En los últimos dos años hemos incorporado a nuestro léxico muchas palabras que, hasta entonces, eran manejadas por una minoría. Una minoría qué, como casi siempre, terminó jodiendo a la mayoría. Hablamos hoy de caída de mercados, de hipotecas basura, de opciones sobre futuros, de mercados…cuando entonces, en la época del feliz desconocimiento los mercados que manejábamos bien eran los de abastos.
Si hace un par de años le hablásemos a la mayoría de los mortales de la “Gran Depresión” muchos se preguntarían a qué clase de psiquiatra o psicólogos vamos. Pero lo cierto es que en el año 29 del siglo pasado se produjo el primer aviso de que el “maravilloso” sistema capitalista hacía aguas por todos lados. Sin embargo pasó el día, y pasó la romería; los datos económicos fueron mejorando poco a poco entre la mejora real del mercado y la mejora fantaseada, la gente dejó de preocuparse por el dinero. Había trabajo y llegaba la comida a las casas. Luego comenzó la Segunda Guerra Mundial.
Con el tiempo fuimos dejando paso a la entrada de nuevos subterfugios que escondían nuestro dinero, primero con los cheques de viaje y después con las diferentes tarjetas de crédito y debido. Estas últimas han convertido nuestro mundo en un paraíso del plástico, donde casi todos caminamos por las calles sin más dinero que un montón de tarjetas en nuestra cartera. Una suerte de engaña bobos donde todos caemos y donde todo cabe. En breve espacio de tiempo no sólo disponen de nuestros datos personales sino que comenzamos a gastar más dinero del que tenemos. Siempre con su beneplácito y sonrisa. Las entidades crediticias que inundan los paneles publicitarios con regalos por nóminas sonríen mientras las visas echan humo.
Y entonces llega ese día, el momento mágico en cual estás en la cola del supermercado y no puedes pagar la compra porque la tarjeta no va y efectivo no recuerdas haberlo tenido además de para el café y el periódico.
Al llegar a casa, preocupado te preguntas qué pudo haber pasado. La respuesta la tienes en el buzón, pero todavía no la habías visto. Cuando abres la carta descubres que te han enviado a un fichero de morosos por haber utilizado una tarjeta que tú no habías solicitado… a partir de entonces tu vida cambia.
Comienzas a tener que solicitar cualquier cosa que requiera una cuenta corriente a nombre de terceros. Esos ficheros de “delincuentes económicos” nos meten a casi todos en un mismo saco. Da igual si dejas de pagar una factura por una desavenencia con tu compañía telefónica o si realmente has dejado de ganar dinero. Estás en el mismo saco.
Uno escucha al político de turno diciendo que: “no podemos meterlos a todos en el mismo saco, que hay políticos legales” y mientras, no legislan en absoluto contra las prácticas abusivas de quienes nos mantienen encerrados en un mundo de plásticos y ficheros, habiendo tirado entre ambos las llaves al limbo de la impunidad.
LUGARES PARA SOÑAR

cerrar lo ojos y sentir
lunes, 31 de enero de 2011
domingo, 30 de enero de 2011
SU SONRISA
He visto su sonrisa muchas veces, una sonrisa franca, sincera, angelical. Esa sonrisa que a cualquiera de nosotros derrite. Cuando miramos a nuestros hijos y vemos en su cara la franca sonrisa de satisfacción, automáticamente nos sentimos, incluso, mejores personas.
Cuando uno de nuestros retoños llega a casa feliz por haber ganado un partido, por haber aprobado un examen, por haber…su sonrisa se convierte en un faro que termina por iluminar de una forma instantánea y amplia el entorno en el que estemos.
Cada día de mi vida merece la pena por una sonrisa en la cara de mi hija, por una mirada feliz que me devuelva de cuando en cuando. No puedo alcanzar a comprender la actitud de muchos padres que, en lugar de luchar por una sonrisa de sus hijos, parece que están abonados a la búsqueda de su anulación.
Son personas, por llamarlas de alguna manera, tristes interiormente, abandonados de toda capacidad de soslayar sus propios problemas en beneficio de sus hijos, antes al contrario, descargan en ellos sus propias frustraciones.
El maltrato psicológico infantil es una de las causas más evidentes de la pérdida de sonrisas en los niños. Convierten a esos niños en seres autodestructivos que se encierran en sí mismos hasta que topen con alguien a quien aferrarse, muchas veces vicios, otras veces hábitos…
El maltrato físico, ese que borra para siempre la sonrisa de un niño y la convierte en una mueca de dolor, debería ser perseguido con la misma severidad que el terrorismo, no es menos delito agredir a un menor que matar a un político. Incluso yo diría que es mucho peor. Sin embargo son delitos que no superan un año de crítica.
La sonrisa de mi hija me hace ver que mi manera de actuar satisface su normal desarrollo. No quiere decir esto que uno deba educar a sus hijos de manera tal que sólo busque su sonrisa, no, también es preciso ser recto en su momento y forma…todo es cuestión de oportunidad.
Su sonrisa…
Cuando uno de nuestros retoños llega a casa feliz por haber ganado un partido, por haber aprobado un examen, por haber…su sonrisa se convierte en un faro que termina por iluminar de una forma instantánea y amplia el entorno en el que estemos.
Cada día de mi vida merece la pena por una sonrisa en la cara de mi hija, por una mirada feliz que me devuelva de cuando en cuando. No puedo alcanzar a comprender la actitud de muchos padres que, en lugar de luchar por una sonrisa de sus hijos, parece que están abonados a la búsqueda de su anulación.
Son personas, por llamarlas de alguna manera, tristes interiormente, abandonados de toda capacidad de soslayar sus propios problemas en beneficio de sus hijos, antes al contrario, descargan en ellos sus propias frustraciones.
El maltrato psicológico infantil es una de las causas más evidentes de la pérdida de sonrisas en los niños. Convierten a esos niños en seres autodestructivos que se encierran en sí mismos hasta que topen con alguien a quien aferrarse, muchas veces vicios, otras veces hábitos…
El maltrato físico, ese que borra para siempre la sonrisa de un niño y la convierte en una mueca de dolor, debería ser perseguido con la misma severidad que el terrorismo, no es menos delito agredir a un menor que matar a un político. Incluso yo diría que es mucho peor. Sin embargo son delitos que no superan un año de crítica.
La sonrisa de mi hija me hace ver que mi manera de actuar satisface su normal desarrollo. No quiere decir esto que uno deba educar a sus hijos de manera tal que sólo busque su sonrisa, no, también es preciso ser recto en su momento y forma…todo es cuestión de oportunidad.
Su sonrisa…
viernes, 21 de enero de 2011
Dentro de tu propia película…
A lo largo de nuestra existencia vamos creando nuestra propia realidad, materializando o no, lo sueños y deseos que nos hacen avanzar cada día. La realidad es algo tangible, una concatenación de hechos que van sucediendo de manera causal. Creamos nuestra realidad en función de nuestras capacidades.
La realidad no implica que nosotros vayamos creando en nuestra cabeza una película de la cuales somos protagonistas nosotros y las personas que creemos importantes. Sucede que algunas veces el desarrollo de la trama imaginaria se destroza al encontrarse con la realidad.
Creemos que nuestra actriz o actor coprotagonista va a ser como lo imaginamos, que la ficción que creamos en nuestra cabeza la vamos a llevar a la práctica y descubrimos, no sin estupor, que nada es como parece. Que los sentimientos que creíamos reales no son más que quimeras, sueños que se evaporan al despertarse…
Nadie está libre de construir castillos en el aire, de llevarse un monumental chasco cuando la película tiene un fin repentino que no esperaba; sin embargo muchas veces la trama se ha ido desarrollando en paralelo a la realidad, como solapándose, en una suerte de real movie que nos lleva sin esfuerzo…lo malo es que, como toda película, termina, y no siempre bien.
A lo largo de mi vida he desarrollado películas en mi imaginación que he querido llevar a la realidad; unas veces he conseguido llevarlas a cabo, con las naturales diferencias, otras, sin embargo, el despertar ha sido duro. El castillo se desplomó de golpe o poco a poco, pero en una caída continuada y sin freno hasta la total disolución.
Nos queda, eso sí, la posibilidad de juntar los trozos de película rotos e intentar ensamblarlos de nuevo, cortando estar vez los sueños irreproducibles y empatando realidades tangibles…ese es el camino que casi todos tomamos cuando hemos dejado atrás el sueño imposible de una realidad que sólo estaba en nuestra cabeza.
Pese a todo, el sueño debe continuar, pues la vida es sueño…
La realidad no implica que nosotros vayamos creando en nuestra cabeza una película de la cuales somos protagonistas nosotros y las personas que creemos importantes. Sucede que algunas veces el desarrollo de la trama imaginaria se destroza al encontrarse con la realidad.
Creemos que nuestra actriz o actor coprotagonista va a ser como lo imaginamos, que la ficción que creamos en nuestra cabeza la vamos a llevar a la práctica y descubrimos, no sin estupor, que nada es como parece. Que los sentimientos que creíamos reales no son más que quimeras, sueños que se evaporan al despertarse…
Nadie está libre de construir castillos en el aire, de llevarse un monumental chasco cuando la película tiene un fin repentino que no esperaba; sin embargo muchas veces la trama se ha ido desarrollando en paralelo a la realidad, como solapándose, en una suerte de real movie que nos lleva sin esfuerzo…lo malo es que, como toda película, termina, y no siempre bien.
A lo largo de mi vida he desarrollado películas en mi imaginación que he querido llevar a la realidad; unas veces he conseguido llevarlas a cabo, con las naturales diferencias, otras, sin embargo, el despertar ha sido duro. El castillo se desplomó de golpe o poco a poco, pero en una caída continuada y sin freno hasta la total disolución.
Nos queda, eso sí, la posibilidad de juntar los trozos de película rotos e intentar ensamblarlos de nuevo, cortando estar vez los sueños irreproducibles y empatando realidades tangibles…ese es el camino que casi todos tomamos cuando hemos dejado atrás el sueño imposible de una realidad que sólo estaba en nuestra cabeza.
Pese a todo, el sueño debe continuar, pues la vida es sueño…
martes, 18 de enero de 2011
PENSAMIENTOS....SUEÑOS....MIEDOS...DESEOS...
El universo está lleno de luces que en algún momento de nuestra existencia iluminarán nuestro camino; sólo se trata de apartar de nuestra conciencia los densos nubarrones que las tapan…
¿Es la conciencia el moderador de nuestra existencia? ¿O es nuestra existencia la que va modelando nuestra conciencia y con ella nuestro modo de actuar?...
Lo peor de la realidad es que, algunas veces te topas de frente con ella; lo mejor de la realidad, es que te da la oportunidad de rectificar, de aprender, de vivir…
Bajo el manto de sueños que inunda mi vida; en medio del montón de ramas de amor que guardo para calentar mi invierno; en la superficie del breviario de la vida que consulto cada día; en todos y cada uno de esos lugares te encuentras tú; pero eso, eso ya lo sabes…
No es una cuestión baladí la crisis que nos afecta, pero muchos se empeñan en reducirla a una mera cuestión de nombres propios: que si el problema es este o aquel. Ejercemos de españoles, incapaces de analizar que el debate, mucho más profundo, se encuentra en que hemos vivido los últimos años con el estómago lleno, henchido de regalos llegados de otros lados, creyéndonos los mejores del mundo y de pronto la realidad nos ha despertado. Y como siempre, miramos hacia fuera de la ventana…
Llevo demasiado tiempo buscando en los recodos de mi memoria el por qué de muchas cosas. Tras cada esquina me he topado con una nueva singularidad, una realidad palpitante que muestra sólo una posibilidad futura, cuando es posible que si encuentro armonía conmigo mismo, la encuentre con los demás…
En cada noticia cruel publicada en la prensa hay una nota disonante con el sentido de la vida; en cada imagen escabrosa que observamos en la televisión hay una enardecimiento encubierto de la violencia intrínseca al ser humano; cada suceso escuchado se esconde la tergiversación interesada de muchos implicados…discernir lo importante de lo improbable es todo un ejercicio cada día…
Aquel día, en aquella cafetería, observando tu aparente fragilidad quedé sujeto a ti por el gancho de tu personalidad, de tu sonrisa, de tu calidez…desde entonces, y cada día un poco más, encuentro el verdadero sentido de todo…derribando unos muros y apoyándome contra otros para hacerlos todavía más fuertes…y veo que estoy llegando, que cada día estoy más y más cerca… y sigo caminando hacia ti…
Cuando uno logra compartir un modo de vida, cuando se presta a continuar una senda que le lleve al encuentro con la realidad que busca…suele terminar su tiempo disfrutando de lo logrado…
Me gustaría avanzar y retroceder en el tiempo; disfrutar en primera persona de las grandes decisiones que nos hicieron avanzar como raza; aprender de los errores que casi logran nuestro exterminio; tal vez un día ese universo paralelo que suponemos existe nos permita alcanzar este sueño del hombre…
Despierto de madrugada, me pregunto cómo sería nuestra vida si en una mano sostuviésemos nuestras responsabilidades y en la otra nuestros sueños… de la confrontación de realidad y fantasía estoy seguro que saldría un todo perfecto donde la realidad pudiese ser soñada y los sueños hacerlos reales…
Vivimos un tiempo de impostura, por momentos el estilo de vida que creíamos cierto se difumina en el espacio tiempo; convencidos como estamos de que hemos llegado a este mundo para vivir bien quizá debamos percibir con más nitidez que somos responsables de la realidad que vamos a vivir…
El sueño de todo padre es que sus hijos alcancen algún día un lugar mejor que el que él mismo habita, para ello emplea su esfuerzo y su tiempo durante una vida, sin detenerse a pensar que no somos nosotros quienes hemos de labrar su futuro sino facilitarle el modo de alcanzar las herramientas necesarias. Es a su desarrollo a lo que debemos aspirar…
No me considero una persona valiente, ni mucho menos, pero es cierto que hace un par de años que no temo la muerte, sino la manera en cómo llegue. No conozco forma más cruel de irte de este mundo perdiendo las palabras, las imágenes, los recuerdos… morir en la nada absoluta de la ausencia de recuerdos… eso me abruma.
La felicidad siempre resulta paradójica, pues sucede que la alegría de pocos coincide en ocasiones con la tristeza de algunos, como en un partido de fútbol. Así, uno podría llegar a preguntarse si para ser enteramente feliz, preciso que alguien sea, enteramente desafortunado.
Al mirarte a los ojos descubrí que no puedo mentirte sin engañarme, que no puedo herirte sin hacerme daño. Tus ojos son el espejo al que quiero mirarme para hacerme mejor persona. Contigo, hija mía, lo estoy consiguiendo, gracias.
¿Es la conciencia el moderador de nuestra existencia? ¿O es nuestra existencia la que va modelando nuestra conciencia y con ella nuestro modo de actuar?...
Lo peor de la realidad es que, algunas veces te topas de frente con ella; lo mejor de la realidad, es que te da la oportunidad de rectificar, de aprender, de vivir…
Bajo el manto de sueños que inunda mi vida; en medio del montón de ramas de amor que guardo para calentar mi invierno; en la superficie del breviario de la vida que consulto cada día; en todos y cada uno de esos lugares te encuentras tú; pero eso, eso ya lo sabes…
No es una cuestión baladí la crisis que nos afecta, pero muchos se empeñan en reducirla a una mera cuestión de nombres propios: que si el problema es este o aquel. Ejercemos de españoles, incapaces de analizar que el debate, mucho más profundo, se encuentra en que hemos vivido los últimos años con el estómago lleno, henchido de regalos llegados de otros lados, creyéndonos los mejores del mundo y de pronto la realidad nos ha despertado. Y como siempre, miramos hacia fuera de la ventana…
Llevo demasiado tiempo buscando en los recodos de mi memoria el por qué de muchas cosas. Tras cada esquina me he topado con una nueva singularidad, una realidad palpitante que muestra sólo una posibilidad futura, cuando es posible que si encuentro armonía conmigo mismo, la encuentre con los demás…
En cada noticia cruel publicada en la prensa hay una nota disonante con el sentido de la vida; en cada imagen escabrosa que observamos en la televisión hay una enardecimiento encubierto de la violencia intrínseca al ser humano; cada suceso escuchado se esconde la tergiversación interesada de muchos implicados…discernir lo importante de lo improbable es todo un ejercicio cada día…
Aquel día, en aquella cafetería, observando tu aparente fragilidad quedé sujeto a ti por el gancho de tu personalidad, de tu sonrisa, de tu calidez…desde entonces, y cada día un poco más, encuentro el verdadero sentido de todo…derribando unos muros y apoyándome contra otros para hacerlos todavía más fuertes…y veo que estoy llegando, que cada día estoy más y más cerca… y sigo caminando hacia ti…
Cuando uno logra compartir un modo de vida, cuando se presta a continuar una senda que le lleve al encuentro con la realidad que busca…suele terminar su tiempo disfrutando de lo logrado…
Me gustaría avanzar y retroceder en el tiempo; disfrutar en primera persona de las grandes decisiones que nos hicieron avanzar como raza; aprender de los errores que casi logran nuestro exterminio; tal vez un día ese universo paralelo que suponemos existe nos permita alcanzar este sueño del hombre…
Despierto de madrugada, me pregunto cómo sería nuestra vida si en una mano sostuviésemos nuestras responsabilidades y en la otra nuestros sueños… de la confrontación de realidad y fantasía estoy seguro que saldría un todo perfecto donde la realidad pudiese ser soñada y los sueños hacerlos reales…
Vivimos un tiempo de impostura, por momentos el estilo de vida que creíamos cierto se difumina en el espacio tiempo; convencidos como estamos de que hemos llegado a este mundo para vivir bien quizá debamos percibir con más nitidez que somos responsables de la realidad que vamos a vivir…
El sueño de todo padre es que sus hijos alcancen algún día un lugar mejor que el que él mismo habita, para ello emplea su esfuerzo y su tiempo durante una vida, sin detenerse a pensar que no somos nosotros quienes hemos de labrar su futuro sino facilitarle el modo de alcanzar las herramientas necesarias. Es a su desarrollo a lo que debemos aspirar…
No me considero una persona valiente, ni mucho menos, pero es cierto que hace un par de años que no temo la muerte, sino la manera en cómo llegue. No conozco forma más cruel de irte de este mundo perdiendo las palabras, las imágenes, los recuerdos… morir en la nada absoluta de la ausencia de recuerdos… eso me abruma.
La felicidad siempre resulta paradójica, pues sucede que la alegría de pocos coincide en ocasiones con la tristeza de algunos, como en un partido de fútbol. Así, uno podría llegar a preguntarse si para ser enteramente feliz, preciso que alguien sea, enteramente desafortunado.
Al mirarte a los ojos descubrí que no puedo mentirte sin engañarme, que no puedo herirte sin hacerme daño. Tus ojos son el espejo al que quiero mirarme para hacerme mejor persona. Contigo, hija mía, lo estoy consiguiendo, gracias.
lunes, 17 de enero de 2011
ESPEJO ROTO
Verse reflejado en un espejo roto suele ser una de esas imágenes inquietantes que, a quien más y a quien menos, provoca una sensación diferente.
Creo que cuando conoces a alguien ves a la persona que quieres ver, adivinas en sus facciones aquellas que, sin querer, estás buscando en tu interior. Cuando comienzas el trato, empiezas a ver los entresijos de los individuos llega ese instante que miras al otro como un espejo roto.
Comienzas a ver sus defectos, a perfilar sus imperfecciones dentro del universo de tu cabeza. Nadie disfruta mirándose en un espejo roto y tampoco suele hacerlo en la observación de un espejo rasgado.
Sin embargo, no es un ejercicio menor el ponerte a observar los pedazos de espejo, ver cómo es el reflejo individual de cada trozo y tratar de ubicarlo en el espacio que le corresponde. Restañar nuestras propias heridas es algo que acometemos de cuando en cuando, por qué negamos esa posibilidad al otro. Por qué no intentamos adivinar dónde va cada trozo de cristal e intentamos situarlo de manera tal que su reflejo cada día, nos guste más.
La mayoría opta por buscar un cristal nuevo en el que reflejarse, un lugar donde reflejar nuestros deseos, nuestras ilusiones, nuestros sentimientos… es una búsqueda que termina en muchas ocasiones con la pérdida de perspectiva de la propia realidad. Observar un espejo roto de manera reiterada nos enseña a vernos como lo que somos, seres imperfectos.
La perfección es tan subjetiva como la imperfección, tan sólo dependerá del cristal por donde se mire…
Creo que cuando conoces a alguien ves a la persona que quieres ver, adivinas en sus facciones aquellas que, sin querer, estás buscando en tu interior. Cuando comienzas el trato, empiezas a ver los entresijos de los individuos llega ese instante que miras al otro como un espejo roto.
Comienzas a ver sus defectos, a perfilar sus imperfecciones dentro del universo de tu cabeza. Nadie disfruta mirándose en un espejo roto y tampoco suele hacerlo en la observación de un espejo rasgado.
Sin embargo, no es un ejercicio menor el ponerte a observar los pedazos de espejo, ver cómo es el reflejo individual de cada trozo y tratar de ubicarlo en el espacio que le corresponde. Restañar nuestras propias heridas es algo que acometemos de cuando en cuando, por qué negamos esa posibilidad al otro. Por qué no intentamos adivinar dónde va cada trozo de cristal e intentamos situarlo de manera tal que su reflejo cada día, nos guste más.
La mayoría opta por buscar un cristal nuevo en el que reflejarse, un lugar donde reflejar nuestros deseos, nuestras ilusiones, nuestros sentimientos… es una búsqueda que termina en muchas ocasiones con la pérdida de perspectiva de la propia realidad. Observar un espejo roto de manera reiterada nos enseña a vernos como lo que somos, seres imperfectos.
La perfección es tan subjetiva como la imperfección, tan sólo dependerá del cristal por donde se mire…
sábado, 15 de enero de 2011
LA ESPERA
¿Quién no ha esperado en su vida? ¿Qué persona no ha visto pasar el tiempo, su tiempo, mientras llega una llamada, una visita, un resultado…? Todos hemos pasado por ello. Y no una vez, sino varias. Y sin embargo, cuánto nos cuesta superar la tensión que se vive en esos momentos.
Pese a todo, hay esperas y esperas. El resultado de una prueba médica depende de la habilidad de otros, de las capacidades médicas, de tu estado de salud, de la celeridad con la que una serie de personas trabaje o no. Es una espera que puede llegar a frustrar por las vueltas que uno da a la cabeza.
Cuando esperamos a una persona física que no termina de llegar juntamos dos situaciones intensas: la espera en sí misma y la duda de si le ha pasado algo o no. Compromete este tipo de espera, normalmente, a más de dos personas, pues siempre se termina implicando a terceros ante la falta de noticias.
Si esperamos una llamada de teléfono, sobre todo en los tiempos que corren, podemos llegar a descorazonarnos; algo tan fácil como descolgar un teléfono y decir: hola, estoy aquí. Es tan sencillo que resulta difícil entender a quienes atienden su vida sin tener en cuenta a personas que pueden rodearles y tener interés en ellos. Nadie tiene obligación de llamar a nadie, siempre puede ser llamado. Sin embargo estas situaciones se dan más cuando uno explicita que es él quien llama. Por lo que al otro interlocutor sólo le queda esperar. Aquí pasa que cuantas más implicaciones personales y sentimentales existan, tanto más será la sensación de: qué pinto yo aquí…
La espera por el que no va a llegar es la más dura, la más angustiosa. Se dan en circunstancias de fuerte estrés, cuando somos incapaces de asumir una pérdida, sea esta física o sentimental. No es raro leer, oír, escuchar, personas que, conociendo su soledad, aferran su tiempo a un momento que no se va a dar, con la llegada de quien antes si estaba presente. No es nada fácil superar ese momento.
La espera…
Pese a todo, hay esperas y esperas. El resultado de una prueba médica depende de la habilidad de otros, de las capacidades médicas, de tu estado de salud, de la celeridad con la que una serie de personas trabaje o no. Es una espera que puede llegar a frustrar por las vueltas que uno da a la cabeza.
Cuando esperamos a una persona física que no termina de llegar juntamos dos situaciones intensas: la espera en sí misma y la duda de si le ha pasado algo o no. Compromete este tipo de espera, normalmente, a más de dos personas, pues siempre se termina implicando a terceros ante la falta de noticias.
Si esperamos una llamada de teléfono, sobre todo en los tiempos que corren, podemos llegar a descorazonarnos; algo tan fácil como descolgar un teléfono y decir: hola, estoy aquí. Es tan sencillo que resulta difícil entender a quienes atienden su vida sin tener en cuenta a personas que pueden rodearles y tener interés en ellos. Nadie tiene obligación de llamar a nadie, siempre puede ser llamado. Sin embargo estas situaciones se dan más cuando uno explicita que es él quien llama. Por lo que al otro interlocutor sólo le queda esperar. Aquí pasa que cuantas más implicaciones personales y sentimentales existan, tanto más será la sensación de: qué pinto yo aquí…
La espera por el que no va a llegar es la más dura, la más angustiosa. Se dan en circunstancias de fuerte estrés, cuando somos incapaces de asumir una pérdida, sea esta física o sentimental. No es raro leer, oír, escuchar, personas que, conociendo su soledad, aferran su tiempo a un momento que no se va a dar, con la llegada de quien antes si estaba presente. No es nada fácil superar ese momento.
La espera…
EN MITAD DE ESTA NOCHE DE ENERO
Hace unas horas que quemo mi tiempo en esta oficina de doce metros cuadrados, un lugar sobrio, feo, sin alma y casi sin vida. Me gusta trabajar de noche, me permite disfrutar del día y cuando oscurece siempre encuentras el modo de avanzar en una madrugada que terminará con el alba dentro de un mes y medio; hoy la madrugada termina con la noche de la mañana…
Sentado delante del ordenador me pregunto, a veces, demasiadas cosas. Preguntas sobre mi propia existencia, sobre el devenir de los días y años, sobre el mundo que me rodea y en el cual pretendo implícame todo lo necesario.
Siento tu ausencia a mi lado, no podré acariciar tu piel ni sentir tu calor más allá de mi propia imaginación. Un abrazo en mitad de la noche, una caricia espontánea, un beso… debo dejar estos pensamientos a un lado y centrarme en otras cosas. Pensar en qué haré mañana y en cómo estaré para hacer lo que pretendo.
La vivir es estoy y mucho más, es soñar despierto con un futuro que otrora incierto ahora se convierte en realidad casi tangible. Vuela la imaginación cual pájaro al viento, una suerte de cormorán suspendido en el viento sin apenas esfuerzo. Los sueños nos permiten pasar estos momentos de absorto hastío de una manera mucho más fugaz.
Ladran los perros en el exterior, no lo hacen con muchas ganas, para ellos también el tedio se impone. Imaginar un mundo que se circunscribe a apenas dos hectáreas de terreno no es, lo que se diga, el sueño de un animal. De todas maneras gozo de su presencia cuando salgo de ronda o simplemente les acaricio en la puerta.
En mitad de la noche hasta los ruidos son diferentes, más densos, casi masticables. La chimenea de sonidos secos y fuertes que tengo a trescientos metros en línea recta me permite acordarme de dónde estoy, del lugar en el que trabajo. Ya me he acostumbrado, un unas horas será un leve rumor y al final de la madrugada quizá ni distinga su sonido..
En mitad de la noche…
Sentado delante del ordenador me pregunto, a veces, demasiadas cosas. Preguntas sobre mi propia existencia, sobre el devenir de los días y años, sobre el mundo que me rodea y en el cual pretendo implícame todo lo necesario.
Siento tu ausencia a mi lado, no podré acariciar tu piel ni sentir tu calor más allá de mi propia imaginación. Un abrazo en mitad de la noche, una caricia espontánea, un beso… debo dejar estos pensamientos a un lado y centrarme en otras cosas. Pensar en qué haré mañana y en cómo estaré para hacer lo que pretendo.
La vivir es estoy y mucho más, es soñar despierto con un futuro que otrora incierto ahora se convierte en realidad casi tangible. Vuela la imaginación cual pájaro al viento, una suerte de cormorán suspendido en el viento sin apenas esfuerzo. Los sueños nos permiten pasar estos momentos de absorto hastío de una manera mucho más fugaz.
Ladran los perros en el exterior, no lo hacen con muchas ganas, para ellos también el tedio se impone. Imaginar un mundo que se circunscribe a apenas dos hectáreas de terreno no es, lo que se diga, el sueño de un animal. De todas maneras gozo de su presencia cuando salgo de ronda o simplemente les acaricio en la puerta.
En mitad de la noche hasta los ruidos son diferentes, más densos, casi masticables. La chimenea de sonidos secos y fuertes que tengo a trescientos metros en línea recta me permite acordarme de dónde estoy, del lugar en el que trabajo. Ya me he acostumbrado, un unas horas será un leve rumor y al final de la madrugada quizá ni distinga su sonido..
En mitad de la noche…
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