LUGARES PARA SOÑAR

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cerrar lo ojos y sentir

miércoles, 12 de abril de 2017

Cómo saber...

Uno casi nunca sabe dónde tendrá su destino. Con suerte puedes trazarte un camino y tener la suerte de seguirlo hasta el final. Las más de las veces la vida te lleva por caminos que muchas veces no pensabas seguir.
Sucede, además, que no sueles ir sólo por la vida. Con frecuencia te acompañan personas que van apareciendo en tu vida para acompañarte unas horas, una semana, un año, si tienes fortuna...una vida.
Conseguir que tu camino coincida con el de otra persona una vida es casi utópico. Basta el símil del grupo de peregrinos que parte a la vez y llega cada uno a su tiempo al final del camino. Por qué? Pues porque cada uno de nosotros tenemos unos condicionantes que nos son propios y a los que es difícil, ya no renunciar, sino modificar.
Ese el del trabajo interior que uno debe realizar a lo largo de su existencia para poder incorporar a alguien a nuestra vida y adaptarnos a sus particularidades. En la medida en la que seamos capaces de adaptarnos nuestro camino en la misma compañía será más o menos largo.
Y hay quien prefiere hacer una vida en soledad. O sin más compromiso que un abrazo de primera vez...
Cómo saber entonces cuando dejarse llevar? Es una de esas preguntas existenciales que la naturaleza humana hace imprevisible su respuesta. Cuando llega el momento lo vives, lo sientes...

domingo, 9 de abril de 2017

Qué sabes del amor?



Pues apenas estoy aprendiendo. Cuatro letras ordenadas de tal manera que son capaces de provocar suspiros, emociones, sentimientos.
Cualquiera puede sentir y por ende hablar del amor; sin embargo, quién es capaz de explicarlo? Asegura el autor que quién es capaz de hacerlo...poco amor siente.
Creo, aunque puedo estar equivocado, que el amor se vive. Que es necesario masticar esa necesidad de saber del otro. Ninguna aflicción supera a la incertidumbre de saberse amado.
Amar implica mil cosas para una palabra tan corta.
Amor...ese maravilloso sentimiento que arranca de lo más profundo de nosotros la necesidad de dar y recibir.
A veces el amor descabalga, camina sin jinete y desabrido. Posiblemente es cuando más valoramos tenerlo. Si acaso como una marea de aferrarnos a lo imposible.
Uno nunca sabe que es el Amor. Con suerte los años vas descubriendo sus aristas y sus giros. Y para cuando crees conocerlos...se escapa por el sumidero de la vida. Ese situado a nuestros pies y que nos hace flaquear las piernas.

Esa costumbre española



Los españoles tenemos la costumbre de machacar a la gente que le va bien. Si alguien tiene éxito empresarial cuestionamos el origen de su fortuna; que tiene un buen trabajo, pues a ver por qué lo tiene; que su sueldo es muy alto, hay que joderles que nosotros cobramos poco... y así mil cosas. Tendemos a querer igualar la sociedad por la parte de abajo, en lugar de mirar hacia arriba y pelear por intentar estar nosotros a la altura de los que están mejor.
Así las cosas, lo que hacemos es facilitar ciertas políticas y creamos el caldo de cultivo para que proliferen ciertos políticos. Los corruptos proliferan mucho más cuanto más desigualdades sociales hay. A mayor población empobrecida más fácil es la manipulación.
Deberíamos mirar hacia arriba y buscar un espacio en el cual la clase media fuese mayor. La consecuencia inmediata sería la dificultad para los corruptos de medrar en una sociedad más igualitaria y con menos catetos.
El español debería de aspirar siempre a ser el mejor.  Tendría que pensar que si al vecino le va bien en su negocio y en su vida,  su entorno social mejora y sus aspiraciones pueden ser mayores.