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domingo, 2 de noviembre de 2014

RAZONES

La razón es algo que casi todos tenemos a lo largo de nuestras vidas, está tan presente en cada uno de nosotros que pareciere que no hubiese posibilidad de que otros también la tuviesen. Sin embargo no es así, pues cada persona cree tenerla. Existen, no obstante, innumerables tipos de razones y son éstas las que nos llevan a inclinar la balanza de nuestras decisiones hacia un lado u otro; y con ello marcan el camino de nuestras vidas. Las razones que nos llevan a elegir una profesión las buscamos, con frecuencia, en las ideas que uno va aglutinando desde la más tierna infancia. El tiempo, después, va guiándonos por los senderos de la vida hasta que, finalmente, tenemos una profesión. Nuestras amistades se forjan ancladas en valores comunes, de otro modo no serían más que conocidos; y esos anclajes se asientan en razonamientos diversos que convergen en una amistad intrínsecamente humana. El complejo universo de las emociones y de los sentimientos también atiende a razones, aunque suele ser éste un terreno donde la sinrazón puede llevarnos a bordear el abismo. Cuando uno ama sitúa la razón en una dimensión paralela, pero que solapamos cuando dicha razón amenaza nuestro corazón. Y es aquí donde nunca he sido amigo de la razón y sí de la impronta de los sentimientos. La razón nos permite distinguir lo que es una cosa y lo que no puede ser esa misma cosa; utilizamos razonamientos deductivos e inductivos; utilizamos el contraste de lo deductivo y lo inductivo para llegar a una conclusión razonada....eso nos diferencia de otras especies, nuestra capacidad de un razonamiento abstracto. Algo que, por desgracia, muchos no utilizan. El mundo actual acude con menos frecuencia de lo preciso al razonamiento y se deja llevar por la incoherencia del rebaño. Cargados de razones abordamos la sombría perspectiva que avistamos desde nuestras casas en estos tiempos de crisis de todo tipo. Es de esperar que esas mismas razones nos acerquen a una renovación eficaz de los desvalores que ahora mismo imperan. Es esta una época en la que estamos tirando por al borda no pocos años de filosófica razón. Y con ello alejamos de nuestras habilidades la capacidad de discernir lo real de lo ficticio. Algo importantísimo en un universo tan virtual como el actual.

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