LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

miércoles, 11 de agosto de 2010

EL TURISMO QUE TENEMOS

Cada año llegan a nuestro país miles y miles de turistas, personas de diferentes países y culturas que, con su dinero, contribuyen a mejorar mucho la economía de nuestro país.

Desde siempre hemos sido un lugar de ocio escogido por muchos ciudadanos del mundo para pasar sus vacaciones. En los años sesenta fueron los nórdicos los que inundaron nuestras costas en busca de sol y playa. De aguas cálidas y temperaturas aceptables para estar mucho tiempo tendidos bajo el astro rey.

En los setenta, ochenta y noventa nuestro país le disputó a Francia el primer puesto del mundo como destino mundial de turismo; eran tiempos en los que nuestras localidades se inundaban de mareas de asiáticos y sus cámaras, de anglosajones con sandalias y calcetines… las arcas del estado crecían.

De un tiempo a esta parte, y con la crisis mundial en todo el mundo, el turismo bajó de manera notable, sobre todo el turismo de calidad. Ahora competimos con Grecia por atraer a nuestro país a descerebrados que buscan fiestas y alcohol. Turismo de cuatro días, donde el cliente sólo viaja en avión, bebe, fuma, se coloca y regresa a su país. Apenas consume en los restaurantes, apenas se interesan por el legado cultural que nuestro país tiene; se divierten reventando habitaciones de hotel, jugándose la vida en locuras desde balcones de sus habitaciones, etc.

Sería bueno que el sector se replantease la situación y decidiese que tipo de turismo queremos atraer a nuestro país. Con eso también estableceremos el tipo de Estado que queremos para los próximos decenios. No es cuestión baladí, se trata de definir a España como un lugar donde visitar, por encima de todo, un país lleno de cultura, de tradiciones milenarias, de edificios singulares (muchos de ellos patrimonio de la humanidad), etc. O bien queremos que España se conozca en las agencias de viajes internacionales como destino de drogas, alcohol y sexo.

Son muchos los ciudadanos europeos, sobre todos menores de treinta años, que no conocen nada de ninguna tradición cultural de España, y sin embargo saben que en lugares como Ibiza, Mallorca, la Costa Andaluza, etc.; pueden venir, emborracharse por poco dinero y regresar en el siguiente avión.

Qué país queremos, cómo queremos promocionar nuestro país. Sería una pena que después de cuarenta años de la explosión del turismo en España, fuésemos decayendo hasta perecer ahogados en los litros de alcohol que se consumen cada año. Como ciudadano apostaría por promocionar la cultura y ser inflexibles con las conductas inapropiadas de los veinteañeros europeos que, literalmente, se orinan sobre todos nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre