LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

domingo, 3 de junio de 2012

EL MOMENTO DE LOS ABRAZOS

Cada día nos abrazamos menos, cada día nos reconfortamos menos los unos a los otros. Es cómo si nos estuviésemos convirtiendo en robots, en seres inanes que no precisan el calor humano. Transitamos por la vida mirándonos con distancia, sin querer manifestar el natural deseo de una caricia, un abrazo, un beso. El superficialismo se ha instalado definitivamente entren nosotros. Ya no se dan besos en la mejilla, tan sólo se arrima una a otra fingiendo un beso tan inexistente como el afecto que se ve en ese feo gesto. Los abrazos son importantes, transmiten mucho más de lo que querríamos expresar, o mucho menos de lo que desearíamos...pero transmiten. Uno comienza con un tenue abrazo y al rato está abrazado fuertemente, disfrutando del momento. Hay abrazos que muestran deseo, un feroz y ardiente deseo que hace que quien lo recibe note a las claras la intensidad del mismo. Son abrazos que buscan una continuación inmediata o postergada lo mínimo posible en otros lugares, en otros lares. Otros abrazos muestran amistad, son los que uno busca y necesita cuando el afligimiento o la inseguridad nos debilita. La amistad es un bien escaso y precisado, que tiene en el abrazo una de sus expresiones más intensas. También hay abrazos peligrosos, muchos los vemos todos los días en las juntas de gobierno, en los consejos económicos etc. son abrazos que buscan la debilitación del otro con la argucia del afecto para inmediatamente clavar en su espalda el puñal real o imaginario que se esconde en las verdaderas intenciones. Pero soy un gran defensor del abrazo, prefiero correr el riesgo de un abrazo falso que perderme la posibilidad de sentir un abrazo sentido por haberlos metido en el mismo saco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre