LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

martes, 30 de noviembre de 2010

PASOS...

Dice el Tao que todo camino comienza con el primer paso, algo que inmortalizó Machado con su: “caminante no hay camino, se hace camino al andar...”. Y eso, dar pasos, es lo que ha ido forjando el sendero por donde transita la vida de cada uno de nosotros. Caminantes errantes de un futuro incierto al que nos aproximamos doblando esquinas, acelerando en las rectas y tomando impulso para saltar los frecuentes baches que pretenden cercenar nuestra existencia.
Para muchos el primer paso en cualquier dirección es el más difícil, no son pocos los anclados a una roca imaginaria que les impide avanzar, para ellos el camino no es más que una utopía. Otros avanzan por el camino con paso firme, aplastando a su paso cualquier brote que pueda entorpecer su decidido caminar; suele ocurrir con estos caminantes que su camino es tan rápido como fugaz, apenas pueden percibir a su paso la belleza de su entorno. Son visitantes ciegos de una película multicolor.
Quiero y pretendo estar entre los que avanzan observando, percibiendo a través de los sentidos las sensaciones que me inciten a dar pasos largos o cortos; quiero avanzar sí, pero disfrutando de cada instante. Prestando atención a las afiladas espinas que quieren ralentizar mi avance, para poder esquivarlas al superar un collado; debo dejarme llevar por las suaves veredas que encontramos en la vida cuando vienen bien dadas, cuando en el largo peregrinar compartes pasos y vivencias con quien se ha unido a ti sin pedir nada a cambio, tan sólo para hacerte compañía.
Siempre he pensado que pasear no es caminar, que pretender avanzar por la vida sin un objetivo solo te lleva a perder el tiempo. Disfrutar de un paseo es algo que debes hacer siempre y cuando el camino esté medio recorrido. Incluso si has decidido que es otro el sendero que quieres explorar...
Pasos...

Lujuria

Me enseñaron de pequeño que la lujuria era el primero de los pecados capitales; y me lo enseñaron cuando no sabía discernir un muslo de un glúteo... con los años uno va comprendiendo en qué consiste un pecado tan grave como este y termina convirtiéndose en un pecador empedernido.
Si uno se enamora de otro, si disfruta del sexo con su pareja y no tiene la lujuria como una máxima, entonces se está perdiendo mucho por el camino.
Sin embargo, un análisis más detenido de la lujuria en el contexto social, demuestra que este es uno de esos pecados en los que la sociedad frecuentemente cae. Atrás quedan los tiempos en los que tocarse era un sacrilegio, en los que descubrir al otro no estaba dentro de la moral...Hoy, sigue sin estarlo, pero todos sabemos que existe una doble moral establecida que logra eclipsar este irreverente pecado.
No deja de sorprender, sin embargo, quienes en pleno siglo XXI todavía confunden el término y creen que la lujuria es un exceso de lujo...de todo hay en la vida.
Personalmente mi mayor ambición es tener que realizar un acto de contrición imposible por cometer muchos actos lujuriosos.
Lujuria...

AVARICIA

Este es quizá el pecado, de los siete Capitales que nos enseñaron de niños, que más se ha extendido a lo largo y ancho de este mundo. No hay más que darse una vuelta por los lugares de culto. Son estos verdaderos estandartes de la opulencia, de las ganas de tener más, de la avaricia en su más alta cota.
Los zapatos de Prada del Papa católico son una muestra de la avaricia, y de la soberbia, que ha caracterizado al ser humano desde siempre.
Somos seres sociales que ambicionamos tener más cada día, porque así nos lo ha enseñado un sistema económico que dignifica al que más tiene sobre el que tiene menos...
Los avaros, aquellos personajes de cuentos infantiles que ambicionaban quedarse con lo de todos, llenan cada día los titulares de la prensa económica, gobiernan dictaduras donde ambicionan todo... Avaro también es quien ambiciona reclutar para su causa el mayor número de almas, quien a través de doctrinas seudo – religiosas pretenden unir a su causa, por absurda que pueda ser, a cuantos más mejor.
Ha sido, a mi entender, la avaricia del ser humano uno de los principales impulsores de los avances que se han desarrollado a lo largo de los siglos. La avaricia de las naciones para poseer el mayor número de armas, de genios, de trabajadores, de dinero... sí, definitivamente la avaricia ha movido siempre al mundo.
Claro que hay personas que no son avaras, que no pretenden tener más que lo necesario para vivir, para tener una comunión consigo mismos con quienes les rodean...lamentablemente ellos no rigen el devenir de las sociedades...
Avaricia...

Gula

Este es uno de esos pecados que insultan la inteligencia del ser humano, un pecado que rara vez podrán cometer quienes afligen su estómago, no por fe, sino por falta de alimento que llevarse a la boca.
Siempre he creído que la Gula es un pecado de los que más tienen, aquellos que cometen excesos en su alimentación por lo mucho que tienen para llevarse a la boca.
Nos han pretendido vender que también puede ser gula el comer en exceso cuando se tiene qué, sin reparar que existe la posibilidad de que la necesidad de comer de manera alocada obedece al instinto de supervivencia de quien no come de manera habitual...
Yo he pecado por gula muchas veces, mi afición al chocolate es atávica, va más allá de mi capacidad para decir que no. He dejado de fumar, no bebo, etc. Pero comer chocolate, aún con exceso, es uno de los mayores placeres que me permito y me da igual si es gula o indigestión...
Gula...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA OTRA REALIDAD DE LA CRISIS

Con la que está cayendo, económicamente hablando, en este país, parece mentira que muchos tengan una visión tan superflua de la misma. Parece que el problema de este país se llama José Luis Rodríguez Zapatero, y muchos que escuchan esto comulgan con ruedas de molino.
Alguien en su sano juicio puede creerse que el problema es éste, seguramente que a nadie se le ocurre pensar que los empresarios no iban a tragar así como así. El problema es mucho más profundo y afecta a demasiados sectores.
Para comenzar habría que matizar hasta dónde llega el poder del Presidente de una nación, España, con 17 gobiernos autonómicos; el resultado de esta simple apreciación nos dice que el Gobierno controla el 30% de presupuesto del Estado, o lo que es lo mismo menos de un tercio. El resto lo gestionan las Autonomías, por lo que habría que pedir responsabilidades a los 18 presidentes y no sólo a uno.
La otra realidad es que en España hemos pasado en apenas cincuenta años de una Dictadura donde pocos vivían bien, a una democracia que instauró un Estado de Bienestar del que todos nos beneficiamos y que nadie se preguntó jamás de dónde venía. Vivimos a la sopa boba durante dos décadas de las subvenciones que llegaban desde el otro lado de los Pirineos. No hemos invertido nada en generar nuevas industrias, ni lo suficiente en I+D+I, y cuando nuestros estudiantes han destacado se ha producido una fuga hacia otras latitudes, ya no por falta de dinero, sino por insuficientes lugares para desarrollar su trabajo.
La economía de España pasó del ladrillo caudillista de las playas de Benidorm al ladrillo generalizado. Construimos para el doble de la población, como si tener dos o tres viviendas fuese el pan nuestro de cada día.
En este período de vacas gordas a nadie le importó un pepino que entrasen en nuestro país 5 millones de extranjeros, la mayoría sin cualificar. Se trataba de mano de obra barata que hacía los trabajos que nosotros, señoritos venidos arriba, no queríamos hacer. Y ahora decimos que nos sobran, que estamos invadidos... lo peor es que no es cierto, pues necesitamos, no cinco, sino hasta diez millones de extranjeros en este país que puedan mantener el nivel de cotización suficiente para sostener un sistema de pensiones en un país donde la longevidad va en aumento, algo sobre lo que nadie quiere reflexionar. La SS.SS nació cuando la esperanza de vida en nuestro país era de diez años menos que ahora, es obvio que necesita una revisión.
Si alguien en la piel de toro cree que va a llegar un político con una varita mágica y lo solucionará todo, está equivocado. El mismo perro con distinto collar, con el agravante de que, quien parece puede llegar, fue quien en su día liberalizó el suelo y dejó al país sin control absoluto sobre petróleo, electricidad y otros.
Somos nosotros, los ciudadanos, quienes tenemos que ver de manera clara que nuestro país necesita una regeneración, que es preciso mejorar los rendimientos laborales, disminuir el absentismo laboral, rentabilizar las inversiones y sobre todo racionalizar la economía; no podemos pretender ser un país como Alemania, porque su mercado laboral es totalmente diferente al nuestro. Ni somos como ellos ni nuestra solidaridad es como la de ellos.
La responsabilidad de la crisis, lo queramos o no, es nuestra que hemos mirado hacia otro lado, sin pedir cuentas a nadie. Somos tan estrechos de miras que pensamos que vendrá un ángel salvador para solucionarnos la papeleta cuando nuestra obligación está en fiscalizar la labor de los que nos gobiernan y despacharlos, si es preciso.
También, la crisis, nos obliga a un acto de contrición; tenemos que ser capaces de aceptar una reestructuración del mercado laboral. Algo que no se hará de hoy para mañana sino en un proceso que habrá de durar no menos de veinte años para tener resultados.
Hemos tenido una transición política, que salvo chapuceros casos, ha sido óptima y nos ha situado en un lugar privilegiado dentro del orbe mundial; ahora nos toca una transición de mercado, para situar nuestro país en el mundo actual donde debe. Ya no todo es turismo; hoy viajar a cualquier parte del globo es posible y asequible; ni ladrillo, ya tenemos viviendas construidas para dos generaciones... quizá el futuro esté en una industria de calidad, en una exigencia mayor en las cualidades, capacidades y calidades. Por ahí deberíamos caminar.

FUNCIONARIOS DE PIM, PAM, PUM

Siempre que hablamos en crisis económica o laboral aparece la demagogia en torno a los funcionarios. Hablamos entonces de la gran cantidad de ellos que existen, de la rentabilidad de su trabajo, del absentismo laboral, etc.
Es como si este colectivo tuviese la culpa de la crisis, o de las dificultades de otros estratos sociales o económicos. Si alguien espera que un día los funcionarios estén mal, entonces ellos mismos estarán mucho peor.
Si hay muchos en nuestro país es como consecuencia de la vertebración del Estado que surge del Título VIII de la Carta Magna. En España sólo tres comunidades autónomas tenían interés histórico en serlo, el resto nació como consecuencia de un reparto “extraño”, del “agua para todos”. El resultado fue un aumento exponencial de administraciones, la proliferación de puestos repetidos, etc.
Por eso son tantos, porque hay demasiadas administraciones a las que dotar de personal, y para reducir estas entidades es preciso revisar la Constitución, algo por otro lado complejo.
Pero uno puede ir más allá y aseverar que el Estado no existiría sin funcionarios, que son estos los que realmente mueven el país, los verdaderos vertebradores del mercado laboral. Alguno puede tildarme de loco por decir tal cosa. Sin embargo la realidad es la que es. Si mañana los funcionarios, de todo el Estado, decidiesen ir a la huelga durante una semana la actividad económica y social se detendría por completo, incluso podría darse el caso de un momento de anarquía social, si tenemos en cuenta que los cuerpos de seguridad del Estado también son funcionarios.
Es cierto que hablamos de personas acomodadas, conocedoras de que su puesto de trabajo es intocable y su nómina llega a final de mes siempre, que hay casos de vagos, de personas que incluso utilizan su puesto de trabajo para otras cuestiones, etc. Mas también los hay que son eficientes, que movilizan juzgados imposibles carentes del personal suficiente, por ejemplo.
Quizá el cambio debería darse en la redistribución de estos cargos, en la búsqueda de una homogeneidad administrativa que facilite la comunicación y traslado de una administración a otra, etc. Se debe exigir una actitud ante el trabajo como la de cualquier otro trabajador, pero no se puede permitir que se les utilice como armas políticas arrojadizas, cuando legislatura tras legislatura los políticos se dedican a otras cosas y no se acuerdan de ellos.
Para concluir un breve dato, cuando un político corrupto roba 1 millón de euros, está llevándose el mismo dinero que 55 funcionarios en un año completo de trabajo. Sólo este año pasado las causas contra políticos sumaban más de 2000 millones que han desaparecido, el trabajo anual de más de 110.000 funcionarios, eso si es escandaloso... y se van de rositas todos.

martes, 23 de noviembre de 2010

FRASES Y OTRAS, NOVIEMBRE 2010

Bajo el manto de sueños que inunda mi vida; en medio del montón de ramas de amor que guardo para calentar mi invierno; en la superficie del breviario de la vida que consulto cada día; en todos y cada uno de esos lugares te encuentras tú; pero eso, eso ya lo sabes…


Llevo demasiado tiempo buscando en los recodos de mi memoria el por qué de muchas cosas. Tras cada esquina me he topado con una nueva singularidad, una realidad palpitante que muestra sólo una posibilidad futura, cuando es posible que si encuentro armonía conmigo mismo, la encuentre con los demás…


En cada noticia cruel publicada en la prensa hay una nota disonante con el sentido de la vida; en cada imagen escabrosa que observamos en la televisión hay una enardecimiento encubierto de la violencia intrínseca al ser humano; cada suceso escuchado se esconde la tergiversación interesada de muchos implicados…discernir lo importante de lo improbable es todo un ejercicio cada día…

No es una cuestión baladí la crisis que nos afecta, pero muchos se empeñan en reducirla a una mera cuestión de nombres propios: que si el problema es este o aquel. Ejercemos de españoles, incapaces de analizar que el debate, mucho más profundo, se encuentra en que hemos vivido los últimos años con el estómago lleno, henchido de regalos llegados de otros lados, creyéndonos los mejores del mundo y de pronto la realidad nos ha despertado. Y como siempre, miramos hacia fuera de la ventana…

lunes, 22 de noviembre de 2010

OBSERVANDO EL MAR TIERRA ADENTRO

Desde pequeño siempre he sentido fascinación por el mar, supongo que eso lo tenemos interiorizados aquellos que nos hemos criado tierra adentro. No me gusta demasiado el sol y la playa, no frecuento los arenales en busca de un cambio de color en la pigmentación de mi piel, se trata de una atracción por el mar encrespado, por las grandes olas que veía de pequeño desde las dunas de Valdoviño; ese maravilloso arenal de la costa ferrolana.
Trataba de adivinar entonces cómo sería de dura la vida de quienes, imbuidos de esa sola realidad, salían a faenar día tras día. Me impresionaban los grandes buques que veía partir desde los puertos que visitaba, pero sobre todo me apretaba el estómago pensar en cómo sería la vida a bordo de un pequeño pesquero de bajura, de esos que son meros cascarones ondulantes cuando el mar se empeña en agitarlos.
Imaginaba la relación profunda que cada marinero entabla con el mar, que cada uno de los trabajadores de costa tienen con ese profundo mundo de agua salada donde el hombre no es nada, o casi nada. Con los años tuve la fortuna de conocer a uno de esos hombres, un primo político que me contaba cómo había salido a faenar con trece años por primera vez. Sus manos, curtidas por más de veinte años de salitre, mostraban la piel de personas que van curtiendo sus almas en cada noche de soledad, personas que viven con los pies en el agua, apenas pisando tierra firme el tiempo suficiente como para no marearse.
La vida de un marinero en la mar es tan dura, tan sufrida, como sin duda lo es la de quienes les esperan en tierra firme, quienes conocen el momento de la despedida y juegan a ser adivinos de los reencuentros.
Las mujeres de los marineros rara vez tienen monumentos en su honor, pocas veces son aclamadas como las heroínas que son: crían a sus vástagos, les dan educación, se preocupan de que todo funcione en casa, esperan la llegada de sus maridos... no, no han sido suficientemente reconocidas, no lo han sido.
El mar desde el interior se ve como algo lejano, como un lugar de recreo donde satisfacer la necesidad que tiene el ser humano de abandonar, por un tiempo, su lugar de residencia y visitar otros mundos.
Ahora que la vida me ha permitido conocer otras latitudes, otros mares, me quedo todavía absorto ante un atardecer en la arena; poder observar como el sol se empeña en ocultarse en el horizonte, mostrando ese color rojizo tan especial... creo que ese es el mejor momento del día, poco antes del “luscofusco”...
Cada día me acerco más a la costa, sobre todo en los días de mala mar, de tempestad; días en los que el incesante sonido de las olas rompiendo la costa no permiten oír nada más que su propia voz, es como si mirase embelesado un cuadro fastuoso y vibrante que atrapa mi tiempo sin darme apenas cuenta...

¿QUÉ SOMOS?

Muchos sostienen que somos lo que comemos, que nuestro físico es la viva representación del conjunto de aciertos y errores que cometemos en nuestra alimentación. Y seguramente estén en lo cierto, pues cada vez está más demostrado que la alimentación es una de las principales fuentes de bienestar o malestar en la vida del hombre.
Otros sostendrán que es la espiritualidad la que marca el camino de nuestra existencia, que somos un conjunto de creencias, de temores, de amores... y tampoco irán desencaminados; la espiritualidad es intrínseca al ser humano, necesitamos creer, defender un ideal por extraño que parezca, es la única manera de poder encontrar sentido a aquello que no se lo encontramos de forma racional.
Habrá quien crea que somos lo que pensamos, lo que aprendemos, lo que descubrimos. Genética en estado puro, bioquímica estudiable, medible y completamente reproducible en laboratorio. También estos pueden tener su parte de razón, dentro de un mundo completamente aséptico y matemático seguramente tendrían razón.
Desde mi humilde punto de vista somos el resultado de un conjunto de causalidades que nos marcan por un lado y nos hacen mejorar por otro.
No existiríamos de no haber sido por la habilidad de nuestros progenitores, en esa habilidad y su carga genética encontraremos el patrón que nos diferencie del resto, al menos químicamente. Dependiendo de la sociedad en la que nos haya tocado vivir, estaremos influenciados por una moral u otra, por un conjunto de valores que nos es dado y que adoptamos como nuestros sin detenernos, al menos en una edad temprana, a valorar si estamos o no de acuerdo con ellos.
Hasta aquí hemos llegado siendo lo que nuestros padres nos han dado más lo que la sociedad no ha implantado en el subconsciente colectivo que todos llevamos adherido a nuestra personalidad. Llegados a este punto deberían comenzar las diferencias entre unos y otros, la capacidad de una persona respecto de la otra para inclinarse por un estilo de vida, de alimentación, por unas creencias, etc.
La espiritualidad individual de cada uno, unida a los valores que tengamos, nos hará ver unos mismos conocimientos ciertos de una manera o de otra en función de estas dos variables. Incluso el lenguaje científico y la especulación que ofrece el mundo filosófico están atrapados por estas dos variables.
Creo que nadie es capaz de solaparse sobre sí mismo y ver con invariable objetividad un mismo dato. Somos lo que somos como resultado de una parte controlable por nosotros mismos y por otra parte que nos es dada, impuesta y a la que estaremos subyugados en tanto en cuanto no vayamos siendo capaces de dar pequeños saltos (da igual la dirección), hacia el espacio diferenciador.

sábado, 20 de noviembre de 2010

FRASES - PENSAMIENTOS - PREGUNTAS

¿Qué seríamos capaces de hacer por necesidad?¿Sería la violencia una salida? En caso de calamidades son muchos los que recurren al saqueo posterior como salida, ¿dónde situarnos?¿Es asumible, moralmente hablando, crear un niño para salvar la vida de otro?

Las sociedades están vertebradas por la fe y la ideología. Cuando ambas se juntan en una misma idea esa sociedad se encaminará, casi con total seguridad, hacia su propia extinción como tal…

Freud sostenía que el control de esfínteres es mucho más placentero que el acto sexual en si mismo, ergo cuando lleguemos a casa con problemas en la cabeza, discutiendo, abrumados por las deudas, etc. La solución es fácil…cagar

Algún día espero encontrar respuestas a mis errores, confío en ser capaz de averiguar si mi torpeza obedece a una cuestión íntima y personas o es consecuencia de lo inevitable. La desazón de los errores sólo es mitigada por la alegría de los aciertos. Una cuestión sin la opuesta tal vez no tenga valor…

Hoy hay estadísticas para todo, medimos hasta lo inmedible, mas alguien se ha parado a contabilizar el tiempo que nos pasamos en el cuarto de baño? Dado que, casi siempre es la habitación más pequeña de la casa, ¿no sería mejor hacer el comedor en el baño y el baño en el comedor? Es obvio que comemos, pero estamos más tiempo echando lo que comemos que comiendo…

He tenido a mi alrededor personas muy populares, de esas que eran los auténticos protagonistas de todas la veladas, reyes efímeros de cortesanos aduladores del breve momento vivido. Pasada la fiesta los “amigos” habían dejado el paso abierto a la descortesía, al: “ya está otra vez éste…”. Esta enseñanza me ha servido para estar atento a quien es tu amigo y quien dice serlo…

Alguna vez he estado en el vértice de mi mente, ese lugar exacto donde mis pensamientos, mis deseos, y mis realidades confluyen, y a punto he estado de despeñarme por el barranco de la desidia, del fatalismo…en esos momentos sólo los asideros de optimismo que he ido labrando con los años sirvieron para sujetarme y mantenerme en el plano de la realidad…¿será cuestión de ver la vida con una sonrisa…?...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL LADO IRREVERENTE

Todos tenemos un lado irreverente, esa parte de nosotros que se revela, de pronto, contra algo que nos harta, que nos parece inapropiado en un momento dado.
Lo irreverente suele dividirse entre el mal gusto y la mordacidad de la crítica ácida hacia la moral establecida, esa búsqueda de lo amoral que muchas veces buscamos, he buscado.
Siempre se espera de nosotros un determinado comportamiento, una manera de actuar que alguien ha situado en la órbita de lo moral, de una moral establecida que no tiene que ser necesariamente correcta.
Suelen ser la personalidades irreverentes en la manera de pensar los que despiertas más expectación. Para unos porque representan el menoscabo efectivo de una moral que establecieron como válida para todo el mundo pero sin consultarlo con nadie; para otros expresan lo que ellos mismos querrían expresar y para lo que le falta valor, disposición o gallardía...
Mi lado irreverente es el que me empuja a proponer temas de conversación controvertidos, donde uno busca encontrar el mismo lado en los demás, pues todos lo tenemos. La búsqueda de una confrontación amable y simpática que pretende sacar a los demás del mundo encapsulado en el que suelen vivir.
Vivir de acuerdo a los cánones establecidos, cumpliendo lo que se espera de nosotros en cada momento seguramente proporciona muchas satisfacciones a quienes así lo esperan, e incluso a quien vive de acuerdo a esos preceptos. Sin embargo nada como la satisfacción de tener personalidad propia, discurso alternativo, ideas comunes manifestadas de manera independiente y libre...irreverentemente claro...

RELIGIÓN Y CREENCIAS

Existe una corriente de opinión, muy extendida allí donde reinan las religiones monoteístas, de que tener creencias y abrazar una religión es todo uno; cuando la realidad es que no tiene por qué ser así.
En el origen de la especie humana no está presente la religión, aunque sí las creencias. ¿Qué creencias? Pues muchas y variadas, generalmente tratando de explicar de manera lo más racional posible, situaciones fuera del entendimiento de la época de la que estemos hablando. La creencia de que el planeta era plano perduró a través de los siglos, por ejemplo.
¿Es cierto que el ser humano necesita creer en un Dios? Yo creo que no, creo que debe tener presente la creencia en algo que desconoce como origen de las diferentes situaciones a las que no encuentre explicación, sin más. Los misterios de la vida y de la muerte, lo son en la medida en que la religiosidad se hizo latente entre los hombres; tal vez porque resulta mucho más sencillo creer que existe una diosa Geo para explicar por qué surge lava del interior de la tierra que buscar una explicación natural sin los medios necesarios para encontrarla.
La religión es un campo proclive al alumbramiento de las más diversas corrientes; el resultado ha sido la aparición en este tiempo de muchas religiones, cada una con su propia idiosincrasia, cada una poseedora de una verdad intangible que naufraga con frecuencia ante el avance de la ciencia.
Quizá el vano intento de acercar la espiritualidad al mundo divino alejándolo del hombre sea una de las diferencias más notorias entre unas religiones y otras.
La religión católica abraza la figura de la Santísima Trinidad, habla del pecado, de la necesidad de convertirse al catolicismo, de la aparición de un pecado original, así, porque sí... nos promete la redención a cambio de una confesión última, una curiosa manera de decir: Haz lo que quieras, no serás buen cristiano, pero si te confiesas al final, listo...¿no es una puerta abierta a la vida pecaminosa?
El judaísmo, la más antigua de las religiones importantes basa su práctica en el estudio de la Torá, o lo que es lo mismo el Pentateuco, primeros cinco libros de la Biblia, obra esta que reconocen otras religiones como parte de lo suyo. Un judío no te pide que te hagas judío, sólo pide que le dejes ejercer como tal. Obliga, al igual que la religión católica a cumplir con una serie de preceptos...
La iglesia ortodoxa niega la figura de la Trinidad, y nos libra de golpe del pecado original; bien pensado siendo Cristiano siempre pertenecería mejor a una religión que no me condiciona de entrada que a otra que me nombra pecador desde mi aparición , ¿no?...
El Islam es más de los mismo, la única diferencia es que en lugar de seguir al profeta Jesús (así lo reconocen) siguen al profeta Mahoma, con las peculiaridades de una religión mucho más retórica...la interpretación del Corán, igual que sucede con la Biblia o con la Torá, dependerá de cada corriente.
Existen otras religiones, con una interpretación de la religiosidad que, de ser conocidas realmente en occidente y oriente medio, harían que muchos se planteasen el cambio.
El budismo nace a la sombra de Siddhartha Gautama en la India, basa su organización en los Sutras (discursos) y puede desempeñarse en una vida monástica o laica, sin que por ello uno pueda alcanzar el nirvana mejor o peor. Propone la erradicación del sufrimiento, de la insatisfacción vital o del descontento de la vida... a través de la meditación, del encuentro con uno mismo...apartamos aquí cualquier tipo de obligación, de devoción, o de pleitesía, sólo nosotros con nosotros mismos.
El taoísmo divide el mundo entre el Yin y el Yan, siendo el Tao la fuerza de unión entre ambos universos. No obliga a nada, sólo condiciona el equilibrio en tu vida al aserto de que el Tao es la manera de llegar él.
El shintoismo es una de las religiones menos conocidas para nosotros y sin embargo es una de las más abiertas pues propone la veneración a tantas deidades como se desee, no tiene una manera organizada de rezar ni de alcanzar las más altas cotas, deja todo al libre albedrío del ser humano, a que cada uno pueda encontrar su lugar en el mundo sin menoscabo del de al lado.
Para concluir he dejado el hinduismo por ser esta una religión completa y compleja donde tienen cabida las más diversas interpretaciones y por tanto donde cabría todo el mundo. Para practicar el hinduismo basta con formar parte de la cultura hinduista. No hay ordenes sacerdotales, no hay un fundador, se trata de un conjunto de creencias metafísicas, religiosas, cultos, costumbres y rituales. Dentro de la cultura hinduista hay: teísmo, deísmo, politeísmo, panteísmo, el agnosticismo y el ateísmo...
Sin duda el hinduismo es la clara demostración de que todo es posible cuando hablamos de creencias y de religiones, que uno no debe dejarse chantajear por la “presunta” existencia de un Dios de un determinado tipo o de otro. Dios (si existe) está en el interior de cada persona. Y cada uno lo verá y lo recreará en su interior como buenamente pueda entender. Cada entendimiento, cada capacidad intelectual tendrá una manera diferente de ver a Dios. No permitamos que nadie nos indique el modo de hallarlo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

TEMOR, AMOR, FRACASO, ILUSIÓN

Mucho se ha escrito sobre estas cuatro palabras, cada uno de los que nos hemos atrevido a dar nuestra opinión sobre ellas exponemos un punto de vista subjetivo, un punto de vista que parte de la experiencia vivida y por ello participado de los vicios y virtudes que en nuestro itinerario vital hemos encontrado.
Amor, toda una palabra que engloba mil y una formas de amar, de sentir de manera racional e irracional. Quien más y quien menos se ha acercado a alguna de las formas de amor a lo largo de su vida. Hemos sentido el amor de nuestros padres, hemos querido a nuestros hijos, hemos amado a otras personas...Amar a una persona es un sentimiento tan intenso y veraz que suele manifestar sus dos vertientes a la vez, el placer y el dolor. El placer de disfrutar ese amor correspondido, el dolor de la ausencia o de la no reciprocidad del mismo...
Fracaso, manida palabra que representa el peor de los panoramas posibles; fracasar es mucho peor que perder, pues la pérdida casi siempre es ajena, se produce porque sí y duele sin más. Fracasar puede llevar también a la pérdida, y con ello al remordimiento interno. Quien fracasa suele enredarse en una pelea interna. Debe de hacerlo para poder superarlo y, sobre todo, para poder ver el futuro de mejor manera...
Temor, quién no lo ha sentido alguna vez. Temer no sólo es humano, es un instinto animal que nos mantiene alerta, que incentiva el que estemos alerta. Esa es su parte buena; la mala, es que por temor impedimos que nuestra vida se abra, que nuestro corazón llegue a sentir en toda su plenitud, que los objetivos que busquemos no los lleguemos a alcanzar porque no hemos sido capaces de manifestarlos...
Ilusión, bendita ilusión... sin ilusión la vida carece de interés. Sería como una película en blanco y negro con final previsto. Una suerte de libro con el fin en la primera página. La ilusión nos mantiene vivos, despiertos, descentrados, alegres. La ilusión hace que un niño se despierte más o menos contento; que un adulto afronte mejor su día, que un anciano vea el túnel cada día más lejos...

Qué sucede cuando juntamos Amor, Fracaso, Temor e Ilusión, a nuestra propia experiencia vital, a nuestra vida, a nuestro corazón... casi seguro que cada uno de nosotros tenemos una experiencia diferente, podríamos contar 6000 millones de historias diferentes a partir de estas cuatro palabras, tan diferentes entres sí y tan ligadas a la vez.
Creo que uno debería tener siempre la ilusión de que el día de mañana será mejor que el de hoy, que los momentos de fracaso han pasado que el temor al futuro sólo hace que nos retrasemos en nuestro avance y que el amor es un sentimiento tan intenso que eclipsa todo lo demás cuando se hace patente en el mundo real.

Temer es humano, al igual que fracasar, pero...¿deberíamos dejar de ilusionarnos por temor a repetir un fracaso como en el pasado? Rotundamente no. No, porque de hacerlo estaríamos metiendo en el mismo saco embarrado todas las situaciones y personas, cuando sabemos seguro que no hay dos personas iguales, ni dos situaciones idénticas... cada momento de nuestra existencia es diferente, cada minuto iniciado será sustancialmente distinto del pasado.
Vivir es mucho más importante que detenerse en cada esquina para lamerse las heridas. Superar fracasos nos hace fuertes y duros, temer al qué vendrá no nos hace previsores o conservadores sino seres frustrados el día de mañana. Personas que un día se levanten pensando: “Y si...”

LA DEFENSA DE UNOS IDEALES

La idea de vivir defendiendo unos ideales es cada día más romántica, pertenece a ese universo de los mundos pasados que con una secuenciación sistemática se acercan a nosotros, generalmente, desde una película o un libro de éxito.
Posiblemente el Che sería mucho menos de no haberse convertido en un icono gracias a Korda. Se convirtió en el icono político de muchos en el mundo, gentes que apenas sabían nada de su ideario, si es que en el fondo lo tenía. Ernesto Guevara fue mucho más una marioneta de la cabeza pensante que todavía habita en Cuba, que un defensor firme de unos ideales claros.
Nelson Mandela estuvo 27 años en Robben Island por defender los derechos de los negros en una sociedad segregacionista (cómo muchas otras entonces), como era la Sudáfrica de entonces. Este si tenía claro por qué luchaba, fue víctima de la mayor tiranía que puede conocerse que es el desprecio por el otro ser humano por el mero hecho de tener una pigmentación diferente...ambos, Che y Madiba se convirtieron en iconos para el mundo en personas que han traspasado cualquier frontera física o ideológica. Desde entonces no ha habido grandes iconos a los que el mundo debiera acercarse, antes de ellos sí: Gandhi fuera para buena parte del mundo de los cincuenta, sesenta y setenta un adalid de la lucha sin más fuerza que la de las ideas....
El mundo debería mirar ahora hacia alguien qué, si me lo permiten, está en un nivel diferente, y me explico.
Había una vez un lugar en el mundo conocido como Birmania, un país rico en recursos energéticos que, víctima de una dictadura militar con una represión brutal que hace que Pinochet, Franco o Videla parezcan nenitas de la caridad; este país hubo de convertirse en Myanmar, visto como su capital cambiaba de localización por mero capricho, etc... y en medio de todo este caos surge la elegante figura de una mujer Suu Kyi, que lleva 15 de los últimos 21 años entre cárcel y arresto domiciliario. Un arresto domiciliario que en ocasiones es peor que la cárcel pues quiere hacerte ver que puedes hacer vida normal cuando lo normal es que no hagas tu vida. Suu Kyi, quizá no alcance nunca las cotas de publicidad que en su día tuvieron Gandhi, Che o Madiba (Mandela) en occidente. Quizá nunca los grupos occidentales hagan conciertos en beneficio del oprimido pueblo birmano ni de su defensora de los derechos humanos allí, mas lo cierto es que mujeres así no ha habido muchas en la historia reciente de este mundo que nos ha tocado vivir.
La defensa de unos ideales, de manera pacífica, siempre es bienvenida; si además esta defensa se produce desde dentro de la opresión, su valor es tan importante como peligrosa su manifestación. Sólo por ello merecería estar presente en la prensa mundial cada día. Los cortos de miras dirán que sólo representa a un pueblo y no a una mayoría; sin embargo su defensa da la libertad va mucho más allá de una localización geográfica, alcanza a la totalidad del ser humano.
Suu Kyi...

CUANDO CIERRO LOS OJOS

Descubro que tu olor está presente en todo cuanto me rodea, mi ropa huele a tu perfume, mi piel mantiene el aroma de la tuya, mi aire es menos denso y profundo que el que respiro cuanto estás a mi lado.
Siento un frío helador que recorre mi espalda; la ansiedad del que espera en el quicio de la puerta la llegada de una persona importante, de un momento intenso.
Veo a través del cristal de mi ventana imaginaria como compartimos sueños, deseos, anhelos...como hacemos frente a las tempestades de la vida, a los errores propios y ajenos, al dolor y al placer.
Percibo la suave brisa que dejas tras de ti cuanto te mueves por la habitación, por la casa, por este, mi universo, donde has campado desde el comienzo llenándolo todo de una luz y un color que no existía.
Imagino que mi mano anciana se posa sobre la tuya, que asomados al invierno de nuestra existencia compartimos ese aliento cálido que en las noches frías logran mitigar todos los fríos.
Sonrío al pensar en el cómo, en el cuando, en el por qué, en el dónde...todos los lugares y sitios que hemos sido capaces de descubrir. En aquellos que todavía nos esperan...
Cuando cierro los ojos siempre te encuentro a mi lado, te miro, acaricio tu cara y beso tus labios. Y así, día tras día...

martes, 9 de noviembre de 2010

¿SE ALEJAN LOS CATÓLICOS ESPAÑOLES DE LA CURIA VATICANA?

Tras el paso del Papa por Santiago de Compostela y Barcelona, una cosa ha quedado clara: no se han cumplido los objetivos previstos por ningún lado. Para el recuerdo quedará el déficit de católicos al paso del Papa y el déficit económico que para nuestro país supone traerlo aquí.
Sin entrar en demagogias baratas en torno a las proclamas de quien gobierna en la Xunta y quien lo hace en el Ayuntamiento de Santiago, lo que nadie podrá obviar es que nos la han jugado. El coste económico de esta visita en una época de abstinencia económica obligada, no puede por menos que sonrojar a quienes lo organizaron, desde la Curia Vaticana hasta la clase política en su conjunto.
Valorando la escasa afluencia de fieles, para lo que se había previsto, uno debe hacerse varias preguntas: ¿Está perdiendo fieles la iglesia?¿la gente ya no es creyente?¿está el catolicismo en horas bajas?
Son respuestas que seguro que encuentran a muchos dispuestos a dar una u otra versión. Entiendo que no hay escasez de fieles, el ser humano necesita creer en algo y en nuestra sociedad, eminentemente católica, no hay pérdida de adeptos. El ciudadano medio cree, pero va comprendiendo que la fe es algo personal e intrínsecamente ligado a la espiritualidad individual, alejada de dogmas y proselitismo barato.
Lo que se manifiesta, y no sólo en nuestro país, no es el avance del laicismo, algo que este Papa ha puesto como excusa, sino la disconformidad del creyente para con sus representantes. Una Curia Vaticana que hace muchos decenios vive alejada de la realidad.
Quizá estemos ante el canto de cisne de la Iglesia Católica tal y como la conocemos en la actualidad. El progreso debe llegar también a un lugar donde es necesario abrir ventanas y dejar que el aire, enrarecido por el paso de los años, entre de nuevo. Un Concilio Vaticano III se antoja imprescindible para el devenir futuro de esta institución asentada a medio camino entre la verdad y la falacia.

lunes, 8 de noviembre de 2010

TESORO

¿Quién no ha soñado de niño con encontrar un tesoro?¿Quién no ha deseado toparse con aquello que anhelaba y disfrutarlo con la osadía de un niño?...todos hemos deseado, en mayor o menor medida, ser capaces de encontrar un tesoro que nos llenase la vida de felicidad.
Para muchos el tesoro ha sido un trabajo para toda la vida; tener la certeza de que mañana será otro día, y al siguiente uno más, sin tener que preocuparse en otra cosa que en trabajar y vivir.
Otros descubrieron su tesoro en forma de premio de lotería o similar, una suerte de locos; pues parece que la locura transitoria se instala sobre todos aquellos que se encuentran de pronto con mucho dinero.
Un tesoro es un hijo, quizá el más valioso de cuantos puedas encontrar, su brillo relucirá para los padres por el resto de sus vidas. Da igual qué haga…será nuestro tesoro más preciado.
Encontrar a una persona con la que querer construir un presente, abordar un futuro y hablar del pasado sin el menor temor a que pueda aprovecharse de ti o hacerte daño, es también encontrar un tesoro. Quizá sea este uno de los más valiosos si salvamos la distancia, enorme, que existe si lo comparamos con un hijo. Sin embargo cuando este tesoro lo encontramos, nuestra vida cambia de un modo tangencial. Los colores, olores y premisas de nuestras vidas dan un vuelco, se transforman…
No metería la amistad dentro de los tesoros porque está por encima de todos ellos. Ser amigo es mucho más que ser rico, millonario, excéntrico, listo, guapo…ser amigo te convierte, sin duda, en una parte muy importante de la vida de alguien y recíprocamente a ese alguien lo conviertes en parte de tu propia vida….
A lo largo de nuestra existencia iremos descubriendo y enterrando tesoros. Algunos los encontraremos por casualidad, otros tras una búsqueda incesante. Otros los enterraremos en el patio trasero de nuestra memoria, muchos se perderán sin darnos cuenta…lamentando su pérdida después.
Tesoros…

sábado, 6 de noviembre de 2010

LIBERTAD PARA SENTIR – DERECHO DE AMAR

La sociedad en la que vivimos nos hace ser esclavos de las modas que nos llegan impuestas, generalmente, por éste o aquel programa de telediario. No nos permite ser nosotros mismos, no nos otorga la libertad que se presupone para poder sentir a nuestra manera. Para sentir como de verdad nos sentimos.
Hubo un tiempo en el que ser hombre y llorar era sinónimo de debilidad, por el contrario, con el paso de los años, manifestar nuestras emociones se ha convertido en todo un ser de verdad.
Somos marionetas movidas por manos invisibles a través del complejo mundo de la psicología. Profesionales de esta área asesoran a multitud de empresas para conseguir atrapar a los usuarios de los medios de comunicación con el único fin de coartar nuestra libertad para sentir cómo nos dé la gana.
Si uno está pasado de peso ya se encargan estos medios de manifestarnos cómo debemos sentirnos, de decirnos cómo debemos actuar, etc.
Deberíamos buscar nuestra libertad para sentir sin temor a lo que piensen los demás, los otros… sólo alcanzando esa libertad interna e individual alcanzaremos de verdad el derecho de amar que tenemos asignado desde el mismo momento de nuestra concepción.
Todos tenemos derecho de amar, un derecho intrínseco al ser humano, un derecho universal al que muchos jamás logran acercarse por no sentirse libres para sentir; otros renuncian a este derecho libremente, conscientes de que con ello dejarán incompleta una parte de tu vida.
No se trata sólo de derecho carnal de amar, porque quienes abrazan una fe también amar y lo hacen tan intensamente como los demás.
Deberíamos, entonces, ser capaces de defender la absoluta libertad para sentir de nuestros hijos, manifestarles desde muy pronto que pueden amar a quien quieran y en el momento que quieran; que sentir en libertad no es lo mismo que hacerlo de forma soterrada. En los calabozos de la conciencia de muchos, se anclan las esperanzas de otros; tan solo es necesario obtener la libertad y soltar amarras…

¿QUÉ SOMOS?

Supongo que esta es una pregunta que muchos nos hemos hecho a lo largo de nuestra vida. Crecimos, al menos en mi caso, pensando que éramos obra de un ser etéreo que todo lo veía… que habíamos sido fruto de su capricho, de sus designios nos decían.
La realidad, siempre mucho más prosaica, nos ha revelado que somos la consecuencia de un proceso evolutivo que date de hace muchos millones de años, tantos que incluso podría resultar increíble para muchos. Tal vez ahí radique la firmeza en sus convicciones de los creacionistas y demás corrientes alejadas del pensamiento y razonamiento científico.
No quiero entrar a valorar si somos descendientes del Austrolopitecus, del Homo Sapiens o si un día alguien decidió crearnos tal y cómo nos conocemos. Cuando me pregunto ¿qué somos? Me refiero a los que formamos como individuos, al conjunto de materia y pensamiento que son el todo de un ser humano.
¿Somos lo que vemos o acaso sólo lo que no vemos? Para alguien que necesite ver con sus ojos lo tangible nuestro ser se referirá a lo físico, lo material, lo plausible; para quien vaya más allá, encontrará en el pensamiento, los sentimientos, las emociones, la memoria, etc. Una parte más importante del Ser, en términos absolutos que la mera contemplación de un trozo de carne.
Quiero pensar que es una mayoría la que se plantea nuestra existencia como un todo y no sólo como un análisis fisiológico. El pensamiento no es tangible, me atrevería a decir que no es medible, tan sólo valorable y en todo caso opinable…
Las emociones son para sentirlas, para compartirlas con los demás, para mostrarlas…pero cuantificarlas obedece más a una cuestión cultural y etnográfica que a una cuestión universal.
Desde mi punto de vista somos el resultado de la conjunción de un estado fisiológico que es modificado por un estado psicológico en base a razonamientos sociológicos que se ramifican entre nuestras historia personal y familiar, la sociedad en la que vivimos y el momento de nuestra existencia en el que nos encontremos.
Todos los razonamientos encaminados a dirimir qué somos cabría contemplarlos dentro del espectro del pensamiento individual, quizá soterrado en muchos casos bajo el peso de un pensamiento general que nos empuja como el mar a una rama.
Somos lo que somos porque así lo hemos decidido; bien de manera consciente, bien de forma inconsciente; el tanto por ciento atribuible a una cualidad física determinada es menos importante que el porcentaje que debemos dar a todo cuanto nos rodea. Normalmente, y salvo excepciones, somos el resultado de la manipulación de otros más las reflexiones propias. Lo que unido a la experiencia vital de cada uno tiene como resultado lo que encontramos al otro lado del espejo: nosotros mismos.
Juan J.Corral