LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

sábado, 4 de enero de 2014

PENSAR DIFERENTE

De un tiempo a estar parte los poderes públicos se están dedicando a dilapidar aquellos preceptos sobre los que se ha construido la sociedad que conocíamos hasta bien entrado el siglo XXI. En esta centuria parece ser que a los poderes fácticos no les interesa el pensamiento crítico. Ese modo de pensar que pone en duda las verdades absolutas con las que nos bombardean día tras día desde los diferentes medios de comunicación. Hemos añadido a nuestro común vocabulario palabras que antes desconocíamos y que ahora, lamentablemente, sabemos pronunciar pero desconocemos su verdadero significado (“los mercados”, “preferentes”...). El ninguneo que se está haciendo a las humanidades en este país no tiene parangón en ninguna sociedad que se precie. Profundizar en la verdad de las cosas sólo es posible desde el pensamiento crítico. Pensar suele ser un ejercicio que nos complica, en cierto modo, la vida. Porque nos lleva de una puerta a otra hasta averiguar dónde está la realidad, o al menos una de ellas. No existen verdades absolutas. Los que ahora deciden nuestro modo de vida se ocultan tras siglas, no dan la cara. Hablamos del FMI (Fondo Monetario Internacional), del BM (Banco Mundial), de la CEE, etc...siglas que ocultan a un grupo, no muy numeroso, de personas que se atreven a llamar de todo a los demás desde sus atalayas de poder. Todas estas siglas, si uno rasca un poco tras ellas, ocultan intereses económicos que tan sólo buscan la manipulación de la sociedad. Esperan que seamos simples marionetas que van de un lado a otro en función de sus caprichos. Pensar de un modo diferente puede llevarnos a averiguar qué hay detrás del FMI y del BM; pensar, y por tanto buscar información, nos puede permitir descubrir que en los últimos 40 o 50 conflictos armados que ha habido o hay en el mundo, está o el FMI o el BM. La hipocresía de la sociedad occidental nos ha permitido, hasta ahora, mirar con desdén desde Gibraltar hacia abajo, porque aquella realidad que existe del otro lado, no es ni remotamente parecida a la de aquí...o...¿era?. Porque ahora que vivimos una crisis económica importante se pone de manifiesto la crisis subyacente más importante: la crisis de valores, la ausencia de un pensamiento crítico que lleve a las sociedad a las protestas reales. Para cambiar el curso de la historia siempre ha sido necesario una manifestación pública y popular. Hace años una huelga general con fuerte participación ciudadana logró que un Decreto de la época nos llevase a dónde ahora estamos. Los más jóvenes corren el riesgo de pensar que la democracia es algo innato en este país, que los derechos laborales están ahí porque si. Cuando lo cierto es que los hoy vilipendiados sindicatos (malhechores los hay en todos lados) pagaron con cárcel la lucha por los derechos que hoy tenemos. Me da pena mirar alrededor, hablar con los jóvenes que yo entreno, y ver como se contentan con “ir tirando”, en lugar de aunar esfuerzos y luchar por aquello que le están quitando delante de sus narices. ¿por qué sucede esto? Tal vez la razón fundamental esté en el aborregamiento de la sociedad; que se pone de manifiesto en las universidades. En estos centros de sabiduría ha sido donde tradicionalmente se iniciaron revueltas que más tarde tuvieron repercusión en la vida social. Hoy no ocurre nada porque su capacidad de síntesis se ha visto mermada por la disminución de las carreras de letras, esas que nos hacen pensar. Personalmente creo que se debería obligar a todos los centros educativos, a tener clases obligatorias de debate. Lugares en los que los alumnos se viesen obligados a defender con argumentos los pensamientos que tengan. En lugar de ello se tiende a crear nichos personalizados donde es más fácil aislar el pensamiento divergente. Si algún profesor tiene la idea de crear grupos de trabajo en los que se pueda debatir, posiblemente esté abocado a una merma en sus libertades educativas. Es, este, un tiempo para el adoctrinamiento. Tal vez sea una forma diferente a cómo lo fue en tiempos de la dictadura, pero nos adoctrinan desde las élites. Pensar nos hace libres. Defender la libertad del otro para que diga lo que piensa aun siendo lo contrario a lo que nosotros defendemos nos hará, sin duda, mejores. Defendamos nuestra libertad para pensar, instemos a los poderes públicos a que den verdadero valor a las humanidades frente a unas carreras técnicas que (aun siendo necesarias) no son las mejores para defender nuestros intereses...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre