LUGARES PARA SOÑAR

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martes, 3 de junio de 2014

POR PODER...PODEMOS

Dice el dicho que: “querer es poder”.... obviamente la sociedad española ha querido y por ello Podemos ha tenido los resultados espectaculares de este pasado proceso electoral. Es la respuesta de una sociedad a una realidad que ya es demasiado difícil de soportar. Nuestra clase política, llamada “casta” por Pablo Iglesias, se ha situado más veces al margen de la Ley que dentro de ella. Los continuos desmanes, corruptelas, exabruptos y demás lindezas han conseguido que la desafección política sea cada vez mayor. Desde mi punto de vista esa desafección es terrible, toda vez que no somos una democracia en la que la implicación política de la ciudadanía esté entre las más relevantes de Europa. El abotargamiento social al que nos han llevado las políticas subvencionistas de la UE, ha logrado que prácticamente una generación decidiese quedarse en su casa viendo pasar los días en lugar de luchar y defender sus derechos. Tal vez porque muchos de nosotros hemos nacido en las postrimerías de la dictadura o ya en democracia. Y son muchos lo que no son capaces de especular en una realidad sin derechos fundamentales. Como casi siempre, el cambio en el mapa político patrio viene dado desde la izquierda. En la derecha a lo máximo que llegan es a no votar a su partido. La izquierda, esa mayoría social histórica (atendiendo a cualquier estudio electoral con independencia del resultado práctico) tiene en su debe el no haber sido capaz de aunar esfuerzos en la persecución de un objetivo común. Lo que, al final, nos trajo a donde estamos; pues la derecha cuando gobierna...lo hace para sí. La deriva de los grandes partidos ha sido hacia un lugar común; uno no ve diferencias grandes entre ambos. El asentamiento político de una formación, la no regeneración de sus bases y el mantenimiento per se de los líderes, hace que se comporten como pequeños monarcas dictatoriales. En nuestra política aparecen siempre los mismos...debe de ser aquello que Felipe González llamaba “la erótica del poder”. Y en estas llegó Pablo Iglesias, que con un discurso claro y ordenado, ha logrado que muchos de los que nos sentimos privados de políticos que luchen por una nueva vía, nos acerquemos a sus postulados y vivamos con ilusión un nuevo horizonte. Confío en que ahora no se apoltrone, confío en que busque de verdad un cambio; un cambio que sin duda será posible si se mantiene fiel a lo que ha publicitado. Muchos le hemos creído, tal vez incluso más por el deseo de cambio que por su propio programa. Corre un riesgo mucho mayor que cualquier otra fuerza política. El riesgo de decepcionar a un numeroso porcentaje electoral y lo que es peor, dar la razón a quienes desde el acantilado del miedo intentan minusvalorar su irrupción. Querer es poder; la sociedad quiere cambios sustanciales. Sabemos que nada se hace de un día para otro. Es mucho más fácil llegar a los ciudadanos en cuatro meses de vida política a través de redes sociales y comunicación, que lograr que su presencia sea verdaderamente visible. Les invito a participar en las siguientes elecciones Municipales y Generales. Ahora serán más o menos visibles en un parlamento de más de setecientos diputados; es preciso que sean visibles y partícipes de nuestra política nacional...

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