LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

miércoles, 29 de diciembre de 2010

ESPERABA MÁS DE TI... ME HAS DEFRAUDADO...

Estas y otras frases les escuchamos con demasiada facilidad, bien en el ámbito personal, bien en la percepción sobre terceras personas que podamos tener. Son de esas frases engañosas que buscan arrojar sobre el otro la frustración personal que nos embarga.

Por un lado tendemos a esperar cosas de los demás, idealizamos al otro con nuestros propios deseos. Esperamos de ellos lo que nosotros presuponemos que nos tiene que dar. Revestimos su personalidad con rasgos de la nuestra, exigimos después que actúen como esperamos que lo hagan. No reparamos, o rara vez lo hacemos, en que cada individuo es un conjunto de complejidades, una personalidad independiente en sí misma que nos aportará lo que quiera; así las cosas, la apreciación que nosotros tengamos dependerá de nuestro grado de permeabilidad a las otras personalidades.

Nadie nos defrauda, excepto nosotros mismos que nos creamos expectativas que superan la realidad. El ser humano, en una de sus vertientes, tiende a buscar en los demás, aportaciones que por sí mismo es incapaz de adquirir. Pretende tener a su servicio a los demás, razón esta por la que se siente defraudado cuando el otro vive su vida y se desmarca del objetivo que mentalmente le hemos marcado.

El ser humano necesita la empatía para poder socializarse, sin una buena socialización es imposible realizar la mayoría de las tareas que desempeñamos habitualmente. Las personas con dificultades para la comunicación, encerradas en si mismas, terminan por abrazar la soledad o la depresión, por terminar hundidos en las profundidades de su propia miseria personal.

Ahora, inmersos como estamos en las fiestas navideñas, es costumbre felicitar las fiestas y desear un año próspero y demás; Encierran estas frases una actitud un tanto hipócrita, muy ligada a la hipocresía moral de estas épocas del año. Lo normal es que deseemos a los demás un buen día, cada día del año, etc. Sin embargo, el resto del tiempo estamos muy ocupados para pensar en los demás. Pasa lo mismo con los regalos, ¿qué razón hay para regalar sólo cuando hay obligación (cumpleaños, santos, etc.)?, Lo adecuado sería regalar en cualquier instante, sin esperar nada a cambio, simplemente por el mero hecho de demostrar un afecto sobre alguien determinado. Una actitud positiva que sin duda redundaría en un cambio sobre la percepción de los demás y de nosotros mismos.

El ser humano no es una isla en un océano social, forma parte de las mareas, del flujo de unas sociedades convulsas en un mundo tan globalizado. Sociedades que viajan a velocidades diferentes, en marcos espacio – tiempo, también distintos; pero a las cuales el mundo globalizado y manipulado por unos cuantos, pretende empujar para que viajen a una velocidad constante...

Muchas de nuestras frustraciones individuales tienen mucha relación con la necesidad auto – impuesta de seguir la senda marcada por nuestro predecesor, sin tener en cuenta que quizá la senda conduzca a un despeñadero...

martes, 28 de diciembre de 2010

¿Y SI LAS COSAS NO SON COMO CREEMOS QUE SON?

Vivimos una época donde las certidumbres del pasado siglo van dejando paso a las dudas presentes y futuras. Teorías como la de las que se derivan de la Mecánica Cuántica, van acumulándose día a día en la repisa de nuestros pensamientos, poniendo en duda todas las verdades que asumimos como invariables desde muy temprana edad.
Educamos nuestro cerebro bajo los parámetros de las realidades que hemos tenido presentes en el momento de desarrollo intelectual, sin poner en duda los conjuntos de pesos y medidas que se nos dieron; hemos aceptado que la realidad que vemos es aquella que nos enseñaron y aprendimos, que hay cosas que no permiten una duda… ¿o sí?
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías científicas y médicas, muchos de los anatemas invariables durante generaciones han tenido que transformarse o mutarse en otros nuevos; la tomografía axial computarizada ha permitido a los médicos y científicos descubrir estructuras profundas de nuestro cerebro que antes no se conocían y que han venido a cambiar el mapamundi de nuestro cuerpo calloso.
La Mecánica Cuántica y la Física Cuántica, ya presentes en los comienzos del siglo XX, se están desarrollando en los comienzos de este nuevo siglo a una velocidad vertiginosa. Surgen poco a poco dudas más que razonables sobre las realidades paralelas que podemos observar; ¿vemos las cosas como son, o en realidad las vemos como nos han dicho que deberíamos verlas? ¿Lo que tocamos existe o es producto de un constructo hipotético de nuestro cerebro? Son muchas las dudas que afloran, en cada esquina de la ciencia existe un parámetro pendiente de ser analizado. Desarrollamos nuevas tecnologías que en el futuro inmediato abortarán muchos de los desarrollos presentes, demostrando su irrelevancia antes ese próximo descubrimiento.
En el futuro desarrollo de CERN se verá más o menos desarrollado sin logra encontrar el Boson de Higgs, la partícula elemental origen de la masa. Dar con esta utopía de la física de partículas, sería un descubrimiento más importante que el de la penicilina…
Durante siglos buena parte del debate filosófico y científico ha girado en torno a temas religiosos y morales; el futuro debate se instalará en la búsqueda de una verdad relativa, que atiende a hipótesis que están por demostrar. Un lugar de encuentro de la ciencia, que como es bien sabido tiende a desmontar verdades irrefutables una tras otra.
Para muchos quedará el libre albedrío, la libertad natural, mental y psicológica que hace que el futuro siempre sea utópico. Me pregunto dónde nos llevará la respuesta a las preguntas: ¿Qué sabemos? ¿Qué somos? ¿Dónde vamos? ¿Qué...? ¿Cuándo...? preguntas, éstas, que están presentes en nuestras vidas desde los Griegos, incluso antes…

viernes, 24 de diciembre de 2010

PERSIGUIÉNDOTE

De un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que tengo una cierta obsesión contigo, que te busco al doblar cualquier esquina de la vida, que te siento cerca cada noche que me doy la vuelta en la cama, sí, me he dado cuenta de que voy persiguiéndote de un tiempo a esta parte.
Yo, como todo el mundo, te persigo a ti, felicidad, con la esperanza de toparme contigo de cuando en cuando y permanecer en tu presencia el tiempo más largo posible; con la certeza de que una vida perenne a tu lado es improbable y del todo imposible.
Muchas han sido las ocasiones en las que me he preguntado ¿qué es ser feliz? ¿Cómo definiría la felicidad? Y no creas, no es nada fácil describirte. Por un lado puedo acudir a la simpleza de decir que es encontrarme bien, contento con alguien o en un momento dado. Sin embargo, ambos, sabemos que la felicidad es algo mucho más intenso. Provoca en el ser humano un torrente de reacciones químicas y físicas que difícilmente serían sostenibles por tiempo indefinido. La consecuencia de tu presencia es que uno puede ver posible lo imposible, hacer realidad sueños irrealizables.
Durante una parte de mi vida no me fue posible siquiera atisbarte, eras como un cometa, que sabemos de su existencia, pero difícilmente solemos encontrarnos con ellos. Más adelante, cuando la vida quiso ser un poco más moderada conmigo, comencé a disfrutarte, en pequeñas dosis. Disfrutando cada instante como el primero y el último. Y soñando, cuando te ibas, que pronto volvería a toparme contigo.
Sigo persiguiéndote…

martes, 21 de diciembre de 2010

HABLAR PARA NO DECIR NADA

Cada día que pasa me sorprende más la capacidad que tienen muchas personas para hablar y hablar y no decir nada. Es fabuloso como rellenan las editoriales de los periódicos día tras día sin aportar nada sustancial; por no hablar de los tertulianos de las diferentes cadenas de televisión, abonados a decir lo mismo un día tras otro. Aquí ya no se trata de no decir nada sino de pronunciar sandeces y tonterías una hora tras otra.
Imagino que la sociedad que consume este tipo de información es una sociedad enferma de valores, que quiere escuchar tonterías varias que desplacen sus problemas a otra zona de su organigrama diario.
Los jóvenes, por el contrario, no dejan de hablar y hablar, de comunicarse ¿o no? Yo tengo mis dudas, creo que los jóvenes de hoy, en general pasa con casi todo el mundo, hablan mucho, pero no para que los escuchen, sino para decir lo que quiere decir y ya está. Da igual si su interlocutor ha prestado atención o no. Sólo hay que sentarse en una cafetería una tarde y ser un poco maleducado, prestar atención a las conversaciones que se producen en el entorno de nuestra mesa; veremos entonces como dos interlocutores hablan de temas distintos, en un orden más o menos educado, pero dejando claro que cada uno dice, lo que tiene que decir. La interacción no va mucho más allá de un: “sí, bueno, puede ser… quizá”
Las conversaciones antológicas donde uno puede prestar atención a su interlocutor, donde participa de la conversación, del todo…han dejado de estar de moda. Parece como si el debate de bar, ese que se producía por cualquier motivo en otras épocas haya dejado paso a otra forma de comunicación, una manera de comunicarse que nos está alejando a los unos de los otros.

HABLAR DEL PRÓJIMO

Este es el verdadero deporte nacional y no el fútbol. Nuestra sociedad, otras también lo hacen, se caracteriza por una desmesurada afición por hablar del vecino, sea este conocido o no.
Hemos pasado de una sociedad donde los valores de daban por supuestos, donde la educación y el respeto se presuponían hasta que uno, en buena o mala lid, lo perdía. Ahora se demoniza al vecino sin conocerle, inventando, acusando, etc.
La presunción de inocencia ha dejado paso al principio de: “yo acuso y si es mentira, ya lo desmentirán…” Goebbels pensaba, allá por los cuarenta, que una mentira repetida muchas veces se terminaba convirtiendo en una media verdad. Y todo el mundo sabe que sólo hay una cosa peor que la mentira y esa es la media verdad.
Cuando somos pequeños, en las aulas nos enseñan que el lenguaje oral tiene la virtud de la desviación de la realidad a poco que los interlocutores se sucedan en el espacio tiempo. Que lo que hoy es un asesinato puede bien terminar en suicidio a poco que la imaginación vaya ocupando el lugar de la verdad.
En las relaciones personales pasa lo mismo. Aquí nadie se atreve a decir: “no se”, “no le conozco”, “no tengo argumentos para opinar”, en nuestro país se opina si o si. Bajo esta absurda defensa del derecho de opinión se esconde algo más profundo, menos prosaico y más humano: la inquina, la envidia, la actitud miserable. Hablamos de nuestros vecinos del cuarto aun cuando no sepamos si son hombre o elefante, y lo hacemos con una dignidad fingida que nos hace acreedores de una verdad que ni de lejos tenemos.
Para más tarde dejamos el deber de rectificar, que rara vez lo hacemos y si se produce es porque la mierda nos llega hasta la nariz.
De un tiempo a esta parte me he especializado en encontrarme ante situaciones donde muchos me conocen, dicen saber todo de mí, conocerme más que yo mismo, alguno hasta me ha dado los biberones que no me he tomado, o me habrán sujetado el preservativo en mi primera vez…todo vale.
Las opiniones, supuestas conversaciones, insultos, etc. Pueden ser de lo más variopinto, según el pelaje del interlocutor. Lo bueno es cuando no tienen reparos de hablar mal de uno cuando se encuentra delante, porque ni saben de quien hablan ni cómo es. Ahí, en situaciones así, lo mejor que uno puede hacer es reírse y entristecerse ante el embrutecimiento mental de una sociedad y de unos seres sociales que perdemos demasiado tiempo en hablar del prójimo en lugar de mirar en nuestro interior y ventilar el mal olor que pueda acumularse.

IZQUIERDA

Tal vez la izquierda no deje de ser nunca el lugar donde los valores humanos tienen cabida, la cámara de las ideas, esa cueva donde han quedado atrapados los sueños del hombre para conseguir un poco más de igualdad, fraternidad y de libertad.
No hace mucho que escuché que la izquierda subsiste en tanto en cuanto no moleste demasiado a la derecha. La libertad de acción del pensamiento de izquierdas está más que nunca acotado al ámbito del pensamiento, la elucubración, la ensoñación y el deseo. La realidad no deja que la ideología de izquierdas pueda asomar más allá de un mitin o de un juego de sueños imposibles.
El mundo está controlado por poderes que supuran en mucho cualquier ideología, están por encima de un pensamiento conservador, liberal o progresista. El mundo está controlado por Corporaciones empresariales que viven más allá del bien y del mal y que, en caso de necesitar una representatividad política, eligirían una política conservadora o liberal.
Para la izquierda ideológica está reservado el derecho al pataleo, el intento de subversión encubierto que se debería llevar a cabo desde las aulas, si estas no estuviesen infectadas de esa ideología única que enarbolan todos los conservadores.
Desde el punto de vista de la educación, ha sido el progresismo el que ha dado pasos de gigante en la mejora de la percepción social, del aprendizaje y demás. Claro que ha sido un progresismo que ha partido de un pragmatismo conservador, del que algunas cabezas negras han querido salir. Esas cabezas, en ningún caso ideológicamente de izquierdas, han terminado por abrazar el título de “progresistas” para poder ubicarse en algún lugar del mapa.
Para la posteridad y la historia quedarán los datos, el que en los últimos 200 años de España, los gobiernos progresistas apenas hayan representado el 10% del tiempo gobernado, sin embargo la impronta y los valores, así como la forma de sociedad han permanecido. El mundo tal y cómo lo conocemos ahora es, sobre todo, el resultado de la ruptura con el conservadurismo y la inclinación, al menos existencial durante un tiempo, hacia la izquierda.
La tradición conservadora ha subyugado durante muchos siglos todas las sociedades que nos rodean, incluida la nuestra, y ha gobernado durante la mayor parte del tiempo (con aciertos y errores). No sería justo, por tanto, atribuir a la izquierda sólo lo malo, como tampoco sólo lo bueno.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El sentido imperfecto de las perfectas cosas

Cada nuevo amanecer me sorprende una nueva cosa de ti, la suerte que tengo en la vida es haberte encontrando en la travesía de mi vida, haberme topado contigo y disfrutar de tu compañía. Mi sueño es caminar contigo de la mano mientras no te moleste, no te incomode o simplemente no sea capaz de continuar tu marcha. Esto último, el cuerpo, el corazón y el alma me piden que sea lo más tarde posible, el sentido común me empuja a alentar en ti el deseo de la fuga, de la libertad ganada a pulso, de la búsqueda de tu verdad...
De momento, mientras no llega ese día, me conformo con poder contemplar contigo como la imperfección del mundo que nos rodea nos atrae precisamente por ello. Cómo la belleza de lo efímero queda muchas veces oculta tras la perenne y aparente fealdad de una rareza natural... Quiero enseñarte mi mundo, ese mundo que he imaginado tantos años, que busco en cada una de mis escapadas.
Si un día, sentada en el alfeizar de la ventana de tu casa, miras el horizonte en una clara noche de estío, quiero que puedas cerrar los ojos y transportarte a ese universo de barrancos, valles, árboles, plantas, torrentes, sueños... que permanezcas allí un buen rato, pues si es cierto que existe otra dimensión u otro lugar donde yo pueda estar, sentiré tu presencia.
En ocasiones, cuando paso más tiempo del preciso sin mirarte a los ojos, me pregunto que pensarás de mí, o si lo harás. No puedo dejar de pensarlo, aunque sea un segundo. No se trata de egoísmo, no quiero que pienses en lo que hago, en cómo estoy, en cómo me encuentro, no, no se trata de eso. Se trata de que no te tengo cerca y te echo mucho de menos. De que te quiero y son muchas las ocasiones en las que las lágrimas inundan mis ojos empeñadas en mostrarme lo que ya sé, que eres mi vida.
Te quiero hija mía.

Por todos los Pedro Cárdenas...

Este pasado domingo día 12 él, en mi humilde opinión, mejor programa de documentales periodísticos, En Portada de TVE, emitió un estremecedor relato de la vida, obra y miseria del periodista vocacional Pedro Cárdenas, salían otros muchos que, cómo él, han sido víctimas por el mero hecho de informar, de contar lo que sucedía.
En la narración de José Antonio Guardiola se ponía el acento sobre la integridad de este periodista de provincias, de un colombiano víctima del país donde le ha tocado vivir, represaliado por defender al que no puede hacerlo sólo. Sin duda su narración, su visionado fue todo un homenaje, pero también una llamada de atención; un nuevo grito reclamando la atención de quienes gobiernan el mundo y sobre la sociedad, por el silenciamiento sistemático que se hace, desde gobiernos corruptos, de periódicos y periodistas en muchos lugares del mundo.
Yo me hago una reflexión incluso más profunda que afecta a buena parte de la profesión de periodista. Si en el código deontológico que les enseñan les dicen que lo primero es comprobar la veracidad de la noticia, además de su utilidad, etc., no denuncian a compañeros suyos, incluso jefes, cuando tienen la certeza de que su compañero, su jefe o su empresa se está vendiendo a una empresa, a una dictadura, a un gobierno... por qué no lo hace.
Cada periodista que es asesinado deja ciegos a muchos ciudadanos, cada periodista de investigación que es perseguido por su propio gobierno deja sin voz a una parte de su nación... Hoy día, la prensa es más poder que muchos de los poderes establecidos.
El problema, es una sola opinión quizá radique en que desde el comienzo de la era de la información, quien tiene esta información tiene el poder. Y la erótica del poder atrae mucho. Han sido periodistas los que han encumbrado presidentes, y lo que los han tumbado...
La pena, es que en medio de la podredumbre que se ha establecido en los bonitos edificios de los grandes grupos editoriales, personajes con opiniones dispares como Pedro Cárdenas están llamados a vivir de las miserias de los sótanos herrumbrosos con el peligro de perecer muertos a bocados por las ratas que de cuando en cuando les envían desde arriba.

Papa Doc, pobreza, miseria, terremoto... cólera

Hay lugares en el mundo donde a uno le ponen al nacer una marca en la espalda que dice: aquí, aquí me pueden cargar lo que quieran... yo lo soporto.
Uno de esos lugares es Haití, esa porción de tierra que ocupa la mitad devastada de una Isla rica en casi todo. Una isla que es un vergel en una tercera parte un mundo de absoluta desolación en la otra.
Años de sangría de la familia Duvalier, desastres naturales de todo tipo, mala administración de los pocos recursos que les quedaban. Talaron casi el 90% de los árboles que tenían, hacían galletas con un 70% de arcilla... hasta que llegó el terremoto y los dejó totalmente asolados. A los que tenían dinero, salvo que los matase directamente les dio tiempo de salir del país y establecerse en otros lugares, pero a los que se han quedado allí les ha vuelto a tocar la lotería. Ahora se mueren de una enfermedad que jamás habían tenido allí... el Cólera.
Imaginemos por un instante que en el Reino Unido, por decir un país al azar, se produce un desastre natural que precise la intervención de la ONU, y al cabo de un año de estar los Cascos Azules en las Islas comienzan a fallecer los británicos de Malaria... ¡se arma la de Dios es Cristo!
Pero aquello no importa, es Haití, quien se va a preocupar por ellos, ya ha pasado un año. No son, informativamente hablando, tan importantes. Además ya se ocupan de ellos médicos Cubanos...
Curioso, el mundo al revés, Cuba salvando al mundo... bueno a una parte que también es mundo.

Verdades Reveladas

Durante estas dos semanas que he permanecido más o menos disminuido en mis facultades físicas por diferentes motivos de salud, he estado reflexionando sobre como se mueve el mundo a mí alrededor, cómo la sociedad en la que vivo y aquellas que he podido ver, observar, estudiar o leer...
Todas tienen un patrón de comportamiento similar, todas se creen el eje central sobre el que debe vertebrarse el mundo. Cada una de esas sociedades asume sus Verdades Reveladas como las importantes, las únicas, las que verdaderamente valen. ¿En qué se diferencian entonces? En una única cosa, en cómo entienden y respetan o no, las Verdades de los demás. La diferencia está en la tolerancia. En la capacidad de permitir la coexistencia...
Por Verdades Reveladas entiendo unas cuantas que son comunes: Religión, Forma de Gobierno, respeto o no a los Derechos Humanos, Igualdad...

Cada una de las sociedades, por ejemplo la nuestra, la occidental, cree que lo suyo es lo mejor, que además debemos intentar que los demás vivan como nosotros. Es un debate manido y muchas veces aburrido, pero no debería dejar de obviarse. Seguiremos intentando dar color al mundo según guste a nuestros ojos, sin tener en cuenta si a la sociedad de al lado el sol le llega de cara o de espaldas.

Esas otras sociedades, por lo general reaccionan igual, intentan imponerse sobre la nuestras, nos ven como demasiado subversivos o quizá, demasiado modernos. Cabría preguntarse entonces ¿Cómo encontrar una respuesta?¿Dónde encontrar el punto de equilibro?

Partiendo de que se trata de una quimera, es fácil descubrir que en apenas setenta años hemos pasado de un desconocimiento absoluto de lo que sucedía en tres cuartas partes del mundo, a verlo todo prácticamente en directo. En seis décadas el mundo ha avanzado de manera exponencial. Y no nos hemos dado cuenta de que: si para un español hablar por teléfono móvil era un sueño hace veinte años y ahora hay casi treinta millones de españoles con uno... y a muchos de nuestros padres aun les alucina; imaginemos ahora en medio de África, donde siguen viviendo en 2010 como vivían en 1910, no tienen agua corriente, ni sanitarios, ni sanidad, ni hospitales, pero hablan por teléfono móvil, tienen parabólica, y coches a motor. Obviamente el salto ha sido mucho más salvaje para ellos. Lo que no queremos comprender, aquí, en nuestro bonito mundo, es que ellos quieren todo lo que hay en medio, todo lo que ellos no tienen y nosotros sí: desarrollo sostenido, calles, colegios, policía que les proteja y no de los que tengan que esconderse...

El mundo globalizado en el que vivimos debería servirnos para poder observar a las otras sociedades y dejar que éstas nos observasen; una suerte de cortejo en el que cada uno mostrase sus mejores galas; y finalmente quedarse con lo mejor de cada una, con aquello que pudiese ser llevado de una a otra sin por ello alterar sobremanera el funcionamiento de la sociedad misma.
No se trata de imponer por la fuerza sino de adoptar de buen grado, la diferencia siempre es grande.
Claro que alguien podría decir, por ejemplo en Paris: “Bien Europa puede exportar muchos valores, una forma de vivir en comunidad, la CEE, etc... pero ¿qué me puedo traer yo de la sociedad de los mumhbutu de Guinea, por ejemplo?...
Aparentemente no habría nada en Guinea que nos pudiésemos llevar e Europa... o sí?
Seamos europeos y vayamos a Guinea, intentemos hacer las cosas que hacemos aquí, con los medios que ellos tienen allí. El resultado sería que nos sentiríamos unos inútiles hasta para alimentarnos. De todo el mundo se puede aprender, y todo conocimiento resulta útil en algún momento. Da igual si la proporción es de 1000 a 1, lo que no debemos permitir es que sea de 1 a 0. Y no lo debemos permitir porque todos tenemos nuestras Verdades Reveladas y no es fácil que renunciemos a ellas así, sin más.

jueves, 2 de diciembre de 2010

LA ANATOMÍA DE MI SILENCIO

Soy una persona habladora, que disfruta de una buena conversación, del diálogo constante que se establece entre personas. Considero la comunicación como el elemento vertebrador de nuestra sociedad, la piedra de clave.
Me gusta escuchar música, siempre con un tono elevado; sin que llegue a molestar pero sí que contenga cualquier sonido aleatorio que perturbe la audición de la melodía que escucho.
No soporto sin embargo los lugares muy concurridos donde para hacerse entender, la gente, necesita levantar la voz. Al cabo de un tiempo en lugares así, comienzo a no escuchar lo que me dicen y a dejar de esforzarme en comprender, busco salir del local o simplemente mantenerme al margen de la conversación.
En el silencio me encuentro muy cómodo, su anatomía me gusta. Distingo perfectamente las líneas que separan su presencia del grave ruido que hay a su alrededor. Son muchas las ocasiones en las que busco un lugar en mi casa donde todo quede mitigado, un lugar donde el silencio se pueda escuchar, sentir, mascar... y me relajo.
Los años me han hecho descubrir la verdadera importancia del silencio como elemento de comunicación, incluso como elemento diferenciador entre personas que comprenden y personas que saben. También que para una relación de pareja poder compartir el silencio es uno de los mejores pasos para completar una vida en común.
Cuando he paseado por las montañas he sentido como el manto de silencio difuso que se mantiene siempre presente en ellas, me ha abrazado. Me hace sentir en comunión con el entorno... en silencio comienzas a escuchar sonidos que no creías que existían.
A mi hija se lo expliqué un día, aún a riesgo de que su corta edad la alejase del entendimiento necesario. Le dije: cuando llegas a un bosque traes contigo el sonido de la ciudad, del bullicio; si eres capaz de mantenerte en silencio durante media hora, observando a tu alrededor, comenzarás a escuchar y sentir. Descubrirás que tus oídos encontrarán acomodo en el leve repiqueo de las hojas movidas por el viento; el rápido correr de una ardilla a doscientos metros, el chapoteo de los peces saltando de uno a otro lado... ese silencio difuso es el que merece la pena.
Yo lo busco en los veranos en los que salgo a remar río arriba, sin más compañía que un remo y un kayak. En mitad del río me he sentido lleno, tranquilo...
Pocas veces he experimentado el silencio absoluto, ese en el que no hay absolutamente nada, incluso escuchas con dificultad tu propia respiración. Para ello, claro está, es necesario introducirse en una cabina de medición auditiva. Pedí permiso en una ocasión en la que, ingresado para controlar mi dolencia, tuve un brote de ansiedad y quería aislarme. Fue alucinante, durante diez minutos me costaba incluso mantener una postura cómoda; como si faltasen referencias... al cabo de ese tiempo comencé a sentir mi respiración, a dejarme llevar por la paz del momento...
Imagino que hasta ese punto llegan quienes son capaces de hacer de la concentración mental un modo de vida. No es difícil aislarse del ruido exterior, son los sonidos internos de cada uno los que cuesta más controlar...
Silencio...

Soberbia

El último de los Pecados podría ser también el menor de ellos, si nos atenemos al desarrollo de las sociedades, a la superioridad jerárquica del orgulloso o soberbio sobre el humilde o modoso.
La humildad es una característica maravillosa, pero la soberbia u orgullo también lo son. Sólo dependerá del momento en que una actitud o la contraria se den.
Así las cosas cuando hacemos algo que resulta ejemplarizante para los demás o para con nosotros mismos, no sentimos orgullosos de ello. La soberbia sería en este caso beneficiosa.
En otro orden de cosas la vanidad (otro sinónimo de soberbia) forma parte intrínseca del ser humano o al menos de una gran mayoría. Todos somos un poco narcisos y nuestra vanidad, grande o pequeña, nos encamina hacia una actitud u otra.
Soberbia...

Envidia

La envidia es el Pecado Capital por excelencia, y el deporte nacional en nuestro país. La RAE define la envidia como: la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.
Yo me aproximo más a la definición, fantástica, que Fernando Fernán Gómez explica en el documental “La Silla de Fernando”, de David Trueba: sostiene Fernán Gómez que la envidia es el deseo de situarse en la piel del otro. En soñar con ser otra persona y beneficiarse de lo que esa persona se beneficia. Lo argumenta con El Quijote y su autor, Cervantes. Un envidioso querría ser Miguel de Cervantes, y haber tenido el ingenio de éste.
Por el contrario, sostiene el actor y escritor, el español no es envidioso sino mala persona; aquí, en lugar de querer ser Cervantes, dirían aquello de: pues no es para tanto; no está bien escrito; tiene muchos errores, etc.
Estoy al cien por cien con él. He conocido a pocas personas que quisieran ser Cervantes y sí a muchos que han criticado su obra. Y lo que es peor, lo han hecho sin tener en cuenta la perspectiva.
Y es esto último, la perspectiva, la que influye de manera determinante en nuestra concepción de la envidia. La óptica del envidioso le hará situarse más próximo o más lejano a la realidad.
El concepto de “envidia en el buen sentido de la palabra” no existe pues la envidia sólo debería tener ese sentido. Para la “otra” envidia, la RAE ya tiene suficientes adjetivos calificativos.
He sentido muchas veces envidia de los diferentes personajes que han trascendido a la historia, he soñado con ser ellos, con disfrutar de las buenas cosas que han hecho o de las situaciones que han vivido. Obviamente lo haría con mi propia perspectiva, no podría ser de otra manera, dado que la objetividad no existe en este ámbito.
En el Purgatorio, de Dante, explica la condena de los envidiosos a coserse los ojos por haber disfrutado observando la caída de los demás...
Para concluir habría que advertir que a la personalidad envidiosa se le suele unir una personalidad manipuladora, mentirosa y mezquina...
Envidia...

martes, 30 de noviembre de 2010

PASOS...

Dice el Tao que todo camino comienza con el primer paso, algo que inmortalizó Machado con su: “caminante no hay camino, se hace camino al andar...”. Y eso, dar pasos, es lo que ha ido forjando el sendero por donde transita la vida de cada uno de nosotros. Caminantes errantes de un futuro incierto al que nos aproximamos doblando esquinas, acelerando en las rectas y tomando impulso para saltar los frecuentes baches que pretenden cercenar nuestra existencia.
Para muchos el primer paso en cualquier dirección es el más difícil, no son pocos los anclados a una roca imaginaria que les impide avanzar, para ellos el camino no es más que una utopía. Otros avanzan por el camino con paso firme, aplastando a su paso cualquier brote que pueda entorpecer su decidido caminar; suele ocurrir con estos caminantes que su camino es tan rápido como fugaz, apenas pueden percibir a su paso la belleza de su entorno. Son visitantes ciegos de una película multicolor.
Quiero y pretendo estar entre los que avanzan observando, percibiendo a través de los sentidos las sensaciones que me inciten a dar pasos largos o cortos; quiero avanzar sí, pero disfrutando de cada instante. Prestando atención a las afiladas espinas que quieren ralentizar mi avance, para poder esquivarlas al superar un collado; debo dejarme llevar por las suaves veredas que encontramos en la vida cuando vienen bien dadas, cuando en el largo peregrinar compartes pasos y vivencias con quien se ha unido a ti sin pedir nada a cambio, tan sólo para hacerte compañía.
Siempre he pensado que pasear no es caminar, que pretender avanzar por la vida sin un objetivo solo te lleva a perder el tiempo. Disfrutar de un paseo es algo que debes hacer siempre y cuando el camino esté medio recorrido. Incluso si has decidido que es otro el sendero que quieres explorar...
Pasos...

Lujuria

Me enseñaron de pequeño que la lujuria era el primero de los pecados capitales; y me lo enseñaron cuando no sabía discernir un muslo de un glúteo... con los años uno va comprendiendo en qué consiste un pecado tan grave como este y termina convirtiéndose en un pecador empedernido.
Si uno se enamora de otro, si disfruta del sexo con su pareja y no tiene la lujuria como una máxima, entonces se está perdiendo mucho por el camino.
Sin embargo, un análisis más detenido de la lujuria en el contexto social, demuestra que este es uno de esos pecados en los que la sociedad frecuentemente cae. Atrás quedan los tiempos en los que tocarse era un sacrilegio, en los que descubrir al otro no estaba dentro de la moral...Hoy, sigue sin estarlo, pero todos sabemos que existe una doble moral establecida que logra eclipsar este irreverente pecado.
No deja de sorprender, sin embargo, quienes en pleno siglo XXI todavía confunden el término y creen que la lujuria es un exceso de lujo...de todo hay en la vida.
Personalmente mi mayor ambición es tener que realizar un acto de contrición imposible por cometer muchos actos lujuriosos.
Lujuria...

AVARICIA

Este es quizá el pecado, de los siete Capitales que nos enseñaron de niños, que más se ha extendido a lo largo y ancho de este mundo. No hay más que darse una vuelta por los lugares de culto. Son estos verdaderos estandartes de la opulencia, de las ganas de tener más, de la avaricia en su más alta cota.
Los zapatos de Prada del Papa católico son una muestra de la avaricia, y de la soberbia, que ha caracterizado al ser humano desde siempre.
Somos seres sociales que ambicionamos tener más cada día, porque así nos lo ha enseñado un sistema económico que dignifica al que más tiene sobre el que tiene menos...
Los avaros, aquellos personajes de cuentos infantiles que ambicionaban quedarse con lo de todos, llenan cada día los titulares de la prensa económica, gobiernan dictaduras donde ambicionan todo... Avaro también es quien ambiciona reclutar para su causa el mayor número de almas, quien a través de doctrinas seudo – religiosas pretenden unir a su causa, por absurda que pueda ser, a cuantos más mejor.
Ha sido, a mi entender, la avaricia del ser humano uno de los principales impulsores de los avances que se han desarrollado a lo largo de los siglos. La avaricia de las naciones para poseer el mayor número de armas, de genios, de trabajadores, de dinero... sí, definitivamente la avaricia ha movido siempre al mundo.
Claro que hay personas que no son avaras, que no pretenden tener más que lo necesario para vivir, para tener una comunión consigo mismos con quienes les rodean...lamentablemente ellos no rigen el devenir de las sociedades...
Avaricia...

Gula

Este es uno de esos pecados que insultan la inteligencia del ser humano, un pecado que rara vez podrán cometer quienes afligen su estómago, no por fe, sino por falta de alimento que llevarse a la boca.
Siempre he creído que la Gula es un pecado de los que más tienen, aquellos que cometen excesos en su alimentación por lo mucho que tienen para llevarse a la boca.
Nos han pretendido vender que también puede ser gula el comer en exceso cuando se tiene qué, sin reparar que existe la posibilidad de que la necesidad de comer de manera alocada obedece al instinto de supervivencia de quien no come de manera habitual...
Yo he pecado por gula muchas veces, mi afición al chocolate es atávica, va más allá de mi capacidad para decir que no. He dejado de fumar, no bebo, etc. Pero comer chocolate, aún con exceso, es uno de los mayores placeres que me permito y me da igual si es gula o indigestión...
Gula...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA OTRA REALIDAD DE LA CRISIS

Con la que está cayendo, económicamente hablando, en este país, parece mentira que muchos tengan una visión tan superflua de la misma. Parece que el problema de este país se llama José Luis Rodríguez Zapatero, y muchos que escuchan esto comulgan con ruedas de molino.
Alguien en su sano juicio puede creerse que el problema es éste, seguramente que a nadie se le ocurre pensar que los empresarios no iban a tragar así como así. El problema es mucho más profundo y afecta a demasiados sectores.
Para comenzar habría que matizar hasta dónde llega el poder del Presidente de una nación, España, con 17 gobiernos autonómicos; el resultado de esta simple apreciación nos dice que el Gobierno controla el 30% de presupuesto del Estado, o lo que es lo mismo menos de un tercio. El resto lo gestionan las Autonomías, por lo que habría que pedir responsabilidades a los 18 presidentes y no sólo a uno.
La otra realidad es que en España hemos pasado en apenas cincuenta años de una Dictadura donde pocos vivían bien, a una democracia que instauró un Estado de Bienestar del que todos nos beneficiamos y que nadie se preguntó jamás de dónde venía. Vivimos a la sopa boba durante dos décadas de las subvenciones que llegaban desde el otro lado de los Pirineos. No hemos invertido nada en generar nuevas industrias, ni lo suficiente en I+D+I, y cuando nuestros estudiantes han destacado se ha producido una fuga hacia otras latitudes, ya no por falta de dinero, sino por insuficientes lugares para desarrollar su trabajo.
La economía de España pasó del ladrillo caudillista de las playas de Benidorm al ladrillo generalizado. Construimos para el doble de la población, como si tener dos o tres viviendas fuese el pan nuestro de cada día.
En este período de vacas gordas a nadie le importó un pepino que entrasen en nuestro país 5 millones de extranjeros, la mayoría sin cualificar. Se trataba de mano de obra barata que hacía los trabajos que nosotros, señoritos venidos arriba, no queríamos hacer. Y ahora decimos que nos sobran, que estamos invadidos... lo peor es que no es cierto, pues necesitamos, no cinco, sino hasta diez millones de extranjeros en este país que puedan mantener el nivel de cotización suficiente para sostener un sistema de pensiones en un país donde la longevidad va en aumento, algo sobre lo que nadie quiere reflexionar. La SS.SS nació cuando la esperanza de vida en nuestro país era de diez años menos que ahora, es obvio que necesita una revisión.
Si alguien en la piel de toro cree que va a llegar un político con una varita mágica y lo solucionará todo, está equivocado. El mismo perro con distinto collar, con el agravante de que, quien parece puede llegar, fue quien en su día liberalizó el suelo y dejó al país sin control absoluto sobre petróleo, electricidad y otros.
Somos nosotros, los ciudadanos, quienes tenemos que ver de manera clara que nuestro país necesita una regeneración, que es preciso mejorar los rendimientos laborales, disminuir el absentismo laboral, rentabilizar las inversiones y sobre todo racionalizar la economía; no podemos pretender ser un país como Alemania, porque su mercado laboral es totalmente diferente al nuestro. Ni somos como ellos ni nuestra solidaridad es como la de ellos.
La responsabilidad de la crisis, lo queramos o no, es nuestra que hemos mirado hacia otro lado, sin pedir cuentas a nadie. Somos tan estrechos de miras que pensamos que vendrá un ángel salvador para solucionarnos la papeleta cuando nuestra obligación está en fiscalizar la labor de los que nos gobiernan y despacharlos, si es preciso.
También, la crisis, nos obliga a un acto de contrición; tenemos que ser capaces de aceptar una reestructuración del mercado laboral. Algo que no se hará de hoy para mañana sino en un proceso que habrá de durar no menos de veinte años para tener resultados.
Hemos tenido una transición política, que salvo chapuceros casos, ha sido óptima y nos ha situado en un lugar privilegiado dentro del orbe mundial; ahora nos toca una transición de mercado, para situar nuestro país en el mundo actual donde debe. Ya no todo es turismo; hoy viajar a cualquier parte del globo es posible y asequible; ni ladrillo, ya tenemos viviendas construidas para dos generaciones... quizá el futuro esté en una industria de calidad, en una exigencia mayor en las cualidades, capacidades y calidades. Por ahí deberíamos caminar.

FUNCIONARIOS DE PIM, PAM, PUM

Siempre que hablamos en crisis económica o laboral aparece la demagogia en torno a los funcionarios. Hablamos entonces de la gran cantidad de ellos que existen, de la rentabilidad de su trabajo, del absentismo laboral, etc.
Es como si este colectivo tuviese la culpa de la crisis, o de las dificultades de otros estratos sociales o económicos. Si alguien espera que un día los funcionarios estén mal, entonces ellos mismos estarán mucho peor.
Si hay muchos en nuestro país es como consecuencia de la vertebración del Estado que surge del Título VIII de la Carta Magna. En España sólo tres comunidades autónomas tenían interés histórico en serlo, el resto nació como consecuencia de un reparto “extraño”, del “agua para todos”. El resultado fue un aumento exponencial de administraciones, la proliferación de puestos repetidos, etc.
Por eso son tantos, porque hay demasiadas administraciones a las que dotar de personal, y para reducir estas entidades es preciso revisar la Constitución, algo por otro lado complejo.
Pero uno puede ir más allá y aseverar que el Estado no existiría sin funcionarios, que son estos los que realmente mueven el país, los verdaderos vertebradores del mercado laboral. Alguno puede tildarme de loco por decir tal cosa. Sin embargo la realidad es la que es. Si mañana los funcionarios, de todo el Estado, decidiesen ir a la huelga durante una semana la actividad económica y social se detendría por completo, incluso podría darse el caso de un momento de anarquía social, si tenemos en cuenta que los cuerpos de seguridad del Estado también son funcionarios.
Es cierto que hablamos de personas acomodadas, conocedoras de que su puesto de trabajo es intocable y su nómina llega a final de mes siempre, que hay casos de vagos, de personas que incluso utilizan su puesto de trabajo para otras cuestiones, etc. Mas también los hay que son eficientes, que movilizan juzgados imposibles carentes del personal suficiente, por ejemplo.
Quizá el cambio debería darse en la redistribución de estos cargos, en la búsqueda de una homogeneidad administrativa que facilite la comunicación y traslado de una administración a otra, etc. Se debe exigir una actitud ante el trabajo como la de cualquier otro trabajador, pero no se puede permitir que se les utilice como armas políticas arrojadizas, cuando legislatura tras legislatura los políticos se dedican a otras cosas y no se acuerdan de ellos.
Para concluir un breve dato, cuando un político corrupto roba 1 millón de euros, está llevándose el mismo dinero que 55 funcionarios en un año completo de trabajo. Sólo este año pasado las causas contra políticos sumaban más de 2000 millones que han desaparecido, el trabajo anual de más de 110.000 funcionarios, eso si es escandaloso... y se van de rositas todos.

martes, 23 de noviembre de 2010

FRASES Y OTRAS, NOVIEMBRE 2010

Bajo el manto de sueños que inunda mi vida; en medio del montón de ramas de amor que guardo para calentar mi invierno; en la superficie del breviario de la vida que consulto cada día; en todos y cada uno de esos lugares te encuentras tú; pero eso, eso ya lo sabes…


Llevo demasiado tiempo buscando en los recodos de mi memoria el por qué de muchas cosas. Tras cada esquina me he topado con una nueva singularidad, una realidad palpitante que muestra sólo una posibilidad futura, cuando es posible que si encuentro armonía conmigo mismo, la encuentre con los demás…


En cada noticia cruel publicada en la prensa hay una nota disonante con el sentido de la vida; en cada imagen escabrosa que observamos en la televisión hay una enardecimiento encubierto de la violencia intrínseca al ser humano; cada suceso escuchado se esconde la tergiversación interesada de muchos implicados…discernir lo importante de lo improbable es todo un ejercicio cada día…

No es una cuestión baladí la crisis que nos afecta, pero muchos se empeñan en reducirla a una mera cuestión de nombres propios: que si el problema es este o aquel. Ejercemos de españoles, incapaces de analizar que el debate, mucho más profundo, se encuentra en que hemos vivido los últimos años con el estómago lleno, henchido de regalos llegados de otros lados, creyéndonos los mejores del mundo y de pronto la realidad nos ha despertado. Y como siempre, miramos hacia fuera de la ventana…

lunes, 22 de noviembre de 2010

OBSERVANDO EL MAR TIERRA ADENTRO

Desde pequeño siempre he sentido fascinación por el mar, supongo que eso lo tenemos interiorizados aquellos que nos hemos criado tierra adentro. No me gusta demasiado el sol y la playa, no frecuento los arenales en busca de un cambio de color en la pigmentación de mi piel, se trata de una atracción por el mar encrespado, por las grandes olas que veía de pequeño desde las dunas de Valdoviño; ese maravilloso arenal de la costa ferrolana.
Trataba de adivinar entonces cómo sería de dura la vida de quienes, imbuidos de esa sola realidad, salían a faenar día tras día. Me impresionaban los grandes buques que veía partir desde los puertos que visitaba, pero sobre todo me apretaba el estómago pensar en cómo sería la vida a bordo de un pequeño pesquero de bajura, de esos que son meros cascarones ondulantes cuando el mar se empeña en agitarlos.
Imaginaba la relación profunda que cada marinero entabla con el mar, que cada uno de los trabajadores de costa tienen con ese profundo mundo de agua salada donde el hombre no es nada, o casi nada. Con los años tuve la fortuna de conocer a uno de esos hombres, un primo político que me contaba cómo había salido a faenar con trece años por primera vez. Sus manos, curtidas por más de veinte años de salitre, mostraban la piel de personas que van curtiendo sus almas en cada noche de soledad, personas que viven con los pies en el agua, apenas pisando tierra firme el tiempo suficiente como para no marearse.
La vida de un marinero en la mar es tan dura, tan sufrida, como sin duda lo es la de quienes les esperan en tierra firme, quienes conocen el momento de la despedida y juegan a ser adivinos de los reencuentros.
Las mujeres de los marineros rara vez tienen monumentos en su honor, pocas veces son aclamadas como las heroínas que son: crían a sus vástagos, les dan educación, se preocupan de que todo funcione en casa, esperan la llegada de sus maridos... no, no han sido suficientemente reconocidas, no lo han sido.
El mar desde el interior se ve como algo lejano, como un lugar de recreo donde satisfacer la necesidad que tiene el ser humano de abandonar, por un tiempo, su lugar de residencia y visitar otros mundos.
Ahora que la vida me ha permitido conocer otras latitudes, otros mares, me quedo todavía absorto ante un atardecer en la arena; poder observar como el sol se empeña en ocultarse en el horizonte, mostrando ese color rojizo tan especial... creo que ese es el mejor momento del día, poco antes del “luscofusco”...
Cada día me acerco más a la costa, sobre todo en los días de mala mar, de tempestad; días en los que el incesante sonido de las olas rompiendo la costa no permiten oír nada más que su propia voz, es como si mirase embelesado un cuadro fastuoso y vibrante que atrapa mi tiempo sin darme apenas cuenta...

¿QUÉ SOMOS?

Muchos sostienen que somos lo que comemos, que nuestro físico es la viva representación del conjunto de aciertos y errores que cometemos en nuestra alimentación. Y seguramente estén en lo cierto, pues cada vez está más demostrado que la alimentación es una de las principales fuentes de bienestar o malestar en la vida del hombre.
Otros sostendrán que es la espiritualidad la que marca el camino de nuestra existencia, que somos un conjunto de creencias, de temores, de amores... y tampoco irán desencaminados; la espiritualidad es intrínseca al ser humano, necesitamos creer, defender un ideal por extraño que parezca, es la única manera de poder encontrar sentido a aquello que no se lo encontramos de forma racional.
Habrá quien crea que somos lo que pensamos, lo que aprendemos, lo que descubrimos. Genética en estado puro, bioquímica estudiable, medible y completamente reproducible en laboratorio. También estos pueden tener su parte de razón, dentro de un mundo completamente aséptico y matemático seguramente tendrían razón.
Desde mi humilde punto de vista somos el resultado de un conjunto de causalidades que nos marcan por un lado y nos hacen mejorar por otro.
No existiríamos de no haber sido por la habilidad de nuestros progenitores, en esa habilidad y su carga genética encontraremos el patrón que nos diferencie del resto, al menos químicamente. Dependiendo de la sociedad en la que nos haya tocado vivir, estaremos influenciados por una moral u otra, por un conjunto de valores que nos es dado y que adoptamos como nuestros sin detenernos, al menos en una edad temprana, a valorar si estamos o no de acuerdo con ellos.
Hasta aquí hemos llegado siendo lo que nuestros padres nos han dado más lo que la sociedad no ha implantado en el subconsciente colectivo que todos llevamos adherido a nuestra personalidad. Llegados a este punto deberían comenzar las diferencias entre unos y otros, la capacidad de una persona respecto de la otra para inclinarse por un estilo de vida, de alimentación, por unas creencias, etc.
La espiritualidad individual de cada uno, unida a los valores que tengamos, nos hará ver unos mismos conocimientos ciertos de una manera o de otra en función de estas dos variables. Incluso el lenguaje científico y la especulación que ofrece el mundo filosófico están atrapados por estas dos variables.
Creo que nadie es capaz de solaparse sobre sí mismo y ver con invariable objetividad un mismo dato. Somos lo que somos como resultado de una parte controlable por nosotros mismos y por otra parte que nos es dada, impuesta y a la que estaremos subyugados en tanto en cuanto no vayamos siendo capaces de dar pequeños saltos (da igual la dirección), hacia el espacio diferenciador.

sábado, 20 de noviembre de 2010

FRASES - PENSAMIENTOS - PREGUNTAS

¿Qué seríamos capaces de hacer por necesidad?¿Sería la violencia una salida? En caso de calamidades son muchos los que recurren al saqueo posterior como salida, ¿dónde situarnos?¿Es asumible, moralmente hablando, crear un niño para salvar la vida de otro?

Las sociedades están vertebradas por la fe y la ideología. Cuando ambas se juntan en una misma idea esa sociedad se encaminará, casi con total seguridad, hacia su propia extinción como tal…

Freud sostenía que el control de esfínteres es mucho más placentero que el acto sexual en si mismo, ergo cuando lleguemos a casa con problemas en la cabeza, discutiendo, abrumados por las deudas, etc. La solución es fácil…cagar

Algún día espero encontrar respuestas a mis errores, confío en ser capaz de averiguar si mi torpeza obedece a una cuestión íntima y personas o es consecuencia de lo inevitable. La desazón de los errores sólo es mitigada por la alegría de los aciertos. Una cuestión sin la opuesta tal vez no tenga valor…

Hoy hay estadísticas para todo, medimos hasta lo inmedible, mas alguien se ha parado a contabilizar el tiempo que nos pasamos en el cuarto de baño? Dado que, casi siempre es la habitación más pequeña de la casa, ¿no sería mejor hacer el comedor en el baño y el baño en el comedor? Es obvio que comemos, pero estamos más tiempo echando lo que comemos que comiendo…

He tenido a mi alrededor personas muy populares, de esas que eran los auténticos protagonistas de todas la veladas, reyes efímeros de cortesanos aduladores del breve momento vivido. Pasada la fiesta los “amigos” habían dejado el paso abierto a la descortesía, al: “ya está otra vez éste…”. Esta enseñanza me ha servido para estar atento a quien es tu amigo y quien dice serlo…

Alguna vez he estado en el vértice de mi mente, ese lugar exacto donde mis pensamientos, mis deseos, y mis realidades confluyen, y a punto he estado de despeñarme por el barranco de la desidia, del fatalismo…en esos momentos sólo los asideros de optimismo que he ido labrando con los años sirvieron para sujetarme y mantenerme en el plano de la realidad…¿será cuestión de ver la vida con una sonrisa…?...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL LADO IRREVERENTE

Todos tenemos un lado irreverente, esa parte de nosotros que se revela, de pronto, contra algo que nos harta, que nos parece inapropiado en un momento dado.
Lo irreverente suele dividirse entre el mal gusto y la mordacidad de la crítica ácida hacia la moral establecida, esa búsqueda de lo amoral que muchas veces buscamos, he buscado.
Siempre se espera de nosotros un determinado comportamiento, una manera de actuar que alguien ha situado en la órbita de lo moral, de una moral establecida que no tiene que ser necesariamente correcta.
Suelen ser la personalidades irreverentes en la manera de pensar los que despiertas más expectación. Para unos porque representan el menoscabo efectivo de una moral que establecieron como válida para todo el mundo pero sin consultarlo con nadie; para otros expresan lo que ellos mismos querrían expresar y para lo que le falta valor, disposición o gallardía...
Mi lado irreverente es el que me empuja a proponer temas de conversación controvertidos, donde uno busca encontrar el mismo lado en los demás, pues todos lo tenemos. La búsqueda de una confrontación amable y simpática que pretende sacar a los demás del mundo encapsulado en el que suelen vivir.
Vivir de acuerdo a los cánones establecidos, cumpliendo lo que se espera de nosotros en cada momento seguramente proporciona muchas satisfacciones a quienes así lo esperan, e incluso a quien vive de acuerdo a esos preceptos. Sin embargo nada como la satisfacción de tener personalidad propia, discurso alternativo, ideas comunes manifestadas de manera independiente y libre...irreverentemente claro...

RELIGIÓN Y CREENCIAS

Existe una corriente de opinión, muy extendida allí donde reinan las religiones monoteístas, de que tener creencias y abrazar una religión es todo uno; cuando la realidad es que no tiene por qué ser así.
En el origen de la especie humana no está presente la religión, aunque sí las creencias. ¿Qué creencias? Pues muchas y variadas, generalmente tratando de explicar de manera lo más racional posible, situaciones fuera del entendimiento de la época de la que estemos hablando. La creencia de que el planeta era plano perduró a través de los siglos, por ejemplo.
¿Es cierto que el ser humano necesita creer en un Dios? Yo creo que no, creo que debe tener presente la creencia en algo que desconoce como origen de las diferentes situaciones a las que no encuentre explicación, sin más. Los misterios de la vida y de la muerte, lo son en la medida en que la religiosidad se hizo latente entre los hombres; tal vez porque resulta mucho más sencillo creer que existe una diosa Geo para explicar por qué surge lava del interior de la tierra que buscar una explicación natural sin los medios necesarios para encontrarla.
La religión es un campo proclive al alumbramiento de las más diversas corrientes; el resultado ha sido la aparición en este tiempo de muchas religiones, cada una con su propia idiosincrasia, cada una poseedora de una verdad intangible que naufraga con frecuencia ante el avance de la ciencia.
Quizá el vano intento de acercar la espiritualidad al mundo divino alejándolo del hombre sea una de las diferencias más notorias entre unas religiones y otras.
La religión católica abraza la figura de la Santísima Trinidad, habla del pecado, de la necesidad de convertirse al catolicismo, de la aparición de un pecado original, así, porque sí... nos promete la redención a cambio de una confesión última, una curiosa manera de decir: Haz lo que quieras, no serás buen cristiano, pero si te confiesas al final, listo...¿no es una puerta abierta a la vida pecaminosa?
El judaísmo, la más antigua de las religiones importantes basa su práctica en el estudio de la Torá, o lo que es lo mismo el Pentateuco, primeros cinco libros de la Biblia, obra esta que reconocen otras religiones como parte de lo suyo. Un judío no te pide que te hagas judío, sólo pide que le dejes ejercer como tal. Obliga, al igual que la religión católica a cumplir con una serie de preceptos...
La iglesia ortodoxa niega la figura de la Trinidad, y nos libra de golpe del pecado original; bien pensado siendo Cristiano siempre pertenecería mejor a una religión que no me condiciona de entrada que a otra que me nombra pecador desde mi aparición , ¿no?...
El Islam es más de los mismo, la única diferencia es que en lugar de seguir al profeta Jesús (así lo reconocen) siguen al profeta Mahoma, con las peculiaridades de una religión mucho más retórica...la interpretación del Corán, igual que sucede con la Biblia o con la Torá, dependerá de cada corriente.
Existen otras religiones, con una interpretación de la religiosidad que, de ser conocidas realmente en occidente y oriente medio, harían que muchos se planteasen el cambio.
El budismo nace a la sombra de Siddhartha Gautama en la India, basa su organización en los Sutras (discursos) y puede desempeñarse en una vida monástica o laica, sin que por ello uno pueda alcanzar el nirvana mejor o peor. Propone la erradicación del sufrimiento, de la insatisfacción vital o del descontento de la vida... a través de la meditación, del encuentro con uno mismo...apartamos aquí cualquier tipo de obligación, de devoción, o de pleitesía, sólo nosotros con nosotros mismos.
El taoísmo divide el mundo entre el Yin y el Yan, siendo el Tao la fuerza de unión entre ambos universos. No obliga a nada, sólo condiciona el equilibrio en tu vida al aserto de que el Tao es la manera de llegar él.
El shintoismo es una de las religiones menos conocidas para nosotros y sin embargo es una de las más abiertas pues propone la veneración a tantas deidades como se desee, no tiene una manera organizada de rezar ni de alcanzar las más altas cotas, deja todo al libre albedrío del ser humano, a que cada uno pueda encontrar su lugar en el mundo sin menoscabo del de al lado.
Para concluir he dejado el hinduismo por ser esta una religión completa y compleja donde tienen cabida las más diversas interpretaciones y por tanto donde cabría todo el mundo. Para practicar el hinduismo basta con formar parte de la cultura hinduista. No hay ordenes sacerdotales, no hay un fundador, se trata de un conjunto de creencias metafísicas, religiosas, cultos, costumbres y rituales. Dentro de la cultura hinduista hay: teísmo, deísmo, politeísmo, panteísmo, el agnosticismo y el ateísmo...
Sin duda el hinduismo es la clara demostración de que todo es posible cuando hablamos de creencias y de religiones, que uno no debe dejarse chantajear por la “presunta” existencia de un Dios de un determinado tipo o de otro. Dios (si existe) está en el interior de cada persona. Y cada uno lo verá y lo recreará en su interior como buenamente pueda entender. Cada entendimiento, cada capacidad intelectual tendrá una manera diferente de ver a Dios. No permitamos que nadie nos indique el modo de hallarlo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

TEMOR, AMOR, FRACASO, ILUSIÓN

Mucho se ha escrito sobre estas cuatro palabras, cada uno de los que nos hemos atrevido a dar nuestra opinión sobre ellas exponemos un punto de vista subjetivo, un punto de vista que parte de la experiencia vivida y por ello participado de los vicios y virtudes que en nuestro itinerario vital hemos encontrado.
Amor, toda una palabra que engloba mil y una formas de amar, de sentir de manera racional e irracional. Quien más y quien menos se ha acercado a alguna de las formas de amor a lo largo de su vida. Hemos sentido el amor de nuestros padres, hemos querido a nuestros hijos, hemos amado a otras personas...Amar a una persona es un sentimiento tan intenso y veraz que suele manifestar sus dos vertientes a la vez, el placer y el dolor. El placer de disfrutar ese amor correspondido, el dolor de la ausencia o de la no reciprocidad del mismo...
Fracaso, manida palabra que representa el peor de los panoramas posibles; fracasar es mucho peor que perder, pues la pérdida casi siempre es ajena, se produce porque sí y duele sin más. Fracasar puede llevar también a la pérdida, y con ello al remordimiento interno. Quien fracasa suele enredarse en una pelea interna. Debe de hacerlo para poder superarlo y, sobre todo, para poder ver el futuro de mejor manera...
Temor, quién no lo ha sentido alguna vez. Temer no sólo es humano, es un instinto animal que nos mantiene alerta, que incentiva el que estemos alerta. Esa es su parte buena; la mala, es que por temor impedimos que nuestra vida se abra, que nuestro corazón llegue a sentir en toda su plenitud, que los objetivos que busquemos no los lleguemos a alcanzar porque no hemos sido capaces de manifestarlos...
Ilusión, bendita ilusión... sin ilusión la vida carece de interés. Sería como una película en blanco y negro con final previsto. Una suerte de libro con el fin en la primera página. La ilusión nos mantiene vivos, despiertos, descentrados, alegres. La ilusión hace que un niño se despierte más o menos contento; que un adulto afronte mejor su día, que un anciano vea el túnel cada día más lejos...

Qué sucede cuando juntamos Amor, Fracaso, Temor e Ilusión, a nuestra propia experiencia vital, a nuestra vida, a nuestro corazón... casi seguro que cada uno de nosotros tenemos una experiencia diferente, podríamos contar 6000 millones de historias diferentes a partir de estas cuatro palabras, tan diferentes entres sí y tan ligadas a la vez.
Creo que uno debería tener siempre la ilusión de que el día de mañana será mejor que el de hoy, que los momentos de fracaso han pasado que el temor al futuro sólo hace que nos retrasemos en nuestro avance y que el amor es un sentimiento tan intenso que eclipsa todo lo demás cuando se hace patente en el mundo real.

Temer es humano, al igual que fracasar, pero...¿deberíamos dejar de ilusionarnos por temor a repetir un fracaso como en el pasado? Rotundamente no. No, porque de hacerlo estaríamos metiendo en el mismo saco embarrado todas las situaciones y personas, cuando sabemos seguro que no hay dos personas iguales, ni dos situaciones idénticas... cada momento de nuestra existencia es diferente, cada minuto iniciado será sustancialmente distinto del pasado.
Vivir es mucho más importante que detenerse en cada esquina para lamerse las heridas. Superar fracasos nos hace fuertes y duros, temer al qué vendrá no nos hace previsores o conservadores sino seres frustrados el día de mañana. Personas que un día se levanten pensando: “Y si...”

LA DEFENSA DE UNOS IDEALES

La idea de vivir defendiendo unos ideales es cada día más romántica, pertenece a ese universo de los mundos pasados que con una secuenciación sistemática se acercan a nosotros, generalmente, desde una película o un libro de éxito.
Posiblemente el Che sería mucho menos de no haberse convertido en un icono gracias a Korda. Se convirtió en el icono político de muchos en el mundo, gentes que apenas sabían nada de su ideario, si es que en el fondo lo tenía. Ernesto Guevara fue mucho más una marioneta de la cabeza pensante que todavía habita en Cuba, que un defensor firme de unos ideales claros.
Nelson Mandela estuvo 27 años en Robben Island por defender los derechos de los negros en una sociedad segregacionista (cómo muchas otras entonces), como era la Sudáfrica de entonces. Este si tenía claro por qué luchaba, fue víctima de la mayor tiranía que puede conocerse que es el desprecio por el otro ser humano por el mero hecho de tener una pigmentación diferente...ambos, Che y Madiba se convirtieron en iconos para el mundo en personas que han traspasado cualquier frontera física o ideológica. Desde entonces no ha habido grandes iconos a los que el mundo debiera acercarse, antes de ellos sí: Gandhi fuera para buena parte del mundo de los cincuenta, sesenta y setenta un adalid de la lucha sin más fuerza que la de las ideas....
El mundo debería mirar ahora hacia alguien qué, si me lo permiten, está en un nivel diferente, y me explico.
Había una vez un lugar en el mundo conocido como Birmania, un país rico en recursos energéticos que, víctima de una dictadura militar con una represión brutal que hace que Pinochet, Franco o Videla parezcan nenitas de la caridad; este país hubo de convertirse en Myanmar, visto como su capital cambiaba de localización por mero capricho, etc... y en medio de todo este caos surge la elegante figura de una mujer Suu Kyi, que lleva 15 de los últimos 21 años entre cárcel y arresto domiciliario. Un arresto domiciliario que en ocasiones es peor que la cárcel pues quiere hacerte ver que puedes hacer vida normal cuando lo normal es que no hagas tu vida. Suu Kyi, quizá no alcance nunca las cotas de publicidad que en su día tuvieron Gandhi, Che o Madiba (Mandela) en occidente. Quizá nunca los grupos occidentales hagan conciertos en beneficio del oprimido pueblo birmano ni de su defensora de los derechos humanos allí, mas lo cierto es que mujeres así no ha habido muchas en la historia reciente de este mundo que nos ha tocado vivir.
La defensa de unos ideales, de manera pacífica, siempre es bienvenida; si además esta defensa se produce desde dentro de la opresión, su valor es tan importante como peligrosa su manifestación. Sólo por ello merecería estar presente en la prensa mundial cada día. Los cortos de miras dirán que sólo representa a un pueblo y no a una mayoría; sin embargo su defensa da la libertad va mucho más allá de una localización geográfica, alcanza a la totalidad del ser humano.
Suu Kyi...

CUANDO CIERRO LOS OJOS

Descubro que tu olor está presente en todo cuanto me rodea, mi ropa huele a tu perfume, mi piel mantiene el aroma de la tuya, mi aire es menos denso y profundo que el que respiro cuanto estás a mi lado.
Siento un frío helador que recorre mi espalda; la ansiedad del que espera en el quicio de la puerta la llegada de una persona importante, de un momento intenso.
Veo a través del cristal de mi ventana imaginaria como compartimos sueños, deseos, anhelos...como hacemos frente a las tempestades de la vida, a los errores propios y ajenos, al dolor y al placer.
Percibo la suave brisa que dejas tras de ti cuanto te mueves por la habitación, por la casa, por este, mi universo, donde has campado desde el comienzo llenándolo todo de una luz y un color que no existía.
Imagino que mi mano anciana se posa sobre la tuya, que asomados al invierno de nuestra existencia compartimos ese aliento cálido que en las noches frías logran mitigar todos los fríos.
Sonrío al pensar en el cómo, en el cuando, en el por qué, en el dónde...todos los lugares y sitios que hemos sido capaces de descubrir. En aquellos que todavía nos esperan...
Cuando cierro los ojos siempre te encuentro a mi lado, te miro, acaricio tu cara y beso tus labios. Y así, día tras día...

martes, 9 de noviembre de 2010

¿SE ALEJAN LOS CATÓLICOS ESPAÑOLES DE LA CURIA VATICANA?

Tras el paso del Papa por Santiago de Compostela y Barcelona, una cosa ha quedado clara: no se han cumplido los objetivos previstos por ningún lado. Para el recuerdo quedará el déficit de católicos al paso del Papa y el déficit económico que para nuestro país supone traerlo aquí.
Sin entrar en demagogias baratas en torno a las proclamas de quien gobierna en la Xunta y quien lo hace en el Ayuntamiento de Santiago, lo que nadie podrá obviar es que nos la han jugado. El coste económico de esta visita en una época de abstinencia económica obligada, no puede por menos que sonrojar a quienes lo organizaron, desde la Curia Vaticana hasta la clase política en su conjunto.
Valorando la escasa afluencia de fieles, para lo que se había previsto, uno debe hacerse varias preguntas: ¿Está perdiendo fieles la iglesia?¿la gente ya no es creyente?¿está el catolicismo en horas bajas?
Son respuestas que seguro que encuentran a muchos dispuestos a dar una u otra versión. Entiendo que no hay escasez de fieles, el ser humano necesita creer en algo y en nuestra sociedad, eminentemente católica, no hay pérdida de adeptos. El ciudadano medio cree, pero va comprendiendo que la fe es algo personal e intrínsecamente ligado a la espiritualidad individual, alejada de dogmas y proselitismo barato.
Lo que se manifiesta, y no sólo en nuestro país, no es el avance del laicismo, algo que este Papa ha puesto como excusa, sino la disconformidad del creyente para con sus representantes. Una Curia Vaticana que hace muchos decenios vive alejada de la realidad.
Quizá estemos ante el canto de cisne de la Iglesia Católica tal y como la conocemos en la actualidad. El progreso debe llegar también a un lugar donde es necesario abrir ventanas y dejar que el aire, enrarecido por el paso de los años, entre de nuevo. Un Concilio Vaticano III se antoja imprescindible para el devenir futuro de esta institución asentada a medio camino entre la verdad y la falacia.

lunes, 8 de noviembre de 2010

TESORO

¿Quién no ha soñado de niño con encontrar un tesoro?¿Quién no ha deseado toparse con aquello que anhelaba y disfrutarlo con la osadía de un niño?...todos hemos deseado, en mayor o menor medida, ser capaces de encontrar un tesoro que nos llenase la vida de felicidad.
Para muchos el tesoro ha sido un trabajo para toda la vida; tener la certeza de que mañana será otro día, y al siguiente uno más, sin tener que preocuparse en otra cosa que en trabajar y vivir.
Otros descubrieron su tesoro en forma de premio de lotería o similar, una suerte de locos; pues parece que la locura transitoria se instala sobre todos aquellos que se encuentran de pronto con mucho dinero.
Un tesoro es un hijo, quizá el más valioso de cuantos puedas encontrar, su brillo relucirá para los padres por el resto de sus vidas. Da igual qué haga…será nuestro tesoro más preciado.
Encontrar a una persona con la que querer construir un presente, abordar un futuro y hablar del pasado sin el menor temor a que pueda aprovecharse de ti o hacerte daño, es también encontrar un tesoro. Quizá sea este uno de los más valiosos si salvamos la distancia, enorme, que existe si lo comparamos con un hijo. Sin embargo cuando este tesoro lo encontramos, nuestra vida cambia de un modo tangencial. Los colores, olores y premisas de nuestras vidas dan un vuelco, se transforman…
No metería la amistad dentro de los tesoros porque está por encima de todos ellos. Ser amigo es mucho más que ser rico, millonario, excéntrico, listo, guapo…ser amigo te convierte, sin duda, en una parte muy importante de la vida de alguien y recíprocamente a ese alguien lo conviertes en parte de tu propia vida….
A lo largo de nuestra existencia iremos descubriendo y enterrando tesoros. Algunos los encontraremos por casualidad, otros tras una búsqueda incesante. Otros los enterraremos en el patio trasero de nuestra memoria, muchos se perderán sin darnos cuenta…lamentando su pérdida después.
Tesoros…

sábado, 6 de noviembre de 2010

LIBERTAD PARA SENTIR – DERECHO DE AMAR

La sociedad en la que vivimos nos hace ser esclavos de las modas que nos llegan impuestas, generalmente, por éste o aquel programa de telediario. No nos permite ser nosotros mismos, no nos otorga la libertad que se presupone para poder sentir a nuestra manera. Para sentir como de verdad nos sentimos.
Hubo un tiempo en el que ser hombre y llorar era sinónimo de debilidad, por el contrario, con el paso de los años, manifestar nuestras emociones se ha convertido en todo un ser de verdad.
Somos marionetas movidas por manos invisibles a través del complejo mundo de la psicología. Profesionales de esta área asesoran a multitud de empresas para conseguir atrapar a los usuarios de los medios de comunicación con el único fin de coartar nuestra libertad para sentir cómo nos dé la gana.
Si uno está pasado de peso ya se encargan estos medios de manifestarnos cómo debemos sentirnos, de decirnos cómo debemos actuar, etc.
Deberíamos buscar nuestra libertad para sentir sin temor a lo que piensen los demás, los otros… sólo alcanzando esa libertad interna e individual alcanzaremos de verdad el derecho de amar que tenemos asignado desde el mismo momento de nuestra concepción.
Todos tenemos derecho de amar, un derecho intrínseco al ser humano, un derecho universal al que muchos jamás logran acercarse por no sentirse libres para sentir; otros renuncian a este derecho libremente, conscientes de que con ello dejarán incompleta una parte de tu vida.
No se trata sólo de derecho carnal de amar, porque quienes abrazan una fe también amar y lo hacen tan intensamente como los demás.
Deberíamos, entonces, ser capaces de defender la absoluta libertad para sentir de nuestros hijos, manifestarles desde muy pronto que pueden amar a quien quieran y en el momento que quieran; que sentir en libertad no es lo mismo que hacerlo de forma soterrada. En los calabozos de la conciencia de muchos, se anclan las esperanzas de otros; tan solo es necesario obtener la libertad y soltar amarras…

¿QUÉ SOMOS?

Supongo que esta es una pregunta que muchos nos hemos hecho a lo largo de nuestra vida. Crecimos, al menos en mi caso, pensando que éramos obra de un ser etéreo que todo lo veía… que habíamos sido fruto de su capricho, de sus designios nos decían.
La realidad, siempre mucho más prosaica, nos ha revelado que somos la consecuencia de un proceso evolutivo que date de hace muchos millones de años, tantos que incluso podría resultar increíble para muchos. Tal vez ahí radique la firmeza en sus convicciones de los creacionistas y demás corrientes alejadas del pensamiento y razonamiento científico.
No quiero entrar a valorar si somos descendientes del Austrolopitecus, del Homo Sapiens o si un día alguien decidió crearnos tal y cómo nos conocemos. Cuando me pregunto ¿qué somos? Me refiero a los que formamos como individuos, al conjunto de materia y pensamiento que son el todo de un ser humano.
¿Somos lo que vemos o acaso sólo lo que no vemos? Para alguien que necesite ver con sus ojos lo tangible nuestro ser se referirá a lo físico, lo material, lo plausible; para quien vaya más allá, encontrará en el pensamiento, los sentimientos, las emociones, la memoria, etc. Una parte más importante del Ser, en términos absolutos que la mera contemplación de un trozo de carne.
Quiero pensar que es una mayoría la que se plantea nuestra existencia como un todo y no sólo como un análisis fisiológico. El pensamiento no es tangible, me atrevería a decir que no es medible, tan sólo valorable y en todo caso opinable…
Las emociones son para sentirlas, para compartirlas con los demás, para mostrarlas…pero cuantificarlas obedece más a una cuestión cultural y etnográfica que a una cuestión universal.
Desde mi punto de vista somos el resultado de la conjunción de un estado fisiológico que es modificado por un estado psicológico en base a razonamientos sociológicos que se ramifican entre nuestras historia personal y familiar, la sociedad en la que vivimos y el momento de nuestra existencia en el que nos encontremos.
Todos los razonamientos encaminados a dirimir qué somos cabría contemplarlos dentro del espectro del pensamiento individual, quizá soterrado en muchos casos bajo el peso de un pensamiento general que nos empuja como el mar a una rama.
Somos lo que somos porque así lo hemos decidido; bien de manera consciente, bien de forma inconsciente; el tanto por ciento atribuible a una cualidad física determinada es menos importante que el porcentaje que debemos dar a todo cuanto nos rodea. Normalmente, y salvo excepciones, somos el resultado de la manipulación de otros más las reflexiones propias. Lo que unido a la experiencia vital de cada uno tiene como resultado lo que encontramos al otro lado del espejo: nosotros mismos.
Juan J.Corral

sábado, 30 de octubre de 2010

PENSANDO

No pretendo caminar en sentido contrario, no pretendo vivir otra vida que no sea la mía, mas no puedo continuar mi marcha como un borrego sigue a su rebaño. Necesito, y quiero, ser participante activo en la sociedad en la que vivo.
Quiero creer que puedo pensar por mi mismo, es más, estoy seguro de ello. No creo en verdades reveladas ni en términos absolutos.
Confío en la naturaleza del hombre, en su capacidad para prosperar aún a pesar de su manifiesta torpeza por procurar el bien general en lugar de la persecución del éxito individual.
Vivir y dejar vivir no significa en ningún caso hacer lo que los demás quieren que hagamos o lo que es incluso peor, hacer aquello que pensamos se espera de nosotros. Vivir es participar de las actividades, es implicarse en las decisiones globales aportando una opinión, es complacerse cuando es necesario, sorprenderse si el momento lo precisa, mantenerse abierto a las innovaciones, despierto para comprender que el viento sopla en muchas direcciones y con diferente fuerza según la altura, el lugar, el momento…
Vivir merece siempre la pena, transitar por la vida de puntillas no. Y no merece la pena no porque no se pueda vivir así, que se puede; sino porque al final de los días, cuando la oscuridad es más segura que la claridad, en nuestro interior no habrá nada; seremos un conjunto vacío de no – vivencias, de no – experiencias.
En un futuro inmediato quisiera ayudar a mis hijos a comprender que su implicación en la vida les aportará más vida o al menos una vida más intensa.
Ahora, que el pasotismo se ha instalado en una juventud alienada por los juegos de rol, las video consolas y demás inventos, deberíamos hacer un esfuerzo por acercarles a otras maneras de pensar.
Caminamos por un mundo tecnológico que se ha alejado de las corrientes de pensamiento, de los razonamientos filosóficos que han movido el mundo desde que el tiempo es tiempo; si acaso esta deriva ha sido provocada por el dolor de pensar.
A nuestra juventud le cuesta expresarse, le cuesta manifestar una idea razonada más allá de lo que les cuentan o les dicen. La elaboración de un pensamiento individual supone un esfuerzo que casi ningún joven está dispuesto a realizar. Quizá porque hoy se busque la satisfacción momentánea en lugar de un resultado a largo plazo.

Joseph Alois Ratzinger está a punto de llegar

Ya falta menos para que este alemán pise Santiago de Compostela imbuido en el traje de Benedicto XVI. Y con su ilustre visita los gallegos y los demás ciudadanos que ese día estén en Compostela, se sentirán henchidos de felicidad por la llegada de este representante de Dios. Nada que objetar pues la fe es algo particular de cada persona. La religiosidad de cada uno de nosotros debería circunscribirse a la propia persona, sin más.
La cuestión es qué, pese a ser año Santo y demás monsergas religiosas, lo cierto es que este teutón llega en un momento económico delicado, con una tasa de paro alta, unas perspectivas nada buenas a corto plazo y un futuro gris como un otoño en Galicia.
Cuando ponga un pié en el aeropuerto de Santiago comenzará a correr la cuenta de gastos, que muchos predicen en torno a los trece millones de euros. Una cantidad alejada de la realidad que estamos viviendo y por tanto desmesurada a todas luces.
No se trata de hacer una crítica política, ni siquiera religiosa; tan sólo apelar al sentido común, a poner en claro que su visita supone para la ciudad y para todos nosotros un gasto brutal que no será amortizado por mucho que quieran, desde el poder, asegurarnos día tras día.
Con ese dinero podrían hacerse, no pocas políticas sociales, equipar a nuestras escuelas mejor, ayudar a quien verdaderamente lo necesite. ¿Vendría menos gente a Santiago? ¿Sería menos importante el año santo sin Benedicto XVI? No, rotundamente no, porque las personas que van a Compostela lo hacen por ellos mismos, por sus creencias, por el afán de aventura, por lo que sea menos por la visita de un Papa, al que vendrán a visitar unos cuantos miles que jamás amortizarán los gastos que su visita origina.
Por otro lado, desde la iglesia compostelana se ha tenido la desfachatez de enviar cartas a los empresarios de la zona solicitando ayuda económica para cubrir los excesos de esta visita… convendría una reflexión seria del tema. Imaginemos que todos los hijos de Dios, aquellos que sí profesan su fe, solicitasen ayuda a la iglesia para cubrir los gastos de sus hipotecas, dar de comer a sus hijos, etc. ¿Qué respuesta obtendrían?¿Cómo responderían, si es que fuesen a hacerlo?
Porque una cosa es solicitar ayuda para cáritas u otra organización religiosa o seudo religiosa y otra bien distinta es pedir dinero para un acto de exaltación del poder del Vaticano, que no de la fe.
Son, quienes profesan esta fe, los que deberían revelarse contra esta manipulación de sus creencias, quienes deberían exigir a la Curia un ejercicio de realidad social, habida cuenta del tiempo que vivimos.
Podrían tomar ejemplo del difunto Padre Arrupe, Padre General de la Compañía de Jesús entre 1965-1983, y bajo cuyo mandato esta compañía abrazó un compromiso en la promoción de la justicia en todos los ámbitos de la actividad humana, en un decreto 12 que entre otras muchas cosas decía que: la Compañía debería oír “el clamor de los pobres” y para ello tendría que estar cerca de la miseria y las estrecheces; que no podían identificarse con los ricos y poderosos en exclusiva, que no podían adueñarse del título de pobres, etc). La Curia Vaticana está lejos, muy lejos de estos preceptos. Preceptos adoptados aquí por la Congregación pensante de la Iglesia Católica. Son por tanto los dispendios de esta visita, a todas luces, exagerados e impropio.

EL VERDADERO PODER

Cuando a nuestros estudiantes se les enseña la división de poderes en nuestra sociedad, se les habla de tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Está claro que el Legislativo es una facultad de las Cortes que deben ser las encargadas de legislar y dar forma a las diferentes sociedades; El Ejecutivo que debería estar en manos de quien “ejecuta” todo lo que se deriva del Legislativo, es quien debe poner sobre el tablero los instrumentos necesarios para el juego democrático… El Judicial es aquel que nos debe decir donde están los límites del juego…entre otras muchas cosas. Hasta aquí todo claro.
Sin embargo el verdadero poder no está en estos tres poderes; hoy día, y quizá siempre, el verdadero poder está en los medios de comunicación, verdaderos vertebradores de las sociedades actuales.
A lo largo de la historia del hombre los medios de comunicación han sido capaces de situar a sus hombres en la cúspide de las pirámides existentes en cada caso; han provocado guerras y han ayudado a terminarlas. Crean corrientes de opinión falsas capaces de situar a un país al borde de un conflicto armado, cuando no lo provocan directamente.
Situados detrás de la barricada de la libertad de expresión, han sido capaces de soterrar a quienes le llevan la contraria; han tenido la desfachatez de incumplir sistemáticamente uno de los preceptos del periodismo: contar la verdad.
La verdad es siempre relativa cuando se habla de periodismo, sobre todo de periodismo político, social o del corazón. Quizá el único campo donde el periodismo puede estar libre de pena sea en el campo de las necrológicas…y no siempre.
Nuestro país está, aparentemente polarizado por periódicos de dos tendencias diferentes: izquierdas y derechas. Sin embargo un análisis en profundidad de los medios nos puede llevar a asegurar que hay periódicos de derechas, de extrema derecha, muchos de centro y otros que, pretendidamente de izquierdas terminan por ser víctimas de su Consejo de Dirección.
Casi todos los grupos de poder tienen un marcado carácter clasista, se advienen a situarse en una aparente izquierda para poder ocupar un espacio que está vacío desde que la sociedad es sociedad. Resulta cómodo anclarse en ese espectro social. Analizando a estos medios uno cae en la cuenta de que se mueven por intereses particulares, ajenos, en muchos casos, a ideologías o realidades periodísticas y situados en el intento de manipular la opinión de la gente en beneficio propio.

Uno debe de observar los diferentes medios de comunicación con un punto de vista escéptico, siento consciente de que las verdades reveladas casi nunca tienen la consistencia suficiente como para prolongarse en el tiempo. Y que cada noticia es importante en la medida en que tiene capacidad para generar ingresos al medio que la ofrece… por muy real y verdadera que sea la noticia, sino no genera ingresos seguramente no pasará el filtro del redactor jefe o su superior….

¿SE ESTÁ CONVIRTIENDO NUESTRA SOCIEDAD EN CAINITA?

Los Cainitas en el siglo II veneraron a todos aquellos que estaban contra el poder espiritual. Apreciaban la fortaleza y se mostraban contrarios a la debilidad humana. Creían que los llamados “pecadores” debían ser los beneficiarios últimos de su admiración. No tuvieron muchos adeptos, es cierto, pero su legado, su manera de entender la vida ha tenido continuidad hasta nuestros días.
Obviamente hoy día nadie se denominará a sí mismo como cainita, si acaso por su desconocimiento del término. Mas no es menos cierto que muchos se comportan de la misma manera salvando los casi diecinueve siglos de diferencia.
En nuestras sociedad de lleva a la cúspide a quien es rechazado por las mayorías, a quien representa el poder por la fuerza o la fuerza del poder.
Pese a estar en un momento histórico, hablando exclusivamente del mundo desarrollado, en el que la comunicación es fácil, donde el diálogo debería ser la forma de llegar a consensos…la realidad es que todos somos cainitas, nos revelamos contra el poder establecido simplemente por el hecho de revelarnos.
No digo que no sea necesario revolucionar a la sociedad de cuando en cuando, pero no es necesario hacerlo de manera continua.
Para avanzar es necesario que un grupo numeroso de personas remen en la misma dirección, se precisa de la consistencia de un grupo que busque el progreso social en contra de los “disidentes” que hacen de la rebelión contra todo su modo de vida.
Quizá no vivamos un momento de agitación social como debería de verse habida cuenta de la situación económico – laboral que vivimos. El gran problema de las sociedades de bienestar es que les cuesta reconocer que su preciado modo de vida se puede derrumbar.
Y son las personas con una mentalidad cainita, los que se haciendo pequeñas fracturas sociales, situándose siempre del lado del vencedor, ofuscando al vencido, separando en lugar de unir… y este tipo de persona abunda en todos los sectores sociales: desde la fe hasta la política.

jueves, 28 de octubre de 2010

TRANSITANDO POR LA VIDA

El mundo de los vivos tiene su fin en el estrecho tránsito que da paso al mundo de los muertos. Lugar éste del que hablan muchos libros y teóricos pero que nadie regresado de allí, se ha prestado a contar públicamente.
Razón esta por la que he comprendido desde bien pequeño que estamos en este mundo de una forma efímera hasta que un día la apatía por la vida nos conduzca al lado oscuro.
Por la vida se puede transitar de muchas maneras, de diferentes formas; los hay que están aquí para disfrutar de ella, para vivir de una manera apasionada cada instante, vivencia, emoción…; otros, por el contrario, se toman el paso como un tiempo necesario para hacer a los demás la vida menos llevadera, para tocar las narices, para fastidiar.
Curiosamente el disfrute de la vida en armonía no se podría valorar sin la existencia de estos toca pelotas que, con su frustrada manera de vivir, te enseñan casi a diario el placer de lo contrario.
También hay quienes transitan por la vida con la intención de dejar una impronta en ella; para ello emplean tiempo, dinero, esfuerzo y dedicación. Claro que no todas las intenciones son necesariamente buenas. No es lo mismo quien dedica su vida a investigar una vacuna de una enfermedad incurable, que quien investiga, con los mismos patrones, la creación de un arma de destrucción masiva, que un día cualquiera puede caer en manos de algún loco.
Mi tránsito por la vida está siendo lo suficientemente intenso como para que no pueda o deba quejarme mucho. No ha sido fácil como no lo ha sido para casi nadie en este mundo; quejarme de algo cuando más o menos puedo tener acceso a casi todo, sería temerario por mi parte. Así pues, comprendido que se puede estar peor, me contento con los tropiezos que he ido teniendo y que han contribuido a crear la persona que puedo ser hoy día.
No soy el indicado para aseverar que clase de persona soy, o incluso si soy persona a ojos de según quien. Sin embargo, subjetivamente hablando, creo que he vivido estos años sin la intención de hacer daño a nadie, aun siendo consciente de la imposibilidad de este hecho.
Quisiera seguir transitando muchos años, disfrutar de este tiempo con quien desee, en las circunstancias que desee tener dentro de lo posible y real. Pretendo dejar cierta impronta en mi hija o hijos (si llega el momento), que cuando miren un día atrás sonrían con la seguridad de que, equivocado o acertado, siempre lo he hecho lo mejor que podía con ellos.
Transitar por la vida requiere también un esfuerzo continuado con uno mismo, supone comprender que tras el hoy llega el mañana y que quizá ese mañana no sea mejor que el hoy, pero pasará. Implica compatibilizar nuestra vida con la de otras personas; somos seres sociales que necesitamos de la imbricación con los demás para poder llegar a situarnos; esta obviedad no es entendida por todos de igual manera. Muchos son los que quieren situarse en el centro de un mundo que nunca girará en torno a ellos, auque crean lo contrario.
Así pues transito por la vida con la esperanza de que mi paso al otro lado sea lo más tardío posible…

lunes, 25 de octubre de 2010

PEQUEÑOS DIABLOS

Quien tiene un hijo sabe que lo más preciado que tendrá en el futuro es ese ser que ayudamos a llegar a este mundo. Uno se siente afortunado cuando puede estrechar con sus manos a un hijo, disfrutar de sus afectos, del cariño... somos capaces de ofrecer un amor incondicional que ninguna otra persona será capaz de recibir de nuestra parte. Pero no quiero hablar de lo maravillosos que son, sino de lo diablos que pueden llegar a ser.
Al cabo de nacer comienzas a descubrir que la maravillosa maquinaria que has creado no funciona, digámoslo así, de una manera adecuada. Para comenzar cuando tu decides irte a dormir, ellos deciden que hay que llorar. Y te levantas, y lo acunas, y lo duermes...
Cuando terminas de darle el biberón y lo sitúas sobre tu hombro, con el correspondiente paño para no mancharte; deciden que en lugar de gases echarán un vómito con la potencia precisa para que deslice por la camisa más allá del paño...
Un día, cuando estás disfrutando del placer de cambiar un pañal que ya no es blanco, él, decide mearse, apuntando hacia arriba...
Mientras son bebés esperas con impaciente que deje de gatear y romperte los riñones y que comiencen a caminar; pero cuando se incorporan y comienzan su carrera impenitente contra todas las cosas, ahí... ahí te dices “con lo bien que gateaba... qué necesidad había”...
Los inicios de caminar coinciden con ese placer nuevo, recién descubierto, de tocar todo aquello que habían visto hasta entonces desde abajo; es el principio del fin de innumerables figuras decorativas, el momento para comenzar a pintar las mesas, las paredes, la ropa... todos aquellos lugares que no son para ello...
Los mandos a distancia son una verdadera obsesión, al igual que todo aparato electrónico. Un día te descubres rojo de ira porque no encuentras el mando de la tele, o del dvd, o de... compras otro, universal, que no capta la mitad de las funciones... un buen día, meses o años después, aparecerán los mandos metidos en el interior del Vhs que tenías bajo el video. saben esconder las cosas eh?
A medida que crecen descubres que tienes habilidades innatas para manchar allí donde has limpiado; descubren un nuevo placer en ver como te afanas en hacer las camas y colocar el salón para, acto seguido, saltar sobre ellas, tirar los cojines, etc. La ira te embarga y vas hacia ellos con la cara roja, jurando en arameo y amenazándolos con mil y una horas sin tele... te miran con cara de yo no fui, te sonríen y... vuelves a colocar las cosas.
Cuando comienzan a tener cierto criterio sobre lo que les gusta o no de ropa, de comida, de programación... ahí comienza otra lucha de poder. Ellos intentan hacer lo que quieren y tú que hagan lo que quieres. El resultado suele ser favorable a ti, pero cada vez en una proporción menor, hasta que un día comienzan a actuar por su cuenta. has perdido.
A partir de los seis o siete años, comienzan a adentrarse en una edad donde el doble sentido de las palabras, ya les comienza a ser fácilmente manejable; prestan atención a las conversaciones de los mayores para poder enterarse de qué hablan y después preguntarte en peor de las situaciones aquello de: “Papá ¿cómo era que le hacías a mamá para que gritase?....
Lo bueno de los hijos es que seguirán siendo hijos toda la vida, y serán nuestros niños siempre. No conozco todavía la experiencia del hijo adolescente, ni del hijo joven, ni del presuntamente maduro, ni del casado, ni del divorciado... ahí sólo podría hablar de la experiencia del hijo que soy.
Y desde esa experiencia sólo puedo ponerme a temblar pensando en cómo será ese futuro donde tenga que escuchar lo que tantas veces yo he dicho: “Papá, tu no lo entiendes...” “Mamá, ¿qué vas a saber tú?” “¿Beber yo? No, sólo tomo coca – cola...” “Uy, que va... no dejo que me toque...” “¿Anticonceptivos? ¡Claro que los conozco! ¿Cómo no voy a conocerlos?”... y a todas esas frases llegarán otras de mi parte nuevamente, pero en otro papel: “Ya te lo decía yo...”; ¡Café con sal, eso es lo que te voy a enseñar a beber, café con sal!; “¡¿dónde diablos está tu ropa interior?!”; “¿Y ahora qué vamos a hacer? Porque no querréis tenerlo”

Obviamente a los hijos se les quiere, se les adora, se les mima, se les..... sí, en algunos instantes también se les tiraría por la ventana...

domingo, 24 de octubre de 2010

YO TAMBIÉN QUIERO CREER EN LOS REYES MAGOS

Me comentaban que una niña está esperando a que llegue esta navidad porque quiere que los Reyes de oriente le traigan, este año, un padre nuevo... no deja de ser una ilusión fantástica para una cría de apenas nueve años y en puertas de abandonar una creencia en estos hacedores de voluntades.
Quiero sumarme a su ilusión y, a pesar de que hace años que no creo en ilusiones hipnóticas, decirle que es posible; que todo puede suceder cuando se quiere algo con mucha fuerza.
Con esto, no digo que los sueños se cumplan cuando uno espera, o en una determinada fecha, pero sí es cierto que es la ilusión la que mueve el mundo en general.
Desear lo que no se tiene forma parte del imaginario de cualquier ser humano; mas cuando lo que se desea es algo que ya se ha tenido la cosa hay que analizarla de otra manera, ver si se trata de añoranza, de deseo o de verdadera necesidad de volver a tener lo que, un día, tuvimos.
Sucede que cuando añoramos lo que hemos tenido y un día perdimos, tenemos un brillo especial en la mirada al ver próxima la consecución de ese retorno esperado. Al cabo de un tiempo puede darse la circunstancia de que la realidad te golpea en la cara y te dice que no es tiempo de quimeras; puede ser que la quimera se haga realidad y seamos nosotros los que deseemos que sea un sueño pasajero o tal vez nuestro deseo sea tangible y con él veamos satisfecho nuestro corazón, nuestra mente...
No voy a ser yo quien ciegue el sueño de un niño, en todo caso seré el hombro en el que ahogue su llanto si las cosas vienen mal dadas....

miércoles, 20 de octubre de 2010

EL INEXORABLE PASO DEL TIEMPO

Que el tiempo pasa no es ninguna novedad, que con los años vamos perdiendo capacidades es tan obvio como detenerse a ver un anciano cómo camina con dificultad si lo comparamos con un joven que transite a su lado.
Lo complicado es, cuando estás en una edad en la que es complicado aceptar que no eres el que eras. Un momento de tu vida en el que los intentos de mantenerte en una edad que no te corresponde son tan vanos y absurdos como un burro en una corrida de toros.
Una mañana, mientras te ves en el espejo, tras lavarte la cara, descubres que lo que era una hermosa línea que recorría tu frente se ha convertido en una autovía de tres o cuatro carriles, con curvas y baches.
Si antes tardabas media hora en peinarte, ahora sólo te duchas y ya estás, la frente comienza encima de las cejas y se pierde atrás... muy atrás.
Te sigues mirando y te dices: “bueno, no estoy tan mal” y al cabo de un segundo reparas en que, de tu nariz, salen unos pelos largos, torcidos, negros que antaño no estaban y ahora surgen cual gato. Tomas unas pinzas de depilar y te los arrancas total “no es para tanto”.
Dejas las pinzas y te vuelves a lavar la cara, coges la toalla y te secas... ¿qué es eso que sale de tus orejas? ¿Pelos? ... pues sí, más pelos. Parece que tus capilares abandonaron tu cabeza para caer en otras partes del cuerpo.
Todo tiene solución, seguramente podrás hacerte depilaciones en casi todo el cuerpo para eliminar tanto pelo pero... hay más.
Vuelves a mirarte en el espejo y descubres que donde antes había un torso fuerte ahora se muestra un pecho en retirada y una variable distribución de la tableta de chocolate (en caso de haberla tenido) más bien parece que te has comido todo el chocolate tu sólo. Ellas se mirarán y observarán que los pechos tampoco son los de antes, ahora... no son.
Si continuas bajando te encuentras, si la curvatura de tu vientre te lo permite, con una parte de ti que todas las mañanas pasadas te observaba y que ahora anda renqueante entre las nueve y las tres. Los que hace unos años que no se la ven de manera directa aprovechan ese instante en el espejo para comprobar que cada cosa cuelga donde debe. A veces pueden surgir dudas.
No todos los hombres se dan la vuelta para verse el culo, pero es en este momento de nuestras vidas donde cobra una especial importancia. Si las posaderas siguen en su sitio serán motivo de orgullo en detrimento de otros lugares, obviamente no se conforma el que no quiere.
El paso inexorable del tiempo se manifiesta en nuestro aspecto físico por encima del mental. Ya que uno mentalmente puede hacer muchas cosas que la realidad hace inviables.
Aquellos maratones sexuales de juventud, dan paso ahora a episodios de asombrosa intensidad mezclados con sinopsis de películas de serie B. En ese instante es cuando especialidades como el sexo tántrico cobran especial importancia, cualquier cosa con tal de sublimar el coito común.
Fuera del ámbito íntimo no resulta mucho más alentador, basta con acercarse a un partido de veteranos de cualquier deporte para caer en la cuenta de que, casi siempre, cualquier tiempo pasado no fue mejor, sino infinitamente mejor. Con suerte uno regresa a casa sano, sin problemas. Cuando lo hace lesionado, lo que antes eran dos días y a correr, se traducen en un mes de baja, una discusión en casa, un dolor insoportable, una sensación de impotencia...
Imagino que uno termina por reciclarse en la persona que va a ser más adelante, pero el proceso es siempre doloroso. El tiempo es como el día, inexorable, pues a cada atardecer siempre sucede la noche.

LUCHA ENTRE EL IR Y EL VENIR

Cuántas veces habremos oído aquello de: “cuando tu vas, yo vengo de vuelta”, generalmente esto dicho por nuestros mayores o por personas que creen tener la experiencia suficiente en la vida como para hacer bandera de ella. No tienen, sin embargo, en cuenta que la subjetividad de cada momento vivido es inversamente proporcional al momento que normalmente quieren comparar. Mi experiencia nunca será la tuya...
Llegados a este punto, uno no puede hacer otra cosa que comparar su ir con su propio venir. Con el paso de los años acumulamos, no pocas, experiencias en nuestras espaldas, a ellas recurrimos cuando vamos encauzados hacia una experiencia similar. Es casi imposible no establecer comparaciones entre las situaciones ya vividas y las presentes, cuando no con las futuras.
Quizá debería hacer un ejercicio de objetividad en este razonamiento tan subjetivo; pero es complicado hacerlo.
En este tiempo ya vivido he sido parte de situaciones, he tomado decisiones, me he dejado llevar por el momento y el tiempo, etc. Ahora, que quiero dar un nuevo rumbo a mi vida me he propuesto no comparar el tiempo presente con el pasado imperfecto que, sin duda, hallaré a la vuelta de la esquina.
El corazón es una herramienta tan locuaz como muda parece; es capaz de hacer saltar por los aires cualquier planteamiento de futuro; es tenaz como una mula cuando siente de verdad; es duro como un muro cuando el dolor tapa cualquier capacidad de amar...
No he sido una persona que se dejase llevar en la vida, casi siempre he tendido a la autoprotección impidiendo con ello que el fragor del verdadero amor fraguase en mi casa como yo hubiese deseado. Seguramente la inseguridad en unos casos, la falta de acomodo en otros; han logrado que jamás perdiese el verbo por nadie.
Escucho a unos y otros hablar de perder el sentido por amor, de quedarse mermado de capacidades por el mero hecho de estar enamorado. A mí, nunca me ha pasado, sin embargo creo ser consciente de haber amado con intensidad, con mucha intensidad, pero... hasta el punto de perder el sentido de las horas y los días? Lo cierto es que no.
Tal vez mi manera de ver la vida, de afrontar el día a día y las realidades que me ha tocado vivir, han hecho de mi un ser que quiere de otras maneras o que entiende el amor de manera diferente.
Este sería más o menos el camino de regreso de mi vida, ese venir del que he hablado. Mas ahora quiero hablar del ir, de ese salto al vacío que quiero dar. Pretendo caminar hacia el final del túnel del amor por muy angosto que pueda parecerme, por mucho miedo que pueda darme. Necesito entregar mi alma al diablo para que los sentimientos sean tan intensos como sea capaz de asimilar, incluso más.
Calculo, que más o menos debería estar en el ecuador de mi vida, en ese momento en el que se inicia una cuesta abajo que terminará con mis huesos en algún centro de la tercera edad donde, con suerte, me cambiarán el pañal cada ciertas horas. No quisiera llegar a esa edad carente de sentido común, mejor quedarse en el camino que arrimarse a la orilla sin remos que te sostengan.
Es en el inicio de este nuevo tramo de vida donde quiero sentir, donde quiero ver nacer en mi interior ese brillo del que me han hablado y contado. Quiero descubrir que conocerse, amarse, desearse, vivir... es ahora una experiencia para todos los sentidos; no cómo hasta ahora donde el tacto era el más importante.
El órgano sexual más importante siempre ha sido el cerebro, lo que sucede, es que mientras uno es joven desprecia la racionalidad por la imprudencia de la temeridad. Cuando tienes veinte años no evalúas la relación, simplemente la valoras carnalmente y numéricamente. Ahora la ecuación tiene muchas variables, los métodos para resolverla son tan complejos y variados que casi todo tiende a infinito... como infinitas son las formas de amor.
Ya está decidido, voy a iniciar el camino del ir, tal vez un viaje a ninguna parte, puede que un viaje hacia la realización personal de un amor fuerte.