LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

sábado, 9 de octubre de 2010

EN TUS OJOS

He visto la severidad necesaria como para tomar las decisiones adecuadas cuando era un ser imberbe, cuando las dudas eran todas y las seguridades escasas.

He visto el amor de una madre que, a punto de ahogarse con todo del desecho que la rodeaba, nadaba contra corriente para sacar adelante una familia apenas sostenida por un hilo.

He visto la impotencia de un padre, que en los momentos de lucidez, era capaz de discernir entre su incapacidad para amar a una mujer y el temor a querer a un hijo.

He visto la placidez de una persona singular, de un ser maravilloso que acompañó mi infancia sin más preguntas que las precisas, con los afectos necesarios y el calor humano de quien da sin pedir, de quien quiere sin más.

He visto el amor, la intensidad de un sentimiento desbocado que no se sostiene dentro de un pecho pleno, he sentido en tu mirada ese amor sincero de quien ama con todo, contra todo.

He visto esa otra clase de amor, ese amor infantil henchido de optimismo, con la candidez de una vida por descubrir, de un camino por hacer…

He visto y he sentido la traición por la espalda y a la cara, la desfachatez de la mentira ignominiosa por el mero hecho de medrar en un contexto sucio, salpicado de agujeros por los que caer en el olvido…

He visto el agradecimiento del que recibe de manera insospechada la ayuda de quien no esperaba, de quien es acompañado por quien menos se esperaba, a quien más había traicionado… en tus ojos…uff en tus ojos.

He visto el odio que es capaz de brotar del interior del ser humano, el estiércol que todos llevamos dentro sin saberlo y que un buen día comienza a soltar un hedor tan intenso que termina por marear la propia conciencia y también la ajena.

He visto la sonrisa interior de quien vive en la placidez de una conciencia limpia, de un corazón amable capaz de brindar a los demás la mayor de las satisfacciones sin esperar más a cambio que un gracias, y no siempre.

He visto que la vida es tan corta que ni viviendo cien años alcanzaría a disfrutarla tanto como querrías…nada hay más triste que la muerte en vida, ni más alegre que la alegría del partir cuando se sabe concluida una existencia completa, llena… vivida.

He visto y sigo mirando para poder captar todo aquello que me muestres, que me enseñes, que me ocultes sin saber…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre