LUGARES PARA SOÑAR

LUGARES PARA SOÑAR
cerrar lo ojos y sentir

lunes, 21 de junio de 2010

LA OPINIÓN DESCONOCIDA

Es aquella que la ofrece una persona que no conoces o bien aquella persona que desconoce el total del tema del que habla. Toda opinión es subjetiva, pues lleva implícita una carga personal muy marcada o al menos diferenciada de las demás.

Cuando opinamos, nos arriesgamos a dos cosas por encima de otras: a errar en nuestra opinión por darla partiendo de un conocimiento parcial del tema que tratamos, o bien acertar, cuando el conocimiento del tema es global.

Las importantes suelen ser estas últimas, las que abordan el tema desde el conocimiento del todo, o las que expresan una opinión totalmente personal desde la óptica del que vive de cerca una situación similar.

¿Qué importancia debemos dar a la opinión desconocida? Creo que la justa, si conocemos al interlocutor; respeto, si no lo conocemos; ignorarla, si parte de alguien que no conoces y además es ofensiva. Cuando quien te da su opinión es una persona que, además de conocerte, sabe a ciencia cierta de que va el tema, entonces debes de ser justo con los comentarios que puedas hacer sobre la opinión vertida. Debes de ser, sobre todo, tolerante con las cuestiones que no te gusten y aceptar la posibilidad de que pueden tener razón y no opinar lo mismo que tú. Si quien expresa su opinión no es conocido por ti, o no conoce de todo el tema, debemos respetar lo que dice, y replicar si no compartimos su opinión o simplemente aceptar lo dicho. Cuando no se conoce al interlocutor y además la opinión es ofensiva, resulta inútil entrar al trapo y discutir. Es suficiente con ignorar lo comentado. El viejo refranero español está al quite “no ofende quien quiere sino quien puede”.

Opinar es un ejercicio sano, libre, ideal para dejar salir nuestras verdaderas convicciones personales; pero también puede ser un ejerció de demagogia barata, donde se pretende sentar cátedra sobre otros, aun a riesgo de ser incongruente con uno mismo.

La opinión ha de ser manifestada desde el propio razonamiento, desde la convicción de que lo que está diciendo es realmente lo que piensa. Pensar lo que decimos y decir lo que pensamos. Muchos opinan de oídas, esos son los más peligrosos, pues su criterio depende de la emisora que escuche, de la cadena de televisión que vea, del equipo de sus amores….

La opinión desconocida es, por otro lado, una fuente de aprendizaje cuando quien la vierte es conocedor del tema que defiende o ataca, cuando en su exposición se manifiesta una idea que parte del conocimiento de lo que dice.

Opinar es gratis, y todo el mundo tiene derecho y debe hacerlo; bueno no todos, pues hay profesiones que al entrar a formar parte de ellas aceptas la renuncia a manifestar públicamente lo que piensas: como por ejemplo los militares en unas determinadas situaciones. ¿Podríamos imaginarnos un ejército donde los soldados opinasen libremente sobre las órdenes recibidas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La opinión siempre es libre