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jueves, 12 de mayo de 2011

SEÍSMOS, LORCA, CONSTRUCTORES Y COMPRADORES

Ayer Lorca sufrió las consecuencias de un terremoto, de un seísmo de poco más de 5 en la escala Richter. Para los habitantes de esta localidad murciana fue una tarde que no olvidarán, un momento de susto tremendo en el que, lamentablemente, algunos perdieron a seres queridos. Víctimas inocentes de la madre naturaleza y de la desaprensión del hombre.
La escala Richter nos indica que los daños en los edificios con seísmos de entre 5 y 5.9 sólo se producen en aquellos mal construidos, hablamos de daños graves. Así, cabría preguntarse cómo es posible que en una localidad occidental, de un país desarrollado que ha vivido de la construcción durante buena parte de la última década, los daños hayan sido tan cuantiosos. La respuesta no hay que buscarla en una Naturaleza que está ahí desde el comienzo de los tiempos, sino en la edificación sin control que este país ha vivido. Donde la especulación ha hecho de constructores, promotores y compradores cómplices necesarios de las consecuencias funestas de la actividad sísmica de la zona.
Una zona que está marcada en rojo por las autoridades encargadas del control Geológico. Pero claro, el español es un hábil manipulador de normas y leyes, tan sólo se acuerda de ellas cuando ocurren cosas así.
En el año 1997 se produce en Galicia un seísmo de magnitud similar a la de este miércoles en Murcia y las consecuencias son diametralmente opuestas. Mientras que en Galicia no se pasó de un gran susto y daños menores, en Lorca las consecuencias han sido dramáticas.
No se trata de echar la culpa a nadie en particular, sino de dar un toque de atención sobre quienes deben ejercer el control sobre los que construyen y dar un toque, esta vez más serio, sobre aquellos que sostenemos a quienes luego autorizan y deciden. Ya que es el ciudadano en su ejercicio de derecho a voto, quien faculta a muchos de estos especuladores para que construyan cómo y cuando quieren.
Esta vez ha sido un terremoto, otras veces es un simple torrente de agua al que han tapado su salida natural, el que se convierte en catástrofe climatológica. Las imágenes que, tan a menudo, vemos en ciudades y pueblos de nuestra geografía serían muchos menos de existir construcciones lógicas teniendo en cuenta las condiciones previas, tanto geográficas, como geomórficas. Esto, sin embargo, pondría en riesgo muchas de las construcciones autorizadas, y con ellos las primas que reciben muchos concejales o alcaldes…

2 comentarios:

  1. Amén!

    Alicia otra vez.

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  2. Son demasiadas instituciones y personas a las que se podría echar la culpa de estas y otras circunstancias, pero como siempre, la pelota nunca para, y se la van lanzando unos a otros sin llegar a un punto definitivo. Creo que aquí si cabría el dicho, "siempre pagan justos por pecadores"

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