LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

lunes, 21 de junio de 2010

CARIDAD VS JUSTICIA SOCIAL

En estos tiempos de crisis económica, cuando son muchas las familias que tienen serias dificultades para llegar a final de mes, se pone de manifiesto cada vez más los tremendos desajustes que existen en nuestra sociedad. Se muestra a las claras, se hace más plausible la diferencia entre ricos y pobres, entre los que pueden llegar a final de mes y los que no. Y es cuando aflora la manida caridad, esa suerte de reconfortamiento de quien tiene para con quién no.

Nada que objetar en las formas aunque sí cabría que analizar de manera intensa el fondo y sobre todo el origen. La llamada caridad cristiana no fue más que el resultado del intento de la nobleza y la burguesía para aplacar las necesidades de los pobres en épocas de hambruna, de paso que expiaban sus faltas delante del clero, dominante en buena parte de la civilización tal y cómo la conocemos.

Resulta así, la caridad, una manera de marcar las diferencias entre ricos y pobres; es una manera de exaltar aún más la diferenciación social. Por el contrario, cuando hablamos de justicia social, hablamos del intento de acercar a todos a las necesidades mínimas, sin la mediación de nadie y sin contar con la donación, sino que se busca el derecho fundamental de cualquier ser humano.

La justicia social no sólo es la mejor manera de igualdad, sino la única. No se trata, como algunos pretenden, que todos seamos iguales, que el todo sea para las partes en modo equitativo. Ese sistema está claro que no funciona. No pretende la justicia social eso, tan apegado a lo que muchos consideran comunismo, que tampoco lo es.

Se trata de hacer posible lo que hoy es imposible, que todo ciudadano, todo hombre tenga el derecho al acceso a las necesidades fundamentales, que pueda acceder a ellas. Si tiene lo básico cubierto podrá centrar sus esfuerzos en hitos mayores, pero si para llegar al mínimo debe esperar a la llegada de la caridad, entonces se encontrará en una situación de inferioridad, de agradecimiento perpetuo y sometimiento.

Ya sé que muchos dirán que la caridad cristiana consiste en dar a cambio de nada; pero eso es de cara a la galería, aunque posible en muchas personas. Cuando eres caritativo no esperas o no debes esperar, nada a cambio, pero estás siendo parte del problema en lugar de la solución. Pues si los esfuerzos que haces por llevar una bolsa de ropa o unos juguetes o… los empleásemos en intentar lograr que los receptores pudiesen llegar a poseerlos por sus propios medios, haríamos del semejante un igual a todos los efectos.

Siempre será más efectivo enseñar a construir un pozo de agua, que hacerlo y dárselo hecho. Pues se corre el riesgo de que el necesitado se acomode a esperar y ver. No es mala la caridad, no es malo dar al que necesita, pero es mucho mejor buscar la justicia social que empuje a la sociedad a establecer medios suficientes para que los necesitados alcancen aquello que precisan.

1 comentario:

  1. Ajá!! Lo encontré!! Estoy totalmente de acuerdo contigo en que el remedio está en la justicia social...pero la caridad es necesaria...vale no le llamemos caridad...sobretodo porque yo no la utilizo con connotación religiosa, sino ética y moral, llamemóslo...solidaridad. Qué pasa con la gente necesitada mientras se está construyendo el pozo del agua? o mientras les estás enseñando a valerse por sus propios medios?...Será necesario un poco de ayuda sin que por ello se tengan que sentir sometidos a nada ni a nadie, las cosas no se solucionan de la noche a la mañana...bueno esto aún da para dos o tres horas más de conversación, :-). Pero me ha gustado mucho, mucho tu reflexión...inteligente y humana a la vez...

    ResponderEliminar

La opinión siempre es libre