LUGARES PARA SOÑAR

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lunes, 19 de diciembre de 2011

DEL SUEÑO ROTO A LA UTOPÍA DE UN SUEÑO MEJOR

En estas fechas uno siempre sueña con un futuro mejor, interpretamos nuestra realidad de forma positiva observando el futuro que aparece al doblar la esquina del día 31 con una sonrisa; queremos, y necesitamos, creer que aquello que nos espera va a ser mucho mejor que lo pasado, o al menos no peor. Y así pasamos los días.

La realidad suele golpearte la cara con dosis de veracidad en cuanto descubres, ya el día primero, que tu futuro tan sólo depende de ti, de tus propias decisiones, de tu capacidad para mejorar lo que es peor en ti y de no ser torpe con tus virtudes.

Los sueños rara vez se convierten en realidad, aunque cuando sucede debe de ser una experiencia absolutamente maravillosa. La utopía nos permite adentrarnos en terrenos desconocidos a poco que nos lo planteemos. En un mundo donde la utopía pudiese inundarlo todo, pintaríamos el cuadro de nuestra existencia de forma tal, que pareciese natural la felicidad.

La persecución de una vida mejor debería ser lo que nos moviese cada mañana al levantarnos. Aunque para muchos su meta suele ser no llegar al ocaso en peor estado. Mires donde mires las desgracias que te rodean siempre pueden ser superiores a cualquiera que tu vivas. No es que esto deba servirte de acicate para sobreponerte a la situación que vivas, pero si para demostrarte que nada es mejor o peor, sino que responde a un momento, a una tiempo, que nos ha tocado vivir y que podemos mejorar, pero no sólo dependerá de nosotros.

Yo sueño, me gusta hacerlo, no podría vivir sin dejarme llevar por los momentos oníricos en los que nada es como parece, en los que la realidad se confunde con el ideal que quisiera para mí. Sin embargo soy consciente de que mi propio mundo utópico no es más que eso...utópico.

Pero ¿acaso no es la utopía la culminación de cualquier anhelo futuro? Yo así lo creo, aspirar a lo mejor es una forma de alcanzar tanto como puedas. Que te conformes luego con lo que tengas ya sólo depende de tu espíritu de lucha, de tu forma de pensar y de las capacidades que tengas.

El sueño roto debe servirte como estímulo para el siguiente y no como losa para caminar con dificultad o permanecer inmóvil. Del sueño roto uno aprende que lo inalcanzable, muchas veces, lo es; aprende que el dolor puede ser intenso y que el alivio no siempre consiste en soplar o mirar hacia otro lado, pues quizá deje cicatrices. Unas cicatrices que deben de ser un estímulo para la superación.

El optimismo debería fomentarse desde la más tierna infancia; la vida permanentemente pone obstáculos en el camino para que el pesimista se acerque a tu vera y aporte buenas dosis de negativismo. Apostar por la vida es hacerlo por el sueño. Y del sueño a la utopía de una vida mejor, sólo hay un paso....

1 comentario:

  1. Los sueños son nuestros deseos, nuestros anhelos, nuestras esperanzas. Los sueños sueños son y en eso se quedan... Seguiremos soñando y disfrutando de ellos.

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