POLITICA Y OSCURIDAD

Siempre he creído en la política como un universo abierto en donde la disparidad de opiniones pueden manifestarse en libertad, dónde uno puede opinar sobre los diferentes temas al amparo de aquella corriente ideológica que nos es más afín. Hacer política es quizás el mayor ejercicio de esfuerzo por los demás que se puede llevar a cabo en la actualidad. Claro está, si se hace desde una posición de servicio público, sin ánimo de lucro personal y sin llegar a quebrar ninguna voluntad forzosamente.
Hasta ahí podría pensarse que mis pensamientos no son más que una posibilidad irreal dentro de un mundo utópico, pero... no podría mirar a los políticos a la cara si pensase de otra manera.
Es cierto, lo estamos viendo ahora demasiado a menudo, que la oscuridad se cierne sobre muchos de nuestros representantes, que lo oscuro lo cubre todo en algunas gestiones. Muchos son los lugares, las oficinas, los partidos...donde las cosas se hacen con luz de candil, dejando muchas sombras. Y son esos los lugares que debemos de obligar a iluminar. Es en esos nichos de poder oscuro dónde los líderes políticos deberían hacer una labor ingente de limpieza, desinfección, abrir ventanas para que la claridad lo invada todo.
Hubo un tiempo donde ser político era sinónimo de ser alguien intocable, alguien que podía hacer lo que quisiera y cómo quisiera. Los tiempos han cambiado y ahora podemos echarlos en la siguiente legislatura. Por más que haya casos en los que parece que todo el pueblo se ha sumergido en la misma oscuridad que sus políticos.
Se cierne sobre una parte del Partido Popular una oscuridad que amenaza con convertirse en el “hombre del saco” y llevarse a todos aquellos que se niegan a alumbrar su espacio. Oscuras tramas de corrupción amenazan con llevarse por delante la carrera política de un hombre razonable, prudente (como buen gallego), con capacidad de diálogo; que parece estar atenazado, amenazado y quien sabe que más cosas.
No es normal, no parece razonable exigir en otros actitudes indudables en cuanto a honestidad y mirar para otro lado cuando la corrupción llega sujetarle los tobillos.
Mariano debería comenzar a abrir ventanas, sería bueno para él y para su partido un cambio de imagen; quien sabe si un buen afeitado rejuvenecería un partido que camina por un sendero que amenaza convertirse en atolladero. Sería mejor un mundo sin bigotes, sin barbas, sin trajes... ropa holgada, caras limpias y nueva