LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

jueves, 20 de febrero de 2014

LAS FUERZAS DE ORDEN PÚBLICO

La actuación de las Fuerzas de Orden Público están en entredicho por la desafortunada intervención que han tenido recientemente en Ceuta y Melilla. La sociedad española se ha alarmado por las 15 muertes de inmigrantes; Europa se lleva las manos a la cabeza... Hacía años que uno no presenciaba un ejercicio de demagogia de este calibre. Para sostener esta opinión me voy a remitir al origen de las Fuerzas de Orden Público, que no tienen otro que el de sostener en el poder a quienes viven acomodados y que ven amenazado su statu quo por aquello que, hartos de estar bajo el zapato de unos pocos, reclaman un poco de bienestar. La policía jamás ha estado para imponer el orden, su objetivo no es que impere la Ley. Las verdaderas atribuciones vienen de Leyes que protegen, sobre todo, al que está en la cima de la pirámide. Al igual que la justicia nunca será igual para todos, el trato discriminatorio de las fuerzas de orden público es evidente. Es cierto que cada día hay más personas cualificadas dentro de estos cuerpos, pero una gran mayoría tienden a observar a las personas que les rodean en base a presupuestos que les enseñan en sus diferentes centros de formación. Las clases acomodadas, en su momento, se inventaron la caridad para obtener bulas papales y así poder hacer lo que les diese la gana tanto moralmente cómo físicamente. Una vez la sociedad estamental desapareció con el auge de la sociedad industrial necesitaron otro medio de control que les permitiese mantenerse en la cima. Tal vez ya no provistos de ejércitos particulares pero si de una suerte de ejército conjunto que, básicamente les defendería a ellos. Pasaron los años, incluso los siglos y estas fuerzas de orden público se comportan exactamente igual que antes con aquellos que carecen de derechos. No parece probable que la Guardia Civil irrumpa en un campo de fútbol en cualquier ciudad española, para lanzar a los espectadores pelotas de goma de modo indiscriminado. Si algo ha caracterizado al cuerpo creado con el Conde Duque de Ahumada, no ha sido precisamente el hacer su labor con luz y taquígrafos. Siempre han preferido, como buen cuerpo paramilitar: la premeditación, la alevosía y la nocturnidad. ¿Hacen una buena labor social? Sin duda que si, pero ello no quita que se comporten de forma mezquina en otros instantes y que, ese comportamiento, no sólo sea condenable, sino que habría que terminar con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre