LUGARES PARA SOÑAR

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cerrar lo ojos y sentir

lunes, 19 de agosto de 2013

EN MITAD DE LA NOCHE

Nunca el camino más corto te garantiza que llegues primero a tu objetivo. Es cierto que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos, mas la vida es más compleja porque esa recta suele estar jalonada de cuestas que son difíciles de superar y que apenas son perceptibles en una vista simple de la situación. He descubierto, con el paso de los años que me siento mejor en mitad de la noche que a plena luz del día; tal vez porque la claridad se lleva mal con mis ojos o pudiera ser que la noche me permite observar la vida con la lentitud necesaria como para prestar atención a los pequeños detalles. Cuando uno es consciente de que vive debe de intentar avanzar por la vida por tantos caminos como sea necesario. Las desviaciones del itinerario previsto nos ayudan a descubrir que hay lugares que merece la pena visitar. Lugares como la tristeza que nos enseña el verdadero valor de la alegría. Sitios tan angostos como la angustia de la pérdida que corre paralela a la emoción del descubrimiento. Caminar, avanzar, supone un esfuerzo que se convierte en mayúsculo si en el devenir de nuestro camino tenemos a bien descubrir los vericuetos de nuestra existencia. Las noches son más cadenciosas que los días aun a pesar de ser más imprevisibles. Por el día actuamos como se supone que debemos hacerlo, cumpliendo con aquellas obligaciones que nos hemos marcado. Al caer la noche todo se ralentiza pues el camino de los sueños requiere que nuestro cuerpo se deje mecer por todo cuanto acontece entonces. Y uno puede tener la sensación, al despertar al día siguiente, de haber bajado por un tobogán a toda velocidad, dado que los sueños nos acercan a muchos lugares que son utopías en la vida real. En mitad de la noche acostumbro a encontrarme con recuerdos del pasado que se mezclan con ilusiones futuras. No es fácil saber que estás viviendo pues en mitad del futuro puedes encontrarte con un episodio del pasado y llegar a preguntarte si no será que la realidad y el sueño formen parte de un todo en el que tan sólo no aciertas a ubicarte. En mitad de la noche...

1 comentario:

  1. pero a veces a mitad de la noche puedes encontrarte con el presente, estirar el brazo, tocarlo, sentirlo, y amarlo y te das cuenta en tu devenir que no es pasado ni futuro sino presente

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