Quizá sea la nostalgia de tu ausencia, tal vez la añoranza de tus abrazos mas lo cierto es que mi vida huele a ti.
No sabría precisar el instante en que tu aroma quedó impreso en mi alma, el preciso y precioso momento en el cual mi corazón se entregó a ti sin consultármelo, pero sí sé que lo hizo con una pasión desmesurada que en ocasiones me oprime el pecho y en otras lo hace pequeño.
Transito por mi vida guiado por el instinto de pertenencia, con la esperanza de que el amor sea capaz de tapar las taras que todos tenemos y que pueden convertir un grano de arena en una losa de cuarzo, cuando los odios y rencores ocupan lugares donde debería estar el afecto.
Hay olores promiscuos que se mezclan demasiado con los aromas de la vida para terminar siendo una esencia de nada dentro de un frasco de todo. Tu olor es diferente, te identifica, te marca, hace de ti una persona única, distinguible por mí a kilómetros de distancia.
Quizá la química del amor comience en la mezcla orgánica de mi piel y la tuya. Seguramente la botánica del amor logra fusionar de manera natural fragancias tan personales como las nuestras para poder ser disfrutadas sólo por nosotros en medio de una noche, una mañana, una vida…
Sí, mi vida huele a ti, sobre todo cuando no estás a mi lado….
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