LUGARES PARA SOÑAR

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domingo, 8 de abril de 2012

REDESCUBRIENDO EL AMOR

¿A qué sabe el amor? ¿cómo es el amor cuando afrontas el estío de tu vida? Quizá el amor no sea más que una consecuencia de la vida...o tal vez la propia vida sea una consecuencia del amor...
Uno re-descubre el amor cuando se sienta en el alfeizar de la ventana de su vida y contempla hacia el interior la templanza de los sentimientos que, ahora sí, se agarran a las paredes internas con la fuerza de quien sabe cómo asirse para no caerse.
En la primavera, cuando la sangre hierve en las venas y el sexo opuesto o el mismo, se nos revela interesante a poco que enseñe un pedazo de lo que queremos ver, todo es desasosiego, nerviosismo...se nos va la vida en un amor recién encontrado y del que no sabemos apenas nada. La ignorancia del principiante obra el milagro de no morir en el primer desengaño.
Para unos cuantos de ese primer amor nace una aventura vital que les acompañará el resto de la vida, aunque no es lo frecuente dado lo veloz de este tiempo en el que me ha tocado vivir, donde el amor se transforma en odio a la misma velocidad que la nieve en agua al llegar el verano.
Nada más dulce que el amor para enseñarnos lo amargo de su otro lado, aquel que nos acongoja al encontrarlo cuando menos lo esperamos. De ahí que ahora el goce sea mayor.
La serenidad de la edad nos hace percibir lo que sentimos con la seguridad de su real existencia; no se trata de una alucinación mental, de una ensoñación que pueda desvanecerse al alba.
El amor mueve al mundo, por amor morimos, matamos, vivimos. Algunos pocos, no muchos, creen que el amor es una falacia; una manera sublime de someternos a la voluntad de lo que amamos, sea cual sea su fin. Es un error terrible el que cometen pues nada más intenso y real que aquel sentimiento que te revienta el pecho cuando sientes sus pulsiones en presencia del ser amado.
Nadie te enseña a querer, no se aprende sino a fuerza de ensayo y error. Se trata de un aprendizaje que lleva aparejado un crecimiento conjunto; se trata de caminar de la mano, de hacer crecer lo incipiente, llevarlo a las más altas cotas y ser capaces, luego, de mantenerlo en un nivel tal que no puedas vivir sin el pero que te permita vivir...
Temer al amor es temer a la vida; no se trata de Dios, ni del Demonio, tampoco de buenos ni de malos...sólo de sensaciones, sentimientos, de algo intangible que nosotros hacemos tangibles en forma de reacciones químicas, físicas, de sueños, de deseos, de cariño...
Redescubriendo el amor...

1 comentario:

  1. Por experiencia vital se que el verdadero amor se compone de pequeños detalles cotidianos, es trabajo diario.Pero merece la pena.

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