosos ante cualquier tropelía que ellos cometan.

Sí, hay organizaciones que se dedican a ayudar, en la medida de lo posible, a aquellos que lo necesitan. No es menos cierto también que tras muchas de estas organizaciones hay oscuras tramas encaminadas a situarse en una posición de privilegio y poder presionar a los que mandan en cada país y, así, conseguir concesiones por sabe Dios qué...

Una sociedad avanzada, moderna, en la punta de lanza del progreso suele tener como contrapartida una gran cantidad de “detritos” que va dejando atrás; toda esa acumulación de indignidad, de malversación, especulación y otros adjetivos malolientes son los que prestamos fácilmente fuera de los muros que nos rodean.

Tememos al que llega de fuera porque nos va a quitar la jubilación, porque inunda nuestros hospitales, porque ocupa nuestros puestos de trabajo...esto no son más que majaderías de una sociedad vieja que sólo vive lo inmediato sin recordar su pasado. Somos culpables de su situación, nos guste o no, porque permitimos que en nombre de nuestro bienestar esquilmen países que están poblados de personas como nosotros, que se encuentran, de pronto, sumidos en la desesperación de no poder dar de comer a sus hijos, de no poder hablar, de no poder vivir...

Siempre habrá diferentes velocidades en la evolución de las sociedades; habrá diferenciación entre unos y otros; cada sociedad tiene un modo de vida y ninguna debería inferir en aquella que no es igual. La igualdad de derechos no deja de ser una mera utopía en un mundo tan diferente. Escuchar con sordina lo que llega de fuera sólo nos hace más estúpidos, más sordos..

lunes, 5 de diciembre de 2011

DE LA CIUDAD AL CAMPO

Resulta curioso el proceso migratorio que se produce en las sociedades modernas. Durante casi dos siglos el hombre ha protagonizado un abandono, paulatino, del campo para ir a la ciudad en busca de una mejora en su vida. La Revolución Industrial en primera instancia y las comodidades que de ella se derivaron hicieron que permanecer en el campo fuese cada vez más anecdótico.

Curiosamente ahora que el sistema capitalista ha fracasado de un modo tan obvio se está produciendo una nueva migración hacia el campo, una suerte de regreso al comienzo. Quizá para volver a tomar impulso y retomar la vida en la ciudad cuando vengan mal dadas; pero es posible que muchos hayan vuelto con la intención de permanecer en aquellos lugares (rurales) que, en época de crisis económica, ofrecen más posibilidades de subsistencia.

Antiguamente los pobres se agolpaban en los pueblos, con malas cosechas, incapaces de vivir con las exiguas producciones que las explotaciones agropecuarias producían. La ciudad era el refugio pues allí cualquier trabajo permitía tener al alcance de la mano lo que uno buenamente podía necesitar.
Hoy, las cosas ya no son iguales. Una persona que comienza un declive económico en la urbe se transforma en un excluido social con suma rapidez; la carencia de unos mínimos en la ciudad modifica la vida de sus ciudadanos de forma tal que terminan en una precariedad tangible.
El campo, al contrario, proporciona (con los medios actuales) un mínimo de producción suficiente como para poder comer cada día, algo que no siempre se dará en un lugar tan agresivo y frío como la ciudad.

Por otro lado está la calidad de vida, ese otro tangible que mide de forma exponencial nuestra felicidad. Uno puede ser dueño de muchas video consolas, de ordenadores y televisiones, de electrodomésticos básicos, que si no puede utilizarlos por tener que restringir su gasto, termina todo en el cajón de los trastos y uno frustrado por su mala suerte. Al otro lado, un paseo por un entorno natural siempre es grato, proporciona plenitud física y, por tanto, mental.

Seguramente pasada esta crisis los movimientos migratorios volverán a llevar a las personas a los núcleos industriales; y con seguridad, esto proporcionará a los trabajadores una mejor calidad de vida. Sin embargo bien harían en nadar y guardar la ropa; sería recomendable que esta vez el abandono del campo fuese mucho más escalonado y seguro, no vaya a ser que terminemos un buen día sin un lugar donde guarecernos...

miércoles, 30 de noviembre de 2011

ESTUPIDEZ SOCIAL

Un repaso ponderado a nuestro alrededor nos haría ver con cierta facilidad que la sociedad está en un punto álgido de estupidez.
Todavía no hemos sido capaces de comprender que cuanto sucede a nuestro alrededor, ocurre con nuestra connivencia, con nuestra aprobación, con nuestro permiso en una palabra.
Nos echamos las manos a la cabeza, quizá para comprobar que está ahí todavía, cuando vemos que la economía no sólo no mejora, sino que empeora.
Utilizamos palabras que no conocemos con la misma facilidad que aquellas, que aún conociendo, utilizamos francamente mal. Se nos llena la boca con palabras como: prima de riesgo, capitalización bursátil, déficit público, etc. y creemos que seremos capaces de comprenderlas más allá de su mero significado.
No hace mucho las únicas palabras que inundaban los medios y nuestro vocabulario eran otras tales como: talibán, Abu Graib, Armas de destrucción masiva, chador, burka...
¿Por qué? Pues porque nuestra aburguesada sociedad, imbuida en una estupidez de tamaño descomunal, se presta para que los mismos que nos llevaron a una guerra, nos trajeran una crisis económica sin parangón. Una crisis de la que saldremos mal que bien “invadiendo” algún país pequeño rico en recursos y dónde poder desviar la atención de la patente incompetencia de toda la clase política.
Mientras permanecemos aletargados en la comodidad occidental, votamos no con ideas propias, sino con los ajenas, las de quienes nos bombardean desde los medios de comunicación.
Un repaso somero por los “mass media” nos haría percibir sin problema el mismo tufillo en casi todos.
Los mismos medios de comunicación que apoyaron guerras, hundimientos, teorías paranoico – conspiratorias, son los mismos que alisaron el camino del gallego a la poltrona de la Moncloa.
La estupidez humana hizo lo que se esperaba de ella y cumplió con creces las expectativas de aquellos que se presentaron.
En el resto de los países las cosas han ido peor, unos no han podido participar el el cambio de sus jefes de gobierno, impuesto por la fuerza de los hechos desde Bruselas. Otros países, que presumen de locomotoras, sentirán también en breve la presión de no tener a quien vender por haber apretado tanto las gargantas de quienes deben comprarles...
Estupidez humana...

martes, 29 de noviembre de 2011

¿CUANDO TE QUIERO MÁS, CUÁNDO TE LO DIGO O CUANDO TE LO DEMUESTRO?

En el juego del amor muchas veces los actores que lo protagonizan tienden a polemizar sobre el por qué no le ha dicho uno al otro públicamente, cuánto la quiere. Sucede aquí que el valor que uno concede a un sentimiento es puramente de cara a la galería, mientras que quizá la otra persona prefiera demostrar con hechos.
Las dudas del amor aparecen cuando uno ama mucho o cuando cree que lo hace y, en realidad, ama lo justo para darse cuenta de que quizá no sea tanto.
Yo prefiero que me demuestren amor a que me digan en la radio que me quieren. El amor es una partida del día a día, donde la fuerza de un sentimiento se contrapone a las fuerzas que luchan por tumbarlo..y son muchas.
Cabría preguntar muchas veces a nuestras parejas cuando creen que les quieren más. Quizá la sorpresa sería mayúscula al encontrar a muchas parejas que se aman públicamente para no mirarse privadamente.
El amor es algo que sencillamente se siente..o no.

EL SENTIDO DE LAS PALABRAS

Muy a menudo un articulista, un escritor, alguien que escribe una opinión, suele ser criticado o adorado por lo que el lector cree que ha querido decir el escribiente.
Esto sucede porque cuando nos acercamos a un texto cada uno de nosotros tenemos en nuestra mente un significado para cada una de las palabras y frases escritas.
La lectura del Antiguo Testamento ha dado para varias religiones, y los textos son los mismos pero no así su interpretación.
Pues la misma palabra lo dice: “interpretación”; y cuando uno interpreta suele atribuir a cada palabra el significado individual que cada quién lleva en su interior.
En otras ocasiones son las palabras las que se han visto devaluadas en su significado. Palabras como: amor, amigo, cariño, sexo... son palabras que tienen un simbolismo especial y que el paso del tiempo y las nuevas tecnologías han podado como cuando un urbanita poda un árbol frutal: tarde, mal y a destiempo.
Amor es una de esas palabras grandilocuentes, que siempre han querido decir mucho más de lo que a veces realmente dicen. Quizá sea el vocablo que realmente mueva al mundo, aunque muchas veces su uso sea un verdadero desatino: “la maté por amor”...sic.
Amigo, toda la vida ha significado algo muy estrecho entre dos personas, un lazo invisible mucho más allá del amor, implicaba lealtad, afinidad, simpatía, valor... hoy día uno es amigo de cualquiera de forma cibernética sin que sepa absolutamente de su verdadera vida...
Cariño, sexo y otras son palabras que han transformado lo que de antiguo querían decir para invocar cosas diferentes, situaciones confusas en las que aquello que era ya no es.
El sentido de las palabras casi nunca es inequívoco, pues cada personas tiene para sí lo que realmente quiere decir. Una coma, un punto, una letra...puede hacer que la historia futura se escriba de una u otra manera.
Quien se acerca a un libro interpreta libremente, el autor sólo es culpable de haber escrito, no de lo que el lector cree entender. Esa es una labor de asunción individual de cada uno...

TODO ESTÁ EN SUS MANOS...¿O NO?

El 20 N ya forma parte de la historia, de esta reciente, pues de la pasada ya formaba parte. Las elecciones Legislativas pusieron a Mariano Rajoy al frente del futuro Gobierno de España y con ello el futuro de la nación en sus manos...¿o no?
Ahora, él ya era consciente, el nuevo Presidente tendrá que lidiar con ese Ente oscuro y paradójico llamado “Mercados”; verdadero dueño y señor de todos nosotros.
Nos diferencia de Italia y Grecia el que hemos tenido la suerte de poder decidir quien nos gobernaría, quien sería la nueva marioneta de quien realmente manda.
A la derecha patria le toca la labor de demostrar que son mejores que los que estaban, de su parte cuentan desde bien pronto con el poder en las autonomías, verdadero centro de poder en España, y en cuarto poder, los medios de comunicación.
La opinión pública en España es fácilmente maleable, por cada persona que piensa por sí misma hay doscientos que vibran con cada palabra exaltada de ésta o aquella cadena de radio, televisión, periódico...
Más del 80% de los medios son claramente de centro derecha, o de derecha extrema, así que era más que factible que Mariano gobernase.
Pero gobernar ¿dónde? ¿aquí?...tengo mis dudas. Dudas que se sostienen en la futilidad de un poder aparente que siempre estará cercenado por las directrices que otros ponen en la Unión Europea.
Alguno creerá que cómo allí también gobierna la derecha le será mucho más fácil a nuestro Gobierno hacerse notar. Craso error, dado que allí sólo mandan los teutones y franceses qué, como es normal, están muy por encima de idearios políticos y defienden exclusivamente lo suyo, su país.
Nuestros políticos siempre han ido a otra cosa, a lo suyo. Y así nos luce el pelo.
Rajoy hará lo que debe, echar la culpa de todo a los que ya no están y justificar su futura ineficacia con cualquier argumente estudiado en la Fundación Faes o en cualquier tasca de esquina.
Cuando nos gobierne y deba meter el tijeretazo que desde Bruselas le pidan, lo hará con esa media sonrisa que tiene; aseverando que no es lo que parece, aunque parezca menos de lo que va a ser...

jueves, 24 de noviembre de 2011

EL POR QUÉ DE LAS COSAS

Todos nos hemos preguntado, en algún momento de nuestras vidas, el por qué suceden unos hechos que a nosotros nos parecen incluso descabellados.
Las conclusiones seguro que son variadas y variopintas, a cada causa le corresponde su consecuencia, nada ocurre porque sí, sino por diferentes razones.
¿Por qué una parte del mundo se muere de hambre si hay recursos para todos? Pues por algo tan sencillo y tan prosaico como la economía. Esa maravillosa ciencia que nos dice, al final de un largo proceso, qué debemos y no comer.
¿Por qué se mueren jóvenes en lo mejor de su vida? Pues porque así la especie evoluciona, eliminando a aquellos que son vulnerables o débiles. La vida nunca será fácil, sino que se trata de una lucha por la supervivencia, ahora enmascarada de Estado de Bienestar.
Nada sucede porque sí, porque si así fuese viviríamos en un universo gobernado por gurús, por visionarios que hablarían en nombre del Creador; ese Creador creado para que los creyentes crean y los descreídos se enfurezcan.
Las cosas no sólo tienen motivos para suceder sino que son la causa última de nuestra existencia.
Muchos terminan sus días sin haberse hecho nunca preguntas trascendentales para su propia vida, señal inequívoca de que la sociedad camina hacia su propio fin.
En otras culturas, latitudes y , es posible, planetas, las cosas serán de otra manera, formarán parate de otro sentido literal de la vida.
El por qué de las cosas, debería de ser una asignatura obligatoria en todo el curriculum educativo, para no terminar teniendo doctores en ciencia nuclear incapaces de explicar por qué sucede una fisión, una fusión o una desaparición.

El por qué de las cosas...

miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL CAMINO DE LOS SENTIMIENTOS

Todos caminamos por el tortuoso camino de la vida en busca de encontrar diversos asideros de felicidad en los que poder sostener nuestro ser, abatido por los muchos palos que sufrimos mientras vivimos.
La búsqueda de los sentimientos ha sido clave en el devenir del ser humano; capaz, cómo es, de luchar por ellos a vida o muerte. Unos buscan sentirse dichosos por la cantidad de propiedades que tienes, henchidos de sí mismos, vacíos normalmente de contenido.
Hay quien busca sentimientos de culpabilidad como única salida a la angosta mente que se ha ido labrando con el paso de los años. Muchos de esos sentimientos de culpa son atávicos, forman parte de esa parte de nosotros mismos que viene en nuestro código genético. No sabemos cómo, pero está ahí. También hay quien goza como un cochino en medio de las miserias propias.
Las miserias ajenas son el caldo de cultivo en el que maman muchas personas capaces de hacer del sufrimiento de los demás un lugar del goce propio, en la búsqueda de ese sentimiento de superioridad tan característico de muchos mediocres.
Sin embargo, cada uno de nosotros debería dedicar buena parte de su vida a la búsqueda incesante de aquellos sentimientos que llevan aparejados pocas penas y sí muchos disfrutes. La búsqueda del amor habría de ser el cenit de la humanidad, sino estuviese perdiendo el tiempo en tanta inutilidad. El amor proporciona un estado de bienestar tal que difícilmente podrá ser alcanzado por cualquier sustancia, sean drogas, sean alcoholes… el amor hace que la química orgánica de nuestro cuerpo se modifique cada instante, vibre, salte, viva, sienta…
Sí, ya sé que también puede causar dolor el desamor, el abandono y la pérdida. Sentimientos estos que engloban esa parte de nosotros que fluctúa por nuestra vida de cuando en cuando. Mas todos ellos, y esta es sólo mi opinión, viven en su reducto cuando el amor invade nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestras vísceras.
El camino de los sentimientos implica un aprendizaje, discernir cual nos conviene y cual no; cual es evitable y cual arrasará. Casi ninguno es controlable, aunque tampoco van a su libre albedrío. Los sentimientos son una cosa muy seria, que diría un profesor. Son lo que somos, lo que queremos ser, lo que podemos ser, e incluso, lo que seremos.

HABLANDO

Recuerdo, cuando era un crío, que había un programa que se titulaba algo así como: “Hablando se entiende la gente”. Era un programa donde se resaltaba la capacidad del ser humano para poder comunicarse de una manera clara y concisa.
Hoy día, al albur de los nuevos instrumentos de comunicación, con los ordenadores, los portátiles, las tablets, etc. Hemos aprendido nuevas formas de transmitir lo que queremos decir a personas que están en otros lugares, de maneras hasta no hace mucho impensables: nuevos códigos de escritura, signos nuevos, palabras inventadas…
Muchos creen que esto forma parte de un proceso evolutivo, de un desarrollo de una manera moderna de comunicación. Yo no comparto esta opinión, creo que caminamos lentamente hacia el gruñido del siglo XXII, cuando volvamos a ser lo que fuimos, siendo lo que no hemos sido.
El lenguaje español es tan rico, tan variado, tan lleno de matices que es una pena dejarse llevar por la moda de la amputación semántica. Para decir lo que queremos decir, acudimos a una argot que deja lo dicho carente de la profundidad que queremos dar a nuestras palabras.
Casi nunca escribo con abreviaturas, incluso en los mensajes de texto a pesar de su coste, porque en mi idea está el que la persona receptora de ellos pueda entender a las claras qué he dicho y cómo. No quiero que interprete.
En el lenguaje hablado las carencias son tremendas, uno escucha conversaciones en los que no es que se hable mal, es que se utilizan palabras que no existen, que no son reales. Me imagino una conversación romántica entre dos jóvenes quinceañeros modernos y lo triste que puede resultar. Quizá si reparasen en la cantidad de sentimiento que podemos explicar utilizando una breve parte del léxico que tenemos a nuestro alcance, comprenderían que decir algo no es soltar palabras sin más; sino ordenarlas de forma que su significado sostenga en sí mimas la importancia que queremos darle.
Hablando se entiende la gente, aunque algunos todavía no lo sepan.

QUIERO SENTIR TU CALOR

Nada mejor que encontrarme con tu cuerpo, nada mejor que sentirte cuando estás cerca, nada más hermoso que contemplar el hermoso cuadro que forman tu cuerpo y mis manos.
Quiero sentir tu calor, notar que cada poro de mi piel se dilata por tu sola presencia; que las perlas de sudor que descienden por mi espalda son fruto exclusivamente del roce de tu piel con la mía.
El deseo de tenerte, de poseerte, de hacerte mía… es algo que has logrado tú, con tu presencia, con tu manera de ser, con tu manera de dar, con tu forma de vivir.
Quiero sentir tu calor cuando los momentos malos, que los habrá, aprieten nuestras vidas hasta hacerlas palidecer. Quiero sentirte cerca para poder decirte que estoy aquí, que merece la pena, que irá bien.
La travesía del desamor hace que el alma se enfríe, que los sentimientos se adormezcan, que lo tibio de lo poco se convierta en la única antorcha de la oscuridad. Quiero sentir tu calor para inundarlo todo de amor.
A veces sentir el calor, tú calor, es lo único que merece la pena…

DESAFECCIÓN POLÍTICA

Apenas quedan dos días de campaña electoral, una campaña marcada por la desafección de los jóvenes con una clase política, la española, víctima de sí misma. Los jóvenes que van a votar por primera vez no tienen intención alguna de hacerlo, incluso desconocen buena parte de las candidaturas.
¿A qué se debe esto? Posiblemente a una característica que hace de nuestros políticos personas casi desconocidas (excepto las caras visibles), es que no elegimos a quien nos va a gobernar, no voz en la elección de los candidatos. Son impuestos en unas listas cerradas, donde cualquier maledicente puede obtener un escaño, aun cuando el pueblo no lo desee.
Otra de las causas de desafección de unos y de desconocimiento de otros es la poca claridad con la que se explican las cosas; se presentan Leyes, Decretos, y otras formas de legislar, sin la menor explicación, sólo grandes titulares.
No se cree en los líderes, ya no por su capacidad, sino porque se les desconoce realmente. Son caras sin nada detrás, son pancartas carentes de contenido. Personajes públicos que se dan a conocer en los días previos a las elecciones y se pretenden a sí mismos garantes de nuestros derecho…
Una clase política moderna debería comenzar por aplicarse una ley de responsabilidades, que les hiciese patrimonial y jurídicamente responsables de sus actos; debería mostrar a quienes los eligen quienes son antes de llegar y quienes serán cuando se vayan. Y no, no debemos preocuparnos por los que ahora elegimos, Diputados a Cortes, esos son los menos peligrosos, el peligro está mucho más cerca, en las Administraciones Locales. Lugares de culto al líder y pozo sin fondo de corruptelas y corrupciones que hacen que el futuro de nuestros jóvenes sea más negro que el betún.
Quizá un día la sociedad de un paso al frente y elimine la inmensa podredumbre que corroe nuestra nación en Ayuntamientos y Diputaciones; ese día, los válidos (que son muchos también) harán llegar la política hasta nuestras casas, de manera clara, ponderada y eficaz. Mientras tanto tendremos que ir a votar pensando que un mundo mejor puede ser, y esperar que nuestro voto sirva realmente para algo.

sábado, 12 de noviembre de 2011

COSAS DE LA VIDA

Es frecuente pensar que nuestra situación es la más delicada, que el momento que estamos viviendo es el no va más; sin embargo es fácil encontrar a la vuelta de cualquier esquina a alguien que nos supere.
Sucede que el hombre tiende a ser un tanto narcisista y egocéntrico, se cree el centro del mundo y, cierto modo, así es. Porque, veamos, el mundo que somos capaces de observar, de percibir, aquel que nos atañe en lo común, es un mundo pequeño. Se trata de nuestro universo particular. Y en ese universo es factible que seamos la estrella que más debe brillar, por algo lo hemos construido.
Excepto unos pocos capaces de asomar la cabeza siempre y en cualquier circunstancia, la mayoría de los mortales se sentiría ínfima en un universo global; porque en dicho lugar lo que nos toca en lo particular se ve superado una y otra vez, tanto en sentido positivo como negativo, en nada que nos fijemos en el de al lado. Así tendemos a ir cerrando nuestra vida en torno a nosotros. Y cuando más pequeño es el círculo donde nos introducimos, mucho menores serán las salidas. Al final, algunos terminan, víctimas de sí mismos, abrazados a diversos fármacos que les ayudan a ver lo negro gris.
Siempre he sido un defensor de la globalidad, pero no entendida en el aspecto, tan de moda, económico. Sino en algo mucho más profundo. En un una sociedad global, que te obligue a ver mucho más lejos de lo que estás acostumbrado, siempre crecerás más que cuando regresas una y otra vez a un mundo interior que ya has traspasado muchas veces. Abrir nuestro cerebro a todas las influencias externas nos ayuda a instrumentalizar mejor nuestros recursos internos. Si uno observa la sexualidad o espiritualidad de muchas personas sin temor alguno a ser reprendido por ello, aprenderá mucho más de la suya propia que atendiendo únicamente a estímulos internos que muchas veces se ven socavados por las cargas morales que nos acompañan.
La sintonía con la vida no debe limitarse única y exclusivamente al estar, sino al vivir, al disfrutar, también al implicarse, al estar atento, al poder evolucionar sea cual sea el punto de partida. El conformismo tan sólo ayuda a evitar el riesgo de ser uno más, pero también será el culpable de cortar nuestras alas y las de aquellos que por creer en nosotros verán siempre el cielo del mismo color.
En el otoño e invierno de mi vida pretendo seguir siendo como en plena primavera, cuando los granos lo inundaban todo y emergían por doquier innumerables tallos de las más diversas clases. El estío me está ayudando a situar las cosas en su justa medida, cometiendo errores claro, sino no sería humano.
He creído siempre que el futuro siempre será mejor que es pasado. Para mí la razón es sencilla: el futuro todavía está por escribir, mientras que el pasado ya no volverá.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

PENSAMIENTOS DISPERSOS

Nuestra vida está para ser vivida; para ser sentida; para que nuestra voluntad disponga de ella como nos venga en gana. Tan sólo hemos de soportar las consecuencias de nuestras decisiones. Y de lo que digan los demás sobre ella...bueno, nunca está de más escuchar, aunque sean necedades las que nos digan. Vive, y hazlo tan intensamente como puedas ser capaz de soportar, no vaya a ser que en el invierno de tu vida te arrepientas de lo que no has podido hacer...

La capacidad de pensar en libertad nos hace peligrosos a ojos de quienes temen la opinión del contrario. Sucede, muy a menudo, que en lugares de pensamiento único la obediencia sea el camino. No me caracterizo por ser un borrego siguiendo al rebaño, por ello pienso, razono lo que pienso...y lo digo...
La sociedad avanza a pasos agigantados, las nuevas tecnologías invaden un universo cada vez más impersonal. En la cuneta vamos dejando la educación, los valores, los sentimientos, las relaciones personales. Una reflexión profunda nos ayudaría a ver que, al paso que vamos, en unos cincuenta años saludarse en la calle será ya un acto de fe y no algo cotidiano...

¿Por qué razón el mundo va tan deprisa? ¿Por qué tenemos tanta prisa en vivir? A esta velocidad no somos capaces de percibir al menos la mitad de las cosas que suceden a nuestro alrededor. Transitamos por la vida como un tren por la vía férrea, impertérrito ante lo que queda a su paso... ¿no sería mejor hacer menos en más tiempo y disfrutarlo?....
Siempre he creído en el ser humano, en su capacidad para superar las adversidades, incluso aquellas que supone su propia existencia. Somos capaces de abstraer un pensamiento, moldearlo, matizarlo, darle forma....acaso no es eso maravilloso...

Me gusta mirar a los ojos de las personas; es posible que una mirada pueda esconder muchas cosas más estoy seguro de que desvela tantas, que me arriesgo a mirar y ver...

Aprender de los errores es lo que pretendemos todos en la vida. Se supone que la mejora del ser humano se produce cuando intentamos mejorar en aquello que fallamos. Lo curioso es que una inmensa mayoría tendemos a repetir una y otra vez los errores que siempre lamentamos. Lo que me incita a preguntarme ¿la evolución es producto del esfuerzo o pura suerte?





Todos los caminos son arriesgados, pero los más peligrosos suelen ser aquellos que no se toman por el temor a lo desconocido. La huida hacia delante suele ser una salida satisfactoria cuando lo que pretendemos dejar atrás nos sujeta demasiado fuerte. Nunca se sabe cuál es el verdadero buen camino, siempre he creído que uno debe de girar en el sentido en que su corazón y su mente dicen, al fin y al cabo todo camino comienza con el primer paso y los siguientes...bueno los siguientes ya veremos cómo y cuándo son...

La educación es el legado más importante que podremos dejar a los que han de seguirnos. Preocuparnos en hacerlo de manera correcta debería de ser labor de una vida y no preocupación de un instante transitorio (como ahora se hace). Nuestros hijos no son sólo lo que comen, sino que serán el resultado de lo que sean capaces de absorber. Lamentablemente no siempre las aguas que les rodean van a permitirles empaparse bien, muchas están llenas de tóxicos que habrán de condicionar su futuro...y el de todos nosotros....

No siempre el camino es fácil; no siempre la carretera es lisa; no siempre hace el mismo tiempo; no siempre nos sentimos igual; sin embargo siempre tenemos la capacidad de pensar y decidir...

martes, 8 de noviembre de 2011

LA VIDA QUE NOS TOCA

Desde que era pequeño he oído decir aquello de: “es la vida que nos toca”; frase que repetían los mayores de mi alrededor cuando ocurría algo entre los que vivíamos en el entorno.
Las personas siempre han sido conformistas en este sentido, asumen lo que les sucede como algo que tendría que ocurrir, que “estaba de ser”. Yo siempre me he planteado preguntas al respecto.
¿Hasta qué punto influyen nuestras decisiones presentes en nuestro inmediato futuro? ¿Hasta dónde llegan realmente nuestras capacidades individuales y cómo nos pueden afectar las decisiones de otros? ¿Somos, realmente, dueños de nuestras vidas?
Hubo una época de mi vida en la que creía que sí, que la capacidad de decisión y determinación de una persona era paralela a sus vivencias personales. Con el tiempo he ido aprendiendo que somos sólo relativamente dueños de nuestra existencia.
¿Por qué afirmo esto? Es una respuesta sencilla de razonar. Como individuo me considero capacitado para decidir qué quiero hacer en mi vida futura con arreglo a mis capacidades. Sin embargo las decisiones de terceros pueden ser capaces de alterar toda mi construcción personal, hasta el punto de desmoronarla como un castillo de naipes. Incluso ello podría hacerlo alguien sin tener en cuenta mi situación, mi vida, mis decisiones.
En un hipotético futuro un gobernante decide suprimir el carácter “vitalicio” del puesto de funcionario y nos vamos a la calle, nos quedamos sin trabajo. Esa decisión de una persona destruiría de un plumazo el modo de vida de cientos de miles de personas. Y quien tomase esa decisión, aun consciente del daño que podría causar, sería incapaz de conocer cada situación individualmente y, por tanto, se sentiría liberado de la carga de lo conocido.
La vida que nos toca vivir no es, por tanto, aquella que, en virtud del libre albedrío, nos tocará. Sino fruto de una concatenación de decisiones propias y ajenas capaces de modificar, o no, nuestra existencia.
Creo, ahora lo tengo más claro que hace años, que la vida que viviré en el futuro será el resultado, a partes casi iguales, del resultado de mis decisiones y de la consecuencia de las decisiones de otros. Encontrar el equilibrio entre unas y otras es una labor a la que pienso entregarme.
Actualmente no me gusta mi vida, quiero cambiarla, sé que necesito esforzarme mucho más para lograr cambios significativos; mas estoy en ello. Podría decir que en este preciso instante atisbo el futuro con una sonrisa. Sé que será un camino salteado de oscuros agujeros donde poder caer en cualquier instante. Mi labor será ir por el camino seguro y transitar por ambiguo tendiendo puentes y asideros por los que pasar agarrado.
La vida que nos toca vivir

¿QUÉ ES LA VIDA, PAPA?

Hace unos días mi hija me hacía esta pregunta sentada en la parte de atrás del coche. No es mala pregunta, pensé, tal vez lo complicado sea dar una respuesta completa; una respuesta que pueda hacerla comprender qué significa la vida.
El error en el que caemos todos, pues forma parte de la naturaleza humana, es tratar de dar una respuesta concreta a algo tan abierto como es la vida, sobre todo cuando se trata de la vida de nuestros hijos.
La vida es, contesté, todo aquello que sucede a tu alrededor. Se me quedó mirando y me dijo: “eso ya lo sé, pero…y qué más”. Sonreí, es bueno que los hijos pregunten, la duda solo resulta saludable cuando luchar por satisfacerla.
Durante un trecho del trayecto permanecí en silencio, no se trata de dar cualquier respuesta a un niño que podría no entenderlo o, lo que es mucho peor, llevarle a equívocos. O a otros equívocos más allá de los precisos para su edad.
Así que tras pensar un rato le dije: “la vida es y será todo aquello que alcances a ver, oír, sentir… a lo largo de toda tu vida, e incluso mucho más que eso”. Se quedó en silencio. Todavía no sé si contenta con la respuesta o simplemente satisfice su curiosidad momentánea.
El caso es que el resto del trayecto mi abstracción fue en aumento a medida que yo mismo razonaba sobre qué era en realidad la vida. Uno debería reflexionar de cuando en cuando sobre ello.
Siempre he creído que uno vive la vida que le ha tocado vivir más el resultado de las decisiones que va tomando a lo largo de su existencia. Para dos personas situadas en un mismo minuto y lugar la vida es diferente en función de tantas variables que enumerarlas resultaría un trabajo agotador. La vida no es más que lo que nosotros, a título individual, somos capaces de captar con nuestros recursos. Y mi vida y la de otro se puede parecer como un chorizo a una castaña o por el contrario ser como un espejo.
Uno podría no hacerse pregunta alguna al respecto y simplemente vivir pero… prefiero preguntarme por qué suceden cosas. Y si suceden…por qué lo hacen. O ¿suceden en realidad? En fin, la vida es un complejo universo en el que estamos nosotros.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

CASI CINCO MILLONES DE PARADOS…¿O NO?

La última EPA habla de que en nuestro país hay casi cinco millones de parados, o que es posible que supere esa cifra. La realidad, mucho más prosaica, siempre se aleja de los fríos datos y la interpretación interesada de estos.
Un análisis sólo un poco más detallado de este dato, los cinco millones, nos indicaría que en nuestro Estado, en la mejor época de contratación de trabajadores, cuando fue necesario traer a más de cuatro millones de trabajadores, había 1.5 millones de españoles en el INEN. Otro dato que se cuantifica en la EPA, pero que no podría ser cualificado como tal, son aquellos que por los diferentes expedientes de regulación de empleo o prejubilados figuran pero no están. Finalmente habría que tener en cuenta un dato fundamental; la economía sumergida supone un 27% del PIB de España, lo que implicaría que un cuarto de los parados (al menos) trabajaría, por cuenta ajena o propia, sin declarar.
Como resultado de este simple análisis nos encontraríamos con que hay muchos menos parados de los que figuran. Lo que explicaría claramente las razones de la ausencia de conflictividad social.
Hay un número de parados alto, es obvio; pero también lo es que no son datos enteramente reales.

viernes, 28 de octubre de 2011

LA FLACIDED MENTAL DE CIU

Una vez más, y ya van unas cuantas, uno de los líderes de CIU ataca a ciudadanos de otra parte del Estado español, para intentar defender lo suyo. Son ocurrencias intelectuales de personas públicas incapaces de cerrar la bocaza que les caracteriza. Flaco favor se hacen a ellos mismos y menos a los catalanes.
Entiendo que los ciudadanos de Cataluña, buena parte de ellos hijos de personas que llegaron un buen día desde otras latitudes, pasan mucho de las tonterías que dicen sus candidatos políticos. A veces un puede llegar a pensar que el nivel cada vez está peor.
Es una pena que en un partido donde con tanto brillo figuraba un orador de la talla de Miquel Roca, ahora pululen políticos de medio pelo acostumbrados a lanzar dardos verbales sin sentido.
Para la política uno espera personas capaces, intelectualmente a un nivel tal que les permita ejercer sus cargos públicos con honor, lealtad y respeto. Y no burdos personajes titiriteros como los cargos de CIU y alguna otra como Rosa Díez, quien en su día también hizo amigos en Galicia.
Resulta lamentable y triste; y no por el comentario pues todos podemos hacer un chiste, en privado, sobre andaluces, gallegos, catalanes, etc. Pues eso forma parte del acervo popular; pero a un político no se le puede permitir en un espacio público ya que en los tiempos como los actuales, donde la cultura de muchos es la que es, podemos complicar una situación social que no está precisamente bien.
Eso sí, después, estos mismos “políticos” se llenan la boca enumerando según qué valores, siendo incapaces de demostrar la más elemental educación.

domingo, 23 de octubre de 2011

AHORA QUE PUEDO SENTIRTE

Ahora que tengo la posibilidad de tocarte quiero hacerte sentir de una manera especial. Quisiera ser capaz de lograr que cada mañana de tu vida fuese una nueva primavera. No es una labor fácil, incluso es posible que se encuentre más allá del alcance de mis posibilidades; pero no quiero dejar de intentarlo.
Quiero hacerte partícipe de la felicidad que tu presencia despierta en mi corazón; necesito hacerte comprender que mi vida tiene más sentido desde que sé de ti. Desde que te conozco.
Pocas cosas hay mejores que el sabor de tu piel, pocas hay más escandalosamente ardientes que tu cuerpo entrelazado con el mío. La sensación que recorre mi espinazo sólo es comparable con el éxtasis que quizás Jesús tuvo en algún momento de su vida.
Ahora que puedo sentirte no logro recordar cómo es una vida si ti. Y tampoco quiero hacerlo, no vaya a resultar que el frío del exterior apague este inmenso fuego que siento dentro.
Es posible que todo esto sólo forme parte de un sueño, o tal vez sea deja vu de una experiencia que todavía no ha sucedido. Pero quiero agarrarme a esta sensación.
El mañana siempre comienza con el hoy, no ha noche que no termine al amanecer, éstas y otras son manidas frases que nos vienen a decir que nada es eterno, que todo tiene principio y final. Así las cosas, ahora que puedo sentirte quiero vivir este efímero momento y tratar de convertirlo en una constante en el espacio – tiempo de mi vida y la tuya.
Ahora que puedo sentirte...¿qué más da si el mañana terminó ayer?, lo estoy viviendo, lo quiero vivir, lo viviré...

MI MENTE VUELA HACIA TÍ

Cierro los ojos y estás ahí, presente sin estar...es cómo si mi mente necesitase tu presencia para sentirse bien, para estar mejor.
Resulta curiosa nuestra existencia, esa que nos hace percibir y sentir a nuestras parejas, que nos enseña cada día una nueva arista de quien comparte con nosotros una vida, un día, un minuto, un segundo.
Pero más curioso resulta cómo funciona nuestro organismo en el preciso instante en qué no está, en ese instante divino en el que su cuerpo ya no está de forma material y se convierte en algo tan etéreo como potente.
Creemos en Dios, o en cualquier otra cosa. Y solemos creer en él porque no lo tenemos de forma palpable, porque no es algo tangible. El ser humano tiende a valorar más aquello que no puede palpar que lo que tiene a menudo entre sus manos. Es por eso que añoramos lo que ya no tenemos y cometemos, no siempre, el error de no disfrutar hasta el tuétano de lo que es nuestro.
Siempre que nos alejamos de alguien a quien queremos o amamos, tenemos una sensación interna de necesidad de regresar, de vacío, un ahogo interno que nos aflige.
Ayuda, y mucho dejar volar nuestra imaginación hacia lo que queremos tener; jugamos entonces una partida que luego somos incapaces de plasmar en la realidad. Hacemos esto o lo otro; viajamos de un lado a otro sin premura de tiempo; descubrimos partes de la anatomía del otro que no sabíamos que existían...
Para cuando la mente deja de volar y se vuelve tangible lo que hemos soñado...¿por qué no hacemos lo que deseamos?... Si, ya sé, para muchas cosas hace falta algo material que realmente pocos tienen, dinero. De acuerdo pero...y lo que no necesita dinero, qué sucede con lo que atañe a cuestiones mucho menos alejadas de nuestra realidad..¿por qué nos cuesta manifestar lo que deseamos a la persona con la que deseamos realizar algo?
Tal vez el ser humano tenga en su foro interno el acervo de desear, de intentar, de querer... quien sabe.

DEJEMOS DE SER CAINITAS

Hace más de cuarenta años que estábamos esperando una noticia como la de estos días, el fin de los asesinatos por parte de ETA; más de cuarenta años de lucha absurda contra el enemigo invisible e inventado. Han sido décadas de sufrimiento mayúsculo para víctimas y familiares de verdugos (otras víctimas también).
Siempre he sido respetuoso con los que perdieron a un ser querido por la sinrazón del asesinato, por la vileza de quienes escondiéndose detrás de un pasamontañas eran capaces de cercenar la vida y vidas de personas que tenían el único pecado de estar y ser.
Nadie parece haber reparado en los familiares de quienes matan, de quienes llevan a sus familias al borde de un abismo que los sitúa en la tesitura de radicalizarse o esconder la cabeza.
Habrá muchos que apoyen las acciones de sus hijos, hermanos, padres o lo que fuesen, en aras de una independencia que nadie solicitaba más que ellos; mas me consta que son más los que han tenido que tragar con lo hecho por los suyos y decidir entre arrimarse a la fortaleza del radical o dejar de lado al suyo y sumirse en la miseria del señalado.
Unos y otros, víctimas a fin de cuentas, deberían aprovechar el tirón para lograr un consenso necesario al margen de políticos que sólo pretenden arrimar el ascua a su sardina.
No puede, la sociedad, dejarse llevar por delirios políticos, palabras más altas que otras, de unos pocos que se consideran representantes del pueblo en momentos como los actuales; cuando en su común hacer son representantes de si mismos.
Es el momento en el que deben de dar un paso al frente los que figuran en asociaciones de víctimas del terrorismo; ahora es cuando tienen que hacerse ver, libres del yugo de sus representantes normalmente maleados por los partidos políticos.
Una sociedad, como la nuestra, no puede permitirse el lujo de dejar que los hábitos cainitas vuelvan a dar al traste con una oportunidad como esta.
Este es un país acostumbrado a señalar con el dedo para poder fustigar al de al lado. Quedan lejos las actitudes de otras épocas después de la Guerra Civil y la terrible pos-guerra. Mas la historia es caprichosa y acostumbramos por estos lares a vengarnos a la que tenemos posibilidades. No lo hagamos ahora.
Aquellos que nacimos en el albur de la democracia no podemos comprender la existencia de ETA todos estos años; tan sólo la mirada histórica hacia atrás puede hacernos entender que un día tuvieron el apoyo de muchos y el aplauso de otros. Pero tras la muerte del dictador y la escisión dentro de la banda lo que hicieron en las décadas siguientes no tenía, ya no razón de ser en relación al movimiento original, sino que eran un ataque frontal al ideario en el que ellos mismos se apoyaron cuando nacieron.
Hoy, debemos pensar en que la justicia debe de hacer su labor; tenemos que ser capaces de permitir que uno de los pilares básicos del Estado de Derecho desarrolle sus funciones sin las interferencias interesadas de unos cuantos.
Personalmente me da igual hablar de vencedores o vencidos, pues es una falacia mayúscula. Todos hemos perdido. Y ahora, es el momento de ganar.

miércoles, 19 de octubre de 2011

ENTRE EL PUNTO Y SEGUIDO Y EL PUNTO Y APARTE

La vida es un continuo espacio tiempo en el que suceden muchas cosas; las circunstancias de cada uno hacen que cada vida tenga un color, un olor, un sabor...diferente.
Los días se suceden unos tras otros, con la sola alteración del clima o de situaciones que nos hacen plantearnos nuevas o viejas preguntas sobre el rumbo de las cosas.
Cada decisión que tomamos implica desde a unos pocos hasta la totalidad de una nación, dependiendo del grado de relevancia que cada uno tenga.
Y en medio de todo este transcurrir tranquilo o no, uno debe de decidir cuando va un punto y seguido y cuanto un punto y aparte.
Normalmente, las consecuencias de nuestros actos logran que los punto y seguido sean mucho más habituales, sobre todo porque es importante sostener en el tiempo una línea más o menos continua entre lo que decidimos y hacemos.
Un punto y aparte supone un cambio de rumbo, un paso diferente comienza tras él y no siempre se está preparado para la abrupta ruptura del presente.
Quizá habría que buscar el equilibrio entre el punto y seguido y el punto y aparte con algo tan elemental como el punto y coma; esa forma que tiene el ser humano de seguir haciendo lo mismo pero con un enfoque distinto. No es necesario, para dejar atrás algunos detalles vividos, pasar al otro lado o romper con todo. Basta con ser consecuente con uno mismo y nuestras propias necesidades y plegarse un poco a ello.
Personalmente he construido y destruido mi vida con algún que otro salto de la coma al punto y aparte, y los beneficios de decisiones así son dudosos, cuando no meros charcos a la vera de lo que podría ser un gran río. Aprende uno que los abruptos cambios vienen generalmente sin buscarlos, sin ir a por ellos. Son el resultado de una dialéctica de vida que no siempre termina bien.
Creo en el diálogo, en esa conversación sostenida que ha de mantener el querer con el poder; el desear con la posibilidad; el deseo con la necesidad...la vida con la muerte.

lunes, 17 de octubre de 2011

CUANDO NO SE PUEDE….O NO SE DEBE…

En los últimos tiempos me he fijado en que, cada vez, hay más personas entradas en años (y entradas en más cosas) haciendo deporte. Esto, que es una magnífica noticia, tiene sus matices.
No está mal volveré, después de un tiempo de no hacerlo o sin haberlo hecho nunca, a la práctica del deporte, es de sobra conocido que aporta a nuestro organismo innumerables beneficios.
Lo que sucede es que, con cierta frecuencia, aquellos que, en su día practicamos un deporte en particular, al cabo de unos años pretendemos regresar con la intención de reverdecer viejos tiempos ya ajados en muchos casos. Quienes no dejaron del todo de practicar deporte, no se podrán sentir reflejados aquí.
Somos, yo me incluyo, los que dejamos en su momento aquel deporte que practicamos intensamente, y volvemos al cabo de un tiempo los que ponemos el color y el picante a todo esto.
Pasamos de estar en la grada viendo el espectáculo desde la barrera a decirnos: “yo todavía podría estar ahí”; al día siguiente, animado, ya estás buscando un equipo de veteranos que permita saciar tus ansias de reválida.
El primer día, comienzas a darte cuenta de que las cosas…ya no son como antes, quizá guarden relación, pero no son iguales.
Miras a tus compañeros y te dices “todas las camisetas han encogido”, al cabo de un rato otro colega pasa a tu espalda y te suelta “joder, macho, cómo se notan los chorizos de tu madre, estás redondo”. Y sonríes, qué vas a hacer si te han humillado tan vilmente.
Comienzas a vestirte, tus zapatillas (último modelo comprado el día anterior), te quedan justas, deberías haberlas probado de pie, pero te dolían las piernas y lo hiciste sentado. Te estás poniendo unas rodilleras blancas que no casan ni con esta época ni casi con el deporte. Un deporte que parece haber avanzado sin ti.
Los pantalones cortos que has llevado son del tipo “apretados” y ahora se llevan holgados, así que caminas por la pista como si fueses en bañador corto.
Comienzas a estirar, al fondo de la pista jóvenes de nueva hornada hacen lo propio; tú tratas de alcanzar aquellas cotas que tenías; abrirte de piernas bajando la cabeza entre ellas y un tirón en la espalda, es todo uno. Miras al frente y sonríen, ellos alcanzan con las dos manos… quince minutos de estiramientos ¡quince! Y ya necesitas ir a beber…
Y comienzas a entrenar; veteranos contra noveles; con suerte tienes recursos que ellos todavía no han alcanzado y que te permiten salir airoso de alguna situación, pero… “¡como corren!”. Pasan a tu lado animándote y con cara de perdonarte la vida, mientras tú tratas de hinchar pecho mientras contienes la respiración por el esfuerzo hecho. Resulta imposible para ti hablar y respirar sin que se note que estás para el arrastre. En cuanto puedas sueltas: “a tus años yo…” ¿a tus años? Qué triste…
De pronto, en un ataque de ímpetu, te abalanzas sobre la portería/canasta/red y… te caes aparatosamente; algo que antes suponía una pronta incorporación supone ahora al menos una parada de diez minutos. Te tocas como si te faltase algo, uno de los jóvenes se acerca, lo que supone un acicate para levantarte como una flecha, todavía sudoroso por la vergüenza y el esfuerzo.
Y así, entre trasnochados intentos por volver a ser el que eras, transcurre el tiempo, y te vas a la ducha. Miras a los otros veteranos, ojos hinchados, lenguas fuera, mandíbulas desencajadas, miradas perdidas…buen humor… frases del tipo: “no estamos tan mal” “los de ahora sólo corren” ¿sólo? ¿Nada más?, ¡¡coño, si nosotros casi ni caminamos!!
Tras la humillación recibida llegan las cañas del final, y ahí sí que nos crecemos delante de los jóvenes, y no por lo que bebamos pues ellos se beben el agua de los tiestos; sino porte todos tenemos trabajo, sueldo…pasta.
Al llegar a tu casa, tras unas risas con los amigos y las cañas, tu mujer o pareja te pregunta: “qué tal ha ido”, ya lo hace con una leve sonrisa en la cara; “bien, muy bien” mientes y entras en la habitación para “estirar un poco”
Al día siguiente te despiertas con la misma ropa, te dormiste encima de la cama y ella ha decidido que duermas sin más…
Lo mío es el balonmano, un deporte que implica a casi todos los grupos musculares del cuerpo y que supone un serio esfuerzo a ciertas edades. Así no es infrecuente ver tristes intentos de “tiros en suspensión”… ¿suspensión?, diez centímetros como mucho de salto. Aquí, cuando no tienes fuelle se nota mucho, pues te pasan como aviones y tiendes a caerte en situaciones que veinte años antes habrías solucionado con facilidad.
Sí que hay algo que no cambia: el espíritu competitivo, esa “enfermedad” que hace que te duela perder ante rivales que, tal vez, de joven ganabas con facilidad y que ahora, al albur de los años te superan por recursos…por recursos físicos.
A veces lo que no puede ser no es, pero…quién dijo miedo

jueves, 6 de octubre de 2011

QUIERO PERDERME EN TI

Quiero recorrerte un ratito cada día, pasear la yema de mis dedos por tu piel y marcar en mi cerebro un mapa de tu cuerpo. Necesito percibir los leves cambios de temperatura que se producen en mi cuerpo cada vez que tu piel roza la mía.
Será una excursión maravillosa en una búsqueda permanente para encontrar los lugares donde hacer de tus sensaciones un maravilloso mundo en el que quieras quedarte sin dudar.
Quiero perderme en tu interior, ese lugar mágico lleno de sueños y realidades en el que poder encontrar un lugar privilegiado para observarte, verte, sentirte.
No me importa entrar y dejar la llave por fuera, pues no pretendo salir sino quedarme. No sé si para ser guardián de tu corazón; si para explorador de tus pensamientos; o simplemente para vivir, pero quiero perderme y quiero hacerlo en ti.

SI DE VERDAD QUIEREN AHORRAR

Andan los políticos de nuestro país, los economistas, las amas de casa, los curas y hasta el moro Muza dando soluciones a la crisis, enseñándonos el camino adecuado etc.
Unos hablan de congelar sueldos, de privatizar servicios, de subir impuestos, etc. Y hay soluciones que se antojan más sencillas. Tan sólo se trata de avanzar en la modernización de un país que en algunos niveles y administraciones se han quedado obsoleta.
Tenemos más de 8100 municipios en nuestro país, al menos un 25% son susceptibles de ser integrados en otros mayores, pues no tienen suficiente entidad ni para llamarse pueblos. Se mantienen como concejos por el mero interés electoralista de los partidos que más beneficiados salen de esto. Los dos mayoritarios, cuando hablamos a nivel nacional y algunos nacionalistas cuando se trata lo regional.
Las cuentas son relativamente fáciles, si eliminamos un 25% de los municipios, hablaríamos de 2000 menos, si cada uno de ellos supusiese un ahorro (sin lanzarme a la piscina) de 2 millones de euros en gastos, hablaríamos de un ahorro de 4000 millones de euros al año. Dinero más que suficiente como para garantizar una educación de calidad…por poner un ejemplo.
La eliminación del Senado supondría otro pico importante de ahorro por parte del Estado…entonces ¿por qué no lo hacen? Pues porque eso terminaría con la carrera política de muchos de los que han hecho de la política su modus vivendi.
Cabría plantearse además una verdadera revolución en la política en forma de exigir que todos los políticos fuesen profesionales, que cobrasen como tales y que, por tanto respondiesen con su patrimonio de las decisiones lesivas que tomasen; tal y como hacen los médicos que tienen un seguro que les cubre su responsabilidad civil.
Se puede ahorrar, claro está, pero para ello hay que querer…

20 N, ALGO MÁS QUE UNAS ELECCIONES GENERALES

Está próxima la apertura oficial de la campaña electoral previa a las elecciones que celebraremos el 20 de noviembre de este año y no son un asunto baladí. No se trata de elegir entre un candidato u otro, sino de algo mucho más profundo: decidir el modelo de Estado que queremos para el futuro.
Un candidato representa políticas que encaminarán el Estado hacia el liberalismo estricto; se tratará de un avance en las privatizaciones de las empresas públicas que queden o de los servicios básicos tales como educación y sanidad.
El otro candidato debería llevar consigo políticas encaminadas a mantener y sostener el Estado de bienestar en el cual vivimos, los derechos sociales, las prestaciones…pero nada de ello será gratis, sino a costa de pagar más impuestos.
Hay muchas más diferencias entre unas políticas y otras, como podría ser el que uno representa el modelo de economía que ha fracasado en occidente, un liberalismo que ha abocado al mundo a la mayor crisis económica conocida; el otro representa la “aparente” ineficacia en la respuesta a los problemas derivados de esa crisis...etc.
Somos los ciudadanos quienes deberíamos hacer una reflexión profunda sobre qué queremos a corto plazo y que a largo plazo. La inmediatez del momento y de los estilos de vida que se llevan en la actualidad pueden empujarnos a agarrarnos al primero que nos ofrezca “soluciones maravillosas” a corto plazo. Convendría cerciorarse de que la elección es la adecuada y que no implique una renuncia de facto al modo de vida que conocemos.
Debemos decidir si nuestros hijos tendrán derecho a una educación gratuita o que se garantice, al menos, el libre acceso a los estudios. No vayamos a toparnos de frente con un sistema que beneficie al que más tiene. ¿Queremos una sanidad de pago, o queremos seguir teniéndola como hasta ahora?, a esta pregunta también se da respuesta el próximo 20N, pues decidimos entre encaminarnos hacia el co-pago o mantener las cosas como hasta ahora. Y no se trata de que una opción sea mejor que la otra, se trata de que unos prometan bajada de impuestos, lo cual nos llevará, de forma indefectible hacia la privatización; la otra opción es pagar más impuestos, la única manera conocida y efectiva de sostener el Estado de bienestar. Somos un país que se caracteriza por aplaudir al que desfalca, al que “se va de rositas” sin pagar sus impuestos; y también admiramos la calidad de un Estado como Suecia y sus derechos… Derechos que tienen gracias a la recaudación de impuestos que revierten sobre la ciudadanía.
Así pues deberíamos plantearnos qué tipo de país queremos tener, más allá de las caras que se presentan.

lunes, 26 de septiembre de 2011

NOS FALTAN ICONOS

Vivimos tiempos de muchas revueltas sociales en diversas partes del planeta. Pequeñas revoluciones que obedecen a diferentes patrones sociales que muchos pretenden entrelazar de alguna manera. Nada tienen que ver las revueltas sociales en países como Túnez con Libia, y mucho menos en Yemen con Palestina. Si ya lo que se pretende es interrelacionar, de alguna manera, los cambios en el mundo musulmán con aquellos que pueden querer darse entre los Persas de Irán, ya vamos de mal en peor.
En Europa las revueltas son mucho menos violentas, a Dios gracias, que en aquellos lugares mencionados, pues aquí estamos más acostumbrados a que nos la metan con vaselina por todos lados. Sonriendo, como es común en la multitud de pequeños dictadores y tecnócratas que socaban la voluntad del mundo occidental desde posiciones periféricas.
El control de las materias primas está en manos de países cuyo ratio democrático se aleja del mínimo soportable por nuestras naciones; sin embargo sonreímos ante los poderosos…no nos queda otra. E incluso aplaudimos sus decisiones, dejando de lado las continuas vulneraciones que hacen de cualquier tratado humanista que puedan haber firmado o que tenga vigencia.
En estas, mal llamadas, “revoluciones modernas” faltan, sobre todo, iconos. Personas que soporten sobre sus hombros el peso de las decisiones a tomar; voces que tengan la elocuencia suficiente como para sumar a su causas a un gran número de acólitos que, esta vez sí, logren de los poderosos un cambio de gestión y no una mera sonrisa de cara a la galería.
No existe una figura, un partido político, una corriente de pensamiento… algo o alguien capaz de aglutinar bajo un nombre o unas siglas, el descontento real que existe en occidente.
Si, como sociedad, somos capaces de lograr que aparezca alguien así, habremos ganado la primera batalla. El movimiento obrero que comenzó a socavar el poder de la Unión Soviética no tendría recorrido de no haber sido por la figura de Lech Walesa y su sindicato Solidaridad.
Nos sobran voceros, y nos faltan líderes. De momento parece que vamos logrando la voluntad de hacer algo…demos el siguiente paso.

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿ERRORES JUDICIALES, MALA PRAXIS O SIMPLE DEJADEZ?

Una noche de estío del mes de agosto la Guardia Civil me reclama en la recepción del hotel donde estoy alojado a las ocho de la mañana. Solicita de mi persona la dirección postal, sin más explicación que mi relación con un Procedimiento Abreviado en otra provincia. Accedo sin el menor problema, pues siempre he confiado en el buen hacer de la Benemérita.
Sin más explicación me quedo en albis en un mes inhábil judicialmente hablando. Casi un mes más tarde, un viernes para más inri, me dejan una citación en mi buzón para que acuda a recoger una resolución judicial y entregar mi carnet de conducir. Sin saber a qué venía entro en la página de la DGT donde mi carnet figura con 14 puntos, como es normal en alguien que lleva 21 años conduciendo sin problemas. El fin de semana fue glorioso como uno puede imaginar.
Acudo este lunes al juzgado nervioso por lo que era un proceso que yo no entendía y la funcionaria de turno me cuenta que se requiere mi carnet por un período de cuatro años, cuatro. Le explico mi situación y tras una simple llamada telefónica al juzgado de la provincia que me reclamaba da como resultado que sí, efectivamente el juzgado se llama como yo pero, su DNI no coincide, así como otros datos. La diligente funcionaria me despide con una disculpa y una sonrisa.
Uno no puede más que preguntarse si en pleno S.XXI, es tan difícil averiguar si una dirección y un nombre coinciden de manera efectiva con la persona a la que se acusa. Cómo es posible que dos miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado sean tan ineptos como para no cerciorarse de la veracidad de la identidad de quien están de alguna manera acusando. Cómo puede haber un error de este calado a estas alturas de la película. No es de extrañar que muchos piensen en la Ley de Talión antes situaciones similares. Este ha sido un caso más de los muchos errores judiciales que fastidian la vida a las personas que cumplen con sus obligaciones civiles y laborales. Quién resarce ahora el más de un mes de incertidumbre, quién se responsabiliza en realidad de un error que debería, cuando menos, suponer una falta grave para el funcionario responsable. Acudir a la justicia para enfrentarse a la propia justicia es un riesgo que para bolsillos vacíos como los actuales no son fáciles de asumir; nos queda pues el derecho al pataleo y el poder criticar el lamentable estado de la Justicia en España. Una justicia que se supone pilar básico del Estado y que últimamente deja bastante que desear.

jueves, 15 de septiembre de 2011

DIEZ AÑOS DE UN PUNTO Y APARTE

Este pasado día 11 de septiembre se cumplieron diez años de una fecha macabra que marcó un punto y aparte en occidente. Una fecha que cambió el orden establecido.
En apenas una mañana la nación más segura del mundo se convirtió en un flan, en un país asustado por su inmensa fragilidad. La seguridad que tenían de la defensa de los dos océanos que les flanqueaban se fue por la triste alcantarilla ante la decisión suicida de unos locos que creían poder vengar las afrentas, no pocas, de los Estados Unidos, en el mundo.
Todos quedamos aquella mañana hipnotizados por las trágicas imágenes que veíamos a través de la pantalla. Ninguno fuimos conscientes de la muerte de las casi 3000 personas que murieron aquella mañana, sólo la espectacularidad de las imágenes y que fuese en Nueva York, nos sacó verdaderamente de nuestro día a día. De haber sido en algún país de Africa, nadie hubiese mirado más allá de diez minutos.
Se ha escrito mucho de la tragedia humana, de dolor y la desesperación de los que se fueron y los que quedaron. Cabe también pensar que el mundo cambió desde entonces, y mucho.
El punto y aparte se produce en el mismo instante en que los Estados Unidos deciden buscar desesperadamente un rival, alguien a quien bombardear, de acuerdo con su propia idiosincrasia como país que se cree defensor de la verdad.
Hasta esa fecha la USA se había comportado de forma sibilina, quitando y poniendo gobiernos a su antojo, más o menos bajo cubierta. De forma oscura. De pronto se vio abocado a ir de frente, a atacar a todos aquellos países que pudiesen tener terroristas en tu interior, sin caer en la cuenta de que los mayores terroristas del mundo han salido de sus propias fronteras o se han formado en ellas.
Desde septiembre de 2001 occidente ha bombardeado Afganistán, para gastar una cantidad ingente de dinero, dejar un país más destrozado de lo que ya estaba y no conseguir instaurar una forma de gobierno, la democracia, en la que aquella sociedad no cree. Hemos derrocado un régimen, el de Irak, para destruir una sociedad y no conseguir nada más que contratos lucrativos para la reconstrucción del país que hemos destruido, etc.
Occidente ha perdido el paso frente a otros que han sabido situarse en nuestro lugar, como China, como India, como Rusia… Y nosotros ¿cómo somos nosotros diez años después?
Me atrevería a decir que más desconfiados, que hemos pasado de ver al musulmán como otra forma de cultura, a verlo como el personaje a evitar. Nos hemos vuelto más introvertidos culturalmente hablando, cerrando las puertas, en cierto modo, a culturas que siempre tendrán mucho que aportar…
En lo personal sólo ha cambiado mi percepción de la política internacional, he descubierto los oscuros intereses de las corporaciones que controlan verdaderamente el mundo. Ahora estamos con la crisis que también controlan esas corporaciones que clasifican a un país de una manera u otra para conquistarlos luego. Antes de hacía a las bravas, con armas y ahora con dinero y compra de bonos.
El mundo cambió aquel 11 de septiembre, lamentablemente no para mejor, sino para todo lo contrario. USA se ha ido convirtiendo en una gigantesca isla aislada cada vez más, viviendo su propia sociedad cada vez más alejada de las demás. Europa vive entre la incertidumbre del olvido real y del forzado por una crisis que hace temblar los pilares de la sociedad misma. Los países musulmanes viven una ola de cambio que algunos quieren atribuir al interés por cambiar su forma de vida por formas similares a las democracias europeas… y nada más lejos de la realidad.
Si, aquel día fue un punto y aparte…

sábado, 10 de septiembre de 2011

TE HE MIRADO

Esta noche te he mirado mientras la luna se alzaba en el horizonte; quise acercarme a tu vera y contemplar cómo el compás de tu respiración marca el latido de mi corazón.
Te he mirado con los ojos claros, el corazón abierto y la mente despierta. Y me he sentido cómodo, feliz, lleno.
Quizá la felicidad sea ese instante efímero que transcurre cuando estás a mi lado, pues te aseguro que soy menos feliz cuando tú no estás conmigo.
Te he mirado y has sonreído, seguramente ha sido un acto reflejo de tu cuerpo inerte y descansado, pero ha supuesto para mí la confirmación de un sentimiento, de una ilusión.
Te he mirado ya muchas veces, incluso cuando sabía que no estabas, y ha sido en esos precisos instantes cuando más fuerte ha sido tu presencia.
Te he mirado...y sigo haciéndolo.

QUÉ ES EL FUTURO

Siempre he pensado que el futuro es aquello que nos labramos en el presente; lo que está por venir siempre será consecuencia de nuestros actos presentes, de lo que estemos haciendo ahora y en este preciso instante.
Ya sé que hay imponderables que pueden modificar cualquiera acontecimientos venidero, mas en los sustancial, no debería ser así.
Si uno estudia y cree que puede ser médico, hay muchas posibilidades de que lo sea, otra cosa es que pueda ejercer la medicina, donde los imponderables los controlan otros.
El futuro también es, para mí, una manera de asomarme a mi presente con cierta tranquilidad, por un lado puedo imaginar que algo será mejor si en este instante no lo es; por otro me ayuda a mirar al horizonte.
Hay quien tiene la mirada corta y el paso firme, cómo hacía la Guardia Civil en los años de post-guerra, normalmente esa manera de pensar hace que las personas vivan el presente sin expectativas, sin contemplar la mera posibilidad de que hay algo más allá del ya.
El futuro también es un asidero al que sujetarme cuando vienen mal dadas y tanto el pasado como el presente me abruman. Me permite escapar a un plano diferente donde las cosas pueden ser cómo yo quiera. Dado que el futuro no es tangible en términos absolutos, permite divagaciones más o menos acertadas sobre la realidad que puede llegar a ser. Y ahí uno puede encontrar acomodo a cualquier tragedia de la vida.
El futuro también representa el espacio donde mi hija va a crecer. Será ese espacio de tiempo que ella ayudará a construir, y en el tiempo que me toque compartirlo con ella, confío en que sea divertido, interesante y, sobre todo, beneficioso para ella.
Quizá hablar de futuro es hablar de la utopía de la vida, no lo sé, pero el futuro todavía no está escrito y, por tanto, puede ser cómo mi imaginación quiera..

¿QUÉ ESTAMOS DISPUESTOS A CAMBIAR?

Vivimos tiempos complejos, en los que la desesperanza es para muchos el único universo posible. Estamos en una coyuntura económica y sociológica que está a punto de derrumbar los pilares de una forma de vida, la capitalista – occidental, y para la que la mayoría parece no querer hacerse eco.
Hemos dilapidado buena parte de nuestros recursos en mantener un estilo de vida que se veía abocado al fracaso desde los acuerdos de Bretton Woods. Occidente ha vivido desde entonces en una espiral consumista sin parangón en la historia de la humanidad.
Hemos comprado lo que no necesitábamos, llenado nuestras casas de multitud de útiles inútiles para nuestra vida diaria, esquilmamos los recursos naturales, hacemos del gasto el bastión de nuestra sociedad, para llegar a este instante y no ver más futuro que aquel que pretenden imponernos, los mismos que nos han arrastrado a donde estamos. De locos.
Deberíamos reflexionar sobre nuestro modo de vida y plantearnos respuestas a esta pregunta ¿qué estamos dispuestos a cambiar? Está por ver hasta que punto la sociedad occidental es capaz de cambiar los cánones establecidos. Está por ver quien es el primer transgresor de lo estipulado.
Haciendo un mínimo cálculo podríamos sentarnos y apartar en casa aquellas cosas que tenemos y no usamos; aquellas que hemos usado muy poco y las que sólo nos son útiles una o dos veces por semana. Una vez hecho esto, sumemos y calculemos el monto de todo ello. ¿cuál sería la conclusión? Pues que si hubiésemos destinado todo ese gasto innecesario a mejorar nuestro desarrollo como raza nos iría mucho mejor.
Tendríamos que replantearnos el papel de nuestros dirigentes, para que gobiernen en función de nuestras propias necesidades, y no que, cómo hasta ahora, gobiernen para imponernos una serie de necesidades que no tenemos.
Sería interesante avanzar en una forma de gobierno, la democracia, que se ha estancado. Es obvio que cualquier democracia será mejor que la mejor de las dictaduras pero... acaso no se ha quedado obsoleta. ¿Estamos representados realmente en las democracias? En realidad ¿a Quien representan?... cambiémoslas.

sábado, 3 de septiembre de 2011

SI ESTUVIESES AQUÍ

Trataría de enseñarte lo hermoso que es esta vida que me ha tocado vivir. Buscaría todos los olores para que también tu olfato te hiciese llegar esa sensación tan agradable que supone el aroma que nos gusta.
Si estuvieses aquí forjaría todavía más aquella amistad que iniciamos hace más de treinta años y que apenas pudo traspasar la barrera del primer secreto.
Si estuvieses aquí te buscaría cada día para conversar contigo, para pedir tu opinión, para recabar tu apoyo, para discutir aquello en lo que pensásemos de forma diferente, pues en ello radica tu importancia.
Si estuvieses aquí seguramente mi vida sería diferente, incluso todo el itinerario que me ha traído hasta aquí lo sería…o no; de lo que no me cabe duda, es de que, hubiese sido muchísimo más amena.
Sucede que en la pérdida está el reconocimiento a lo vivido; el umbral de la ausencia llena de bruma el presente, si estuvieses aquí, no habría más que sol y buen tiempo.
A los ausentes…

jueves, 1 de septiembre de 2011

¿QUE SUCEDERÍA SI…?

¿Qué sucedería si el hemisferio sur tuviese, de pronto, la preponderancia del hemisferio norte?
¿Cómo sería la sociedad en la que vivimos sin la presencia de la moral religiosa?
¿Sería posible vivir en un mundo donde la igualdad fuese real entre hombres y mujeres? Si la respuesta es afirmativa ¿por qué no se produce todavía?, si la respuesta es negativa ¿Dónde está la diferencia?
¿Cómo responderíamos si fuésemos invadidos por un país con unas tradiciones diferentes, por ejemplo, musulmanes, y nos impusiesen su modo de vida? ¿Qué nos hace mejores a nosotros para tratar de imponerlo allá por dónde vamos?
¿Qué sucedería en nuestro país si tras las próximas elecciones de noviembre, y pasado un tiempo, las cosas siguen igual? ¿Sería culpa del Gobierno entonces? ¿Acudiríamos a la demagogia individual para justificar lo imposible?
¿Qué sucedería si descubriésemos, de manera fortuita, que el amor de nuestras vidas, es fuera de casa un psicópata?
Normalmente tendemos a observar el mundo que nos rodea y a vivir nuestro presente desde la perspectiva de tener la razón. Esa forma tan occidental de ver el mundo desde lo que creemos la atalaya de la razón. ¿Qué sucedería si no fuese así?
Heisenberg con su Principio de Incertidumbre dio un vuelco absoluto a la percepción posible de las realidades individuales y colectivas. La Antropología Social nos descubre que el etnocentrismo es la forma que tienen las diferentes sociedades de imponer a las demás su modo de ver las cosas.
Nada es inamovible, excepto la muerte pues nadie nos ha demostrado la existencia de una vida ulterior. Podemos y debemos asirnos a las verdades que damos por válidas, pues es la única manera de tener seguridad en nuestras decisiones; pero no debemos creer que nuestras razones son las razones verdaderas. Otras sociedades, más arcaicas o más modernas, ven el mundo desde su óptica… y para ellos no sólo es buena, sino la correcta.
¿Qué sucedería entonces, si un día observándonos al espejo, descubrimos que no somos la persona que creíamos ser?...

lunes, 29 de agosto de 2011

QUIERO PARAR EL TIEMPO

¡Demasiado rápido! Todo va demasiado rápido. A esta velocidad, la vida se irá antes de comenzar a vivirla. No quiero atormentarme con la posibilidad de perder cada instante preciso y precioso en nimiedades absurdas.
Quiero parar el tiempo para disfrutar de las muchas maravillas que nos rodean. Enseñarle a mi hija los olores del mundo, descubrir con ella y para ella el tacto de la naturaleza, el sabor de la vida…
Tomemos un respiro, contengamos la respiración el tiempo necesario para no ahogarnos, pero también para ser capaces de percibir por los sentidos todo aquello que nos perdemos en el afán de avanzar.
Nuestros hijos crecen rápido y se pierden casi todo. No huelen, no saborean; tan sólo respiran y comen; nuestros hijos se están perdiendo un parte imprescindible de la vida misma, la percepción.
Quiero parar el tiempo, no para no envejecer, las arrugas forman parte de los arañazos del tiempo, son el recuerdo plausible de que hemos vivido.
Quiero parar el tiempo para volver acercarme a ti, de quien me he alejado de forma consciente o inconsciente; y revertir esa situación. Cualquier malentendido cambiar su perspectiva con el devenir del tiempo, y si no lo hace es que no hemos avanzado nada.
Quiero detener la constante marcha del reloj para quedarme un poco más, para poder ver cómo el ser humano es capaz de salir de su propio lodazal, ése al que se encamina sin remedio.
Quiero parar el tiempo, porque sé que es imposible. Y las utopías son un bien necesario en este mundo tan cargado de realismo ficticio.
Quiero parar el tiempo…

ARENAS DE SOLEDAD

Vivimos el mundo de la prisa, del aquí, del ahora, del ayer… la sociedad avanza a pasos agigantados sin saber, o al menos a mí me lo parece, en qué dirección.
En un mundo transversal como el actual, donde lo que sucede en un lugar tan remoto, para nosotros, como Vanuatu, puede ser relevante al minuto siguiente vía internet, cabría hacer una breve pausa, tomarnos un respiro y calcular qué hacer, hacia dónde ir, por qué caminar…
El estrés es la enfermedad más mortal del siglo XXI, causa un número incesante de bajas, de depresiones, etc. Y más en un momento como el actual, donde la angustia financiera atañe a más personas de las que sería habitual.
Combatimos esta dependencia informativa, personal, social como buenamente podemos. Algunos se arriman a cualquier árbol que pueda cobijar su malestar, otros recurren a fármacos que terminan por ser un problema añadido. Se ven terapias por doquier, unas con más voluntad que otras, todo es cierto.
Creo, y también es una mera opinión, que lo mejor que podríamos hacer en estos casos es recurrir a los pequeños espacios de refugio personal, esos recodos que tenemos en nuestras vidas, en nuestras casas, en nuestros lugares de vida… son pequeños granos de arena en medio de un océano turbulento. Sin embargo, estos granos terminan formando arenas de soledad, lugares de reposo tranquilo en el que ordenar nuestros pensamientos con el fin de dar una mejor continuidad a nuestras vidas.
Puede parecer imposible decirle a alguien con depresión o estrés que se aísle pero… si nos detenemos a pensar en las causas de su tormento encontraríamos siempre demasiadas personas a su alrededor, exceso de ruido… por ello nada mejor que esas arenas de soledad donde lo aparentemente imprescindible se convierte en prescindible.
Para retirarse a una de estas playas es preciso tener el hábito de desconectar, tomarse la molestia de, en el transcurso de las 24 horas que dura el día, dedicar un tiempo indeterminado a nosotros mismos…
Arenas de soledad…

jueves, 25 de agosto de 2011

¿QUERRÍAS GUARDARME LAS LLAVES?

Desde que he sabido de ti lo vengo mascullando en mi cabeza, le doy una y otra vez vueltas a esta posibilidad que quiero plantearte, y al final, aún a riesgo de que no salga bien, quiero que me guardes las llaves.
No son unas llaves cualquiera las que te ofrezco,no; son las llaves de mi corazón, ese que quiero que un día cierres definitivamente por dentro. Las llaves son además la única manera de salir de ese lugar tan preciado para mí que es mi mente. Tuyos son mis pensamientos, tuyos también mis deseos, cómo no voy a querer que tengas tú las llaves...
Tan sólo quiero pedirte que no conviertas el encierro en esclavitud, que si necesitas abrir la puerta para respirar lo hagas, y yo lo preciso, al menos déjame una rendija donde arrimar mi boca cuando el pesado aire no me alcance...
No he sido persona de poner puertas al campo, de intentar acotar los sentimientos, tan sólo es una manera figurada de decir que estoy aquí.
Si, ya lo sé; ya sé que no se debe cerrar aquello que no quieres que se escape; nada hay más peligroso que una puerta cerrada a tu espalda, para que los resortes de tu interior te lleven a traspasarla en cuanto puedas... mas estas son llaves para cerraduras que resisten mucho pero no todo; que dan abrigo y no agobian; que transmiten sosiego y no inquietud...así que...¿querrías guardarme las llaves?

LA PERCEPCION DE UNO MISMO

A riesgo de parecer egocéntricos siempre he creído que las personas deberían tener una percepción de uno mismo lo más grata posible. Sucede que la sociedad está envilecida por los desagravios continuos que uno ve, ya no sólo en los programas de corazón, sino en todo lo que nos rodea.
En esta sociedad occidental donde los estereotipos se imponen de una manera tan absoluta, corremos el riesgo que terminar actuando como meros robots al servicio de las diferentes industrias; industrias que se jactan de ser capaces de generar no pocos hábitos y estilos de vida.
La depresión, ese mal que afecta a más de la mitad de la población occidental en algún momento de su vida, viene (en muchas ocasiones) generado por la percepción que tienes los demás de nosotros y la importancia que damos a esas opiniones.
Cuando alguien se opone o rompe con lo marcado y los que marcan no pueden reducir esta actitud, se dice que marca tendencias o, en la mayoría de los casos, que es un excluido, un raro.
Los acontecimientos que siembran nuestras vidas, en forma de nacimiento de hijos, bodas, separaciones, ilusiones, desilusiones, aciertos, errores...modelan el todo que somos y pese a ello, nos empeñamos en parecer lo que no somos. Y lo hacemos porque la percepción de uno mismo que tenemos nos parece lejana de la que “ellos dicen” debe ser.
Cabría preguntarse qué queda de muchos cuando quitas la pátina de apariencia que les cubre, dónde situaríamos entonces su valoración personal.
No hace falta ser egocéntrico, ni narcisista para valorarse; tan sólo es preciso hacerlo con independencia, sin tener en cuenta las opiniones de los demás, nin los gustos.
Cuando vemos a una mujer o un hombre por la calle vestido de forma inverosímil tendemos a caer en la “gilipollez” y criticar sin más; ¿por qué lo hacemos? Pues porque nos sentimos fuertes en medio del rebaño que cualquier pastor desconocido guía. En una cadena de montaje de uniformes azules, uno rojo en medio tan sólo es diferente, no necesariamente hace las cosas mal; pero lo vamos a criticar por el mero hecho de no ir igual. De cómo se vea ese individuo a sí mismo va a depender que se doble y cambie, o que se mantenga firme y...cree tendencias o sea excluido.

lunes, 22 de agosto de 2011

TAN SÓLO ES AMOR

Cuando nos acercamos sentimos la necesidad de estar a su lado; cuando no estamos cerca, añoramos el contacto con él. Es en los momentos de ternura y sensibilidad a flor de piel cuando somos plenamente conscientes de que está ahí, de que existe, de que lo podemos disfrutar.
Y nada nos asoma tanto al precipicio como la fuerza del amor, nada nos aflige tanto como su pérdida en un momento dado.
Tan sólo es amor, una palabra de cuatro letras; palabra corta de significado infinito y extenso.
El amor mueve al mundo, en todos y cada uno de los reinos; el amor provoca las mayores batallas; el amor lleva al delirio, a la pérdida de todo control humano y animal...el amor...
Por amor uno sería capaz de escalar montañas imposibles; por amor, cualquier clase de amor, ya merece la pena vivir.
Sí, sólo es amor, pero... qué intenso es sentirlo, qué hermoso es vivirlo, que duro es perderlo, que terrible es no encontrarlo....tan sólo es amor.