LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

martes, 19 de octubre de 2010

AÑORANZAS

Todos, unos en mayor número otros en menor, hemos sentido añoranza de algo o alguien. La vida se compone de un continuo espacio tiempo en el que se van sucediendo episodios que van alicatando nuestra vida, dejando huellas, marcas, restos, recuerdos, añoranzas...
Nunca he vivido fuera de mi país, todo lo más ha sido estar un mes fuera de vacaciones; por lo que no he tenido nunca esa sensación que tan bien ha transmitido un fado de nombre “Gente da minha terra”. Pero supongo que cuando uno se instala en otro país, con otras costumbres...añora irremediablemente los lugares comunes que compartía con los suyos; Me atrevería a decir que incluso aquellos que nunca nos han gustado.
Pero por qué añoramos, por qué necesitamos echar de menos algo o a alguien. Yo creo que es porque necesitamos tener la seguridad de que en nuestra vida pasada hay cosas tan importantes como en el momento presente; para darnos la razón a nosotros mismos y poder asirnos al recuerdo de un momento pasado que fue vivido con intensidad.
Normalmente las añoranzas suelen ser sobre algo que nos produce una agradable sensación de bienestar y ante cuya ausencia, sentimos una suerte de pena o lamento por no tenerlo en un momento dado delante nuestra.
Añoramos la niñez porque en esa época nuestros recuerdos son casi siempre felices, henchidos de cariño y amor, cuando esto no sucede no lo añoramos, sino que sentimos pesadillas.
Añoramos los tiempos en qué nos creíamos libres, sin responsabilidades que hablasen o nos mirasen a los ojos, sin cuestionarnos el día siguiente.
Añoramos al amigo que se ha ido, al que no volverá, al que nunca ha estado...añoramos un pasado que ya no nos pertenece e imaginamos un futuro idílico que poder añorar cuando se convierta en pasado reciente.
Añoramos los retales de nuestra vida que un día formaron el traje de nuestro día a día; casi nunca añoramos a los que se fueron sin despedirse, a los que pusieron zancadillas a cada paso que dábamos...
El ser humano precisa pensar en su futuro analizando su pasado, por eso añora lo bueno que se fue; sin embargo lo importante para mañana es hoy; y muchas veces no somos conscientes de ellos. Por eso muchos melancólicos pasan sus días entre las tinieblas del recuerdo. Un recuerdo rara vez certero, casi siempre acomodado en nuestra memoria a largo plazo de manera que podamos extraer de ella lo mejor.
Añoranzas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre