VALORES

Vivimos un tiempo difícil, un tiempo de contradicciones, una época donde el desarrollo de las tecnologías, de los medios técnicos y demás están llevando la comunicación a un lugar antes impensable. Es impresionante ver dónde nos ha llevado el ser humano con su capacidad de inventiva y la sagacidad con la que descubre nuevos elementos que pronto estarán en nuestros hogares.
Claro que este desarrollo tan rápido lleva aparejado algo en lo que muchos no caen, algo que nos está afectando pero que sobre todo nos afectará en el futuro; hablo de la crisis que sufren los valores.
Cuando uno habla de valores hoy parece que se ha quedado anclado en el siglo XX, que pensar que la ética es importante para una mejor convivencia no sólo es antiguo sino que ha dejado de ser importante.
Vivimos una época donde, sin quererlo, la libertad individual se viola constantemente por personas físicas o por entes. Uno de los principios del anarquismo radica en la creencia de la absoluta libertad del ser humano para hacer lo que le venga en gana. Suponiendo que el límite de tu libertad ha de terminarse donde comienza la mía.
La juventud de ahora y muchos de mi generación creen que viven el mayor momento de libertades, que hoy día pueden hacer y decir lo que quieren, que son libres para decidir el cuándo, el cómo y el dónde. No se dan cuenta de que la pérdida de valores como la equidad, el respeto, la educación… llevan aparejadas la dependencia, el relativismo absoluto, la negación personal…
Muchos son los que se están en un foro u otro simplemente porque así lo dicta el mercado, porque necesitamos asomarnos a la ventana (virtual en unos casos) del vecino para ver cómo es su césped, como respira.
Ya no pensamos por nosotros mismos, ahora nos dedicamos a bajar el pensamiento de otro y plasmarlo en nuestras páginas, no establecemos debates sobre lo que nosotros pensamos sobre un tema en particular, sino que aprehendemos de otros sus pensamientos para hacerlos nuestros, no nos damos cuenta de que las opiniones propias son mucho más importantes que las ajenas.
La educación ha pasado a un segundo plano, caminamos con determinación hacia el gruñido, dejaremos un buen día de hablar con los demás, dejaremos de debatir sobre los pequeños detalles porque nos habremos ensimismado con un teclado y una pantalla. ¿Qué sucedería hoy si dejasen de funcionar las redes sociales e Internet? Supongo que muchos serían los que acudirían al psiquiatra en busca de ayuda o vagarían por el mundo, absortos en su falta de pensamientos, en su carencia de valores.
Es muy necesaria la comunicación, es fundamental el desarrollo de las nuevas tecnologías, el futuro no puede verse de otra manera. Mas no podemos permitirnos el lujo de apartar de nuestras vidas las Humanidades por el mero hecho de no ser tangibles desde el punto de vista matemático. Sin el pensamiento no existiría nada, sin valores lo siguiente es la anarquía. Y en la anarquía nadie llega a ser feliz.