LUGARES PARA SOÑAR

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jueves, 7 de julio de 2011

EL RIESGO DE EQUIVOCARSE POR ELLOS

Cuando te conviertes en padre no eres todavía consciente de la responsabilidad tan inmensa que está por llegar. No hay un manual de instrucciones que te indique como desarrollar lo que has creado.
Pasados los primeros meses de incertidumbre comienzan a situarse en el horizonte las certezas del crecimiento de nuestros vástagos.
Debemos de correr el riesgo de equivocarnos por ellos, de intentar hacer aquello que consideramos imprescindible para su desarrollo, tenemos que ser capaces de dejar a un lado nuestras propias creencias y prejucicios y dejar paso, si es menester, a la influencia externa de quien puede aportar a su desarrollo innovaciones que harán de ellos alguien mejor.
Muchos padres carecen del criterio suficiente o de las habilidades necesarias para evaluar correctamente las necesidades de sus hijos; y esto no es un problema si son capaces de abrir su mente; el problema llega cuando la tozudez ocupa el espacio que debe ocupar la razón.
No existe una fórmula matemática que nos garantice que lo hacemos bien, sin embargo encontraremos pruebas más que suficientes de nuestros errores a poco que miremos alrededor.
La educación de nuestros hijos es un trabajo del todo el conjunto de personas que van a rodearles a lo largo de su desarrollo. Todos, en mayor o menor medida, dejarán su huella en el inconsciente de ellos. La preponderancia de los padres, debe de ser importante, pero también la de profesores, abuelos, amigos, hermanos...
Nunca terminaremos se estar capacidados para enfrentarnos a todos los desafíos que les esperan, pero tenemos la obligación de garantizarle que sabrán cómo buscar los recursos precisos. La meta debería ser la autosuficiencia, con eso sería suficiente.
Y para ello hay que arriesgarse, no adaptarnos a moldes establecidos por generaciones superadas ya en el tiempo y anquilosadas en el pasado. Debemos tomar de ellos los principios que los convirtieron en mejores y dejar a un lado los lastres que también acarrean. El futuro de nuestro hijos será la mejor pensión de jubilación el día de mañana...

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