LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

domingo, 3 de junio de 2012

GENERACIÓN PERDIDA...O NO

Dicen los teóricos de la crisis que debido a las dificultades económicas que vivimos toda una generación se habrá perdido ante la falta de oportunidades. Que hagan lo que hagan no encontrarán una salida laboral. Uno no puede más que dar un respingo ante una afirmación como esta. Si para algo debe de servir una crisis es para regenerar aquello que se ha podrido o corrompido con el tiempo. Quizá sea el momento para que esta generación comience a ofrecer alternativas reales a lo que, se ha probado, falló en el momento actual. Para muchos la emigración será la válvula de escapa para la presión que soportan por no encontrar donde desempeñar las funciones para las que han dedicado una vida de formación; para otros el momento actual pasa por acomodarse a la vida familiar, agarrarse a los padres y exprimir la familia hasta que no quede nada. Personalmente creo que la sociedad debe de movilizarse mucho más, debería haber una implicación real de esta generación que tan mal lo está pasando. No pueden quedarse en las trincheras de la vida esperando a que pase el mal momento. Deben de salir a la calle y decirles a los políticos: así no. Una sociedad cuyos valores democráticos están siendo devaluados día tras día no puede menos que enfrentarse a los que llevan las riendas y pedirles cuentas. Esperar una solución política es cómo pretender que un equipo de Segunda B gane la Copa de Europa. Es el momento de crear cooperativas de ideas, lugares de donde emerjan soluciones reales a los problemas para los que los políticos solo están añadiendo escoyos. No se trata de intentar ganar dinero de forma inmediata (desgraciadamente muchos están el paro) sino de llevar a cabo los cambios que sí necesita el país. Y no se trata sólo de cambios del sistema productivo, de cambiar el ladrillo por el I+D+I; se trata también de modificar el sistema social establecido, aquel que nos ha acomodado en un país víctima de sí mismo. Un país que ha vivido de la subvención, que se ha acostumbrado a estar en el furgón de los que reciben, sin darse cuenta de que un día estaría en el lugar de los que han de llenar el furgón. Y claro, tanto y tan mal ha sido lo gastado que ahora no queda para llenar nada. Esta generación, quizá la más preparada de la historia de España, debe dar un paso real al frente; debe guardar en el armario los trajes de víctima que tanto acostumbran a usar. Deben buscar el protagonismo de quien es capaz de todo con tal de cambiar aquello que es evidente que les perjudica. Esta generación necesita una revolución, una revolución de terciopelo más, donde el conocimiento científico y humano se imponga a la futilidad de los banqueros y economistas; tanto tecnócrata lo único que terminará consiguiendo es una sociedad anodina en la que una sonrisa sea un preciado bien. No existen las generaciones perdidas, tan sólo la idiotez y la pasividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre