LUGARES PARA SOÑAR

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cerrar lo ojos y sentir

miércoles, 15 de agosto de 2012

Es que me han dicho que tú...

Cuantas veces no habremos escuchado una frase que se iniciaba así. Frases condicionantes que tratan de imponer desde fuera una perspectiva de otros totalmente subjetiva. El ser humano se comporta con los demás de una manera determinada en atención a innumerables factores que determinan una relación. Por un lado podemos tener caracteres que os hacen actuar frente a determinadas situaciones de una forma más o menos predeterminada pero siempre vamos a interactuar con los demás de un manera diferente. Uno va a ver una obra de teatro durante tres o cuatro funciones consecutivas y casi nunca ve la misma obra. Pues los matices se van añadiendo con el tiempo, las perspectivas, las aportaciones mentales de cada uno, los colores, los olores, el tempo... Imaginemos pues una situación tal en la que alguien nos dice que un niño es un ladrón, que se lleva todas las cosas de la casa de los amigos. Abramos un poco más la mente y observemos qué razones empujan al niño a cometer esos actos en una casa determinada. Veamos si los hace en otras y sí lo hace de la misma manera. Seguro que tras un breve análisis descubramos que ninguna situación es igual a la anterior. Prejuzgamos a los demás porque así nos lo han enseñado; hemos aprendido que los amigos son de fiar, que debemos de confiar en su criterio. Pero...¿quien decide qué criterio es el correcto?¿Por qué una verdad individual y subjetiva ha de ser más importante que la de la propia experiencia? Uno debería acercarse a los demás con la mirada abierta, expectante ante lo que va a conocer, ansioso por descubrir los pliegues de la personalidad humana. Si uno lo hace con prebendas, con escudos, con maniqueas creencias, corre el riesgo de no llegar a conocer nunca al otro, por no darse a uno mismo el beneficio de la duda sobre el: es que me dijeron que... El día amanece todos los días, pero jamás lo hace de la misma manera. Los colores y olores de cada día apenas recuerdan vagamente al día anterior. ¿por qué tenemos que pensar que la personalidad es estática? ¿no puede un ser humano rectificar cuando quiera? Claro que sí.

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