LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

lunes, 21 de junio de 2010

Y AHÍ ESTÁS TU

Algunos días me levanto taciturno, triste, pensando en mis problemas, en los deberes que debo afrontar y para los que no encuentro ánimos pero hablo contigo y te me siento mejor.
En otras ocasiones es tu ausencia la que me turba, es el no poder verte, el no escucharte, el no sentirte cerca, lo que hace que mi corazón se sienta triste, que mi mirada se muestre afligida, y entonces cierro mis ojos y ahí estás tú.
Cuando intento razonar delante de mis libros sobre temas complejos, cuando afronto un problema sin aparente solución, te recuerdo; revivo en el interior de mi mente la simpleza con la que tu solucionarías todo y el negro se vuelve blanco.
Cada día que disfruto tu compañía, cada instante que tu sonrisa me busca y se encuentra con mis ojos, cada vez que me das un beso en la mejilla haces que me sienta mejor persona, tú cambias todo cuando me rodea.
Si mi vida se terminase esta noche lo que más lamentaría es no haber podido pasar más tiempo a tu lado; no haber sido mejor contigo; no haberte dado más; no haberte prestado toda la atención que, sin duda, tú habrías querido.
No contemplo un mundo sin tu presencia, no contemplo mi vejez sin notar que estás próxima. Mi vida no tendría sentido si no soy merecedor de tu amor hacia mí. Pocas cosas espero conseguir pero una sí me haría feliz, que te sintieses orgullosa de mí.
Llevas poco tiempo conmigo y el camino, confío, será largo, provechoso para ambas partes. Habrá momentos de zozobra, días donde el entendimiento será muy difícil. Yo no seré capaz de comprenderte y tú no podrás entender lo que yo te pida; pero aún así, en esos momentos mi amor por ti será incondicional, eterno, indivisible, insuperable.
Cuando escribo estas letras siempre tengo presente que ahí estás tú, que es a ti a quien he de dedicar mi vida, es a ti a quien debo respetar mientras viva, es a ti a quien he de apoyar toda el tiempo que permanezca a tu lado. Y trataré de hacerlo tan bien como pueda. Cruzaré contigo, de la mano, por los angostos laberintos de la vida. Observaré desde la distancia como te desenvuelves en tierra hostil, como aprendes a levantarte tras cada caída, como descubres que el mundo no es como pensabas sino como lo hemos hecho. Y no temas, no mires atrás…allí siempre estaré yo.
Y ahí estás tú, observándome desde tus seis años, como si fuese un gigante tierno que no te asusta porque te quiere, que no temes porque te ama, que te da la mano y su corazón. Y sí, desde dónde tú estás…ya me has ganado

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre