LUGARES PARA SOÑAR

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cerrar lo ojos y sentir

lunes, 21 de junio de 2010

CUANDO LLEGA LA NOCHE

Cuando llega la noche me siento en la escalera que da acceso a mi corazón y te espero. Los minutos, que siempre preceden a las horas, van pasando de manera cadenciosa; no me desespero, tan sólo observo el horizonte dónde no te veo llegar.

Cada luz que se aproxima mi corazón da un respingo, el bello de mis brazos se eriza; el viento acaricia mi cabeza, huérfana hace años de un pelo que ya no está; son esos los momentos que presiento que estás próxima a llegar.

Al fondo escucho murmullos, son dos topillos que se han encontrado sin pensar, ellos, como yo, tampoco te ven. Pero sin duda saben que llegarás pues me han mirado y los he visto sonreír.

Sigue el reloj avanzando en la noche, percutiendo en mi sien en un tic tac pausado y largo. Mi mente deambula ahora entre tus brazos, imaginándose prendida de tu calor, satisfecha con tu sola presencia. Por un tiempo indeterminado los minutos son más lentos que sus segundos, inundas mi imaginación, provocas mi sonrisa.

¡Ahora sí!, escucho voces, quizá seas tú, sí puede que seas tú… no, no lo eres, soy yo que me despierto de unos minutos de letargo y anhelo tu presencia. Soy yo quien te ha creado, quien ha descubierto los pliegues de tu piel, quien ha recorrido tu esencia con la esperanza de hacerte realidad a la vuelta de la esquina.

Sigue oscuro, cada vez más, la hojarasca hace ruido movida por un viento ahora más intenso si cabe. Es viento de agua, la humedad va calando en mis huesos y lo que antes eras fresco de pronto ha tornado frío. Voy a entrar, vengo ahora, tan sólo busco una manta con la que taparme mientras continúo de guardia y con la que poder arrullarte cuando estés a mi vera.

He vuelto, ya estoy aquí, abrigado, calentito, con los párpados pesados, con el espíritu ligero, no me moveré mientras no llegas. Siempre, al final de la oscura noche llega el amanecer. Quizá no llegues hoy tampoco, no pasa nada, mañana continuaré esperándote, en el mismo lugar, a la misma hora, con la misma ilusión…

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