LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

viernes, 6 de diciembre de 2013

UN PUNTO DE VISTA

Desde hace años trabajo con escuelas deportivas de niños. Y ha sido un tiempo suficiente como para darme cuenta de varias cosas: por un lado el nivel académico de los niños no es el deseable y por otro la educación de los padres no hace otra cosa que socavar lo que aprenden día a día en los colegios a los que acuden. Siempre he pensado que en los centros escolares lo que deben de hacer es formar a nuestros hijos académicamente y, en todo caso, reforzar aquellos valores educativos que debemos, los padres, inculcarles en casa. Me dan miedo los colegios donde la moralina se convierte en doctrina. El problema, hoy día, es que buena parte de los padres se han despreocupado de la educación de sus hijos. Tan sólo se limitan a alimentarlos y, en el mejor de los casos, dejarlos en actividades extra-escolares que les permitan a ellos tener más tiempo para si mismos o para su trabajo. Así los niños van desarrollando sus capacidades cognitivas en ambientes carentes de los más elementales pilares de lo que debe de ser la formación de un niño. Creo, es mi opinión claro, que uno de los elementos fundamentales que debemos inculcar en los niños es el interés en conocer, el atreverse a preguntar por aquello que no conocen. Permanecer apocado en una esquina sin participar y quedarse con dudas sólo genera inseguridad. Son muchos los niños que se acercan sosteniendo verdades absolutas que sus padres les han contado y que nunca han comparado con "otras verdades". Facilitar el acceso de nuestros hijos a la educación es importante tambien. Negarles el derecho a aprender solo genera frustraccion. Al contrario muchos son los padres que se oponen frontalmente a la posibilidad de que sus hijos emprendan un camino diferente del que ellos les tienen marcados. Esto es habitual, es mi experiencia, en niños que pertenecen a etnias minoritarias o a niños que son oriundos de otras nacionalidades con costumbres diferentes. Aquí habría que tomarse las cosas con ciertas perspectiva ya que uno debe de comprender el choque cultural. Ellos me preocupan porque terminan viviendo una dicotomía familiar acusada. En cuando entran en sus hogares viven una vida regida por los hábitos culturales de sus países de origen y, al salir, viven la realidad de aquí. Y no siempre es fácil. Hay mucho rechazo social ante estos niños, sobre todo por el desconocimiento y desinterés sobre ellos y sus vidas. Respecto a los niños de aquí el problema es otro. Reside en el hecho, no siempre general claro, de que los padres han tenido a los hijos porque sí, porque tocaba y no porque realmente lo hubiesen planificado. Algo que debería de ser obligatorio en economías de subsistencia. No se trata de poner un niño más en el mundo, sino de hacer de él un ser con capacidad de formar su propia familia y de contribuir a su desarrollo personal y también social. Desde nuestro campo como monitores deportivos tratamos de acercarles valores que, tal vez, no vean en casa. Se trata de valores como la solidaridad, el compañerismo...ojalá contribuyamos a su crecimiento personal...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre