LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

miércoles, 16 de febrero de 2011

HOY QUE TE SUEÑO

Cierro los ojos y siento cerca tu presencia, las corrientes de aire que son una constante en mi habitación ventilada han cambiado, tu presencia ha modificado incluso la temperatura; ahora más alta.
Ya noto tu olor, ese aroma tan característico tuyo que me traslada cada día a un lugar remoto donde sólo estamos nosotros dos; rodeados de otras personas que forman parte del mismo paisaje que las palmeras. Somos nosotros los que realmente importamos en mi sueño, lo que disfrutamos de verdad.
Por fin te diviso, al fondo de la habitación, de espaldas a mí, con un vestido de gasa blanco que deja ver, al trasluz, la armonía de tu cuerpo. Si algo se puede destacar en el es la absoluta normalidad, esa características que hace tan hermoso lo común, por ser lo extraño en los tiempos que corren; donde lo acrílico, lo falso, lo postizo...tiende a valorarse en demasía.
Me miras, y cuando lo haces me ruborizo, siento que el poder de tu mente todavía me hace sucumbir como un crío. Tienen tus ojos la fuerza de quien mira convencido de tener el poder de una atracción misteriosa y, a la vez, poderosa.
Te has girado por completo. Permitiendo a la luna que, con su tenue luz, muestre tus pechos, tu torso, tu tez, tú pelo, tú… y anonadado observo cómo tal belleza se aproxima a mí. Cómo llenas, cada vez más, con tu presencia el espacio que extiende entre tú y yo…
Y me tocas, acaricias mi cara como lo haría una mujer deseosa de un hombre; como lo haría una enamorada prendada del afecto de su amado. Y te toco, extendiendo mi mano firme, en la búsqueda de la voluptuosidad que me muestras…y te alcanzo…
Mi cuerpo se estremece, responde al intenso calor que percibe por el mínimo roce de las yemas de mis dedos sobre la aureola de tus pezones…me corazón se acelera cuando tus labios buscan los míos, cuando tus manos se deslizan por mi pecho…
Comienzo a sudar, primero levemente, después de manera imparable, como una suerte de cascada interior que se precipita por el final de mi espalda, formando un pequeño lago entre mis glúteos y las sábanas…jadeo…
Te has subido el vestido, en el preciso y precioso instante en que, a horcajadas, te has situado sobre mí, dominándome, tomándome, poseyéndome…mi corazón se desboca…
De pronto un fuerte sonido llama mi atención, hay alguien en la puerta, no hay duda…voy a ver…Abro la puerta, no hay nadie. Me vuelvo y no estás, miro en todas direcciones. ¡No puede ser!..
Hoy que te sueño….

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre