En el próximo curso tendremos un aumento del 20% en el número de alumnos por clase, lo que hará que nuestra enseñanza baje a niveles de calidad de principios de los ochenta. La derecha pretende aniquilar la enseñanza pública de manera tal que aquellos padres que pretendan una mejor educación para sus hijos no vean otra salida que las escuelas privadas.
Sorprende que el Ministro de Educación sea un defensor de este tipo de políticas cuando no hace mucho tiempo se paseaba por los platós de televisión argumentando prácticamente lo contrario. Claro que eran tiempos en los que tenía cierta credibilidad. Ahora tiene la misma que si anunciase productos capilares.
Nunca ha sido argumento de políticas de derecha el fomento de la educación, mucho menos de una educación libre o laica; para esta parte de la política la educación es sólo un instrumento más para la manipulación de voluntades. El proselitismo comienza en los centros privados (mayoritariamente de derechas) en los que se trata de inculcar una realidad social que no existe en realidad y que forma parte de una utopía propia.
La educación debería de ser un pilar fundamental en una sociedad, la nuestra, cuyas carencias se fundamentaron durante muchos años en el bajo nivel educativo. Ningún otro país como España debería apoyar una educación de calidad, fuerte y totalmente laica. A pesar de los muchos años que han pasado desde el fin de la Dictadura, no es prácticamente nada en términos históricos, y todavía no hemos sido capaces de dar el paso necesario para ir todos de la mano en un tema tan trascendente como la educación.
La masificación que habrá en adelante en las aulas será determinante en la calidad educativa del futuro inmediato. Lo peor de todo será que cuando estos que ahora mandan no estén, los siguientes deberán volver a empezar y así la rueda continúa girando...
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