LUGARES PARA SOÑAR

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miércoles, 1 de abril de 2020

ERA PARA EL OTRO LADO


El continuo trasiego de la vida, apenas nos da para poder ser conscientes del camino que tomamos. Desde la más tierna infancia empezamos a elaborar planes de futuro a largo plazo. Las más de las veces se quedan en meros recuerdos en apuntes de libreta adolescente. El paso de los años nos pone blanco sobre negro la distancia existente entre lo planeado y lo conseguido.

Cierto es que muchos planes se cumplen, el tesón de cada uno logra que podamos evitar las barreras que puedan surgir y alcanzar ese plan anhelado. Pero siempre habrá más de uno que no completemos. Y lo mejor, no pasa nada. Nuestra adaptabilidad nos empodera frente a las adversidades y terminamos en otro plan, tal vez mejor.

Siempre he visto la vida como una red de carreteras, transita uno por una vía principal sin más preocupación que mirar al horizonte. En la medida que he ido, primero creciendo y después cumpliendo años, he podido disfrutar de grandes autopistas y de las mas fabulosas carreteras de montaña. Y he sufrido, claro que he sufrido, las penosidades de vías desconchadas, muchas sin asfalto , otras apenas una trocha de cabras por la que evitar el despeñe.

En todo este viaje uno se detiene en lugares en los que cree poder quedarse toda la vida; en los que se aventura incluso a construir un hogar. Algunos se quedan en ese recodo para siempre (bien por ellos). Otros, sin embargo, seguimos viaje hasta el siguiente alto en el camino que nos haga sentirnos bien; y en nuestro interior nos decimos “esta vez sí”, y tomamos el martillo y los clavos para edificar una nueva estancia. También esta vez muchos se quedarán (bien por ellos). Y seguimos adelante, unas veces con los huesos molidos por tantos baches; otras veces sintiendo el aire en las manos que sacamos por la ventana...seguimos camino.

Un día sufrimos una avería, de esas que te dejan destrozada el alma y con pocos arrestos para continuar; todo se vuelve oscuridad, huele a barro. Mas cuando más improbable parece que salgas de atolladero alguien llegar para socorrerte, para impulsarte, para hacerte ver que es posible la utopía. Los planes a futuro están, de nuevo, más vigentes que nunca.

Es el mejor trayecto: comidas, charlas, encuentros, risas… aprietas el pedal hasta el fondo porque allí, lejos pero más cerca, está tu destino. A medida que la claridad lo invade todo, hasta parece que respiramos mejor. Buen vehículo, mejor compañía, asfalto liso. A toda velocidad te adentras en el último tramo y ahí está. Tienes delante tu sueño, has alcanzado tu propia utopía, ese plan de futuro a largo plazo. La majestuosa última parada está delante de ti. Desciendes casi con miedo, pero feliz. Te acercas a la puerta y llamas. Cuando ya estás a punto de reventar de la emoción, alguien, al otro lado, en un susurro te dice: ERA PARA EL OTRO LADO

Te subes al coche, sonríes, sujetas el volantes y arrancas…. La vida resulta siempre una caja de sorpresas.

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