LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

miércoles, 15 de enero de 2014

PODRÍA....

Seguramente podría ser de un modo diferente a cómo soy, pero si algo me caracteriza es precisamente el ser así. Con los años he aprendido a decir lo que pienso, aun cuando lo que pase por mi cabeza no sea lo que a mi alrededor quieran escuchar. Cuando era más joven me costaba decir las cosas porque tenía miedo a crear un problema con los que me rodeaban. No es que huyera de la discusión (algo que no he hecho nunca) pero sí evitaba llegar a ese extremo. No busco la discrepancia ahora, pero sí que es cierto que soy más vehemente con lo que creo cuando entro en una conversación. Uno debe de defender su punto de vista y no ser pusilánime. Está claro que me equivoco, pensar lo contrario sería la primera muestra de que lo estaría haciendo. ¿He aprendido de mis errores? Debería decir que sí pero soy humano y, por tanto, tropiezo más de una vez con la misma piedra. A veces he creído estar en el momento justo y a la hora adecuada, hasta darme cuenta de que mi reloj se había detenido en una hora diferente. Expresar lo que uno siente, en todos los sentidos, tiene dos vertientes que son importantes: por un lado uno se libera de la tensión interior que se genera a medida que los sentimientos afloran. Ser capaz de decir y mostrar lo que uno lleva dentro alivia esa presión y nos hace partícipes reales de nuestra propia vida. Por otro lado nos hace vulnerables frente a las arpías que estarán siempre pendientes de nuestra aparente debilidad. Porque algunas de estas personas creen, a mi modo de ver equivocadamente, que mostrar los sentimientos es síntoma de debilidad. Cuando lo que realmente te mata es lo que se pudre dentro por no decirlo. Estoy seguro de que podría ser de otro modo, pero debería de ser en otra vida. En esta mi carácter ya está definido. Para lo bueno y para lo malo, como si de un matrimonio tradicional se tratase, mi carácter y mi modo de vivir van de la mano. Se que soy relativamente permeable a las diferentes sensibilidades que pueden rodearme; que puedo empaparme de la personalidad arrolladora de quien despierte mi admiración; mas sé que en el fondo siempre subyacerá mi propia personalidad. Y es posible que mi manera de ser, de actuar, de vivir...no guste a muchas personas. Y seguro que algunos de ellos la criticarán. No me importa, no me importa en absoluto. Cada uno de nosotros observamos el mundo a través del prisma que más nos interesa. Tan sólo consiste en respetar que el nuestro puede no ser el más acertado, aún cuando nos guste mirar por él...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre